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jueves, 31 de agosto de 2017

ESTRENOS DEL 7 DE SETIEMBRE

QTH


2016
Duración 94 min.
País Argentina
Director Alex Tossenberger
Reparto Osqui Guzmán, Jorge Sesán, Juan Manuel Barrera, Gonzalo López Jatib


Durante la Guerra de Malvinas, un grupo formado por un suboficial, un cabo y dos marineros, tienen la misión de cuidar y controlar la entrada estratégica del Canal de Beagle. Estos cuatro personajes aislados, con pocos recursos, vivirán una experiencia de guerra con la amenaza de invasión inglesa hasta llegar, todo el grupo y cada uno, a una situación extrema.





MÁS SOBRE LA PELÍCULA

Estos cuatro personajes, alejados de los centros urbanos, en un lugar de una belleza increíble muy próximo a las islas Malvinas recrean el padecimiento, la incertidumbre, la violencia, el abandono y el despertar de las actitudes más heroicas en un momento de extrema tensión en nuestro país.

Los marineros, inexpertos y sin preparación, llegan al lugar desconociendo su destino y como ocurría en distintas partes de los escenarios del teatro de operaciones, viven situaciones de guerra, preparaciones, trabajos de posibles ataques, apagones, maltratos y sobre todo presiones psicológicas con lo que podía ser una invasión continental.

Las situaciones extremas de clima, el frío, la lluvia, la nieve, la belleza de los colores y paisajes hacen de esta historia una película de extremos en donde más allá del acontecimiento histórico cada uno de los personajes pueden llegar al límite siempre exigido por la situación de guerra.

La guerra de Malvinas fue mucho más que disparos y movilización, fue también y sobre todo, el impacto traumático en toda una sociedad y generación que aun trata de simbolizar los acontecimientos.



PALABRAS DEL DIRECTOR

Como todos los hombres de la clase ‘63 fuimos atravesados por la llamada Guerra de Malvinas. Cada uno en distintos destinos; algunos con más suerte, otros, en las mismas Malvinas y una gran parte, sino la mayoría, en lo que se llamó el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS). Después de 35 años la infinidad de sentimientos persisten, y cada uno de esos jóvenes que fuimos, la metabolizó de distinta forma o como pudo. Yo fui de aquellos que tuvieron suerte, ni estuve en Malvinas ni en el Teatro de Operaciones, pero vi como a un lado y a otro de mis brazos mis compañeros se esfumaban con rostros temerosos, sin destino cierto.

La Guerra en Malvinas, como todos sabemos, fue terrible, y los veteranos bien se merecen el mayor respeto y reconocimiento, pero madurando todo este tiempo, sobre las ideas y pensamientos que van y vuelven sin cesar, uno comienza a descubrir nuevas razones y sentimientos a esa guerra del ‘82.

De todo eso surgió: “QTH”, una película de ficción que representa profundamente el espíritu de Malvinas, pero que no ocurre en Malvinas, ocurre en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) antes mencionado. Digo esto porque entre esas ideas que aparecieron, siento que la Guerra de Malvinas está mal llamada así, siento que hubiese sido más representativo llamarla: “Guerra del Atlántico Sur”. A los fines del mundo hegemónico es mejor llamarla Malvinas, porque da cuenta de que todo ocurrió ahí, que la soberanía de las Islas es sólo lo que importa. Pero no, no es así. Están en juego otras cosas de mayor importancia, como la Antártida, los recursos naturales y el control geopolítico del Atlántico Sur. Debo decirles que los ingleses no sólo están en Malvinas, sino que estuvieron, hace 200 años y en 1982, también en territorio continental austral argentino.

Por esta razón, las fuerzas argentinas acantonadas en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), no sólo cumplieron la labor fundamental de abastecer a los soldados de Malvinas, sino que también cumplieron el rol de cuidar nuestro territorio ante la presencia e instigación inglesa.





SOBRE EL DIRECTOR

Lic. en psicología, es Director y Productor cinematográfico. Comenzó su carrera realizando documentales y comerciales. Con distintos premios y reconocimientos (ATVC mejor ciclo documental, BANFF Festival).

Realizó documentales en Antártida, Tierra del Fuego, Perú, Bolivia, teniendo amplia experiencia en filmaciones en lugares hostiles.

Desde el 2007 realiza largometrajes de ficción también con reconocimiento internacional, destacándose, Gigantes de Valdes, Desbordar y actualmente estrena en el 2017 QTH.





Detroit

2017
Duración 143 min.
País Estados Unidos
Director Kathryn Bigelow
Reparto John Boyega, Jack Reynor, Hannah Murray, Anthony Mackie, Will Poulter,Jacob Latimore, Jason Mitchell, Kaitlyn Dever, John Krasinski, Darren Goldstein,Jeremy Strong, Chris Chalk, Laz Alonso, Leon Thomas III, Malcolm David Kelley,Joseph David-Jones, Algee Smith, Ben O'Toole, Joseph David Jones,Ephraim Sykes, Samira Wiley, Peyton Alex Smith, Laz Alonzo, Austin Hebert


El filme se centra en los acontecimientos que sucedieron en una aterradora noche durante los disturbios que sacudieron la ciudad de Detroit y sus traumáticas consecuencias.

El verano de 1967 fue un momento fundamental de la historia moderna de Estados Unidos, en el que el país se encontraba sumido en un creciente malestar político y social: la escalada de la intervención militar del país en la Guerra de Vietnam y décadas de represión e injusticia racial. Los epicentros de todo ese descontento y furia apenas contenida resultaron ser las grandes ciudades del país, con su discriminación sistémica, sus disparidades raciales en educación y vivienda, y el creciente desempleo reinante en las comunidades afroamericanas.

Dos noches después de iniciarse los disturbios en Detroit, un informe de disparos en las inmediaciones de una zona de preparación de la Guardia Nacional llevó al Cuerpo de Policía de Detroit, a la Policía Estatal de Michigan, a la Guardia Nacional de Michigan y a un guardia privado de seguridad local a registrar y tomar un anexo del cercano motel Algiers. Varios policías se saltaron las reglas de procedimiento y se dedicaron a interrogar de forma brutal y contundente a los huéspedes del motel, llevando a cabo un "juego letal" en un intento de intimidar a alguien, a quien fuera, para que confesara. Al acabar la noche, tres jóvenes desarmados habían sido abatidos a quemarropa y varios hombres y mujeres más habían recibido brutales palizas.

No se encontró ningún arma.


En el hervidero
Como ya demostrara de forma memorable la directora Kathryn Bigelow en la ganadora del Óscar "Vivir al límite (The Hurt Locker)" y posteriormente en la nominada al Óscar a la "mejor película", "La noche más oscura (Zero Dark Thirty)", tanto ella como su colaborador habitual, el productor y guionista ganador del Óscar Mark Boal, están familiarizados con los temas polémicos. En su nuevo filme, el thriller dramático DETROIT, Bigelow logra mantener con gran pericia un delicado equilibrio entre su enfoque fílmico tipo cinema verité trabajado con gran destreza y el estilo narrativo lleno de tensión de Boal que hace que te sientas metido en el momento. Con la ayuda de un brillante elenco que combina a veteranos de la gran pantalla con jóvenes promesas, entre ellas John Boyega ("Star Wars: El despertar de la Fuerza"), Anthony Mackie ("Vivir al límite (The Hurt Locker)", "Capitán América: Civil War"), John Krasinski ("13 horas: Los soldados secretos de Bengasi"), Will Poulter ("El renacido (The Revenant)"), Algee Smith ("Army Wives"), Jason Mitchell ("Straight Outta Compton"), Jacob Lattimore ("Belleza inesperada"), Hannah Murray ("Juego de tronos") y Kaitlyn Dever ("Justified"), Bigelow nos transporta de vuelta al verano de 1967 en el hervidero de malestar social que destrozó la ciudad de Detroit.

Tras décadas de abandono y promesas incumplidas, el centro urbano de la ciudad estalló en una oleada de violenta rebelión, y la respuesta militarista a los disturbios no hizo sino echar más leña al fuego de la discordia. La combinación de caos y fuerza llegó a desdibujar por momentos la línea que separa a la víctima del perpetrador.

Más allá de las atroces pérdidas, la mayor baja, no obstante, fue la inocencia, como queda demostrado en la historia dramática central de la película. Los hechos reales de lo que sucedió una aterradora noche en el motel Algiers y sus consecuencias, aunque fueron muy conocidos en su momento, han quedado desde entonces relegados a la condición de mero pie de página en los anales de la historia.

En las expertas manos de Bigelow, los incidentes de esa fatídica noche y lo que sucedió a continuación se resucitan para quedar vívidamente reconstruidos. Este enfoque cercano y personal reproduce la técnica que Bigelow ya dominara en "Vivir al límite (The Hurt Locker)" y "La noche más oscura (Zero Dark Thirty)". El medio cinematográfico, en opinión de la directora, "apela al subconsciente, lo que se presta a una implicación casi activa del espectador".

En "Vivir al límite (The Hurt Locker)", Bigelow logró transportarnos a Irak, mientras que en "La noche más oscura (Zero Dark Thirty)", nos llevó directamente al complejo de Osama Bin Laden. "En esta ocasión, quería meter al espectador en el motel Algiers, de modo que viviera los acontecimientos casi en tiempo real".

Al destapar este momento crucial pero en gran parte olvidado de la historia reciente de Estados Unidos, Bigelow y Boal pretendían rendir homenaje a los supervivientes y a los fallecidos de una manera que resultara considerada y respetuosa. Boal, que le presentó inicialmente la idea a Bigelow y a Annapurna Pictures a través de su Page 1 Productions, llevó a cabo una labor exhaustiva de documentación del incidente y habló con todos a los que pudo localizar que siguieran aún vivos y hubieran estado implicados de algún modo en la rebelión urbana en las calles de Detroit.

Como Kathryn Bigelow y Barry Ackroyd utilizaron una cámara familiar de estilo documental a lo cinema verité, la directora y el montador Billy Goldenberg tomaron la decisión de incorporar metraje ya existente a la película para realzar la fuerte narración central y sumergir al espectador. "Durante el proceso de documentación encontré grabaciones de los disturbios que encajaban a la perfección con el trabajo de Barry, hasta el punto de poder incluirlos en la película para dotarla de un realismo casi táctil".

"En el cine, la historia puede resultar un poco aséptica, sobre todo si hablamos de acontecimientos sucedidos hace 50 años", opina Boal. "Únicamente cuando conoces a las personas implicadas, empiezas a darte cuenta de que la historia general está formada en realidad por las historias individuales. Y en eso fue en lo que se centró mi guion".

A partir de 2014, Boal y su equipo de documentación entrevistaron a docenas de participantes en los propios disturbios, desde residentes afroamericanos de la comunidad a policías y personal militar. Su equipo de documentación de seis personas a tiempo completo, encabezado por el reportero de Detroit ganador del premio Pulitzer David Zeman, descubrió una ingente cantidad de materiales, que incluían reportajes de televisión, radio y prensa escrita, actas judiciales, materiales de investigación del FBI y el Departamento de Justicia, testimonios contemporáneos, investigaciones sociológicas, así como documentos que no habían visto nunca la luz del Cuerpo de Policía de Detroit y de la Universidad de Michigan.

De las docenas de historias personales con las que se encontró Boal, una le llamó especialmente la atención, el documento histórico de Larry Reed (interpretado en la película por Algee Smith), el vocalista principal de un popular grupo coral muy prometedor, The Dramatics, que había reservado una habitación para esa noche en el motel Algiers para sí mismo y su amigo íntimo, Fred Temple (Jacob Latimore), a fin de evitar encontrarse en la calle durante el toque de queda. "Larry se encontró metido en esta historia de crímenes reales", comenta Boal, "y alteró para siempre el curso de su vida; y eso fue lo que, en mi mente, constituiría el eje central de la película".

Boal localizó a Reed, que no había hablado públicamente sobre el incidente en décadas. Aunque en un primer momento no estaba muy seguro, Reed acabó compartiendo su desgarradora experiencia de esa noche en el motel Algiers y Boal quedó tan conmovido, que se dio cuenta de que tenía que sacar a la luz este momento injustamente olvidado de la historia. Además de todas las pruebas documentales sobre el Algiers, logró encontrar a otros huéspedes más que también habían quedado marcados para siempre por este aterrador incidente y habían guardado un silencio casi absoluto desde entonces.

Contar esta historia coral conllevaba la responsabilidad de hacerlo de manera justa y sin juicios de valor, opina Bigelow, que también habló y pasó tiempo con los supervivientes. "Cuando estás haciendo una historia sobre hechos reales y conoces a los testigos de dichos hechos, quieres asegurarte de que esas experiencias no sucedieron en vano, que puedes transmitir la relevancia de su historia y hacérsela entender a los espectadores".

Boal agrega: "Cuando decides contar una historia real como esta, tienes que abordarla con un sentido de responsabilidad personal, tanto para con la historia como, con mayor motivo aún, para con los individuos implicados, algunos de los cuales sobrevivieron, mientras que otros no. Aunque estábamos creando una obra de entretenimiento ficticio y no un documental, cargábamos con la responsabilidad de hacer honor al pasado de una forma que resultara considerada y respetuosa".


Prólogo como contexto

Antes de sumergirse en los disturbios de Detroit y en el relato que sirve de eje central del filme, Bigelow quería ofrecer al espectador ciertos antecedentes socio-históricos sobre qué fue lo que condujo al estallido de violencia, así como una visión general del panorama cultural de la ciudad en 1967. "Como admiradora desde hace tiempo de la obra del gran artista afroamericano Jacob Lawrence, su fundamental serie sobra la gran migración parecía la voz adecuada para describir las décadas previas al malestar social de los 60, de modo que el espectador pudiera entender mejor la ira y la injusticia que se habían ido acumulando a lo largo de tantas décadas y habían puesto el país en un rumbo de colisión".

"Nos pusimos en contacto con los herederos de Jacob Lawrence con una idea, mezclar unos paneles con otros, de modo que cada uno llevara al siguiente. Llegado el momento de incorporar texto, volvimos a quedarnos impresionados ante la magnitud y la complejidad de todo lo que condujo a la agitación de la década de 1960. Esta vez recurrimos a Henry Louis Gates, Jr., director del Hutchins Center for African American Research (Centro Hutchins para la Investigación Afroamericana) de la Universidad de Harvard", explica Bigelow.


Un innovador proceso de casting
En su búsqueda de los intérpretes adecuados para encarnar a los huéspedes del motel Algiers y al personal de las fuerzas del orden, Bigelow decidió meter a los actores en situaciones semiimprovisadas. "Creé escenarios que imitaban el guion pero eran situacionales y me quedé encantada al ver lo ágiles e imaginativos que eran los actores", recuerda, "y lo cómodos que se sentían en situaciones fluidas que no dejaban de cambiar. Así es como elegí al reparto. Los actores elegidos exhibieron, sin excepción, una complejidad emotiva versátil y tremendamente desarrollada, muy superior a la propia de alguien de su edad".

El proceso de selección de Bigelow dejó en un primer momento desorientado a Algee Smith, que interpreta el papel protagonista de Larry Reed, vocalista principal de un prometedor grupo de R&B llamado The Dramatics, que se refugia en el motel Algiers con su amigo Fred Simple (Jacob Latimore), pensando que así estará a salvo de los disturbios. Incluso cuando ya sabía que estaba contratado, Smith siguió sintiéndose algo confundido, dado que no le dijeron qué papel iba a interpretar hasta una semana después de presentarse en el set de rodaje de Boston.

"Al principio, resultó algo confuso", admite, "pero luego entendí realmente por qué Kathryn optó por este estilo improvisado para la selección del reparto y el rodaje. Fue una genialidad. Fue una manera de mantenerte desconcertado, para sacarte una intensidad espontánea y cruda. Nunca había rodado así, sin ninguna planificación. Yo llegaba al set y [Kathryn] me decía ‘vale, esto es lo que vas a hacer hoy. Vamos allá, en marcha, ya’. Y así es cómo consiguió reproducir tan bien los momentos reales. No tuvimos ocasión de preparar lo que iba a pasar, así que nuestras reacciones siempre eran sinceras y espontáneas".

Pasarse día tras día de pie, cara a la pared, aguantando insultos y malos tratos, acabó pasando factura a Smith y sus compañeros de reparto, sostiene. "Hizo que me sintiera verdaderamente aterrado y me llevó, por momentos, a lugares muy oscuros. Fue tan crudo e implacable que podíamos sentir todos el dolor y la emoción, aunque no era nada comparado con lo que pasó en realidad".

Tras conocer que interpretaría a Larry Reed, el joven cantante con aspiraciones, Smith tuvo ocasión de conocer y pasar algo de tiempo con el auténtico Reed y descubrir cómo esa fatídica noche cambió el curso de su vida. "Fue duro oír sus historias", admite Smith. "Me mostró las cicatrices que aún tenía de esa noche. Me mostró dónde sigue teniendo el cráneo fracturado".

En el papel de Melvin Dismukes, un guardia de seguridad que protege una tienda de comestibles local de saqueadores y se ve involucrado en el caos del motel Algiers, Bigelow eligió a una joven estrella en alza, el actor de origen británico John Boyega, conocido para los espectadores de todo el mundo por su papel de Finn en la nueva trilogía de Star Wars.

"Melvin Dismukes es un personaje interesante", opina Boyega, "un tipo decente que se encuentra en el lugar equivocado en el momento equivocado. Acudió al Algiers para ejercer de protector tácito de esos jóvenes, pensando que podía hacer algo bueno al estar presente para cuidar de ellos y, al final, lo culpan por tratar de hacer lo correcto, no solo los agentes de la ley, sino su propia comunidad".

Al igual que Algee Smith, la forma de trabajar de Bigelow hizo que Boyega se sintiera completamente inmerso en el rodaje. "Dada la intensidad de la historia y el cuidado y el respeto que todos mostraban por ella", prosigue Boyega, "cada toma era importante, desde el momento en que pisabas el set hasta el último plano. Incluso te seguía hasta casa".

Boyega también desarrolló un vínculo con la persona real a la que interpretaba. Pasó cierto tiempo con Melvin Dismukes, que, junto a otros supervivientes, ejerció de asesor del filme. "Nunca había interpretado a una persona real", admite, "y Melvin habló en profundidad sobre su experiencia. Habló desde la perspectiva de sus sentimientos: cómo reaccionó cuando sucedieron ciertas cosas y las contradicciones que se le pasaban por la cabeza. Habló emocionado sobre cómo se sintió malinterpretado por su propia gente, así como por la ley. Fue un tipo al que le encomendaron una tarea para la que no estaba preparado y luego lo condenaron por ello ".

El papel crucial de Philip Krauss, el policía que dirige el "letal" interrogatorio e intimida a sus compañeros agentes para que hagan lo que él diga, fue asignado a otra joven estrella en alza de origen británico, Will Poulter, que apareció recientemente en "El renacido (The Revenant)". El personaje, explica, no está basado en ninguna persona concreta, sino que más bien refleja el comportamiento de los agentes de policía implicados en los acontecimientos, y se creó a partir de los testimonios de primera mano de lo sucedido.

El mayor reto de Poulter, comenta el actor, fue interpretar a un personaje con el que no sentía la más mínima conexión. "No podía conectar para nada con él. No podía encontrar ningún parecido. Se trataba fundamentalmente de comprender la forma de pensar tan desinformada y negativa característica de una conducta así de racista. Sabía muy poco de la historia de Estados Unidos, y menos aún de la historia afroamericana, así que tuve que documentarme. Aun así, resultó difícil tratar de aceptar la clase de metodología que conduce a la deshumanización de los afroamericanos y, para ser sinceros, el papel que tienen los blancos en promover esa clase de sistema".

Aunque fue difícil sentirse orgulloso de su trabajo cuando se trata de interpretar a un individuo que maltrata cruelmente a otros, Poulter sintió la responsabilidad de poner al descubierto esa clase de conducta aberrante y distinguirla de los actos de los policías respetuosos con la ley.

La conducta de Krauss se vuelve más repelente aún cuando contagia a sus compañeros agentes, cuya preparación los lleva a presentar un frente unido y a apoyarse unos a otros, pase lo que pase. "Krauss es el responsable de un método utilizado entonces por la policía, por el que usaban tácticas hostiles para provocar reacciones agresivas o violentas de afroamericanos y justificar así su arresto", sostiene Poulter.

Aunque podía percibir la intensidad de la historia incluso sobre el papel, la carga de interpretar a una persona tan amoral resultó muy pesada para Poulter que, fuera del set, había trabado amistad con los actores que interpretaban a los jóvenes hombres y mujeres a los que tenía que maltratar cada día. Algee Smith relata cómo un día Poulter ya no pudo aguantar más.

"Hubo un momento durante el rodaje en el que Will no pudo más y se echó a llorar", recuerda Smith. "Miró a Kathryn y le preguntó: ‘¿Cuántas veces más vamos a tener que hacer esta escena? Porque me está resultando muy dolorosa’. Y eso hizo que los demás prácticamente nos derrumbáramos. Intenté darle un abrazo, pero entonces me vine abajo con él. Y pensé: ‘Si alguien puede sentir semejante dolor y emoción con solo interpretarlo, en la vida real tuvo que resultar mucho más doloroso".

"Tenía muy claro el estado emocional del reparto, y a Will en especial le pasó una enorme factura", admite Bigelow. Consciente de lo doloroso que estaba resultando, Kathryn cambió rápidamente de planes: "Dimos la escena por acabada y seguimos adelante".


Cámaras en constante movimiento

La intención original de la directora Bigelow era rodar DETROIT en Michigan, por lo que realizó una labor intensiva de localización de exteriores junto con su equipo. Cuando Michigan decidió no renovar sus incentivos fiscales para el cine, filmar en Detroit se volvió económicamente insostenible y hubo que trasladar el rodaje a Boston y alrededores. El rodaje empezó en julio de 2016 y duró 52 días. El equipo de rodaje regresó a Detroit alrededor de una semana para grabar exteriores y otras escenas que necesitaban.

La tensión casi insoportable de DETROIT, sobre todo en las escenas de los interrogatorios en el pasillo del motel Algiers, se derivaba a partes iguales del guion cargado de emoción de Boal y de la ingeniosa técnica empleada por Bigelow para darle vida. No solo mantuvo al reparto en ascuas en cuanto a lo que iban a rodar cada día, sino que, con la ayuda del director de fotografía, el nominado al Óscar Barry Ackroyd ("Vivir al límite (The Hurt Locker)", "Capitán Phillips"), utilizó una forma excepcional de captar el caos y la desorientación de las secuencias clave, sobre todo el brutal interrogatorio de horas de duración, que se rodó a lo largo de varios días.

El pasillo, en el que colocaron contra la pared a los huéspedes del motel, estaba iluminado uniformemente, de modo que pudieran utilizar varias cámaras para captar cada momento crucial, sin tener que parar para cambiar los ángulos y las luces. "Las cámaras nunca estaban quietas", recuerda Anthony Mackie, que interpretaba a Greene, un veterano de Vietnam que se ha trasladado a Detroit en busca de trabajo en la industria del automóvil y vive en el motel Algiers. Mackie ya estaba familiarizado con la cámara en constante movimiento fluido y discreto de Ackroyd gracias a su colaboración anterior en "Vivir al límite (The Hurt Locker)".

Además, comenta el actor, al estar las cámaras de Bigelow en constante movimiento, grababan y captaban todo el entorno, lo que dio lugar a una experiencia de inmersión total. "Esta técnica te permitía como actor crear tu propio espacio, no estabas actuando para la cámara, estabas actuando en la escena como si estuvieras en una obra de teatro. Como no sabías qué cámara te estaba enfocando y cuándo, tenías que estar presente y dando el 110% en todo momento. Te sacaba de tu elemento, que es lo que necesita todo actor".

Para ayudar a recrear el Detroit de 1967, Bigelow recurrió a su diseñador de producción de "La noche más oscura (Zero Dark Thirty)", Jeremy Hindle. "Aquí lo más importante era crear un entorno realista y sin fisuras que encajara perfectamente con la época y al mismo tiempo no resultara en ningún momento artificial, mecánico, ni manipulado", aporta Bigelow. "Creo que es la maestría de Jeremy lo que hizo que funcionara. Fue capaz de transmitir una sensación muy auténtica de la época y lograr eso sin salirse del presupuesto con el que contábamos es todo un logro. La atención al detalles es extraordinaria y me dejó entusiasmada".

"Empecé con referencias fotográficas reales de la época, de lugares como la revista Time, Magnum", explica Hinkle. "Hay muchas imágenes excelentes y se puede sentir realmente la tensión en las fotos: las calles, la gente, la policía, los militares. Sirvió para marcar el tono y fue lo que nos permitió hacerlo realmente creíble. Barry (Ackroyd) hizo lo mismo para decidir sus planos. Yo diseñé los sets y luego Barry buscó lo que encajara mejor".

Encontrar el estilo adecuado de Detroit cuando la película se rodaba en Boston resultó una labor minuciosa y agotadora. "Pero creo que nos quedó bastante bien. Recorrimos toda la ciudad de Boston, desde Lawrence hasta Broxton. Fue complicado, porque había que encajar demasiadas piezas. No conseguimos encontrar todo lo que queríamos en un único lugar. Así que tomamos parte de una calle y parte de otra y luego las combinamos".

El mayor reto para Hindle y su equipo fue recrear el motel Algiers y su anexo, que han sido demolidos desde entonces. La suerte ayudó. "El interior del anexo fue un hallazgo increíble, una rectoría que era muy similar y en la que se podía rodar bien. El motel principal también fue un buen hallazgo, pero tuvimos que redecorarlo entero, construir una piscina y otra pared, y encargar que nos hicieran expresamente el letrero enorme de neón. Cambiamos todas las puertas, todos los pomos, todos los carteles. Recrear el estilo de una época es complicado, buena parte de ello supone alterar u ocultar cosas en las que normalmente no te fijas, como las señales viales, las alarmas de incendios, los parquímetros... no se acaba nunca".

El anexo, donde se centraba buena parte del rodaje, es en realidad una rectoría, y los dueños se negaron en un primer momento a participar. "Ya había visto un par de cientos de casas", recuerda Hindle. "Sabía el tamaño que buscaba y el aspecto que tenía que tener el pasillo. Tenía que ser central, con espacio suficiente para nueve huéspedes, la policía, los agentes estatales y los militares, y tenía que tener el ancho adecuado", recuerda Hindle. "Podía ver por el exterior que era la casa adecuada, pero se negaron durante días. Y yo dije, hay que seguir insistiendo. Esta es la casa. Al final, aceptaron. Pasamos 17 días rodando en la casa después de transformarla. Lo desmontamos todo y volvimos a dejarlo como estaba en la medida que nos fue posible. Es una casa impresionante. Si la ves ahora, parece una mansión maravillosa".

La diseñadora de vestuario de Bigelow, Francine Jamison-Tanchuck, acababa de trabajar en la biografía de Tupac Shakur "All Eyez on Me" y en el filme de Nate Parker "El nacimiento de una nación", cuando Bigelow se reunió con ella para una entrevista y la contrató en el acto. "Francine colaboró estrechamente con Jeremy para crear esos entornos tan precisos y fieles hasta el más mínimo detalle, y que a la vez no se hicieran notar de una forma artificial", prosigue Bigelow. "Esa clase de profundidad trasciende la superficie de la pantalla".

Como ya hiciera Hindle, Tanchuck aprovechó la documentación sobre la época recopilada para la película (fotografías, grabaciones de noticias) y optó por una gama de colores de rojo ladrillo, amarillo mostaza, color hueso y verde azulado. "Los 60 es una época preciosa", afirma, "las mujeres eran muy femeninas y los hombres tenían mucho estilo. Y en Detroit, Motown estaba en la cúspide. Fue muy divertido recrear eso en la secuencia musical del teatro Fox".

En total, Tanchuck estima que su equipo y ella vistieron a entre 600 y 800 intérpretes y extras, entre el reparto principal, la policía, la Guardia Nacional y los participantes en los disturbios y saqueadores. Además de la documentación sobre la época, aprovechó que contaba con varios supervivientes del motel y habló con ellos largo y tendido sobre lo que llevaban por aquel entonces, sobre todo y muy especialmente esa noche en el motel Algiers.


Los protagonistas de la historia

Además de la amplia labor de documentación que realizó, el equipo responsable de DETROIT tuvo la suerte de contar con tres testigos que estuvieron todos involucrados en los sucesos del motel Algiers de esa fatídica noche del verano de 1967. Sus testimonios permitieron al equipo responsable del proyecto entender mucho mejor el caos que se produjo a lo largo del brutal interrogatorio. Melvin Dismukes, Larry Reed y Julie Ann Hysell ayudaron al equipo de la película a reconstruir los hechos desde distintos puntos de vista. También contaron con ellos durante el rodaje en calidad de asesores, para ayudar al equipo a ser lo más preciso posible.

"Creo que uno de los aspectos más importantes de prepararnos para esta película —al menos para mí— fue pasar tiempo con estos individuos que vivieron personalmente estos hechos", aporta Bigelow. "Nos proporcionaron una versión extraordinariamente detallada de los sucesos de esa noche. 50 años después, muchos están aún visiblemente afectados por el incidente, comprensiblemente".

Melvin Dismukes formó parte de la gran diáspora de afroamericanos que dejó atrás el racismo del Sur atraídos por los derechos civiles y los trabajos en las fábricas del Norte. Aunque comenta haber tenido que tratar con un racismo sutil (y a veces no tan sutil) después de que su familia se trasladara de Alabama a Detroit, logró no obstante convertirse en soldador certificado sindicado, un puesto que era prácticamente inaccesible para los negros en esa época y, posteriormente, consiguió empleo como guardia privado de seguridad.

Durante los disturbios de 1967, se encontró apaciguando situaciones antes de que se descontrolaran. "Toda mi vida había sido alguien que trataba de evitar que los problemas empeoraran y hubo varias oportunidades durante las noches y días de los disturbios de Detroit", recuerda.

Dismukes estaba trabajando como guardia en una tienda de comestibles cuando oyó un disparo y, junto con la Guardia Nacional, acudió al motel Algiers, la dirección de la que supuestamente provenía el disparo. Cuando entró en el anexo del motel, vio a dos chicas blancas y a varios varones afroamericanos puestos en fila cara a la pared, totalmente aterrorizados, mientras la policía los maltrataba física y verbalmente. "Estaba claro que esa gente no sabía nada e, incluso si lo supieran, tampoco iban a contarlo", concluyó.

Aunque se planteó marcharse, como hizo la Guardia Nacional cuando la situación empezó a descontrolarse –insultos, puñetazos, culatazos con fusiles– decidió quedarse. Y esa decisión le saldría muy cara. Fue arrestado y acusado de asesinato, y solo consiguió quedar absuelto después de un juicio demoledor. No solo es que la policía intentara implicarlo en las muertes de esa noche, sino que la comunidad negra se volvió contra él. "Intentar hacer algo bueno durante esa clase de caos no sirve de nada", opina. "Podría haber hecho frente a los agentes de policía, pero probablemente me habrían disparado y alegado defensa propia. Pero a nadie le interesaba oír mi versión de la historia".

Dismukes abandonó posteriormente Detroit, aunque siguió trabajando como guardia de seguridad hasta que se jubiló. Rara vez hablaba de los acontecimientos de esa noche y sus repercusiones igualmente traumáticas porque "me recordaba la dolorosa cuestión racial y que no podría haber hecho nada salvo ayudar a buscar las armas", explica. "No tenía autoridad alguna para poner fin a lo que estaba pasando en el vestíbulo. Me sentí completamente indefenso".

Sin embargo, después de cincuenta años, la verdad sobre esa noche y el papel que tuvo en ella ha salido por fin a la luz, opina. "Esta película, DETROIT, contará lo que sucedió de verdad".

Melvin Dismukes está interpretado por la estrella emergente John Boyega, protagonista de la actual trilogía de Star Wars.

Larry Reed era natural de Detroit y vocalista principal de un prometedor grupo de R&B, The Dramatics. No era más que un adolescente cuando, junto a su mejor amigo, se refugiaron en el motel Algiers porque llegar a casa sanos y salvos resultaba imposible. En vez de eso, la policía los puso a él, a su amigo y otros huéspedes más en fila contra la pared, los interrogó brutalmente y los golpeó. Medio siglo después, Reed, que desde entonces ha dedicado su vida a ser director de coro, aún tiene las cicatrices físicas y emocionales que demuestran lo vivido aquella noche.

"Estábamos en el lugar equivocado en el momento equivocado", opina. "Logré salir con vida y encontré a un agente de policía que se compadeció de mí y me llevó a un hospital. Pero mi amigo fue uno de los que murió".

Para Reed, DETROIT es más que una película. Es un testimonio de un momento fundamental de la historia del siglo XX de Estados Unidos. Aunque durante muchos años Reed se mostró reticente a hablar de esa noche que cambió su vida, cuando el equipo responsable del proyecto se puso en contacto con él, sintió que les debía a su amigo y a los demás que perdieron la vida colaborar con los cineastas. "Mi intención al animarme a hablar ahora es que la gente sepa qué fue lo que sucedió", comenta Reed. "No quiero que este acontecimiento se olvide, lo que pasamos mi amigo y yo. Es algo que nunca debería haber sucedido".

Algee Smith, estrella de la miniserie "The New Edition Story", interpreta a Larry Reed.

Julie Hysell se crió en Columbus, Ohio, hija adoptiva de un bombero y una contable. Hysell se describe a sí misma como una "juerguista" en su adolescencia y, junto a su amiga del instituto, Karen Malloy, fueron a Detroit a ver actuar a un grupo de R&B, The Precisions, y luego decidieron quedarse. No tardaron en gastarse todo el dinero que llevaban, así que se trasladaron al motel Algiers, que no costaba más que seis dólares la noche. Durante el toque de queda impuesto en la ciudad, visitaron una de las habitaciones del anexo, que tenía una cocina, con la esperanza de conseguir lago de comida, solo para verse recibidas por ráfagas de disparos de la policía y la Guardia Nacional, que respondían a informes de posibles disparos.

En medio del caos que estalló a su alrededor, se retiraron a la habitación de un amigo a quien habían conocido en la piscina y en quien confiaban. "Entonces la policía entró en la habitación y me preguntaron algo", recuerda Hysell, "y como no les gustó cómo respondí, me golpearon y nos rasgaron la ropa".

Hysell y su amiga fueron acusadas de ser prostitutas, y su amigo de ser su chulo. Los llevaron a rastras hasta el pasillo del primer piso "y durante las dos o tres horas siguientes se dedicaron a pegarnos y a matar gente", señala. "Podía oír a gente suplicando por sus vidas".

Hysell se siente agradecida por la película DETROIT y por la forma sensible pero honesta del equipo responsable de la misma de tratar los hechos. "Pensé que lo pasaría mal durante el rodaje, porque no estoy segura de haber llegado nunca a asumir lo que sucedió esa noche. Pero Kathryn me rodeó de un grupo tan estupendo de personas que me ayudaron a sobrellevarlo. La única vez que no pude soportarlo fue cuando estaban filmando la escena del juicio en la que se anuncia el veredicto de no culpabilidad. Tuve que salir del set. Esas personas fueron asesinadas. A sangre fría. Fueron asesinadas y los policías fueron absueltos".

"Por eso era tan importante contar esta historia. Me gustaría que la gente viera esta película y pensara: ‘Sí, ya es hora de que las cosas cambien’. Eso es lo que me gustaría que pasara".

Julie Hysell está interpretada por Hannah Murray ("Juego de tronos").


Reflejándonos en el pasado

Todo parecido entre el debate actual sobre el racismo institucional y los hechos mostrados en DETROIT es completamente deliberado, aseguran los responsables del proyecto. "Creo que es una historia que es importante contar", opina el guionista y productor Boal, "porque una de las ventajas de observar el pasado es que te permite ver el presente desde otro punto de vista. Y hacerse preguntas como: ‘¿Cuánto han cambiado las cosas?’ o ‘¿Cuánto sigue igual?’".

Los acontecimientos del verano de 1967 en Detroit y otras grandes ciudades estadounidenses "no fueron un momento aislado en el tiempo", prosigue Boal. "Formaban parte de un continuo. Y si nos hacen ser hasta cierto punto conscientes de ese continuo, tal vez podamos tener más consideración al respecto".

El reparto principal de DETROIT tiene su propia opinión sobre el filme. "Me sentí muy orgulloso de trabajar con cineastas a los que les interesa hacer más que simplemente entretener con su trabajo, que intentan concienciar sobre problemas y cuestiones reales de la sociedad", sostiene Will Poulter. "Para que podamos avanzar, es de una importancia vital que los medios y el arte pongan de relieve esas cuestiones".

"Cuando acabó la película, no estaba seguro de cómo me sentía", admite Algee Smith. "Por un lado, estaba contento de formar parte de una historia tan importante. Por otro, sentí pena por lo que tuvo que pasar la gente de verdad, y rabia por la injusticia que se cometió a continuación. Digamos simplemente que estaba confuso aunque, en última instancia, sentía una inmensa gratitud por el hecho de que se contara esta historia".

En opinión de Bigelow, "si el propósito del arte es agitar para provocar el cambio, si estamos verdaderamente listos para empezar a tratar la desigualdad racial de este país, tenemos que estar dispuestos a escuchar. Espero que esta película anime en parte ese debate y que encontremos una forma de curar las heridas que existen desde hace demasiado tiempo en este país".





Slipknot: Day of the Gusano


2017
País Estados Unidos
Director M. Shawn Crahan


Documental no solo sobre un histórico concierto de Slipknot en el Knotfest Mexico CIty, sino también sobre los fans de la banda, conocidos como "maggots" (gusanos), esenciales en el legado de Slipknot. Este documental captura el caos, la emoción y la comunidad que se han cultivado a lo largo de estos 20 años.





Actriz


2017
País Argentina
Duración 78 min.
Dirección: Fabián Fattore


Actriz aborda el trabajo de Analía Couceyro. Una puesta teatral que se acerca a su final y la composición de un nuevo personaje implican otros desafíos y aprendizajes. La dificultad de un texto árido, la repetición, el rigor de los ensayos. Este proceso permite ir develando emociones y pliegues ocultos.



NOTAS DEL DIRECTOR

La película narra el trabajo de Analía Couceyro como actriz de teatro. Una serie de apuntes y anotaciones al margen mientras la maquinaria teatral se despliega.Dos ideas motoras pueden mencionarse en el origen de esta película. La apropiación de un texto como parte esencial del trabajo teatral y las emociones y vivencias que transita quien ensaya. Hay tres ejes principales a partir de los cuales la película se estructura. Ensayos y funciones de Constanza Muere. Ensayos y funciones de El Rastro. Por último el eje más desarrollado es la preparación del personaje de Marie Curie para el concierto escénico De Materie.


Con una puesta en escena y de cámara muy austeras, la película trabaja a partir de planos largos y sus desarrollos temporales. Captar los pliegues de sentido que se producen en esos fragmentos de espacio-tiempo. Miradas, gestos y emociones que los textos y los ensayos producen en Analía. Vemos como evoluciona el personaje, pero sobre todo vemos los cambios en la propia actriz al ensayar. El sentido no es exclusivamente el de la palabra. A veces se nos revela fugazmente.El paso del teatro al cine implicaba darle a ese fragmento de lo real estático una imagen muy contundente y cinematográfica a la vez. 



Los espacios teatrales, la luz del escenario, los primeros planos, la cámara fija y el blanco y negro ayudan a desnaturalizar la escena y de alguna manera a extrañarla.Si bien algunas escenas se desarrollaron en el espacio arquetípico de un teatro, luces duras sobre un escenario, también se buscaron otros lugares en los que habita Analía. La cocina de su casa, los ensayos en una terraza, un viaje en auto, una habitación de hotel, los pasillos del Teatro Argentino de La Plata, el camarín de El Portón.El proceso fue intenso. Rodamos durante un año y medio contando con la total entrega de Analía, su generosidad, su sensibilidad, sus aportes e ideas y los de sus compañerxs en la distintas obras. Y sobretodo contamos con su enorme talento.





Dhaulagiri, ascenso a la montaña blanca


País Argentina
Duración 70 min.
Director Guillermo Glass, Cristián Harbaruk


Un montañista y documentalista inicia un viaje por la Argentina para volver a reunirse con los dos amigos con los que intentó hacer cumbre en el Himalaya. Solo y con ellos, intentará entender qué pasó con Darío, el cuarto amigo, el que decidió seguir subiendo, el único que no volvió con vida de la expedición.





Artax, un nuevo comienzo


2017
Duración 97 min.
País Chile
Director Diego Corsini
Reparto Celeste Cid, Gonzalo Valenzuela, Mercedes Morán, Felipe Rios, Juan Pablo Ogalde,Luis Gnneco, Tiago Correa, Francisca Gavilán, Joaquín Flores


El film cuenta la historia de Mariana, una mujer que ha dedicado toda su vida a la equinoterapia que repasa la historia de cómo llegó a eso.
En su juventud llevaba una vida acomodada y feliz hasta que un episodio particular la lleva a tener que enfrentarse con millonarias deudas. Esta situación la pueda llevar a quedarse sin casa y sobre todo sin sus caballos, entre los que se destaca Artax, el único ser con el que su hijo Bruno con síndrome de asperger logra tener un vínculo especial que lo ayuda a sobrellevar su vida con armonía.
Mariana deberá pelear contra viento y marea en esta historia de lucha y resiliencia sostenida por el amor de una madre y su hijo.





Un hombre llamado Ove


2015
Duración 116 min.
País Suecia
Director Hannes Holm
Reparto Rolf Lassgård, Bahar Pars, Filip Berg, Ida Engvoll, Tobias Almborg, Klas Wiljergård,Chatarina Larsson, Börje Lundberg, Stefan Gödicke, Johan Widerberg,Anna-Lena Brundin, Nelly Jamarani, Zozan Akgün, Viktor Baagøe, Simon Edenroth,Poyan Karimi, Maja Rung, Simeon Da Costa Maya, Jessica Olsson


Ove (Rolf Lassgård), de 59 años, es un hombre gruñón que ha perdido la fe en todo el mundo, incluido en él mismo; hasta que su visión negativa del hombre y la sociedad es puesta a prueba por una familia que se muda a la casa de al lado.


Han dicho
"¡Irresistible! La comedia que conquistará el corazón del gran público". Variety

"Esta película es una auténtica delicia, amable y hermosa que cuenta con un brillante guión". El Nuevo Herald (Miami)

"Un dulce y sorprendente regalo de película". National Post

"Una magistral mezcla de las cosas dulces y amargas de la vida con un reparto perfecto". Newsweek

"Una película sorprendentemente cálida y maravillosa. La comedia del año!". Huffington Post

"...te dejará sin aliento". Seattle Times

"...Geniales interpretaciones". L.A.Times

"Una delicada y meticulosa comedia que enternecerá corazones y hará derramar alguna lágrima". Tribune

"...tremendamente divertida. Supondrá un éxito arrollador". Rogerebert.com


Fredrik Backman y la novela
"Un hombre llamado Ove" está basada en la novela "En man som heter Ove", ópera prima del escritor sueco Fredrik Backman. Backman está considerado como el heredero literario de los célebres Stieg Larsson (Saga 'Millennium') y Jonas Jonasson ('El abuelo que saltó por la ventana y se largó' y 'La analfabeta que era un genio de los números').

Las primeras reacciones que recibió Backman al entregar el manuscrito a los editores fue tan frustrante como irritante. Gran parte de ellos le ignoraron por completo y el resto le dijeron que esa obra no tenía ninguna posibilidad comercial.

A pesar del rechazo generalizado, Fredrik Backman logró editar el libro y para sorpresa de la industria se convirtió rápidamente en un verdadero fénomeno editorial en Suecia.

Los medios nacionales e internacionales se interesaron rápidamente por el autor, que en 2012 era un completo desconocido.

Tras las sorprendentes ventas en su país de origen, la novela se convirtió en un verdadero fenómeno editoral a nivel internacional, siendo editada en más de 30 países.

El pasado 4 de diciembre de 2016 alcanzó el Nº1 en el ranking de ventas de The New York Times, partiendo de una primera y modesta edición de 6.600 unidades llegando a convertirse en el "sleeper hit" editorial del momento, con 43 ediciones y más de un millón de copias sólo en los EEUU.

En Suecia llegó a vender 840.000 unidades, siendo traducido en 40 idiomas y alcanzado unas ventas totales de 5 millones de unidades (según PR Newswire).


Anécdotas
El escritor en un gran conocedor de España. Su mujer, de origen iraní, es una enamorada de Barcelona y ésta es la ciudad en la que Fredrik le declaró su amor.

Parte del rodaje se desarrolló en el centro de Palma de Mallorca, concretamente en el Hotel Araxa.

El autor valora la vida privada y el anonimato, motivo por el que nunca se ha dejado fotografiar ni ha aparecido en los medios de su país. En cambio, sí ha accedido a realizar entrevistas y dejarse fotografiar en presentaciones y eventos promocionales de ámbito internacional.





El Bosco. El jardín de los sueños


2016
Duración 90 min.
País España
Director José Luis López Linares


En 2016 se cumplen 500 años de la muerte de El Bosco. Es casi el único dato sobre el autor de "El jardín de las delicias" al que podemos poner fecha precisa. "El Bosco. El jardín de los sueños" es una película sobre su cuadro más importante, y uno de los cuadros más icónicos del mundo: "El jardín de las delicias".





Si los perros volaran


País Argentina
Director Gabriela Blanco, Maximiliano de la Puente, Lorena Díaz


Documental que rescata la figura de Rafael Perrotta, personaje clave en la historia del periodismo de la Argentina. Como director del diario El Cronista Comercial, conformó una redacción única. Procedente de una familia adinerada, se relacionó con el aparato de inteligencia del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Fue secuestrado en junio de 1977, convirtiéndose en uno de los tantos desaparecidos de nuestro país.





Atómica


2017
Duración 115 min.
País Estados Unidos
Director David Leitch
Reparto Charlize Theron, James McAvoy, Eddie Marsan, John Goodman, Toby Jones,James Faulkner, Roland Møller, Sofia Boutella, Bill Skarsgård, Sam Hargrave,Jóhannes Haukur Jóhannesson, Til Schweiger, Barbara Sukowa


1989, el muro de Berlín está a punto de caer. Un agente del MI6 encubierto aparece muerto y la espía Lorraine Broughton (Charlize Theron) debe encontrar por todos los medios una lista que el agente estaba intentando hacer llegar a Occidente y en la que figuran los nombres de todos los agentes encubiertos que trabajan en Berlín oriental. Lorraine no se detendrá ante nada para conseguir dar con esa lista, enfrentándose a varios asesinatos, a la contrainteligencia y arriesgando su vida. Se sumerge en un mundo en el que nadie parece ser quien dice ser...


Introducción a la historia
Berlín, 1989. Víspera de la caída del Muro de Berlín y de un explosivo reajuste de alianzas entre los superpoderes internacionales. Si por norma general el mundo del espionaje está lleno de peligros y sospechas, la sensación de desconfianza se multiplica por mil con la ciudad más fría de Europa convertida en un polvorín. Lorraine Broughton (Theron), una dura y seductora espía del MI6, viaja hasta Alemania para desmantelar una despiadada banda de espionaje que ha matado a un agente secreto aliado por motivos inexplicables. Tras sortear un intento de asesinato nada más poner pie en la ciudad, Broughton consigue escapar con vida y se ve obligada a cooperar con el jefe de estación en Berlín, el temerario David Percival (McAvoy). No les quitan ojo el investigador del MI6 Eric Gray (Jones) y un alto oficial de la CIA llamado Emmett Kurzfeld (Goodman), enviado desde EE. UU. para supervisar la misión de Broughton. Siguiendo cada uno de sus pasos se encuentra también una agente del servicio de inteligencia francés llamada Delphine Lasalle (Boutella), con quien acaba viviendo un tórrido romance. Estos efectivos, y alguno más, intentan sofocar una amenaza que podría poner en peligro las operaciones de los servicios de inteligencia de Occidente: una lista con las identidades y datos personales de todos los agentes que trabajan en Berlín, recopilada por un oficial de la inteligencia de la Stasi en Berlín Oriental. La lista está en manos de un hombre cuyo nombre en clave es Spyglass (Marsan). Aun sin confiar plenamente el uno en el otro, Broughton y Percival están decididos a dar con Spyglass y hacerse con el fichero... si consiguen dar con él. En un clima gélido y en la víspera de la caída del Muro, la tensión se dispara. El tiempo se agota y Broughton deberá echar mano de todo su arsenal de habilidades para superar cada reto, vencer a cada adversario y vengar cada traición-tanto en el terreno personal y profesional.


El desarrollo del thriller
"ATÓMICA" transcurre en un lugar y durante un momento histórico de enorme relevancia: Berlín, justo antes de la caída del Muro después de 28 años. Construido en 1961 por el gobierno comunista de Berlín Oriental para separar a los ciudadanos de los sectores estadounidense, británico y francés establecidos tras la conferencia de Potsdam de 1945 al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el Muro había dado origen a una zona encubierta y segregada en la que los espías, efectivos y agentes de la Guerra Fría lidiaban batallas tanto oficiales como oficiosas. "Era como estar en el Lejano Oeste", se asombra Charlize Theron, que empezó a trabajar en el guión hace casi cinco años con vistas a participar en este thriller de acción. "El KGB soviético y la Stasi de Alemania Oriental se enfrentaban a la CIA de EE. UU., el MI6 británico y el DGSE francés. Trapicheos, sobornos, chantaje, violencia... era el pan de cada día de esos agentes". La productora Kelly McCormick apunta que la estructura se construyó con varios fines: "El Muro de Berlín no estaba pensado solo para contener a las personas, sino también para ocultar secretos que podrían amenazar a los agentes de la inteligencia, destruir sus carreras y poner fin a sus vidas". De hecho, el Muro se componía de dos barreras independientes: el muro exterior ubicado en la frontera con Berlín Oriental y, a unos 30 metros de esa primera estructura, un muro interior fuertemente armado. Entre los dos muros se encontraba la "zona de la muerte" (rodeada de capas de acero y barreras de hormigón), patrullada por soldados armados acompañados por perros de la unidad canina. Por si la vigilancia se quedaba corta, se había utilizado también un suelo arenoso que revelaba las huellas de cualquiera que osara acercarse demasiado. La seguridad del Muro se componía de 112 metros de alambre de espino, 310 torres de vigilancia, 65 zanjas anti-vehículo y 40.000 soldados de frontera entrenados en la Unión Soviética.


El equipo de producción creó "ATÓMICA" a partir de la novela gráfica "The Coldest City" (Oni Press, 2012), escrita por Antony Johnston y dibujada por Sam Hart. El estilo, los sonidos y el diseño de la obra reflejan una elegante y estilosa reinterpretación del Berlín de 1989. El arte, la música y la expresión social saltaron a primera plana mientras el mundo observaba cómo la Guerra Fría llegaba a su fin en Berlín. Johnston puso en marcha el proyecto en verano de 2008, para dar salida a un impulso creativo personal alimentado por su fascinación por el espionaje durante la Guerra Fría, un asunto que siempre le había apasionado. Por aquel entonces, las novelas gráficas no solían centrarse en historias de espías y, por tanto, no albergaba muchas esperanzas de que la obra fuera publicada y mucho menos que tuviera una buena acogida entre los lectores. "Siempre me ha encantado el género del thriller. He leído un montón de libros de John le Carré y disfruto mucho con las películas de James Bond y filmes tipo Funeral en Berlín, con protagonistas como Harry Palmer. Tengo la caída del Muro de Berlín clavada en la retina: recuerdo verlo en directo en la tele. Sabía que estaba presenciando un momento histórico, un evento que podría llevar a la paz mundial y un futuro mejor. Me pareció que esa expectación podría funcionar muy bien como trasfondo para una historia de espías", comenta el escritor. La trama se centra en Lorraine Broughton, una verdadera superviviente. Broughton es todo lo que se espera de un agente secreto del MI6: dura y sin remordimientos. Es una superespía habilidosa, sensual y despiadada que va mucho más allá de ser la típica superheroína del género de fantasía. Los peligros comienzan nada más aterrizar en Berlín y Lorraine no tarda en comprender que tiene muy pocas posibilidades de completar su misión. Todos sus años con el MI6 no podrían haberla preparado para este trabajo. Deberá recurrir a su instinto, ingenio y resistencia, echando mano de su inteligencia, encanto y formación para salir de allí con vida.

El productor Eric Gitter, a través de su acuerdo con Oni Press, fue uno de los primeros en ver "The Coldest City" y se quedó prendado de la estética. Tanto él como su socio productor, Peter Schwerin, habían adaptado anteriormente novelas gráficas para cine y televisión. Aun así, Gitter comenta: "Nunca habíamos visto una novela gráfica que se leyera como un guion de cine. Es una historia compleja y versátil, con una protagonista con muchos matices. Retrata muy bien la escena tecno, la comunidad punk alternativa y la sexualidad fluida de la ciudad en aquellos años. Antony es una estrella del rock en su mundo, y este mundo era perfecto para la gran pantalla". "Lo que más me impresionó de la novela gráfica fue que, a pesar de ser monocromática, se alejaba de las típicas representaciones aburridas y oscuras de la ciudad", añade Schwerin. "Nos pareció que en cine podríamos crear un retrato vivo y colorista de un lugar y una época que no tuvo nada de gris ni deprimente. Aquí no encontraréis esa estética del gris plomizo de Londres; este es otro mundo, cargado de una sensibilidad ecléctica y fogonazos de acción e intensidad". 


Cuando le propusieron adaptar la primera novela gráfica de la saga para cine, Kurt Johnstad aceptó encantado dado su vínculo personal con Berlín. "Mi padre fue piloto de Pan Am y estuvo destinado en Berlín Occidental durante los años sesenta y ochenta, así que pasé bastante tiempo en la ciudad antes de la caída del Muro. Mi hermana todavía vive allí con su familia", recuerda el guionista de 300. Durante su adolescencia, el autor se movía por los sectores de Berlín Occidental, pero también se aventuraba hacia el este. "Solo había una línea de tren y una autopista que conectaran las dos partes de la capital", recuerda. A Johnstad le impresionó lo original y vibrante que era Berlín entonces. Era como un imán para artistas, músicos y anarquistas... un destino vivo luchando bajo la opresión del comunismo. "Desde el punto de vista creativo, era un lugar muy potente. Las escenas del arte y de la música estaban en plena expansión. Pero también se sentía el peligro. He querido trasladar esa sensación de riesgo en la película. "También visité otros países del bloque soviético y vi cómo era la vida cotidiana de esa gente tras el Telón de Acero", añade Johnstad. "Mucha gente perdió la vida intentando escapar y he pensado mucho en ellos al contar esta película. La historia siempre la protagonizan las personas, y más cuando se trata de eventos como el impactante final de la partida de ajedrez geopolítica que fue la Guerra Fría".

El equipo de Oni Press encontró una gran aliada en Theron, que se incorporó al proyecto como productora con su empresa, Denver & Delilah, y con A.J. Dix y Beth Kono para comprar el estimulante guión. El equipo de Theron consideró que esta historia tan potente y sólida como divertida, dura y sexy tendría mucho potencial en la gran pantalla. "The Coldest City" les pareció una historia explosiva, salvaje y megaentretenida.

Sierra/Affinity, una de las principales empresas independientes de financiación y producción cinematográfica, gestionada por los productores ejecutivos de la cinta Nick Meyer y Marc Schaberg, financió la película y cedió los derechos a Focus Features y Universal para su comercialización multinacional entre distribuidoras independientes de alto nivel. Kelly McCormick, que trabajó anteriormente en Sierra y ahora está en 87Eleven Action Design, lo explica: "Las claves de "ATÓMICA" son una protagonista muy interesante interpretada por la Oscarizada Charlize Theron, una historia magnífica, y un mundo que se siente cercano y a la vez resulta icónico. Sabíamos que aquí había un peliculón". El equipo técnico estaba convencido de que Theron crearía un personaje tan despiadado como intenso y entregado. La actriz lleva tiempo interpretando papeles cañeros y Broughton es sensual, atlética y brillante a partes iguales. Además de protagonizar la cinta, como desarrolladora y productora de "ATÓMICA", Theron ha defendido el proyecto desde el primer momento. "Nos dimos cuenta enseguida de que Charlize no tira de ego a la hora de producir", comenta McCormick. "Es muy disciplinada, trabaja mucho y le gusta que los problemas se resuelvan en equipo. Gracias a ella, ha sido una experiencia muy especial". 


A la hora de elegir director para "ATÓMICA", el equipo de producción se puso en contacto con David Leitch, que acababa de completar John Wick, codirigida con Chad Stahelski. Como fundador de 87Eleven, Leitch había trabajado como director de la segunda unidad en muchas superproducciones, desde Jurassic World a Capitán América: Guerra Civil pasando por Logan. A Leitch le interesan más que los efectos especiales. Se maneja a las mil maravillas en esa intersección entre la acción desenfrenada y las historias íntimas... y ha contribuido a crear una nueva forma de hacer cine.

Para su próximo proyecto, Leitch estaba buscando un personaje con el que sorprender a los espectadores; quería darle una vuelta de tuerca al cine de acción y aventuras. Con la agente del MI6 Broughton sabía que había encontrado una protagonista que estaba lista para saltar a la fama. Además de confiar siempre en guiones con una gran carga emocional y personajes redondos, el realizador cree en encontrar acción en los lugares más inesperados, y usa localizaciones y personajes para crear algunas de las escenas de acción más originales del mundo. Su misión es conseguir que el público se pregunte: "¿Pero cómo han conseguido hacer eso?".

Todo eso sin perder de vista el arco emocional de Lorraine: una espía que ha visto la cara más terrible de la humanidad, pero que de pronto comprende cómo recuperar la suya. "Broughton es un personaje increíblemente complejo, y a través de ella la historia nos muestra una interpretación muy moderna del género de los espías", reflexiona el director. "Como espía, es despiadada, decidida y disciplinada, pero también muestra algunas tendencias y rasgos que son tan comunes en este tipo de agente especial. Es muy cool y estilosa, manteniendo siempre la distancia que impone su mortal profesión, pero bajo ese armazón late un corazón que siente... y sus emociones acaban saliendo a la luz". Leitch, gran amigo de Johnstad, quedó impresionado con el cóctel de drama histórico, espionaje y acción del guion. El director nos cuenta por qué le llamó tanto la atención: "Crecí en los ochenta y recuerdo claramente las imágenes de la caída del Muro, así que de primeras ya me pareció un tema muy interesante... sobre todo porque me resulta muy relevante teniendo en cuenta la política actual. Me atrajeron las posibilidades tanto narrativas como visuales de la historia". Leitch trabajó con Johnstad y los productores del film para desarrollar el guión. El guionista comenta que el proceso fue "sin lugar a dudas, una de las mejores experiencias que he tenido. Dave y yo somos muy amigos y respetamos muchísimo nuestro trabajo. Me gustó que quisiera darle una vuelta a la clásica historia de espías del cine negro. Ha querido arriesgarse y salirse del terreno conocido".


Espías y traidores: el casting
Para llevar a la pantalla esta historia de intrigas internacionales se escogieron actores de todo el mundo. Un elenco de aclamados actores británicos, leyendas del cine alemán y una futura estrella argelina ponen en acción los conflictos y enfrentamientos de la película. Puesto que las reglas del espionaje se derrumban nada más empezar el filme, los realizadores sabían que el personaje de David Percival sería una de las piedras angulares de la película. Johnstad nos lo explica: "El Berlín de la Guerra Fría se creó precisamente para el talento y temperamento de este hombre. Como jefe de estación del MI6, Percival trabaja más bien solo. Tiene un pequeño feudo, lejos de la mirada fisgona de Londres. Vende y comercia con bienes de contrabando entre su red de contactos y asociados a ambos lados del Muro... ¡y se lo pasa en grande!". Como compañero de Lorraine, Percival es encantador, conspirador y despiadado. Hacen muy buen equipo, pero ella se fía de él lo justo. Percival es el único aliado de Broughton en Berlín, pero ella sabe que él opera con impunidad en la ciudad. Le da al contrabando tanto como cualquier otro habitante de la ciudad, se mueve como pez en el agua por el mundo del trapicheo y disfruta de un ambiente que le ha dado muchísima libertad. La llegada de Lorraine le descoloca un tanto. Este ha sido su campo de juego durante cinco años y no está dispuesto a ceder el control. El papel lo interpreta James McAvoy, cuya película Múltiple recaudó recientemente más de 275 millones de dólares en taquilla. Para prepararse, el actor se documentó sobre cómo eran las personas que el MI6 había contratado en sus inicios y dio con un dato que utilizó para su personaje: la agencia buscaba personas que no fueran a vivir lo suficiente como para divulgar secretos nacionales en el futuro. McAvoy quedó prendado del personaje en cuanto leyó el guión. Comenta: "¡Percival no se parece nada a Bond ni a Bourne! En un momento dice '¡Me encanta Berlín!' y es totalmente cierto. Percival representa al tipo de efectivo que se enamora del entorno, en este caso la capital del mundo del espionaje. Los directores del MI6 comentan que 'va por libre', una descripción bastante certera tanto de él como de los demás que habitan ese territorio". Al intérprete le gustó la actitud, valentía y audacia del guión y del material original. "Plantea una versión distinta de la Guerra Fría", comenta McAvoy. "Hay miles de intereses en una misma ciudad y todas las partes interesadas se conocen. Beben con sus enemigos y probablemente se acuestan con ellos también. Es un juego emocionante, pero peligroso y ha hecho que Percival se haya convertido en una figura casi autodestructiva. Pero es la única baza de Broughton". Theron nos da un poco de información contextual sobre el agente: "La llegada de Broughton a Berlín no le sienta bien a Percival, que se siente amenazado. Ella domina el espionaje y la evasión, las armas y el combate cuerpo a cuerpo. Cuando Londres la envía a algún sitio, es para que solucione un problema. Es ultraprofesional y devastadoramente destructiva, pero también le pesan los años de trabajar en una profesión en la que cuesta mucho limpiarse las manos sucias". McAvoy amplía la información: "Percival está descolocado porque lleva gestionando Berlín durante cinco años y no quiere que llegue alguien para meter las narices en sus asuntos. En cuanto se da cuenta de que esta mujer es de la unidad de élite, siente todavía más desconfianza hacia ella". Al intérprete le encantó el humor negro de la historia que tanto atrajo a los realizadores. "Cuando le pregunta a Broughton en quién confía, ella responde 'En David Bowie'".

Uno de los pocos actores estadounidenses del reparto es el maestro John Goodman, quien considera que su personaje es un hombre en el que se puede confiar. "Kurzfeld lleva una misión conjunta con el MI6 para recuperar el microfilm puesto que si la lista cayera en manos enemigas correrían peligro la vida de todos esos agentes. Su misión en Berlín es intentar dar con la verdad en un entorno en el que las mentiras, las identidades falsas y las máscaras están a la orden del día. Trata con aliados y adversarios habilidosos que se ocultan en las sombras y participan en juegos muy intensos que se desarrollan a vida o muerte", explica. El director Leitch habla maravillas del trabajo de Goodman durante el rodaje: "El papel de John es cambiante porque debe presionar a Broughton, pero también apoyarla delante de sus superiores del MI6. Le da al papel mucha seriedad y autoridad, y eso resulta muy divertido para los espectadores... y también para los demás actores".

El reconocido actor británico Eddie Marsan interpreta al hombre de la lista. Comenta el actor que su personaje, Spyglass, "toma una decisión muy arriesgada al traicionar a su gobierno a cambio de empezar una nueva vida en Berlín Occidental. Ha puesto su fe, y la vida de su familia, en manos de gente en la que no sabe si puede confiar al cien por cien". Según Leitch: "Independientemente del bando en el que estén los personajes, los agentes tanto de Berlín Occidental como Oriental comparten un mismo dilema: ¿por qué lado del Muro apostar ahora que empiezan a balancearse sus cimientos políticos?".

En toda película sobre la Guerra Fría hay un agente del KGB, en este caso Aleksander Bremovych, interpretado por ROLAND MØLLER. "Bremovych es un agente soviético de la vieja escuela. Odia el punk de Occidente y las influencias del skate que están calando entre la juventud de Alemania Oriental. Entiende que la caída del Muro afectará negativamente el sentimiento de prestigio, orden y orgullo soviético. Cazar a Spyglass y hacerse con la lista es una misión personal. También quiere vérselas con sus adversarios de la CIA y el MI6 antes de que suene el último pitido", explica el actor. 


El toque más idealista lo da la espía francesa Delphine Lasalle, interpretada por la actriz argelina Sofia Boutella, que saltó a la fama gracias a Kingsman: Servicio Secreto, eclipsó al resto del reparto en Star Trek: Más allá y protagoniza La momia con Tom Cruise. Es más joven y atrevida que los demás espías y cree que puede llegar a la cabeza de Broughton a través de su corazón. Sobre su participación en la película, comenta: "Mi personaje es uno de los pocos que no tiene que enfrentarse a Broughton. Delphine se queda prendada con Broughton nada más conocerla... Es tan guapa, segura de sí misma y decidida. El afecto de Delphine consigue ablandar un poco la frialdad y las reservas de Broughton". Esta es la primera misión real de la ingenua Lasalle y deberá vérselas con algunos pesos pesados. Está a punto de ser engullida por alguno de los efectivos con años de experiencia en Berlín. Lorraine se siente fascinada por su mirada inocente y su sexualidad fluida. McCormick habla del papel del personaje en la historia: "En medio de todo este caos, Broughton se enamora de una persona que le recuerda cómo era antes de meterse en este mundo: divertida, bromista y sensible. Delphine es una distracción inesperada en esta misión; un peligro añadido para Broughton. Boutella concibió una historia para el personaje que le diera más profundidad a su interpretación. "Mi personaje llegó a Berlín en busca de refugio y diversión", relata. "Quería una vida alternativa, y se deja llevar por la energía y el optimismo del movimiento por la libertad. Se identifica con los deseos de la gente y con los artistas y líderes que luchan por el cambio en Berlín Occidental, mientras están separados de sus amigos y familiares en Berlín Oriental. Esta situación da alas a la imaginación y al romanticismo de Delphine. Cree que puede cambiar el mundo en este momento histórico tan importante".

Completan el reparto principal Til Schweiger, una leyenda del cine alemán y uno de los directores más populares del país, que da vida al relojero. Y uno de los mejores actores británicos del momento: Toby Jones en el papel de Eric Gray, el investigador del MI6 que más sospecha de Broughton. Interpretan a sus personajes desde un planteamiento tan engañosamente informal que es imposible descifrar qué les está pasando realmente por la cabeza.

Cómo recrear el Berlín de los ochenta: diseño, localizaciones, attrezzo y vestuario
El director contó con amigos y compañeros para crear el estilo aparentemente casual de "ATÓMICA": el director de fotografía Jonathan Sela, el compositor Tyler Bates, el supervisor musical John Houlihan, la montadora Elísabet Ronaldsdóttir y el director de la segunda unidad y coordinador de efectos especiales SAM HARGRAVE (después de que Leitch fuera su mentor durante muchos años). El trabajo de David Scheunemann como director de arte al retratar Berlín con enorme pericia en Malditos bastardos le mereció el puesto de diseñador de producción. Cindy Evans, colaboradora habitual de Theron, se encargó del vestuario. A la hora resumir el vibrante aspecto de una película ambientada en un mundo al borde de la implosión, Leitch comenta: "El aura de la ciudad crea un telón de fondo para esta interacción de personajes discrepantes y desesperados en un momento clave de la historia".

Diseño de producción y El Muro
Scheunemann, que se crió en Alemania, opina que "Berlín ha cambiado mucho desde 1989 y se han llevado a cabo importantes reformas y construcciones arquitectónicas. Ya no se encuentran las mismas texturas, especialmente en el casco más antiguo de la ciudad. No obstante, esas texturas sí siguen existiendo en Budapest, donde encontramos localizaciones que nos podrían valer para las escenas de Berlín Oriental y Occidental. La capital húngara tiene impresionantes edificios abandonados, con exteriores decrépitos e interiores ruinosos que nos vinieron como anillo al dedo. Además, la ciudad es más densa, con calles más estrechas, lo cual pega más en una película de espías". Budapest también hizo las veces de Londres y París, puesto que algunas avenidas emulaban a la perfección a la capital francesa. Un edificio de la conocida Avenida Andrassy, un moderno bulevar sede de boutiques y embajadas, se convirtió en las oficinas del MI6. "Los interiores tenían un aire muy británico: pinturas clásicas, butacas de cuero, mobiliario de cerezo, lámparas de araña, techos de celosía de madera, alfombras mullidas y cortinas oscuras", comenta Leitch con asombro.


De vuelta en la calle, Scheunemann y el departamento de arte fabricaron una reproducción en madera del Muro de Berlín que medía 76 metros de largo por 3,5 metros de alto. Construida en varias secciones para poder ser fácilmente transportable, la versión cinematográfica se utilizó en varias localizaciones de Budapest como fondo en algunas de las escenas ambientadas en las fronteras de los diferentes sectores. Varios grafiteros locales pintaron las barricadas siguiendo el estilo que residentes y visitantes habían utilizado años atrás para expresarse sobre el propio Muro de Berlín, que no estaba construido en la frontera exacta, sino unos metros hacia la zona de Berlín Oriental. El Muro se convirtió en un lienzo irresistible en el que artistas locales e internacionales dejaron bocetos, dibujos e inscripciones. Muchas de estas obras se burlaban del gobierno de Alemania Oriental, como una flecha con direcciones: "Paraíso socialista: 10 metros". El diseñador de producción explica la dicotomía: "Como el Muro se construyó en Berlín Oriental, la policía de Alemania Occidental no tenía autoridad para impedir que los ciudadanos se acercaran a la parte occidental y la garabatearan. Como las autoridades de Berlín Oriental estaban al otro lado del muro, tampoco podían hacer nada para evitarlo. ¡Gracias a esa situación se produjeron obras de arte increíbles!". No obstante, los policías se despachaban a gusto a la hora de impedir que los habitantes de Alemania Oriental se acercaran al muro para intentar saltarlo y escapar. Metralletas, puestos de vigilancia y perros se utilizaban en una sección de varios metros conocida como la "Tierra de nadie". Se calcula que unos 130 alemanes murieron intentando conseguir la libertad. El muro construido por el departamento de Scheunemann se trasladó hasta el 6.º distrito de la ciudad para la memorable secuencia nocturna en la que empieza a caer el muro. La producción recreó los hechos del 9 de noviembre de 1989, cuando todo el mundo presenció los gritos de alegría de los alemanes al ver cómo ciudadanos armados con martillos y picas destrozaban el Muro. Para muchos significaba poder reencontrarse con amigos y familiares de los que habían tenido que separarse forzosamente muchos años atrás.

Bowie como inspiración
El tercer David en importancia durante la producción fue el gran Bowie, a quien Leitch considera una de las piedras angulares del filme. El espíritu y la energía de Bowie (además de la música Nick Cave e Iggy Pop, también fanáticos de Berlín) fueron grandes influencias para el punk y el New Wave de la época. Durante el rodaje, la canción "Cat People" ("Putting Out Fire") se escuchó por la noche para rendir un homenaje espontáneo al mito de la canción, al conocerse su fallecimiento. Bowie vivió en Berlín durante los años setenta, donde grabó tres álbumes que se conocen como la Trilogía de Berlín. La segunda estrofa de su canción "Heroes" se le ocurrió al mirar por la ventana del estudio de grabación y ver a su productor cerca del Muro. Leitch nos habla de la lógica rebelde y espíritu guerrero de la producción: "La música y la ropa occidental estaban prohibidos en Berlín Oriental, por lo que los jóvenes se morían por hacerse con ellas. La música de entonces ha sido una fuente de inspiración para la película y hemos incluido un montón de temas clásicos en la banda sonora, además de algunas de las canciones menos conocidas que también se escuchaban entonces". La música y la historia van de la mano y, por tanto, hemos elegido algunas de las canciones más importantes de una de las épocas más creativas del pasado siglo... cuyas preocupaciones políticas han resultado ser muy oportunas dadas las tensiones globales actuales.


Diseño de fotografía
El director trabajó tanto con Scheunemann como con el director de fotografía Sela para componer una paleta de colores que sería apagada y gris en las escenas londinenses, pero llena de color en Berlín, especialmente en la zona occidental con sus movimientos punks. Para lograr esa riqueza e intensidad visual, Sela utilizó cámaras Alexas con lentes anamórficas para captar la imaginería panorámica. Al encuadrar los impresionantes edificios en esas calles tan estrechas y aisladas, Sela le dio a Budapest un aire prohibido y peligroso. "Al documentarme sobre Berlín en aquella época me sorprendió ver que era una ciudad muy colorida", comenta Sela. "Eso nos motivó para utilizar la sobresaturación. Tiramos de neones en azul y rosa, especialmente en el bar en el que se conocen Broughton y Delphine, pero también de grises para representar la desolación de algunas zonas, especialmente en la parte comunista". "Los tonos verdes que sugieren la creciente creatividad de la zona occidental chocan con los tonos azules de la zona oriental, que resulta más siniestra y austera", añade. "Los contrastes visuales entre oriente y occidente no solo sirven para visualizar las distinciones políticas y económicas, sino también para ayudar a los espectadores a orientarse, dado que los personajes están siempre al galope esquivando peligros". Para las escenas de Schweiger se usaron unos tonos cálidos amarillentos, puesto que se desarrollan en una elegante joyería, creada por el departamento de arte en una tiendecilla de una galería comercial en el centro de Budapest.

Attrezzo
El personaje más importante de la película por detrás de Schweiger y Theron venía con su propia historia: un elegante reloj de Carl F. Bucherer que la empresa prestó a la producción. Aunque pertenece a Broughton, en un momento de la película la agente del MI6 se lo confía al personaje de Schweiger. Un técnico de Bucherer viajó desde Alemania para asegurar el correcto mantenimiento del reloj durante su montaje y desmontaje. Un Schweiger concentradísimo repitió varias veces la escena, con primeros planos del reloj como protagonista.

El director de attrezzo MARCUS HAENDGEN pasó semanas buscando los objetos más difíciles de encontrar, como los dispositivos de grabación antiguos que utilizaban las agencias de espionaje.

Berlín suplía sus carencias en cuanto a autonomía política y libertad de movimiento, con grandes dosis de libertad artística y sexual. La escena del club nocturno en el que Broughton y Percival conversan en privado ante un gran centro de mesa se filmó en un antiguo cabaret de Budapest, construido siguiendo el modelo del famoso Moulin Rouge de París. El departamento de arte reunió a bailarines con poca ropa, asientos de vinilo rojo, estatuas desnudas y un cuadro enorme de Ronald Reagan vestido solo con un sombrero de cowboy y chaparreras. "Tiramos la casa por la ventana para ese escenario", comenta Scheunemann con asombro. En total, el equipo de arte diseñó 85 escenarios para la película y algunos fueron utilizados en más de una ocasión.





Los que aman, odian


2017
País Argentina
Director Alejandro Maci
Reparto Guillermo Francella, Luisana Lopilato, Marilú Marini, Juan Minujín, Justina Bustos


El doctor Huberman llega al apartado hotel de Bosque de Mar en busca de una deleitable y fecunda soledad. Poco imagina que pronto se verá envuelto en las complejas relaciones que los curiosos habitantes del hotel han ido tejiendo. Una mañana, uno de ellos aparece muerto y otro ha desaparecido. Bajo la amenaza de los cangrejales y del mar, aislados por una tormenta de viento y arena, las ya frágiles relaciones entre los personajes se tensan.


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