Si intentamos contar todas las películas de superhéroes que se han estrenado desde, pongamos, principios de siglo, es posible que nos ahoguemos en un tsunami de títulos que, con mayor o menor fortuna, han trasladado de la viñeta a la gran pantalla decenas de aventuras repletas de antifaces, poderes, mallas de spandex e identidades secretas.
La cosa cambia cuando, de entre toda la ristra de cintas del subgénero, tratamos de enumerar las que han recibido una sola nominación a mejor guión adaptado en los premios Oscar. En este caso nos sobran dedos de una mano; concretamente cuatro, ya que, tras el anuncio de las nominaciones a la cita más importante de la temporada de premios de 2018, 'Logan' se ha convertido en el único filme entre sus congéneres en optar a una de las prestigiosas estatuillas.
Pero, ¿qué clase de brujería se oculta tras este hito? James Mangold, director de 'Logan', lo ha dejado bien claro en una entrevista para The Wrap: tomar algún que otro riesgo y ahondar en el corazón del protagonista, dejando claro que superhéroes y complejidad dramática pueden ser excelentes compañeros de cama.
"Para nosotros, 'Logan' siempre iba a ser un drama de personajes. El último capítulo del arco de Lobezno, para nosotros, debía ser sobre lo que más teme, y eso no es el fin del mundo o de su vida, sino las relaciones personales. Así que en cada paso en el camino queríamos poner a Logan en una situación en la que estuviese en gran riesgo, lo que se traduce en ser vulnerable y confiar."
"Cuando empecé a escribir la película con Scott Frank y Michael Green, estaba muy nervioso sobre si nuestra aproximación a Logan iba a ser algo que impactase a la gente y si la rechazarían o la aceptarían. El modo en el que la gente ha recibido esta historia ha sido muy emotivo, y es muy gratificante que hayamos estrenado esta película hace casi un año y que la gente siga hablando de ella tanto".
Además del fantástico cómic que adapta el largo —'El viejo Logan', de Mark Millar—, Mangold ha reconocido haberse apoyado en dos fuentes de inspiración en concreto para dar a luz la última cinta de Lobezno hasta la fecha: el personaje conocido como X-23 y el clásico del western dirigido por George Stevens en 1953 'Raíces profundas' —'Shane'—, referenciado directamente en 'Logan'.
"La primera vez que vi 'Raíces profundas' fue cuando mi padre consiguió un reproductor Betamax y la vimos juntos en el norte del estado de Neva York. De hecho, en la escena en la que Laura ve la película con Charles, la historia que cuenta sobre la primera vez que vio la película es realmente cómo Patrick [Stewart] la vio por primera vez, y fue algo que añadimos al guión".
Influencias aparte, hay que reconocer el mérito de James Mangold y sus guionistas, que han conseguido marcar un antes y un después en un género tan sobrexplotado como denostado, demostrando que hay cabida para un cine de superhéroes maduro y adulto; algo que, por mucho que crean los estudios, no tiene que ver con la violencia y los juegos de claroscuros en la dirección de fotografía.
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