A los 95 años falleció Vicente Vigo, decano de la distribución de cine independiente en la Argentina:
Vicente Juan Antonio Vigo simbolizó una época pujante de la distribución de cine independiente en nuestro país, y encarnó el rol que el cine de calidad tuvo y tiene en la cultura porteña. Se enfrentó contra la censura una y otra vez, por ejemplo para lograr la exhibición Teorema -de Pier Paolo Passolini-, secuestrada y prohibida en múltiples instancias por la dictadura de Onganía, hasta culminar en la insólita Ley Especial 18.641, creada para prohibir la película argumentando que afectaba los basamentos del núcleo familiar, en cuya defensa el Estado debía levantarse. Vigo lo enfrentó judicialmente hasta obtener en última instancia la derogación de la Ley por inconstitucional y la exhibición pública del film, lo que le valió desde la amenaza de cárcel hasta allanamientos ilegales disfrazados de robo. Supo navegar con éxito las complejidades del mercado del cine, detectando la popularidad que el llamado “cine de arte” tenía para el púbico porteño, e invirtiendo en la compleja tarea -previa a la digitalización del cine- de importar los internegativos, producir las copias y crear las campañas publicitarias que llevaron al público masivo películas fundamentales como La Batalla de Argelia, de Gillo Pontecorvo; El Hombre de Marmol y El Hombre de Hierro, de Andrej Wajda; Mefisto, de Istvan Szabo; Paris, Texas de Wim Wenders; La Decadencia del Imperio Americano, de Denis Arcand; Secretos y Mentiras de Mike Leigh; Undergroundde Emir Kusturica; Trainspotting, de Danny Boyle; Felices Juntos y Con Ánimo de Amar, de Wong Kar Wai. Prolongó su actividad hasta los inicios de 2001, a la cabeza de Artistas Argentinos Asociados, y fue reconocido en 2003 con el Cóndor de Plata por su lucha contra la censura. Lo sobreviven su esposa Nora, su hijo Daniel, su nieta Victoria, y su hermana, Lina, que lo acompañó toda la vida en la actividad cinematográfica.
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