Leatherface
2017
Duración 90 min.
País Estados Unidos
Dirección Alexandre Bustillo, Julien Maury
Reparto Sam Strike, James Bloor, Lili Taylor, Nicole Andrews, Stephen Dorff, Finn Jones,Jessica Madsen, Vanessa Grasse, Simona Williams, Julian Kostov
Año 1955. Jed Sawyer colabora con su familia, buscando víctimas para sus sádicos crímenes. Verna, la madre, se labra un enemigo al asesinar a la hija del comisario Hartman. Diez años después, al Reformatorio Gorman, entra a trabajar la enfermera Lizzy, quien se encuentra con un sitio que no sólo alberga a enfermos mentales, sino también a jóvenes violentos y peligrosos. Cuando Vera se presenta con intenciones de visitar a Jed, se desata el caos.
Esta cinta, precuela de La Matanza de Texas, y vendida como una producción de terror nos deja variados sabores de boca. Vamos a lo que nos gustó: la iluminación está muy bien trabajada, al igual que el maquillaje, algo no tan común en las producciones más recientes del rubro. Por otro lado el trabajo de cásting ha sido excelente, destacándose la labor de Stephen Dorff (la serie de tv True Detective, y las películas Enemigos Públicos, Criminal, Secuestrados) como el comisario Hartman, Lili Taylor (serie American Crime y las películas El Conjuro, Enemigos Públicos, Yo le disparé a Andy Warhol) como Vera, Sam Strike ( de las series Mindhunter, Timeless) como Jackson, Vanessa Grasse (Roboshark, It Came from the Desert) como Lizzy, Sam Coleman (de Juego de Tronos) como Bud, Jessica Madsen (de las series Babylon y Breathless) como Clarice, y James Bloor (Dunkerque, Las estrellas de cine nunca mueren) como Ike. Lo que no nos gustó son los efectos de sonido, que por momentos están bien, pero en otras ocasiones suenan exagerados. Otra cosa a destacar es que si esta es una realización de terror, como la venden, tiene el mismo problema de muchas producciones del género: se piensa que con mostrar sadismo y sangre a baldes se logra el objetivo, y se olvidan tal vez de lo más importante en un filme de este tipo: el suspenso, ese que crea el clima para que de golpe peguemos el salto y quedemos con las uñas clavadas al techo; de modo que estamos aquí ante una película más de acción plagada de violencia y sadismo que de una de terror. En definitiva, la cinta no está mal, tiene cosas a mejorar, y se queda a medio camino, pero se deja ver, sobre todo por las actuaciones. Si esta semana querés ver una de terror, y las alternativas son A 47 Metros o La Crucufixión, mejor quedate con Leatherface, si lo que buscás es una buena película, de esas que van a quedar en tu memoria por mucho tiempo, mejor dejala pasar.
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