Réquiem para un film olvidado
2017
Duración 66 min.
País Argentina
Dirección Ernesto Baca
Ernesto Baca, el realizador, comienza el relato con la historia de su madre, quien llegó a Argentina a los 13 años, y se instaló en Florencio Varela. Cuando en 2012 Kodak anuncia que ya no producirá fílmico, él se plantea la muerte de su cine, ese al que le pone amor, sentimientos, ya que no lo concibe de otra forma. En un acto de rebelión, de negarse a la desaparición de ese formato, Baca comienza a experimentar con otras personas que piensan y sienten como él, y desarrollan el proyecto Argenta. En ese intento, usa imágenes de los backstages de sus anteriores cintas, para editarlas nuevamente y dejar abiertos interrogantes que nacen de este hecho de la desaparición de este formato y que se relacionan con temas tales como la religión, el uso y abuso de los medios, el poder, el mercado, la globalización.
A partir de un interesantísimo montaje, nos adentramos en el mundo del Súper 8, el formato que por mucho tiempo estuvo al alcance de muchos. Casualmente (casualmente?), hace unos días hablábamos en casa de cómo el digital intentaba recuperar parte de la magia, al usar software, que en postprocesado, busca lograr la misma gama de colores que el fílmico, y en ocasiones hasta ese granulado especial. Avanzamos, pero no. Aquellos que aman los formatos 8 y 16 mm., tienen en este filme una fuente donde abrevar, donde buscar rebelarse a esa muerte, y quienes pertenecen a las nuevas generaciones, podrán acercarse y ver si pueden comprender de dónde nace el amor por esos formatos. En un momento de la película, Baca dice: “No busco público, busco testigos”, y de eso se trata este Réquiem para un Film Olvidado... una búsqueda de respuestas, de adaptarse sin resignarse, y tal vez, de dejar de ser testigos para pasar a ser protagonistas de esta lucha y de este mundo. Es este un filme que se debe ver? Si bien no está dirigido a las masas, nuestra opinión es que en él encontramos un producto mimado, amado, y entregado a nosotros para que nos asombremos, reflexionemos y salgamos de nuestro letargo. Sí. Debe ser visto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario