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jueves, 11 de enero de 2018

ESTRENOS DEL 18 DE ENERO

La obra secreta


2018
País Argentina
Dirección Graciela Taquini
Reparto Daniel Hendler, Mario Lombard


Medio siglo después de su muerte, Le Corbusier -máximo exponente de la arquitectura moderna-, llega en tren a la ciudad de La Plata para visitar la casa Curutchet, única obra que realizara en Latinoamérica y que no pudo conocer en vida.

El film es a la vez un retrato de Elio Montes, un arquitecto devoto de Le Corbusier, quien pasa sus días como encargado de las visitas guiadas de esa casa esperando lo imposible.

La obra secreta es un largometraje de ficción que entrelaza tres relatos: la figura y el pensamiento de Le Corbusier -máxima figura de la arquitectura moderna-, una exhaustiva visita guiada a una de sus obras más logradas y menos conocidas -la casa Curutchet- y la extraña influencia que su figura ejerció sobre la vida de Elio Montes, un arquitecto de la ciudad de La Plata, encargado de las visitas guiadas de esa casa.




Medio siglo después de su muerte, Le Corbusier llega en tren a la ciudad de La Plata para visitar la casa Curutchet, única obra que realizara en latinoamérica y que no pudo conocer en vida. Durante el trayecto de la estación a la casa, Le Corbusier recorrerá extrañado la ciudad del siglo XXI, contemplará la arquitectura, las nuevas tecnologías, los actuales medios de transporte, la vestimenta y los hábitos de la gente, experimentando el pulso de la ciudad contemporánea. En su recorrido, escucharemos en off fragmentos de sus pensamientos históricos -tomados de sus escritos y entrevistas- que generarán un sugestivo contrapunto con la compleja realidad circundante.

El segundo relato se centra en la historia y los valores arquitectónicos de la casa Curutchet, descriptos a partir de una serie de visitas guiadas que, con público diverso, lleva a cabo el arquitecto Elio Montes en una de sus habituales jornadas laborales como guía de la casa. La belleza y elocuencia de las imágenes y las detalladas explicaciones del guía permite asomarse al fascinante universo creativo de Le Corbusier, a sus ideas vanguardistas y a sus notables logros técnicos y estéticos.

Una tercera línea narrativa se desarrolla en los impasses laborales de Elio Montes entre grupo y grupo de visitantes a la casa. En esos tiempos muertos, el arquitecto relata y rememora en off su historia de vida particularmente signada por Le Corbusier y esa casa.

Luego de una agotadora jornada de trabajo, Elio Montes concluye la última visita cuando descubre que el propio Le Corbusier ha llegado hasta allí y está frente suyo.



Productoras: ARCO LIBRE y TELEVISION ABIERTA
Asistente de Dirección y Realización: JERÓNIMO CARRANZA
Dirección de Arte: CATALINA OLIVA
Vestuario: MARCELA VILARIÑO
Dirección de Sonido: JUAN MOLTENI
Música Original: DIEGO BLIFFELD
Montaje: JERÓNIMO CARRANZA - KLAUS BORGES VAZ
Dirección de Fotografía: PABLO HUERTA
Fotos de Arquitectura y Fotos tomadas por Le Corbusier: MARIO CHIERICO
Jefe de Producción: CARLOS MARIS
Dirección de Producción: FRANCISCO LARRALDE
Producción Ejecutiva: VICTORIA AIZENSTAT
Productores: FERNANDO SOKOLOWICZ - MARIANO COHN - GASTÓN DUPRAT
Guión: ANDRÉS DUPRAT
Dirección: GRACIELA TAQUINI

Datos Técnicos:
Argentina - Ficción
2017 - 66 minutos



Sobre Andrés Duprat:
Andrés Duprat es arquitecto, curador de arte y escritor cinematográfico. Actualmente es Director del Museo Nacional de Bellas Artes. Escribió, entre otros, los films “El artista”, “El hombre de al lado”, “Querida voy a comprar cigarrillos y vuelvo”, “Living Stars”, “Todo sobre el asado” y “El ciudadano ilustre”, todos ellos dirigidos por Mariano Cohn y Gastón Duprat. Por su rol de guionista ha obtenido numerosos premios y reconocimientos internacionales.


Sobre Graciela Taquini:

Profesora y Licenciada en Historia de las Artes, miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes, gestora cultural, investigadora y artista. Pionera en el campo del video arte, es una figura ineludible de las artes electrónicas. Ha fomentado y apoyado a destacados artistas en sus inicios y ha obtenido importantes reconocimientos por su obra artística.
A los 75 años, realiza su primera ópera prima: La obra secreta.






120 pulsaciones por minuto


2017
Duración 143 min.
País Francia
Dirección Robin Campillo
Reparto Nahuel Pérez Biscayart, Adèle Haenel, Yves Heck, Arnaud Valois,Emmanuel Ménard, Antoine Reinartz, François Rabette


París, principios de los años 90. Un grupo de jóvenes activistas intenta generar conciencia sobre el SIDA. Un nuevo miembro del grupo, Nathan, se quedará sorprendido ante la radicalidad y energía de Sean, que gasta su último aliento en la lucha.


Premios
Cannes 2017 - Gran Premio del Jurado
Cannes 2017 - FIPRESCI
Cannes 2017 - Queer Palm



Robin Campillo (director)

Robin Campillo (Marruecos, 1962) es un director, guionista y editor francés.

Es conocido por su trabajo como director en películas como Los que Vuelven (2004), Eastern Boys (2013) y 120 pulsaciones por minuto (Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2017).

Ha participado en otras muchas películas como guionista, entre la que destaca Entre los Muros, película co-escrita junto a Laurent Cantet, cuyo trabajo le valió para ganar el premio César en la categoría de Mejor Adaptación, así como la Palma de Oro en el Festival de Cannes.



Act-up París
Act-up París fue creado el 26 de Junio de 1989 aprovechando la marcha del orgullo gay que se celebraba y en la que 15 activistas representaron el primer "die-in", protesta consistente en simular cuerpos muertos sobre la calzada.

En sus camisetas se podía ver el lema: "Silence=Death" (Silencio=Muerte) y el triángulo rosa- distintivo impuesto sobre los hombres homosexuales deportados en la Segunda Guerra Mundial, aunque dado la vuelta con el punto hacia arriba- que expresaba su determinación a imponer una dura oposición a la epidemia que acabó con la vida de miles de homosexuales. En ese momento Act-Up París nació, replicando el modelo de su homónimo Act-up New York, fundado en 1987. 



Los orígenes del Act-up surgen del resentimiento hacia el establishments médico, político y religioso cuya pasividad y prejuicios fueron y continúan siendo la fuente de este desastre humano. La misma ira es la que conduce a aquellos quienes fueron obligados a luchar contra el silencio y hacerse así mismos visibles. Por tanto, el punto era hacer a los enfermos visibles, hacer la enfermedad visible y no permitir más que las instituciones decidieran su destino. Esto es Act Up-Paris: No más figuras borrosas, no más testimonios anónimos, no más representaciones desencarnadas. Como el Act-up New York, el Act Up-Paris aglutina a todas aquellas voces de los afectados por el VIH positivo, usando una poderosa cultura visual, utilizando eslóganes precisos e imágenes simbólicas en eventos con gran difusión.




“El sobresaliente drama de Robin Campillo sobre activismo y el sida une lo personal, lo político y lo erótico de manera conmovedora.”
Guy Lodge: Variety

“Humaniza una tragedia histórica con elegancia y agudeza.”
Richard Lawson: Vanity Fair

“Trágica, urgente y llena de vida cinematográfica.”
Puntuación: 5 (sobre 5)
Peter Bradshaw: The Guardian





El pasajero


2018
Duración 105 min.
País Estados Unidos
Dirección Jaume Collet-Serra
Reparto Liam Neeson, Patrick Wilson, Vera Farmiga, Sam Neill, Jonathan Banks,Elizabeth McGovern, Dean-Charles Chapman, Clara Lago, Florence Pugh,Letitia Wright, Shazad Latif, Killian Scott, Andy Nyman, Roland Møller,Colin McFarlane, Dilyana Bouklieva, Adam Nagaitis, Kingsley Ben-Adir,Kobna Holdbrook-Smith


Se centra en la frenética misión de un hombre que trata de evitar un desastre en un tren lleno de viajeros.

Siguiendo los éxitos de Desconocido, Non-Stop: Sin escalas y Una noche para sobrevivir, Liam Neeson y el director Jaume Collet-Serra vuelven a trabajar juntos por cuarta vez en el explosivo thriller EL PASAJERO (THE COMMUTER), que se centra en la frenética misión de un hombre que tratar de evitar un desastre en un tren lleno de viajeros. El guión les resultó irresistible a la estrella y al director, no sólo por lo osado de la acción y la emoción del suspense, sino por el dilema moral al que se enfrenta el protagonista y las consecuencias que tiene para él, los pasajeros del tren y su familia en casa.

"EL PASAJERO (THE COMMUTER) hace que el público se pregunte 'si alguien te pide que hagas algo que parece insignificante pero de cuyas consecuencias no estás seguro por una recompensa económica sustancial, ¿lo harías?'" cuenta Jaume Collet-Serra. "Esa es la decisión filosófica a la que el protagonista, un hombre de 60 años que acaba de ser despedido, que no tiene ahorros y está hipotecado hasta las cejas, se enfrenta. ¿Va a pensar sólo en sí mismo o va a considerar las posibles consecuencias morales de lo que le han pedido? Esa es la pregunta que queremos que se plantee el público".

Para Neeson, el que la historia se narre en tiempo real es otro elemento que le da gran tensión dramática. "La historia funciona casi en tiempo real", comenta el actor. "El protagonista se da cuenta de lo que su acción pone en marcha y se dispone a identificar a la persona que tiene la clave de la conspiración. Así que la tensión va en aumento en cada parada, según se van subiendo más pasajeros y le van dejando nuevas pistas. El peligro incrementa gradualmente y la película se convierte en este thriller psicológico realmente trepidante, en la línea de Extraños en el tren o Intriga Internacional de Hitchcock".

El productor Alex Heineman está de acuerdo: "Andrew Rona, mi socio en The Picture Company, y yo leímos el guión y nos enamoramos de él. Nos encantó el escenario hitchockiano, donde un hombre se ve envuelto en acontecimientos extraordinarios. Hicimos Non-Stop: Sin escalas y Desconocido con Liam Neeson y Jaume y pensamos que éste podría ser otro thriller en esa línea, en cuanto a la narrativa, al protagonista y al estilo".

La historia se centra en Michael MacCauley, un gestor de poca monta en una gran aseguradora, que vive con su mujer e hijo en Westchester, en el estado de Nueva York. Como tantos hombres trabajadores, está lidiando con una situación económica límite, intentando llegar a fin de mes, estirando al máximo su sueldo. Su hijo está a punto de marcharse a la universidad y su mujer no entiende cómo la familia va a subsistir.

De repente, un día, su situación empeora: Michael va al trabajo y le despiden. Sin embargo, no será lo único que estropeará su día. En el tren de vuelta a casa al final del día, la pasajera de enfrente se presenta como Joanna y le hace una propuesta: que busque a un pasajero en el tren al que no le pegue estar ahí a cambio de una hermosa cantidad de dinero. Un asunto fácil, pensarías. Pero no tanto si eres un ex policía que tiene un gran sentido ético de lo que está bien y lo que está mal. Michael acaba accediendo a encontrar al "sospechoso" entre los pasajeros, usando su ingenio y su habilidad para descubrir su identidad, pero no tarda en darse cuenta de que está en medio de una conspiración mortal, que podría acabar con la muerte de todos los que van en el tren, y él es el único capaz de evitarlo.

Según va sopesando en quién puede confiar entre los pasajeros habituales, se ve metido en una persecución para frustrar la conspiración, atrapar a los asesinos y asegurarse de que el tren y sus pasajeros estén a salvo.


El director Jaume Collet-Serra y el actor Liam Neeson ya tienen un recorrido envidiable, con Non-Stop: Sin escalas habiendo recaudado 222.8 millones de dólares en 2014 y Desconocido 130.8 millones en 2011, así que volver a unir fuerzas para otra aventura trepidante, esta vez en un tren en Nueva York, fue una decisión muy fácil.

Cuando Collet-Serra leyó el guión vio paralelismos con Non-Stop: Sin escalas. "Es una secuela espiritual de Non-Stop: Sin escalas", sostiene el director. "Con un misterio desarrollándose alrededor del personaje central, tiene más impacto si tu protagonista es un tipo normal. Es muy hitchcockiano, hace que pienses en Intriga Internacional, La Dama Desaparece o La ventana indiscreta y, al igual que en Extraños en el tren, queríamos que un hombre normal se enfrentara con un dilema moral. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar por dinero sin saber las consecuencias de sus acciones? Cuando a la gente normal le ocurren cosas extraordinarias es importante que las primeras decisiones que tomen estos personajes sean decisiones con las que, como público, estemos de acuerdo y que la acción surja paulatinamente de esas decisiones de una manera plausible".

La historia también resultaba muy atractiva por la perspectiva de la narrativa. "Me gustan las películas que se ven desde el punto de vista del protagonista", dice Collet-Serra, "de manera que sabemos exactamente lo que él sabe al mismo tiempo que él lo sabe. El público está con él a cada paso del camino, así que nos damos cuenta de que su familia está en peligro cuando él se da cuenta. Queríamos que la cámara se mantuviese en el tren y sugerir que su familia estaba en peligro sin mostrarlo. Eso es otro dispositivo típico de Hitchcock y determinó el estilo visual, porque necesitábamos que lo que ocurriese en el tren tuviera suficiente peso como para justificar que no se salga de ahí".

Jaume Collet-Serra estaba muy interesado en que EL PASAJERO (THE COMMUTER) tuviese un punto de vista narrativo diferente a las películas que Neeson había protagonizado anteriormente. "Quería que la gente se identificara con el protagonista de esta película un poco más que en otras películas de Neesom", cuenta. "Michael se despierta todos los días y sale a luchar por su familia, sin importar lo duro que sea, merece la pena porque está protegiendo a su familia, y eso es lo que hace todo el mundo todos los días. Pero un día le hacen una propuesta que le pone entre la espada y la pared, le ofrecen dinero a cambio de hacer algo que sospecha que está mal, y tiene que lidiar con eso. Y le ayudan otros pasajeros. No tienen el control, no están conduciendo el tren, pero la unión hace la fuerza".

Para el productor Andrew Rona, la genialidad de los guionistas Byron Willinger y Philip de Blasi consistió en conseguir que el público quedase atrapado: "Cuando leí el guión me maravilló cómo los escritores eran capaces de mantenerte interesado en la historia", cuenta. "Hemos visto películas parecidas antes, donde alguien recibe una proposición o se ve involucrado en algo. En películas como Máxima Velocidad los protagonistas no tienen elección, están obligados a encontrar una solución. Pero en EL PASAJERO (THE COMMUTER), me fascinó la profundidad del personaje, el nivel de misterio, el nivel de suspense y el nivel de acción".

Era esa cualidad de hombre corriente del protagonista lo que le interesó a Neeman, que a su vez sabía que eso mismo iba a resultar atractivo para el público. "Michael ha estado cogiendo el mismo tren durante 10 años, cinco días a la semana y, de repente, un día le despiden porque tiene 60 años", dice el actor. "No sabe cómo decírselo a su esposa, y tiene dos hipotecas sobre la casa. Después de tomar un trago en el bar local con un amigo que es ex policía, toma el tren para volver a casa y contarle a su mujer e hijo, que está a punto de irse a la universidad, que no tienen dinero. En el tren una persona misteriosa se sienta a su lado y le pregunta '¿Harías una cosa muy pequeña por 100.000 dólares?'. No está seguro, pero ella le tienta proponiéndole que encuentre una bolsa con 25.000 dólares en un compartimento del tren. Él la encuentra y todo se pone en marcha".

Aparte de lo atractivo del guión y de interpretar a un personaje tan complejo, Neeson estaba encantado con la idea de volver a trabajar con Collet-Serra. "Me encanta trabajar con Jaume", dice el actor. "Le conocí hace seis o siete años cuando hicimos Desconocido y encajamos. No analizamos los guiones en mucha profundidad, simplemente tenemos una muy buena relación de trabajo y cada vez que trabajo con él nuestra rutina mejora y se hace más íntima. Hace que mi trabajo sea más fácil y él dice que yo facilito el suyo, lo que es el mejor de los halagos para mi. Jaume es un cineasta de verdad, siempre está pensando en la película a gran escala y hacia dónde va la historia. Devora cine, lo ama y tiene un gran instinto para saber cómo va a salir una escena y cómo debe hacerse. Me recuerda mucho a Steven Spielberg. Confío en él plenamente, es muy, muy, muy especial".

El talento de Collet-Serra como director era obvio para todo el mundo. Su preparación meticulosa, su aproximación imaginativa hacia el cine y su habilidad para combinar los diferentes elementos para crear escenas de acción emocionantes impresionó a todos. El productor Alex Heineman cuenta: "Cuando tuvimos nuestra última reunión de producción, ¡parecía una lección de cine de la Universidad Columbia! Como Jaume es tan meticuloso a la hora de hacer planes, fue capaz de mostrar a todo el equipo cómo cada una de las tomas de la película iban a desarrollarse. Fue muy impresionante. Todos los días cuando llegábamos al set, tenía un plan increíblemente detallado de cómo iba a lograr cada toma. Nuestro director de fotografía Paul Cameron fue genial y en todo momento fue un proceso sin interrupciones, a pesar de que nos enfrentamos a tomas muy exigentes a diario. Jaume confía mucho en su visión, no es un director que use más de dos cámaras. Sabe realmente qué tomas quiere y sabe cómo se va a montar la película".

El público ya tiene una muestra de la aproximación imaginativa de Collet-Serra con los títulos de crédito. Jaume Collet-Serra describe el reto creativo con el que lidió cuando se enfrentó a la hora de traducir el inicio de la historia en una narrativa visual que enganchara al público: "La película se llama EL PASAJERO (THE COMMUTER), que sugiere rutina y monotonía y en cierto modo esa rutina es el poder que tiene nuestro protagonista, Michael, en el sentido de que durante más de 20 años se ha estado levantando todos los días a las 6 de la mañana, ha esperado en el mismo andén, a la misma hora todas las mañanas, ha tomado el mismo tren al trabajo todos los días, y 12 horas después, a las 6 de la tarde, toma el mismo tren de vuelta. Es algo tan normal, tan común, algo que todo el mundo puede reconocer y con lo que todo el mundo se puede identificar".

"Una de las luchas que yo, como director, tuve fue cómo muestro esta rutina", continua Collet-Serra. "Obviamente, puedes hacer el típico plano de él saludando a otros pasajeros y el público tendrá la impresión de que se conocen, pero sólo con eso no se muestra lo monótono del trayecto. Así que me surgió la idea de empezar la película con un plano de cada día de la semana. Así que el primer plano es del lunes, el segundo del martes, etc. y los planos están montados de tal manera que lo único que cambia es el fondo, la ropa y el tiempo, pero su comportamiento es exactamente igual porque está haciendo lo mismo día tras día. Así que las imágenes se funden. Es una manera muy interesante de empezar la película porque de forma inmediata el público siente que han estado con él durante un año cogiendo ese tren, día tras día. Para mí era importante empezar la película con una secuencia que nos pusiera, al público, justo en ese tren con Michael".

El productor Andrew Rona se sorprendió mucho por la decisión del director: "Millones de personas van en tren al trabajo todos los días en Nueva York. La manera en que Jaume muestra la monotonía del trayecto diario, el hecho de que cada día te despiertas, te vistes, vas al trabajo, te subes al tren de ida y de vuelta, y que mostrara eso a lo largo de un año fue una idea inspirada. Visibiliza el paso del tiempo, cubriendo todo el año con las estaciones cambiando al otro lado de la ventana y con la ropa de los pasajeros, y mete al público de lleno en el mundo de Michael. En cuanto se acaban los créditos, la película pasa a ser a tiempo real. La película entera tiene lugar en un viaje de tren, ¡120 minutos!"


Collet-Serra tiene tres películas en su haber con espacios restringidos: Non-Stop: Sin escalas, Miedo Profundo y ahora EL PASAJERO (THE COMMUTER). Y las tres han conseguido llevar al público por caminos emocionantes de suspense, a pesar de los límites de sus localizaciones.

El productor Alex Heineman señala la desbordante energía que Collet-Serra inyecta a sus películas, a pesar de estar recluidas en una localización: "Jaume no desperdicia ni un segundo de un film. Sus películas tienen un gran ritmo y tienen tanto suspense, mantienen tanta tensión, nunca sabes qué va a pasar a continuación. Lo ves en Non-Stop: Sin escalas y en Miedo Profundo, y lo ha llevado a EL PASAJERO (THE COMMUTER). Jaume en verdad es un Alfred Hitchcock actual: toma estos conceptos abstractos y los convierte en películas emocionantes. Sabe cómo poner a su protagonista en una situación que tendrá al público desconcertado, pensando cómo va a salir de ello, ya sea en Miedo Profundo con Blake Lively o Desconocido y Non-Stop: Sin escalas con Liam Neeson. Jaume es magistral creando suspense en torno a un personaje corriente".

Andrew Rona también habla de las similitudes con Hitchcock: "Hitchcock con frecuencia rodaba películas con un único set o películas que rara vez se salían de un set, por ejemplo La ventana indiscreta, La soga o La Llamada Fatal. El concepto te permite pasártelo bien con los personajes porque no te tienes que preocupar constantemente de las localizaciones o cosas por el estilo. Jaume tiene una aproximación afín a esos thrillers de Hitchcock. Es un maestro moderno del suspense y las emociones".

A diferencia de Non-Stop: Sin escalas, que encerraba al público junto a los personajes en un avión durante toda la película, EL PASAJERO (THE COMMUTER) saca al público de la localización principal, el tren, al mundo exterior, al hogar de la familia del protagonista y a la oficina y bares: parte de la rutina diaria de Michael. Andrew Rona cuenta: "Hay una perspectiva más grande en esta película, no es un espacio tan cerrado, así que la acción da una sensación más realista. Pero en esencia sigue siendo una historia de misterio, hay muchos sospechosos y la historia sigue a Michael, intentando averiguar quiénes son los malos y qué es lo que quieren. Así que no sólo es un thriller de acción, también es un misterio y estás con Michael en tiempo real intentando averiguar qué pasa, y estarás preguntándotelo hasta el final".

EL PASAJERO (THE COMMUTER) supone la tercera colaboración entre Andrew Rona y Collet-Serra, así que no es sorprenderte que el productor haya viso cómo ha crecido y madurado el director como cineasta a lo largo de ocho años. "Conocí a Jaume en La huérfana", cuenta el productor Andrew Rona, "y estoy realmente impresionado con lo lejos que ha llegado como cineasta. Hizo un trabajo maravilloso con Desconocido y Non-Stop: Sin escalas, elevando el material al usar ideas muy simples y hacerlas interesantes y conmovedoras. Con EL PASAJERO (THE COMMUTER) realmente muestra su personalidad. No puedo pensar en muchos directores en activo ahora mismo que puedan coger este tipo de material y hacer un thriller moderno y una película de acción y meterse de lleno y hacer algo realmente interesante y diferente con el material".

"EL PASAJERO (THE COMMUTER) es un thriller de acción", continua Rona. "Algunas de las películas a las que hacíamos referencia mientras hacíamos el film son El fugitivo y Máxima Velocidad, obviamente Non-Stop: Sin escalas, todo mezclado con un poco de Hitchcock y Agatha Christie. Es básicamente una película de "quién lo ha hecho", una película contenida en un tren. Pero tiene el rango y espectáculo enorme de una película de acción. Y como todos hicimos Non-Stop: Sin escalas, todos sentíamos presión extra para asegurarnos de no repetirnos. Realmente nos esforzamos para llegar a ideas nuevas y divertidas en cuanto a cómo hacer que el público se lo pasara bien".

Rona quedó particularmente impresionado por el modo de hacer cine de Collet-Serra. "Jaume contempla los guiones de una manera muy metódica", dice el productor. "Realmente los desmonta e intenta entender todo desde todos los ángulos. A cada personaje le da una historia de fondo con peso, él conoce sus motivaciones. Así que, cuando se trata de hacer una película, Jaume ha hecho toda la investigación y conoce todo sobre la película y podemos divertirnos al hacerla. Usa la cámara como si fuera un personaje más. Registra cada matiz, todas las cosas pequeñas que a lo mejor no percibes en el guión y añade otra capa. Así que no trata sólo de la acción y los personajes, sino más bien del ambiente y tono y el modo en que lo rueda".

Uno de los elementos clave para mantener el suspense al máximo fue asegurarnos de que el protagonista fuera alguien con quien el público pudiera identificarse. Al fin y al cabo, la narrativa se desarrolla desde el punto de vista del personaje central: el público se entera de lo que está ocurriendo a la vez que Michael.

Cuando llegó el momento de elegir al protagonista, Rona y Heinman sabían que sólo un hombre estaría a la altura: Liam Neeeson. "Liam en cierto sentido es un John Wayne contemporáneo", argumenta Alex Heineman. "También tiene algo de Jimmy Stewart. Jaume ha creado esta versión heroica de Liam, pero también ha dado con lo emotivo de Liam , así que es un personaje heroico y compasivo, y a la vez reservado. No hay muchos actores que puedan hacer cosas con su mirada. Pero Liam puede hacer cosas con una sola mirada, se le da de maravilla comunicar emociones con muy poco. Por eso encaja tan bien con estos thrillers, porque queremos mostrar más que decir. Jaume es un gran artista visual y con Liam siendo un actor tan genial, la combinación de esas dos cosas realmente da vida a la película".

Andrew Rona cree que es la empatía de Neeson lo que hace que al público le encante verle en este tipo de papel: "Me encanta trabajar con Liam", dice el productor. "Es muy relajado y un gran profesional, y se compromete de verdad con la película. Hay muy pocos actores hoy en día que realmente puedan cargar con el peso de una película como ésta, pero Liam tiene esa cualidad simpática única, es viril pero empático, e inmediatamente te importa el personaje que interpreta. EL PASAJERO (THE COMMUTER) en gran parte se basa en una cámara siguiéndole todo el tiempo, casi en tiempo real, así que está en pantalla prácticamente todo el tiempo. Eso significa que al público le tiene que importar el personaje".

Jaume Collet-Serra estaba emocionado con la idea de volver a trabajar con Neeson y, a pesar de que EL PASAJERO (THE COMMUTER) es su cuarta colaboración, el director todavía se sorprendía a diario con el talento del actor. "Liam no puede hacer nada mal", dice el director. "Es un actor increíble. En cada película que he rodado con él me siento como un chiquillo en Navidad durante el primer día de rodaje, esperando a ver qué personaje me va a mostrar. Tiene al personaje tan formado desde la primera toma del primer día, y puedo ver sus particularidades, sus ojos. Conozco cada detalle del rostro y comportamiento de Liam obviamente, pero todavía me sorprende que en cada película sea capaz de cambiar completamente y crear nuevos personajes con pequeñas sutilezas".


¡TODOS ABORDO! EL REPARTO
Junto a Liam Neeson hay un reparto conformado por un grupo diverso de actores internacionales, desde talentos establecidos a estrellas emergentes. El papel clave de Joanna está interpretado por Vera Farmiga, que protagonizó la película de terror de Collet-Serra La huérfana. Al final de su último día en la oficina, Michael se sube al tren, preparado para ver a su familia y admitir que le han despedido y que la familia se enfrenta a la bancarrota. En el asiento enfrente al suyo se sienta una mujer, que no es una de las pasajeras habituales a la que Michael suele saludar. Se presenta como Joanna y no tarda mucho en hacerle una extraña oferta: le han robado algo en el tren y ella necesita ayuda para encontrarlo. Si acepta ayudarla, recibirá una generosa recompensa.

Farmiga se acuerda de cuando le propusieron el proyecto: "Jaume me mandó un email preguntándome '¿Quieres pasar un rato en un tren con Liam Neeson?' y yo le contesté 'Pensé que jamás me lo pedirías… Pero, ¿tengo que pagar mi viaje?'" explica. "Lo que me llamó la atención de esta película es que es un relato moral", dice la actriz. "Para mí, es como Un Pacto con el Diablo pero en versión thriller de acción trepidante, y eso me encanta. Me encantó que EL PASAJERO (THE COMMUTER) disfrazara un relato moral como una película de acción. Michael llega a un acuerdo faustiano con esta mujer misteriosa y, una vez que ha aceptado, la película muestra su profundo arrepentimiento. Joanna es el catalizador, una provocadora que le tienta, le dirige y le manipula".

Interpretar un papel como éste hizo que Farmiga estirase sus músculos de actriz. "Quería dar al personaje de Joanna una especie de malicia sobrenatural", dice. "No la veo como una tipa buena o mala. La veo como un avatar del vicio y la virtud. Para mi, ella está agitando literalmente a este hombre y su existencia mundana. Todos llegamos a momentos determinantes en los que tenemos que elegir entre lo ético y nuestras necesidades, y ella es la que le pone en esa situación. No creo que sea el demonio; de hecho, Jaume dijo: 'No, ¡es Dios!'"

Farmiga estaba ilusionada con volver a trabajar con Collet-Serra, a quien no había visto desde que colaboraron en La huérfana. "Retomamos contacto como si nada", cuenta. "Tengo una relación laboral muy afectuosa con él. Lo que hace que sea tan único como director es que se pone detrás de la cámara y es visible todo el tiempo, está ahí contigo. Así que, incluso si la película es gigante con una producción enorme, parece que estamos haciendo una película doméstica con una cámara en mano. Hace que el rodaje sea un proceso tan íntimo".

Por su parte, Collet-Serra sabía que iba a estar totalmente a la altura de Liam Neeson. "Me encanta Vera", dice. "Tuvimos una experiencia maravillosa con La huérfana, y he querido volver a trabajar con ella desde entonces. Y quería trabajar con Vera y Liam a la vez, así que cuando llegó este personaje ella fue la única a la que llamé. Le supliqué literalmente para que lo hiciera y ella elegantemente aceptó e hizo un trabajo maravilloso, obviamente".

"Consigue llenar escenas, que básicamente son expositivas, con personalidad y energía de una manera que parece tan fácil", cuenta. "Fascina a la cámara y, a través de la cámara, al público. Verla junto a Liam ha sido lo más divertido que me ha ocurrido en mucho tiempo".

Desde luego, Farmiga también encontró que trabajar con Neeson fue uno de los grandes placeres de hacer esta película. "No conocía a Liam antes de esta película", dice Farmiga. "Liam era un mito, ¡era una leyenda! Es la elegancia personificada. Es todo lo que me imaginaba, es fuerte, es seguro, es amable, es abierto. Es tan cálido y es muy curioso; es muy tierno pero es grande como un roble. Simplemente quieres rodearle con tus brazos y subirte a él como si fuera un gran árbol y colgarte. Es ese tipo. ¡Es maravilloso!"

Neeson también elogia a Farmiga: "Vera interpreta a un personaje misterioso y es una actriz tan maravillosa que nunca estás seguro de si lo que muestra es todo lo que hay", dice. "¿Es una policía? ¿Es del FBI? ¿Es mala o qué? Se expone muy, muy poco. Siempre ha sido una actriz con la que he querido trabajar".

El productor Andrew Rona coincide: "Tenemos mucha suerte con Vera Farmiga interpretando a Joanna. Vera tiene un gran talento y es increíblemente versátil, así que ha interpretado a personajes buenos y malos. Aporta eso a la interpretación de Joanna, que es una manipuladora, es la que tira de los hilos. Tiene un gran nivel de detalle en su interpretación, no sabes si es buena o mala. Y es muy importante para la película que no sepas muy bien dónde se ubica".

Para el reparto, Jaume Collet-Serra tenía mucho interés en tener una representación de la sociedad. Los trenes de Nueva York van de las áreas suburbanas al centro de la ciudad, llegando hasta el distrito financiero. A lo largo del camino recogen a todo tipo de personas, de cada estrato de las sociedad y, como no hay primera clase, todos los pasajeros se mezclan. Eso inspiró a Collet-Serra. "Tomé el tren e hice el recorrido que sale en la película", cuenta. "Pude ver representada a toda la sociedad, y la película tenía que reflejar eso. Era muy importante que Michael fuera alguien que pertenece a distintos mundos, trabaja en el distrito financiero pero es un hombre de verdad, que probablemente venga de la clase trabajadora y haya luchado toda su vida para darle a su familia la mejor vida posible. De repente, se encuentra sin trabajo y en la pila de personas desechadas. Y en el tren camino a casa está con un montón de extraños que también tienen sus dramas personales, grandes o pequeños. Todos comienzan como extraños pero hacia el final hay una sensación real de comunidad entre todos, y era muy importante para mi terminar de ese modo".

Lo variado del reparto también era una manera crucial de conectar con el público. "Fue clave que todos pudiéramos reconocer algo nuestro en los personajes", explica Collet-Serra. De cientos de personas en el tren, la mayoría son personas normales que resultan ser testigos inocentes. Solicita la ayuda de unos pocos que le apoyan y en los que tiene que confiar. Uno es Walt (Jonathan Banks), un compañero viajero, otro es Tony (Andy Byman), un tipo normal de Nueva York que siempre está en el tren y que deja su móvil a Michael. De otros sospecha, como la estudiante universitaria Gwen (Florence Pugh). Está Dylan (Killian Scott), un joven con un tatuaje que Michael reconoce vagamente, Vince (Shazad Latif), un hombre de Wall Street, Jackson (Roland Moller), un rudo trabajador en construcción, Oliver (Kobna Holdbrook-Smith), un hombre de aspecto cansado con una guitarra, y Sam (Colin McFarlane), el conductor del tren.


Collet-Serra vio el potencial para intensificar la tensión introduciendo aspectos misteriosos en algunos de los compañeros de tren de Michael, que pueden o no ser parte de la conspiración que le rodea. "Quería que la película tuviese muchos pequeños misterios", dice, "de modo que, cuando conoces un nuevo personaje, no estás seguro de por qué están en el tren o qué está en su bolso o por qué actúan de la manera en que lo hacen. Son personajes completos, así que te importa lo que piensan o lo que hacen. Era muy importante que se mantuviera nuestro interés en ellos a lo largo de la película para que el final fuera mucho más satisfactorio".

El reparto se compone de una mezcla de talentos establecidos y estrellas emergentes, liderados por el australiano Sam Neill, el danés Roland Moller, la inglesa Florence Pugh, Kobna Holdbrook-Smith de Ghana y Reino Unido y la española Clara Lago; junto a los americanos Patrick Wilson, Elizabeth McGovern y Jonathan Banks.

Patrick Wilson interpreta a Murphy, el antiguo compañero del departamento de policía de Michael. Fue fácil persuadirle para que se uniera al proyecto. "Liam Neeson fue la primera razón por la que quise hacer la película", dice Wilson, que co-protagonizó junto a Neeson Brigada A. "No conocía a Jaume Collet-Serra, pero Vera Farmiga es una buena amiga y me dijo que era el mejor, así que fue una decisión fácil". Fue la generosidad de Neeson, como persona y como actor, lo que hizo que trabajar en el film fuera un placer para Wilson. "El resurgimiento de Liam como una estrella de acción viene del hecho de que tiene un alma tan generosa", dice Wilson. "Cada personaje que interpreta, estás de su lado. Siempre quieres que su personaje salga exitoso de lo que sea en lo que está metido. Lo que me encantó de esto es que queda inmediatamente claro que Michael ha perdido mucho y no está en un buen lugar y está intentando enfrentarse a su futuro como un hombre de 60 años".

El reparto era una mezcla tan pluri-nacional que hizo que la experiencia fuera mucho más rica, dice Jaume Collet-Serra. "Es difícil hacer una película en un país distinto al que se supone que tiene lugar. Rodamos EL PASAJERO (THE COMMUTER) en el Reino Unido, así que tuvimos que traer a algunas personas de Estados Unidos, pero la mayor parte del reparto son ingleses con acentos neoyorkinos impecables. Encontrar un grupo de actores emergentes fue muy divertido, algunos de ellos ya están embarcados en papeles más grandes en producciones más grandes, pero realmente disfruté trabajando con este magnífico reparto".


Construir el tren: Sets y localizaciones
Con el reparto establecido, el rodaje de diez semanas empezó en platós de sonido en el estudio inglés internacionalmente reconocido Pinewood Studios, con el trabajo de localización teniendo lugar en Longcross en Surrey, que hacía del estado de Nueva York.

Como la película, casi en su totalidad, tiene lugar en un tren en movimiento, el director Jaume Collet-Serra y sus colaboradores tras la cámara se encontraron con dos grandes retos: uno, cómo hacer que la historia fuese visualmente interesante con un fondo que a penas cambia a lo largo de la película y, dos, cómo enfrentarse a la logística del rodaje. "El cómo hacer que la película fuera visualmente atractiva era un reto para mi", dice Collet-Serra. "Los trenes pueden ser muy aburridos en cine, pero el Hudson North es un tipo de tren viejo y es un poco más interesante estéticamente. Hace mucho ruido y tiene un sistema de tickets muy arcaico, que hace que los pasajeros tengan que picar los billetes en una máquina según se suben, y eso me pareció fascinante. Lo que también fue de ayuda fue que la ruta del tren pasa de túneles subterráneos y las plataformas de Grand Central al Bronx, al Río Hudson y al canal antes de abrirse al exterior cuando deja la ciudad. Así que hay muchos tipos de luz y fondos con los que podíamos jugar visualmente".

Collet-Serra sabe mucho acerca de las ventajas y desventajas de rodar en transporte público en general y, en particular, del traqueteo. Las películas del director han estado ambientadas en aviones (Non-Stop: Sin escalas), en el metro y tren alemanes (Desconocido) y en trenes americanos (Una noche para sobrevivir). Esa experiencia le ha enseñado que rodar en un tren real no es buena idea y la única manera realista de rodar es usando sets en un estudio.

Como explica el productor Andrew Rona: "Como es de esperar, la Autoridad Metropolitana de Transporte no quería que rodásemos en sus trenes, usar su maquinaria o rodar en Grand Central. Tuvimos que construir absolutamente todo".

El diseñador de producción Richard Bridgeland cuenta: "Uno de los productores dijo 'Es sencillo. Sólo es un tren.' Entonces supe que íbamos a rodar en un estudio en el Reino Unido, a pesar de que la historia se ambienta en Nueva York y que el tren viajaba a través, y paraba en, varias estaciones del estado de Nueva York antes de llegar a la estación Grand Central. Supe que iba a ser una labor extremadamente compleja".

Pero Bridgeland estaba seguro de una cosa: el tren y el set tenían que ser absolutamente creíbles. "Mis primeras conversaciones con Jaume trataban de que tenía que ser absolutamente auténtico", dice el diseñador. "Esta película sólo funcionaría si el público realmente creía en el mundo que estábamos creando. Intentamos evitar acabados fílmicos embellecidos tanto como pudimos, el tren tenía que estar un poco roñoso, como un tren real de Nueva York. Fui a un desguace de trenes en Ohio, justo a las afueras de Cleveland, donde van a parar estos trenes metropolitanos, así que pude ver los asientos, los acabados, etc. Eso aportó toda una capa de autenticidad a mi diseño".

La experiencia previa de Bridgeland colaborando con Collet-Serra fue de gran ayuda cuando diseñaba el set. "Sabía, al haber trabajado antes con Jaume en Desconocido, que le encanta usar la cámara", explica, " que es un creador de tomas. Piensa mucho sobre cómo puede hacer escenas que sean tomas únicas. ¡Diseñé un set que era tenía unas dimensiones de más de 250 metros cuadrados y más de 3 metros de alto! Ese era el espacio que tenía disponible, lo cual supuso todo un reto. También quería que la cámara fuera desde dentro del tren al exterior y hacerlo sin cortes".

Armado con esta información, el primer cometido de Bridgeland fue diseñar y, después, construir un set preciso en el escenario en Pinewood Studios. Los trenes de corta distancia de Nueva York normalmente tienen seis o siete vagones, que miden entre 20 y 25 metros de largo. Obviamente, construir un set de tal magnitud era imposible, así que los cineastas decidieron hacer un vagón y medio y rodearlos de pantallas azules.

Se construyeron con paredes sólidas, ventanas y puertas, lo cual permitió que el tren se pudiera mover arriba y abajo y de lado a lado para simular la marcha del tren y para poder filmar desde dentro y desde fuera. Dentro del vagón se colocaron asientos a cada lado de un pasillo central. El set resultante pesaba unas 30 toneladas. Para asegurarse de que se moviera de manera realista durante el rodaje, el set se montó sobre un juego enorme de ruedas sobre una pista. En medio del tren había un cilindro hidráulico, que lo agitaba hacia delante y hacia atrás como en un tren real. Para acentuar la sensación de movimiento, que es muy difícil de retratar en cámara, las cosas que hay sobre las mesas y asientos se mueven con el tren y las puertas se abren y cierran. Otro truco ingenioso fue dar la sensación de que el tren giraba en curvas, haciendo que el vagón adjunto apareciese y desapareciese al otro lado de las ventanas.

El set del tren era modular, de modo que podía desmontarse pieza a pieza cuando fuese necesario. Eso significaba que cualquier día del rodaje, el tren se podía desarticular y cada pieza – medio vagón o una sección de vagón o el final del vagón – se podía montar en plataformas independientes para el rodaje del día. Este sistema también supuso que la grúa de la cámara podía surgir de una ventana o pasar por una pared que se desmontaba y, con un movimiento, mostrar el exterior del tren. El haber evitado efectos visuales para este tipo de escenas da una nota de autenticidad.

"Queríamos construir todo lo que pudiésemos para que fuera real delante de la cámara, para que diera la sensación más realista posible", explica Bridgeland. "También fue de mucha utilidad para los actores porque podrían moverse por el tren, y el tren prácticamente olía como un tren metropolitano de Nueva York".

El equipo preparaba el vagón acorde con el plan de rodaje del día, con los actores y extras en los asientos correspondientes. La logística para asegurarse de la continuidad, para que el set pareciese igual en cada vagón que sale en la película, puso a prueba las habilidades de cada uno, Jaume Collet-Serra incluido. "Fue muy complicado desde el punto de vista del director porque cada día llegabas y te sentías confuso", ríe el director. "Dices: 'Vale, ¿qué vagón toca hoy? ¿Vamos en qué dirección? Y, ¿dónde me siento?' Así que tenía que tener un plan muy claro para toda la película. Tenía un plano de cada uno de los vagones, que me decía dónde se sentaba cada persona, por dónde se movían y diseñaba los movimientos de Liam para cada escena, de manera que al comienzo todos tenían claro qué iba a ocurrir ese día. Algunas veces era más complicado aún porque rodabas una escena un día con un actor saliendo por una ventana del vagón 1 y le rodabas entrando por una ventana en el vagón 2 una semana después y todo se rodaba en el mismo set, pero desde una perspectiva distinta. Eso exigió mucha preparación".

Bridgeland era muy consciente de que rodar en un set también iba a tener un impacto en la iluminación además del diseño. "Uno de los mayores retos fue conseguir que el movimiento del tren fuera auténtico, porque la manera en que entra la luz a través de la ventana cambia en función de cómo se mueva el tren. Queríamos que la cámara permaneciese en el set y no tener que recurrir a ese recurso tan contemporáneo de cámara en mano. Jaume también quería tomas elegantes y fluidas a lo largo del tren. Eso significó que una de las primeras cosas que tuve que contemplar fue cómo podríamos introducir una plataforma para la cámara sin usar techos de pantallas verdes que lo luego tendríamos que borrar, pero que pudiera funcionar con el techo real del tren". Para asegurar que el set fuera completamente realista y permitir que la cámara se moviera de manera independiente a través del tren, Bridgeland creó una plataforma que se montó a través de la unidad de aire acondicionado, que iba por railes a través de la unidad. La plataforma se podía mover de lado a lado y hacia arriba y hacia abajo. "De este modo fuimos capaces de tener algunos planos muy elegantes, y la cámara podía girar 360 grados y siempre resultaba invisible", dice Bridgeland.

Jaume Collet-Serra estaba maravillado con lo que crearon el diseñador y su equipo para que la cámara pudiera moverse sin interrupciones, dadas las restricciones espaciales y las exigencias estéticas con las que se encontraron: "Como estábamos en un escenario y teníamos que poder moverlo físicamente, el set del tren tenía que ser de metal y eso hacía que fuera muy difícil quitar las puertas y ventanas y paredes si queríamos rodar a través de los pasajeros en el pasillo", dice el director. "Así que con la plataforma escondida en raíles en el techo y todo gestionado por control remoto, la cámara podía moverse por su cuenta. Teníamos a dos hombres controlando la cámara: uno manipulaba los movimientos abajo arriba y el otro los de lado a lado. De esa manera se reducía al mínimo las personas del equipo que estaban dentro del tren y el espacio no estaba demasiado abarrotado para los actores".

Además de tener que crear el tren y su interior, los cineastas tenían que asegurarse de que lo que ve el público a través de las ventanas y en las paradas fuera completamente realista y fiel a la realidad. No fue posible usar paradas de tren británicas porque son tan diferentes en su diseño a las americanas, así que el equipo construyó réplicas de las estaciones en Pinewood. Grand Central, la parada de la calle 86, de la calle 110 y de la calle 125 se construyeron, mientras que las estaciones de Tarrytown y Cold Spring se filmaron en estaciones reales del sur de Inglaterra, decoradas correspondientemente.


La experiencia de Bridgeland en producción teatral fue de gran utilidad. "Traté todo como si fuera un gran escenario de teatro", explica. "Teníamos una gran cortina azul colgando fuera de las ventanas, detrás construimos el set de la estación. La cortina nos permitía cambiar y acondicionar la estación para que estuviera preparada para la siguiente toma. Uno de los grandes retos fue que el andén sólo tenía la longitud de un vagón porque no había más espacio en el estudio para algo más grande. Así que usé espejos enormes a los lados para extender visualmente los andenes".

El que la película discurra en un tren también presentó otros retos en cuanto a la iluminación. Como el tren está a nivel del suelo, moviéndose a diferentes velocidades y parando, el público tiene que ver lo que hay al otro lado de las ventanas. "Cuando hicimos Non-Stop: Sin escalas, pudimos bajar las cortinas del avión sin más e incluso si no estaban bajadas, lo único que veías era el cielo", comenta Collet-Serra. "Pero en esta película, tuvimos que asegurarnos que hubiera una interacción real entre cada luz y cada sombra que se refleja en las superficies y en las caras de los actores en el tren. Eso supuso mucho trabajo".

Fue de gran ayuda que Paul Cameron, uno de los mejores directores de fotografía del mundo, fuera parte del equipo. Bridgeland y Cameron colaboraron estrechamente desde el principio, diseñando el vagón de manera que la luz que entrase a través de las ventanas fuera absolutamente realista y asegurándose de que, cuando el tren viajaba de manera subterránea, hubiera suficiente luz como para que los interiores no fueran demasiado oscuros. "Acabamos metiendo luces en la parte superior de los marcos de las ventanas, cosa que no se da en trenes reales pero que funcionó muy bien", dice Bridgeland. "También tuvimos una serie de luces a lo largo del lateral para que pudiéramos tener una luz a tres cuartos. La luz que iba en la parte superior se tuvo que colocar de una manera muy precisa con respecto al diseño pero también con respecto al esquema de luces de Paul. Es el set más técnico que he construido, porque todas estas facetas diferentes de iluminación y movimiento y movimiento de cámara y grúa de cámara se tuvieron que contemplar".

El trabajo extraordinario de Bridgeland y su equipo impresionó tanto al equipo como al reparto. Para Liam Neeson, estar en el set tenía connotaciones personales. "El tren en la película pasa al lado de mi casa en el Estado de Nueva York, así que he viajado en este tren muchas, muchas veces a lo largo de los últimos 20 años", cuenta el actor. "Sólo teníamos un vagón y medio, así que era muy complicado estar al tanto de en qué vagón íbamos a rodar cada día. Tenían que hacer las veces de todos los vagones del tren y alterarse consecuentemente. Y el set de la estación tenía que cambiarse para cada una de las paradas que sale en la película y no sé cómo lo hicieron, pero el departamento de arte hizo un trabajo fantástico hasta el último detalle, por ejemplo incluyendo envoltorios de McDonalds aplastados en cubos de basura rebosantes".

El productor Andrew Rona está de acuerdo: "Fue una película tan interesante de rodar", dice. "Estábamos haciendo un film ambientado en un tren en Nueva York, pero la rodamos en los estudios Pinewood y Longcross en Londres. El tren permanece en el mismo sitio, pero movemos las estaciones. Así que fue casi como una producción teatral, ¡con los fondos cambiando! Construimos los andenes y los decoramos para que reflejaran la estación que tocase y, ¡todo estaba ocurriendo en el mismo sitio! Fue un auténtico reto".

"De una manera extraña, es un viaje al pasado", continua, "porque cuando hacían una película como Extraños en el tren, por ejemplo, no usaban un tren real; lo rodarían con una proyección de fondo en un estudio. Estamos haciendo lo mismo pero con una tecnología mucho más avanzada. Pero es la misma aproximación: construimos un vagón y medio en Pinewood que podemos mover y manipular; y a nuestro increíble director de fotografía, Paul Cameron, se le ocurrían unos patrones de iluminación fantásticos para hacerlo interactivo, hacer que sientas que realmente estás en este tren real. Lo que estábamos haciendo en el set del tren nunca se podría haber hecho en la realidad, simplemente hubiera sido demasiado peligroso. Pero cuando la gente vea la película, pensarán que la rodamos en un tren en marcha real. Pero nada es real. ¡Y eso es lo que tan emocionante!"

Un elemento crucial para maximizar la tensión de la película fueron las escenas de lucha. El coordinador de dobles de acción Mark Vanselow ha trabajado 16 veces con Neeson, así que entre ellos han perfeccionado su comunicación, lo que supuso, según el productor Andrew Rona, que "hay un nivel real de confianza y fuimos capaces de ir más allá de los límites del trabajo de acción porque Liam confía plenamente y tiene absoluta fe en el equipo del rodaje".

Vanselow añade: "El haber trabajado juntos con tanta frecuencia antes tiene algo de bendición y algo de desventaja. Cada vez que nos juntamos lo único que queremos es crear algo nuevo y que surja del personaje y de la historia. Eso es divertido y complicado, que no sea la misma secuencia de acción todo el tiempo. Tuvimos algunos retos muy interesantes del director, Jaume Collet-Serra, en cuanto a cómo hacer que fuera interesante en un tren".

Obviamente, el espacio reducido y la estética uniforme de la localización principal, el interior del tren, creó otra dimensión a los retos con los que se encontraba Vanselow. "Cada escena de lucha tiene lugar en una parte diferente del tren y en algunas el tren está en movimiento y en otras estacionado, para hacerlo más interesante", dice. Hizo que estar pendiente de la continuidad fuera mucho más difícil para el equipo de dobles de acción y todos los demás, pero visualmente es mucho más impresionante".

Una preocupación constante de Vanselow es hacer que lo que hace el personaje de Neeson sea plausible: "Intentamos hacer algo realista, que sea algo que un ser humano real sea capaz de hacer. Hay un montón de películas de superhéroes maravillosas, donde las personas vuelan aquí y allá, pero ésta es una película de un hombre corriente y se basa en el personaje de Liam. Fue poli, pero hace mucho, mucho tiempo, así que es un tipo que tiene que lidiar con esta situación de una manera realista. Coreografiamos las peleas para que encajaran con el tamaño y el físico de Liam, que mide 195, y con la personalidad y físico de los actores con los que interactúa. En cierto sentido, estábamos creando un diálogo trepidante entre los personajes. Liam es increíble, realmente se esforzó para que el público le viese a él, no a un grupo de dobles de acción".

Neeson se lanzó a las escenas de lucha con gusto. "No hago mis escenas de acción, dejo eso en manos de los expertos, pero me encantan las peleas. Practicaba y practicaba con Mark y con los dobles, cuando acababa la jornada de rodaje y era muy divertido, tienes que hacerlo, sino te haces daño. Exige cierto nivel de preparación, así que iba al gimnasio 45 minutos todas las mañanas antes de ir al set, pero eso era parte de la diversión".

"Lo genial de Liam es que no deja de decir que se está haciendo demasiado mayor para hacer estas películas de acción", dice Rona, "Y yo sigo diciéndole '¡No! Todavía te quedan muchas más'. Clint Eastwood sigue haciéndolo, y es mucho más mayor que Liam. Liam se preocupa mucho por hacer que sea creíble, que la acción sea creíble, que pueda realmente hacer lo que mostramos, que el público no lo vea con incredulidad. Realmente quiere que el público crea que es él el que lucha. Y lo es. Entrenó muy duro. La coreografía de las peleas con Mark ha sido muy compleja y ha llevado mucho tiempo y Liam realmente dedicó todo ese tiempo, levantándose a las cuatro de la mañana, yendo al gimnasio, rodando todo el día y, después, entrenando con los dobles por la noche. Estoy realmente maravillado con su energía y su ética laboral".


Hacer películas consiste en provocar reacciones emocionales en el público y eso es precisamente lo que espera lograr Collet-Serra con EL PASAJERO (THE COMMUTER). "Si mis películas tienen algo en común es el hecho de que cuando te agarro estás ahí conmigo y, ¡no te dejo escapar hasta el final!" dice. "Espero que ésta haga lo mismo. Es parecida a mis otras películas, pero una de las razones por la que la quería hacer era para demostrarme a mi mismo que básicamente podía tocar la misma melodía y hacerla completamente diferente. Fue un reto hacer una película similar de un modo totalmente distinto, sacar cosas completamente distintas de ella, temas completamente diferentes, pero tener una experiencia similar de no saber qué va a ocurrir mientras los personajes transmiten emoción real".





La noche del demonio: La última llave


2018
Duración 103 min.
País Estados Unidos
Dirección Adam Robitel
Reparto Lin Shaye, Angus Sampson, Leigh Whannell, Josh Stewart, Caitlin Gerard,Bruce Davison, Kirk Acevedo, Javier Botet, Spencer Locke, Tessa Ferrer,Ava Kolker, Marcus Henderson


El equipo creativo responsable de la trilogía de Insidious regresa con INSIDIOUS: LA ÚLTIMA LLAVE. En este thriller sobrenatural, que vuelve a contar con uno de los personajes más destacados de la franquicia, Lin Shaye como la Dra. Elise Rainier, la brillante parapsicóloga afrontará su experiencia más aterradora y personal hasta la fecha, cuando los espíritus la acechen en la antigua casa de su familia.

Shaye vuelve a estar acompañada por Angus Sampson como Tucker y Leigh Whannell como Specs. Además, se incorporan al reparto Josh Stewart como Gerald Rainier, Caitlin Gerard como Imogen, Kirk Acevedo como Ted, Bruce Davison como Christian, Spencer Locke como Melissa, Tessa Ferrer como Audrey, Ava Kolker como una joven Elise, Hana Hayes como Elise adolescente y Marcus Henderson como el inspector Whitfield.

La película está escrita por el cocreador Leigh Whannell ("Saw"), que escribió las tres entregas anteriores y dirigió "La Noche del Demonio: Capítulo 3", está producida por el equipo habitual de Insidious, Jason Blum (la franquicia La noche de la expiación, "Huye!", "Fragmentado"), Oren Peli ("Paranormal Activity") y el cocreador James Wan ("El Conjuro", "Fast & Furious 7"), y está dirigida por el recién llegado a la serie Adam Robitel ("The Taking of Deborah Logan").

Steven Schneider, Brian Kavanaugh-Jones, Charles Layton, Bailey Conway Anglewicz y Couper Samuelson ejercen de productores ejecutivos del filme.


Insidious: La franquicia
La Dra. Elise Rainier -una psíquica, clarividente y demonóloga brillante- se ha pasado la vida guiando a los inocentes de vuelta a la luz... y frustrando los planes de temibles criaturas que han abierto puertas infames a la oscuridad eterna. Siendo aún una niña, aunque ya entonces podía comunicarse con los muertos, liberó sin querer un horror inimaginable en nuestro mundo.

Conocimos originalmente a la Dra. Rainier en 2010 en "Insidious", cuando, junto a sus compinches Tucker y Specs, ayudó a Josh y Renai Lambert a rescatar a su hijo Dalton de lo más profundo del Más Allá, una versión distorsionada de pesadilla de nuestra realidad. Allí, espíritus tenebrosos surgen de rincones inenarrables e intentan por todos los medios volver a colarse en nuestro mundo. Cuando Elise utiliza sus dones para liberar a Dalton, el demonio que poseyó a Josh cuando no era más que un niño escapa del Más Allá y mata a Elise. Pero, ¿está realmente muerta?

En "La Noche del Demonio: Capítulo 2", los Lambert aún están recuperándose del secuestro psíquico de su hijo y la pérdida de Elise. Cuando vuelven al hogar de la infancia de Josh, este vuelve a verse poseído por el demonio que reside en la casa y aguardaba al acecho. Para salvar a su padre, Dalton se introduce en el Más Allá y encuentra a Elise, que sigue viva y librando una batalla eterna para liberar almas atrapadas, rescatar a Josh y poner fin a la maldición familiar.

Elise regresa al mundo de los vivos en "La Noche del Demonio: Capítulo 3", que se remonta a una época anterior a los Lambert. Elise se ve obligada a abandonar su retiro para ayudar a Quinn Brenner, una adolescente cuyos intentos de conectar con su madre muerta salen terriblemente mal, lo que sirve para recordar a la doctora el compromiso que asumió de utilizar sus dones paranormales por el bien de la humanidad.

LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE nos lleva con Elise de vuelta a la casa de su infancia. Cuando la casa encantada más horrenda en la que ha entrado nunca resulta ser la misma en la que se crió, Elise deberá afrontar sus mayores miedos y destruir al inmortal Key Face, un demonio al que liberó hace muchos años. Si logra vencerlo en su propio terreno, liberará para siempre a toda una serie de almas que han quedado atrapadas. Si fracasa, la casa de la que a duras penas logró escapar de niña reclamará su alma por toda la eternidad.


LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE nos lleva de vuelta a los comienzos de la franquicia de Insidious y a la infancia embrujada de Elise, en la que descubrió que tenía poderes sobrenaturales, sufrió terribles maltratos a manos de su padre y descubrió ese lugar de pura maldad conocido como el Más Allá.

"Se trata de una historia de origen", explica el productor Jason Blum. "Muestra cómo Elise se convirtió en quién es y cómo adquirió sus poderes especiales. Los 20 primeros minutos de LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE se desarrollan en 1954, pero el resto de la película tiene lugar justo antes del comienzo de Insidious. Así que, en realidad, el orden cronológico sería LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE, 'La Noche del Demonio: Capítulo 3', 'La Noche del Demonio' y luego 'La Noche del Demonio: Capítulo 2'".

La popularidad de la franquicia siempre hizo que a Blum le interesara la posibilidad de producir una cuarta entrega de La Noche del Demonio, pero la decisión también estaba en manos de sus creadores, James Wan y Leigh Whannell. "El proceso suele ser el siguiente", aporta Blum, "yo llamo a Leigh y le digo: 'Nos encantaría hacer otra'. Pero no obligo a la gente y no trataría con nadie más a menos que ellos mismos le dieran el visto bueno. Leigh tenía desde hace tiempo la idea de crear una película que girara en torno al personaje de Elise, y todos estábamos completamente decididos a hacerla".

"Hemos hecho muchas películas de miedo", prosigue Blum, "y lo más difícil de una película de miedo es que el actor que se comunique con los espectadores resulte creíble. Lo pongas como lo pongas, en cierto aspecto, no deja de ser que ellos digan: 'Los fantasmas son reales. Existen. Dan miedo'. Por bueno que sea el guión -bendito sea Leigh Whannell- cuesta decir esas líneas y que te las creas. Y a Lin se le da increíblemente bien decir cosas que no tienen ningún sentido y hacer que parezca que tengan perfecto sentido". 


Los personajes
Lin Shaye estaba entusiasmada ante la oportunidad de interpretar a Elise dando caña. "Con cada película, aprendo más cosas sobre Elise", observa la actriz. "Cuando la conocemos inicialmente en 'La Noche del Demonio', es una clarividente segura de sí misma, una émpata. Capta los sentimientos de los demás de forma muy intensa, lo que le permite reaccionar a ellos con fuerza. Es una vidente con un don que no pidió tener, pero con el que nació".

"Aparentemente, la gente se sintió cautivada de verme como heroína", prosigue Shaye, "lo que me sorprendió mucho".

"Ha sido apasionante ver la evolución de Lin como Elise a lo largo de esta serie", afirma Blum. "Cuando conocemos a Elise es una enigmática científica en un campo sumamente complejo... que sirve a la historia como medio para que la familia Lambert llegue hasta su hijo. Pero a medida que vamos descubriendo más sobre ella, vemos progresar ese encantamiento, que se desarrolla ante la fascinante mirada de Lin. En LA ÚLTIMA LLAVE, tenemos ocasión de presenciar por fin cómo surgió el genio de Elise, y qué es lo que la ha movido toda su vida a ayudar a los demás, los inocentes torturados por este demonio inefable".

El equipo responsable del proyecto sabía que los fans de la franquicia se habían encariñado con los personajes, lo que no servía más que para respaldar la producción de un nuevo capítulo. "Les tienen apego a Specs y a Tucker. Le tienen apego a Elise", aporta Blum. "Hay una verdadera relación que ha ido evolucionando entre los espectadores y los personajes de la película. Leigh entiende que lo que hace que una película de miedo sea buena no son los sustos, sino lo que sucede entre ellos".

"Trabajamos mucho en los personajes, para hacerlos dignos del afecto de los espectadores", prosigue Whannell. "Elise, Specs y Tucker son a estas alturas como una familia y tienes ocasión de verlos interactuar y de conectar verdaderamente con ellos".

"Leigh y Lin nos han llevado de viaje con esta parapsicóloga brillantemente compleja que lleva desde niña huyendo de sus propios demonios", desvela el director Adam Robitel. "En vez de esconderse del mundo, ha trincado a ese demonio por la garganta y ha dicho: 'No harás daño a nadie más'. Cuando muchos otros se preocuparían antes por sí mismos, Elise ha defendido la bondad y la inocencia. El hecho de que tengamos ocasión de seguirla de vuelta al lugar en el que empezó todo, y donde se inició en el mundo de lo sobrenatural, fue lo que me atrajo del proyecto en primer lugar". 


Primeros pasos

Blum y Robitel se conocieron durante el rodaje de la serie de Paranormal Activity. "Habíamos trabajado juntos en un par de películas de Paranormal Activity, y me gustaba Adam, me parecía que tenía mucho talento", recuerda Blum. "Cuando vi 'The Taking of Deborah Logan', que me pareció escalofriante, buena e interesante, empezamos a hablar de Insidious, y me dijo que era un gran admirador de las tres películas".

"He tenido la suerte de trabajar con Jason en diversas labores a lo largo de los años", aporta Robitel. "Desde que intervenimos para reescribir 'Paranormal Activity: Dimensión fantasma', hemos estado hablando de posibles oportunidades para que yo dirigiera. Ha sido fundamental para guiar mi carrera y, una vez me puso en contacto con Leigh y Jason para Insidious, todo fue encajando. James Wan también se mostró increíblemente atento y me apoyó mucho con 'The Taking of Deborah Logan'. Todos ellos son mentores para mí, y les agradezco su orientación y su amistad. Son los mejores que hay en el mundo del cine de género de conceptos sencillos".

Whannell, que creó Insidious junto a Wan, interpreta a Specs en la serie, además de dirigir "La Noche del Demonio: Capítulo 3". "Siempre que tenemos una nueva película de Insidious, acudimos primero a James y Leigh y, si no están disponibles, ampliamos la búsqueda", comenta Blum.

"Las películas de Insidious tienen un toque divertido, un guiño al espectador, pero a la vez dan mucho miedo, y no es fácil conseguir las dos cosas", agrega el productor. "Leigh escribe eso muy bien". 


La historia

Al principio de LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE, Elise Rainier (Lin Shaye) ha invitado a sus dos socios en la investigación paranormal, Specs y Tucker (Angus Sampson), a vivir con ella. Elise se encuentra en un buen momento de su vida y las cosas parecen haberse estabilizado para ella. Specs y Tucker aún llevan su negocio, Avistamientos Espectrales, respondiendo con Elise a llamadas de personas acosadas por poltergeists, fantasmas o casas encantadas.

El equipo se encuentra esperando su próximo trabajo cuando Elise recibe una llamada inquietante de Ted Garza, un tipo que dice tener un problema de fantasmas en Five Keys, Nuevo México.

Elise se queda paralizada; Apple Tree Lane, 413 es la dirección del hogar de su infancia. No guarda recuerdos felices. Su padre era un hombre cruel que maltrataba a toda la familia, Elise, su madre, Audrey, y su hermano pequeño, Christian, pero sobre todo a Elise.

Ella fue el blanco del grueso de los malos tratos porque Elise veía fantasmas y ningún otro miembro de su familia quería creer que existieran.

"Al principio, le cuelga el teléfono, y se resiste a volver", explica Whannell. "No quiere rememorar esos aterradores recuerdos de un padre maltratador". Specs y Tucker la presionan para aceptar el trabajo. Al fin y al cabo, el dueño de la casa necesita ayuda y eso es a lo que se dedican. Pero Elise sabe que ir a ayudar a Garza la conducirá por una senda tenebrosa que ha evitado durante años.

"Elise se siente obligada a ir a ayudar a ese hombre", aporta Blum, "así como a explicarle cuál es la funesta situación que hay en esa casa... y en la que se encuentra desde hace tiempo". 


Al final de "La Noche del Demonio: Capítulo 3", Elise ve a un hombre de pie en la calle. Sabe que no es humano, sino el demonio que reside en la casa de Apple Tree Lane. La ha seguido y, para expulsarlo para siempre, deberá regresar y enfrentarse a él en su propio terreno. Para vencerlo, Elise también habrá de enfrentarse a los demonios de su pasado, con la esperanza de sanar las heridas que se han reabierto.


El más allá

Volver a la casa en la que creció suponía volver al Más Allá, un lugar donde la pura maldad acecha a los inocentes. "El Más Allá es un lugar en el que los espíritus se quedan atrapados, es como un purgatorio", explica Whannell. "Es el mundo de los muertos. Todas las almas heridas, la gente que ha asesinado o sido asesinada y todas las almas torturadas a las que aún les quedan asuntos pendientes en la Tierra residen en este mundo".

"Es lo contrario de la luz", prosigue. "Es un agujero negro, un 'vacío negro', como lo llamamos. Puede recrear tu pasado y no sigue las reglas del tiempo y el espacio".

"Creo que todos tenemos un Más Allá. Es el lugar de tu mente al que no quieres ir", propone Shaye. "Un lugar lleno de recuerdos horribles que puedas tener o que incluso puedas haberte inventado. Un lugar que recorres al salir de tu mente consciente e internarte en tu inconsciente. Es el lugar al que tienes que ir a afrontar tus demonios".

El trío emprende su viaje en el nuevo vehículo de Avistamientos Espectrales. "La autocaravana fantasma, como le gusta llamarla a Specs", comenta Whannell. "Siempre está genial contar con estos juguetes. Es por lo que son conocidos Specs y Tucker, su artilugios e inventos para cazar fantasmas. Pensé que, si íbamos a salir de viaje, en vez de ir en la misma furgoneta vieja que hemos visto en otras películas, deberíamos comprar una autocaravana y arreglarla".

"Lo que me encanta de Specs y Tucker", afirma Robitel, "es que representan a los espectadores en estas películas y proporcionan el necesario alivio cómico en los momentos de máxima tensión. Siempre que Elise se interna en el Más Allá para salvar a una de las personas que necesitan desesperadamente su ayuda, los chicos dicen básicamente: 'La leche. No nos podemos creer que esté pasando esto, pero nuestro trabajo es proteger a nuestra amiga para que no sufra daño alguno'. En LA ÚLTIMA LLAVE han formado una incómoda unidad familiar y están pasando por un periodo de adaptación tras instalarse Specs y Tucker, ya que no son precisamente muy ordenados. Aunque puedan cortarle el rollo a Elise y ella tal vez se lo corte a ellos, son ciertamente una unidad familiar y eso es algo que Elise acaba apreciando de verdad después de tanto drama".

Cuando la autocaravana fantasma se detiene ante el hogar de la infancia de Elise, esta se siente nerviosa al ver su casa por primera vez en muchos años. Se ha quedado congelada en el tiempo y aún luce las marcas de las huellas de las manos en la pared donde Elise sufría maltratos... así como la silla en la que se sentaba su padre. Elise siente cómo la invade su odio por él y su miedo por el pasado.

"Elise se hizo el firme propósito de no volver nunca, porque es la casa en la que fue asesinada su madre, donde permitió sin querer que se colara un demonio y donde su padre le pegaba", comenta Shaye. "Además, está convencida de que el demonio que la está rondando ha venido a visitar a Elise en su propia casa".


El diseño

"Era vital conectar visualmente la opresiva prisión con la propiedad", opina Robitel. "Envié a Jamison Goei, nuestro gurú de los efectos visuales, a la penitenciaría de Eastern State, una monstruosidad gótica de doscientos años de antigüedad situada en Pensilvania que sirve de prisión. No se puede vivir cerca de algo que rezuma tanto dolor psíquico sin captar las malas vibraciones. ¿Te imaginas cómo haría sentirse a la joven Elise?". 


"La idea de llaves y cerraduras como motivo visual provino directamente de los asombrosos primeros borradores que leí de Leigh", prosigue Robitel. "Todo giraba en torno a la idea de Elise y Christian como prisioneros en su propio hogar. De ser prisioneros de sus pasados".

Para dar la sensación de peligro y aprensión, Robitel y la diseñadora de producción Melanie Jones utilizaron un estilo sucio y crudo que reflejaba la negatividad procedente de la casa. "Quería crear un ambiente que se pudiera oler", comenta Jones. "Estamos volviendo al principio de la historia de Elise y a un acontecimiento traumático para ella. Empieza en una época, en 1954, y ha afectado a toda su vida, sus dones y sus dificultades".

"La historia se desarrolla en Nuevo México", prosigue Jones, "y mientras localizábamos exteriores, encontramos una casa en Los Ángeles en mitad de un yacimiento petrolífero, donde el terreno es muy seco. Hay una miseria y un entorno muy duro, torres metálicas de perforación y plantas muertas. Ofrece una imagen muy cruda de su infancia, en una casa contigua a una prisión".

No cabe duda de que la casa está encantada. "Tenemos la tradición de hacer eso en las películas de Insidious ", aporta Whannell. "Hemos rodado en hospitales encantados. Hemos rodado en casas que se supone que están encantadas, y esta casa tenía una cierta atmósfera. Para empezar, estaba llena de murciélagos de verdad. Estabas sentado y veías pasar volando un murciélago. Recuerdo ir a una de las habitaciones, todo el equipo estaba allí charlando, parecía muy seguro. Me fui por mi cuenta y me metí en una habitación que estaba vacía; sentí un escalofrío. No me había pasado nunca en ninguna de las películas de Insidious".

El equipo responsable del proyecto se muestra de acuerdo en que LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE era más ambiciosa que las entregas anteriores a la hora de mejorar la factura cinematográfica de la película. "Cuando la cámara se alza para mostrar esos yacimientos petrolíferos, la prisión al fondo y esa vieja casa", comenta Whannell, "pensé: 'Vaya, esa es una magnitud cinematográfica que no habíamos tenido antes en las películas de Insidious. Hasta ahora habían sido bastante claustrofóbicas".

Mientras Specs y Tucker empiezan a preparar todo su instrumental para atrapar fantasmas, Elise se dirige al cuarto de la ropa sucia y se detiene allí. Nacida con poderes psíquicos, fue la capacidad de Elise de percibir y experimentar cosas que nadie más podía ver lo que sirvió de catalizador de los malos tratos de su padre.

Fue durante la Guerra Fría, y lo que daba verdadero pánico a la gente corriente era una posible guerra nuclear, no los fantasmas ni las apariciones. "A él no le gustaban las habilidades psíquicas de Elise", observa Whannell. "O bien no creía en ellas, o no quería saber de ellas, quería hacerlas desaparecer. Así que la castigaba de manera brutal cada vez que ella decía haber visto un fantasma".

Mediante flashbacks, LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE traslada a los espectadores de vuelta al oscuro pasado de Elise, cuando su padre se convirtió de pronto en un monstruo. Elise sufre a manos de su padre y presencia el asesinato de su madre. Siniestramente, buena parte del horror se produce en el sótano. Jones creó una entrada sobrecogedora al sótano, a través de una trampilla en el suelo del cuarto de la ropa sucia, que casi no se ve a simple vista.

"El refugio nuclear parece parte de una pared que se ha añadido a la casa", comenta Jones. "Tiene madera expuesta y desciende por unas espeluznantes escaleras. De pronto, te encuentras en una pequeña antesala, que sería casi como un sótano. Y entonces se abre a un refugio nuclear". Al otro extremo hay una puerta roja cerrada.

El aspecto que se creó del Más Allá para LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE estaba influido por el argumento, que lleva a los personajes a la vieja prisión de al lado. "Seguimos el mismo principio básico y tratamos de ceñirnos a lo que ya ha quedado previamente establecido", prosigue la diseñadora. "Pero tenemos otro tema más, basado en la puerta roja que sale en las demás películas, incluimos más rojo. Ahora hay toques de rojo en el Más Allá, justo al otro lado de la puerta".

"Quería dar más forma al Más Allá", explica Robitel, "y ese plano tan alucinante en el que hacemos una panorámica alejándonos de Elise para mostrar una ristra interminable de celdas fue una imagen que creamos inspirándonos en la columnata de la penitenciaría de Eastern State".

"Podrías imaginarte que si eso estaba en el Más Allá... qué clase de terribles almas torturadas y angustiadas estarían atrapadas allí", afirma Jones. "Con la textura de la pared, la pintura que se va desconchando, el tema verde de toda la película, dan una sensación enfermiza de que las cosas NO están bien".

El silbato fue otro elemento simbólico de la producción y de la historia. "Es un regalo que la madre de Elise, Audrey, le hizo a Christian cuando era pequeño", aporta Whannell. "Si alguna vez sentía miedo, podía usar el silbato. Es simbólico de poder llamar a casa y llamar a la gente que hemos perdido -cuando alguien fallece, eso no significa que desaparezca por completo de tu vida. De algún modo, en algún lugar, escuchan lo que dices". 


Lo que solo sabe Elise es que hay otra razón por la que ha vuelto a casa para afrontar su pasado. Fue ella la que liberó al demonio original y lo dejó suelto. "Cuando vemos a la Elise actual en esta película, sabemos que estamos viendo a una mujer fracturada", prosigue Whannell. "Esta película trata sobre mucho más que una simple casa encantada".


Key Face
Entra en escena el amo de todos los demonios, que lleva milenios moviendo los hilos de los demás. "El villano de LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE es Key Face", explica Blum, "que tiene llaves maestras por dedos y utiliza esas llaves para matar gente".

"Este demonio concreto posee mucho simbolismo", afirma Whannell. "El pueblo en el que se crio Elise en Nuevo México se llama Five Keys [Cinco Llaves]. También se crio en el terreno de una prisión. Su padre era ayudante de alcaide. Todas esas cosas que Elise mantiene bien guardadas, este demonio tiene el poder de hacerlas salir o mantenerlas guardadas. Al hacer frente a este demonio, Elise afronta su propio pasado y sus propias puertas cerradas -las cosas que ha excluido de su vida".

"La idea de Key Face surgió de los primeros diseños que hice con el artista Jacob Hair", explica Robitel. "Sabía que quería algo tan emblemático como el demonio del pintalabios o el hombre que no puede respirar. Tomando la idea de las llaves como punto de partida, planteé una herida como unas fauces en la boca, que, si te fijabas bien, se parecía al ojo de una cerradura. A partir de ahí, empezamos a jugar con la idea de las llaves en lugar de dedos. Pasamos por docenas de variantes hasta dar con una que incluí en mi presentación a Blum y que después se encargó de seguir puliendo el equipo de diseño de Fractured".

"Es un demonio absolutamente aterrador", concuerda Whannell. "Se han esforzado al máximo para ofrecernos al demonio de aspecto más original que hemos visto hasta ahora".

El actor que interpreta a Key Face, Javier Botet, no solo es extraordinariamente alto, sino que también tiene articulaciones dobles, lo que le permite moverse de una forma inusual y aterradora. "Javier es ante todo un hombre absolutamente maravilloso", opina Shaye del querido artista del movimiento. "Es con mucho el demonio más aterrador de todos. El demonio de la cara roja era muy bueno, pero esta es una criatura que puede dejarte sin respiración".

Parte de la reconciliación de Elise con su pasado implica recuperar el contacto con su hermano, Christian (Bruce Davison), a quien no ha visto ni hablado desde su infancia. Cuando Elise tuvo la oportunidad de huir de su padre, la aprovechó y dejó atrás a su hermano pequeño. "No la perdona por escapar", explica Whannell. "Christian tiene heridas, al igual que Elise, y por desgracia se ha acostumbrado a vivir sin ella".

Otra razón por la que Christian ha estado dispuesto a dejar atrás a Elise es que tiene dos hijas, Imogen (Caitlin Gerard) y Melissa (Spencer Locke). Nunca ha querido que sepan nada de su abuelo maltratador. Quiere protegerlas de su propio pasado y nunca les ha presentado a Elise. De hecho, Elise ni siquiera sabía que tenía dos sobrinas.

Pero Imogen ha heredado los poderes psíquicos de la familia. Eso crea un lazo entre Elise y su sobrina, y Elise se da cuenta de que necesita la ayuda de Imogen para que su familia pueda escapar del demonio para siempre.

"Por primera vez en una película de Insidious, hay ocasión de ver a otro miembro de la familia de Elise viajar al Más Allá", comenta Whannell.

Cuando desciende al sótano en busca del demonio que acecha a Garza, el inquilino actual, Elise descubre a otra entidad que vive en la casa, alguien a quien vio de niña. Recupera el contacto con Anna (interpretada por Aleque Reid). "Es un fantasma amigable", aporta Shaye, "a quien solía ver en el cuarto de la ropa sucia. Pero, cuando intentaba presentar a Anna a su hermano pequeño, no podía verla y le daba muchísimo miedo".

"Anna es un espíritu perdido atrapado en el Más Allá", agrega Whannell, "e intenta ayudar a Elise, Specs y Tucker tanto como puede. Es una violencia cíclica que se lleva produciendo desde hace generaciones y que Anna ayuda a resolver".

Elise descubre que Key Face tiene la capacidad de hacer malvada a la gente. Se da cuenta por primera vez de que su padre no era responsable de su conducta, que Key Face había llegado hasta él y lo había poseído, haciendo que se comportara de manera horrible. También le había sucedido a Garza, ya que Key Face utilizó el miedo de Garza para atrapar su alma.

Tanto Ted Garza como el padre de Elise son víctimas del mismo demonio, Key Face. Whannell explica sobre el nuevo villano: "Los manipuló y los volvió locos; los obliga a hacer lo que se le antoje mientras sigan con vida. Se alimenta del sufrimiento y el odio, y por eso es importante para él mantener el odio en esa casa. Es el sustento de Key Face".


Lin Shaye
"¿Por dónde podría empezar siquiera con Lin?", se pregunta entusiasmado Robitel. "Se trata de una actriz con unos matices extraordinarios, capaz de hacer expresar muchas emociones a Elise sin pronunciar una sola palabra. Es absolutamente increíble el enorme talento que tiene. La serie de Insidious se creó en torno a ella, y con razón. También resulta ser amiga personal mía desde hace tiempo, una persona cariñosa y maternal, y fue un sueño trabajar con ella en esa capacidad".

"Lin ofrece una interpretación magnífica, reflexiva, impactante y sumamente cruda", prosigue el director. "Nos lleva en este viaje que trata a partes iguales de salvar a almas perdidas y de enviar al mal de vuelta al infierno del que surgió. Hasta el último miembro del reparto y del equipo la adoran. Es una estudiante de toda la vida y una profesora de enorme talento. Es todo eso y, además, se convierte en una heroína de acción. Lin es una máquina, y me deja totalmente asombrado".

"LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE es una película más importante que una simple cinta de género", opina Shaye. "Te obliga a afrontar tus propios demonios. Aborda temas importantes sobre el maltrato, el perdón, sobre encontrar el perdón en uno mismo, sobre volver a aceptar a la familia y sobre lo importante que es la familia. Es lo más emocionante que he hecho nunca como actriz, sin comparación".

"Elise ha sufrido pérdidas en su vida, pero sigue siendo una heroína", concluye Shaye. "Son cualidades importantes y maravillosas de interpretar en un personaje. Esas son las cualidades que la gente empezó a identificar con Elise. Es maravilloso que, en este punto de mi carrera, sienta que no tengo límites".


El director
Whannell y Blum estuvieron encantados con las contribuciones de Robitel a la franquicia como director de LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE. "Esta es la primera película de Adam con secuencias complejas, actores destacados y equipos de rodaje", lo elogia Whannell, "y ha hecho un trabajo fantástico. No pierde la calma. No creo que sea ningún secreto que muchos directores en los rodajes se lían a gritar y chillar y pierden la calma, y un set de rodaje puede resultar estresante. Adam no hace nada de eso. Hace que resulte divertido y siente un gran respeto por el mundo de Insidious".

"Consideramos que cultivar nuestros propios talentos es un sello distintivo de Blumhouse", opina Blum. "Adam posee una asombrosa capacidad para mantener un equilibrio entre un miedo aterrador e historias muy íntimas. Le importan estos personajes tanto como a nosotros, y confía en su equipo para sacar el máximo partido a sus aptitudes. Además, es un placer trabajar con él".

Whannell recibió con los brazos abiertos las contribuciones de Robitel al desarrollo de los personajes y a la evolución de la trama. "No quería limitarse a repetir lo que ya se había hecho en las entregas anteriores de Insidious", comenta Whannell. "Y eso es algo que ha conseguido hacer. Esta película es mucho más grande en escala que los demás capítulos de Insidious".

"Como arquitecto narrativo de la serie, Leigh ha creado un mundo fenomenal para Insidious", afirma Robitel. "Sabe exactamente dónde ha estado cada personaje y hacia dónde se dirige. Se trata de un rompecabezas tremendamente complejo que consigue que parezca sencillo para los espectadores. Además, tiene ocasión de jugar en el mundo que él mismo ha ayudado a crear. Como alguien que ha vivido este mundo de cerca, es una oportunidad increíble".

"Adam es, a su modo, maravilloso como director, amigo, ser humano y visionario", lo elogia Shaye. "Aporta emoción y energía a la película. Hay aspectos de los personajes que surgen cuando afrontamos nuestros propios demonios. Él nos anima a todos a profundizar más, a hacer algo ligeramente diferente. Ha hecho un trabajo magnífico y todos lo adoramos".

El director estuvo encantado de trabajar con un equipo tan veterano y experto. "Desde nuestros productores, Oren y James, a los asombrosos talentos del director de fotografía, el montador, la diseñadora de vestuario, la diseñadora de producción y el compositor... hay muchas personas a las que agradecer todo su esfuerzo", concluye Robitel. "Ha sido increíble cuánta gente ha aportado su tiempo, energía y talento para hacer de LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE una entrega aterradora y satisfactoria de una serie por la que tanta gente se interesa. Estoy encantado de formar parte de ella".






3 anuncios por un crimen


2017
Duración 112 min.
País Estados Unidos
Dirección Martin McDonagh
Reparto Frances McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell, Peter Dinklage,John Hawkes, Abbie Cornish, Caleb Landry Jones, Samara Weaving, kerry Condon,Nick Searcy, Lucas Hedges, Michael Aaron Milligan, Lawrence Turner,Amanda Warren, William J. Harrison, Sandy Martin, Christopher Berry, Zeljko Ivanek


"Tres anuncios por un crimen" es una comedia dramática con toques oscuros del ganador del Oscar Martin McDonagh (ESCONDIDOS EN BRUJAS). Después de meses sin que aparezca el culpable de la muerte de su hija, Mildred Hayes (la oscarizada Frances McDormand) da un valiente paso al pintar tres anuncios en unas vallas publicitarias camino de su pueblo con un polémico mensaje dirigido a William Willoughby (el nominado al Oscar® Woody Harrelson), el venerado jefe de policía del pueblo. Cuando su segundo al mando, Dixon (Sam Rockwell), un inmaduro niño de mamá aficionado a la violencia, entra en acción, la guerra entre Mildred y las fuerzas policiales de Ebbing no hace más que empeorar.

Una película de Martin McDonagh, escrita y dirigida por Martin McDonagh, protagonizada por McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell, Abbie Cornish, Lucas Hedges, Željki Ivanek, Caleb Landry Jones, Clarke Peters, Samara Weaving, con la colaboración de John Hawkes y Peter Dinklage. Los productores son Graham Broadbent, Pete Czernin y Martin McDonagh, los productores ejecutivos son Bergen Swanson, Diarmuid McKeown, Rose Garnett, David Kosse y Daniel Battsek y el coproductor es Ben Knight.

El equipo de producción cinematográfica está formado por el director de fotografía Ben Davis, BSC, la diseñadora de producción Inbal Weinberg, el editor cinematográfico Jon Gregory, ACE, la diseñadora de vestuario Melissa Toth, la música de Carter Burwell y el casting realizado por Sarah Halley Finn, CSA.



"¿Qué dice la ley sobre qué se puede poner o no en una valla?" - Mildred Hayes


Una nueva batalla estalla en el pequeño viaje de Martin McDonagh a un pequeño pueblo americano en TRES ANUNCIOS POR UN CRIMEN, en el que una madre llega al límite a causa del asesinato sin resolver de su hija. Es la tercera película de Martin McDonagh, el dramaturgo, guionista y director irlandés que saltó a la fama por el exitoso thriller ESCONDIDOS EN BRUJAS, con un guión nominado al Oscar® y ganador de un BAFTA, y la comedia criminal SIE7E PSICÓPATAS.

Todo empieza con Mildred Hayes y las tres vallas publicitarias que alquila en Drinkwater Road. "Decidí que la compradora de los anuncios sería una madre enfurecida, y desde ahí las cosas se escribieron prácticamente solas", recuerda McDonagh. "Mildred es una persona fuerte, decidida y enfurecida, aunque también está rota por dentro. Esa fue la germinación de la historia".

Es una historia que llevó a la ganadora del Oscar® Frances McDormand a modelar una variante femenina y moderna del clásico héroe de western que se pelea con todo el mundo.

"Me fijé mucho en John Wayne, a grandes rasgos, como modelo físico para mi personaje, ya que realmente no había ningún ícono femenino en el que me pudiera fijar para Mildred", explica. "Al final Mildred está más en la tradición del hombre misterioso típico de Spaghetti Western, que va caminando por el centro de la calle con las pistolas en las manos, y que se carga a todo el mundo, aunque creo que es importante que la única arma que use Mildred sea su ingenio".

"Podía ver a John Wayne en la forma de caminar y la actitud de Mildred", afirma McDonagh. "Creo que John Wayne se convirtió en cierta medida en un referente para Frances. Al igual que Brando y Montgomery Clift".

El personaje de Mildred supone la primera vez que McDonagh crea una protagonista femenina para una película, pero puede que sea también su personaje más implacable: una madre enfurecida y sin remordimientos que pone a prueba la estructura de su ciudad. Además de McDonagh y McDormand, otros aclamados actores que forman parte del reparto son Woody Harrelson, Sam Rockwell, Abbie Cornish, John Hawkes, Lucas Hedges y Peter Dinklage.


El guión
"A mí me parece que la policía está muy ocupada torturando a negros como para resolver un crimen de verdad, así que pensaba que estos anuncios podrían ponerles las pilas". - Mildred Hayes

El conflicto de Mildred con el jefe de policía de Ebbing constituye el núcleo de TRES ANUNCIOS POR UN CRIMEN. "La historia trata sobre una guerra entre dos personas que tienen su parte de razón", señala McDonagh, "y ahí es donde surge mucha de la tensión y el drama".

Estas tensiones evolucionan para mostrar lo que sucede cuando no se puede controlar la furia. A medida que la tensión aumenta, la película profundiza en los temas de la división, la ira y los juicios morales.

McDonagh se pregunta: "¿A dónde puedes ir cuando estás en una situación en la que has sufrido una pérdida y en la que sientes tanta ira que no puedes escapar? ¿Qué puedes hacer, constructiva o destructivamente, para cambiar un poco las cosas y que solucionar algo? Es una idea interesante que explorar, la idea de qué sucede cuando puede que no haya ninguna esperanza, pero decides que vas a seguir actuando hasta que la esperanza llegue. Creo que esto la hace diferente de la mayoría de películas de crímenes; siempre queda la pregunta de "¿qué pasa si el crimen no tiene solución?"

Puede que el mayor desafío de McDonagh fuera equilibrar la comedia negra de la historia con la cruzada emocional de Mildred. McDonagh confió en que el humor estuviera ahí, negro y cortante, aunque permitió a sus personajes moverse por la angustia de la pérdida, la injusticia y la resistencia al cambio.

"Lo que le pasó a la hija de Mildred es muy triste y horroroso, así que pensé que era importante mantener las riendas de la comedia, incluso en los momentos más negros, y asegurarnos de que la lucha de Mildred contra la desesperanza la mantuviera en pie durante toda la película", explica McDonagh.

La forma única de McDonagh de combinar diferentes tonos es algo a lo que aspiran todos los actores. Según apunta el actor Lucas Hedges: "El guión de Martin es fantástico y realista al mismo tiempo, un sueño para cualquier actor. Escribe textos muy honestos emocionalmente hablando, casi shakesperianos en algunos momentos por el registro tan elevado". Abbie Cornish añade: "Hay algo muy puro en el tono de Martin. No es una ilusión, sino todo lo contrario: es sólo la verdad".

Según McDonagh, esta película es la más trágica que ha escrito, pero también es una búsqueda de la esperanza. "Aunque el punto de partida es muy triste, también hay mucha comedia y esperamos que sea muy emotiva en algunas partes", afirma McDonagh. "Creo que es mi forma de ver la vida. Veo la tristeza de determinadas cosas, pero siempre intento moderarla con el lado positivo, con humor, por muy negro que pueda ser, y con la lucha contra la desesperanza".

Para el productor, Graham Broadbent, que trabajó con McDonagh en ESCONDIDOS EN BRUJAS y SIE7E PSICÓPATAS, y produjo la película junto a McDonagh y Pete Czernin, el resultado es una película que "camina por la cuerda floja entre la comedia y la tristeza; y es narrativamente ingeniosa".

Broadbent apunta que los instintos de McDonagh mantuvieron el equilibrio. "Creo que viene de los días de Martin en el teatro", comenta el productor. "En el escenario parece que él ya se ha adelantado en su cabeza para saber cómo reaccionará la gente. Con Martin sabes que las palabras que ha escrito y las interpretaciones que va a conseguir van a llegar a la audiencia".


Mildred
"Vaya, hombre, entonces supongo que es su palabra contra la mía, ¿eh?. Igual que en todos esos casos de violación de los que hablan, sólo que en este caso, la cría no pierde". - Mildred Hayes

Frances McDormand interpreta a Mildred Hayes, que es la persona que inicia toda la historia de TRES ANUNCIOS POR UN CRIMEN. McDormand debutó en el cine con el clásico de cine negro de los hermanos Coen  SIMPLEMENTE SANGRE, y desde ahí se ha construido una carrera con la que ha ganado la triple corona de los premios: Tony, Emmy y Oscar®.

"Escribí el personaje de Mildred para Frances", revela McDonagh. "No había ninguna otra actriz que reuniera todos los elementos que requería el personaje de Mildred. Tenía que tener muy en cuenta tanto la sensibilidad de la clase obrera como la sensibilidad rural. También tenía que ser alguien que no hiciera que el personaje fuera sentimental. El trabajo de Frances es fundamentalmente sincero. Sabía que Frances sería capaz de interpretar la oscuridad que hay en Mildred, y que también tendría la destreza para darle el toque de humor, pero teniendo siempre en cuenta la situación que está atravesando el personaje".

Con este personaje, McDormand exploró una tradición que siempre ha estado reservada para los hombres: el héroe solitario que desafía a todo un pueblo.

"En ningún momento pensamos en otra actriz", apunta Graham Broadbent. "Frances recibió el guión en el momento en que Martin terminó con él; dijo que sí, y ahí se acabó todo. Martin escribió un personaje muy específico; y luego vino Frances y lo hizo suyo totalmente. Hay muy pocas personas capaces de abarcar ese espectro tan amplio que va desde el sufrimiento hasta el humor. Mildred puede ser un poco dura a veces, pero Frances estaba tan sintonía con su humanidad, que con unos pocos momentos cómicos, la audiencia vuelve a ponerse de su lado".

McDormand coincidió con McDonagh 15 años antes, tras una interpretación en su galardonada obra El hombre almohada, y después de hablar con él brevemente sobre su nueva carrera en el cine, le sugirió que escribiera un personaje de cine para ella. "Nada más pronunciar esas palabras, deseé no haberlas dicho jamás, porque se supone que no puedes hacer eso. Pero ahora, 15 años después, me ha enviado el guión", comenta la actriz. "Leí el guión y me encantó; no me podía creer la suerte que había tenido de que me pidieran que hiciera de Mildred".

"Una cosa en la que creo que Martin es muy bueno es en la noción griega de la existencia humana: hay muchas ideas épicas y relevantes que le permiten profundizar en la historia", explica McDormand. "Además, al hacer que el personaje protagonista fuera una mujer en vez de un hombre, lleva la película al reino de las grandes tragedias. También juega con el moderno género de la venganza, aunque no llega a ser una película de venganza femenina. Pero cuando ves un personaje femenino que busca justicia, la historia trasciende del género para hablar de la condición humana".

El intenso diálogo de McDonagh se mezcló con sus propios instintos teatrales. McDormand define el estilo de McDonagh como "una forma de realismo mágico, mezclado con algo parecido al gótico sureño, y basado en la idea de que la gente de los pequeños pueblos no es prosaica, sino poética".

"Martin y yo fuimos siempre totalmente sinceros el uno con el otro; siempre le decía todo a la cara", asegura. "La naturaleza combativa de nuestras conversaciones fue parte de la película. Nunca empezábamos una escena sin que yo cuestionara algunas líneas del guión o las motivaciones del personaje. Sobre todo, discutimos mucho sobre en qué momentos debía llevar Mildred la bandana, que para mí es un signo de que va a entrar en acción; yo quería llevarla mucho más de lo que él pretendía".

Además de ver la tragedia griega y el realismo mágico en el trabajo de McDonagh, McDormand también veía la película como una especie de Western. Construyó el personaje de Mildred a partir de los iconos del género, en parte porque podía encontrar nuevos ejemplos de mujeres en papeles parecidos. "En retrospectiva, también pensé en Pam Greer, de los años 70, pero no es exactamente igual, porque Mildred no usa su sexualidad como lo hacía Pam", explica.

No obstante, Mildred tampoco es una pistolera. Es una madre que quiere justicia para su hija. "Como madre, simplemente vives al borde del desastre", describe la actriz. "Yo no di a luz a mi hijo, lo conocí cuando tenía seis meses, pero desde el momento en el que lo cogí en brazos y lo olí, supe que mi trabajo era protegerlo. Como padre, también ves cómo la preocupación y la ansiedad que tienes cuando proteges a alguien de esa manera, a quien te rindes completamente, puede volverse degenerativa".

McDormand hizo que el dolor de Mildred fuera la base de su interpretación. "En realidad, Mildred no es una heroína", señala McDormand. "Es una persona mucho más compleja. Se ha quedado sola con el dolor en tierra de nadie, en un punto del que no puede regresar. Una de las cosas a las que me aferré cuando pensaba en Mildred es que no hay palabra en la mayoría de los idiomas que describa la situación en la que se encuentra. Si pierdes a tu marido, eres viuda; si pierdes a tu padre, eres huérfano. Pero no hay palabra para describir a un padre que pierde a un hijo, porque biológicamente no debería ocurrir. Es algo que escapa a la capacidad del lenguaje; y ésa es la situación en la que se encuentra Mildred: destrozada".

McDormand tenía clara una cosa: "Fue Joel [Coen, su marido] el que me dijo: 'una persona no se convierte en un tipo duro, Mildred siempre fue una tipa dura". Dadas las circunstancias, ahora está experimentando cómo es ser una tipa dura, pero ella siempre habría tenido esa cualidad, lo cual creo que también explica su situación doméstica con su marido, Charlie".

También atormentan a Mildred los comentarios que le hizo a su hija, cuando le deseó todo lo peor el mismo día que fue asesinada. "¿Cómo vives con eso?", pregunta McDormand. "No se puede; y obviamente, Mildred no puede".

Para McDormand, Mildred no tiene nada que llorarle en este momento; y por eso muestra esa inmisericordia con cualquiera que se pone en su camino. "Creo que por eso hace lo que hace: porque no puede encontrar su vulnerabilidad, no puede acceder a esas emociones. Para ella es más fácil tirar un cóctel Molotov que llorar", apunta. "La imagen que tengo de Mildred es como la del pequeño niño holandés que tiene el dedo metido en un agujero de una presa: si Mildred quita su dedo y deja que todas las emociones salgan, se paralizaría completamente. Así que su dedo se tiene que quedar donde está".


"Uno no siempre entiende el comportamiento de Mildred, pero tampoco la odias nunca ni te pones en su contra", observa McDormand.

Woody Harrelson, que interpreta al enemigo principal de Mildred, el jefe de policía Willoughby, subraya que una de las cosas que diferencia a McDormand es su exhaustiva preparación para un papel. "Frances realizó un trabajo muy meticuloso para entender a Mildred; estudió hasta la historia de su familia y la hija que nunca conocemos porque ya está muerta cuando comienza la historia", explica. "Como actriz, actúa como una investigadora privada. Ella llega a un sitio, averigua todo lo que puede sobre su personaje; y su interpretación se basa en eso. Frances también tiene un ácido sentido del humor, por lo que fue capaz de coger cosas que ya eran divertidas en el guión y hacerlas mucho más divertidas todavía".

Rockwell añade: "Frances es una actriz increíble y su particular mezcla de tenacidad y compasión se ajusta a Mildred. Le aporta esa cualidad de 'luchar o morir'. Es una persona de mucho carácter y, al igual que Mildred, no deja nunca que nadie la pise, así que esa cualidad del personaje se ve muy bien reflejada".

Aunque McDormand cuestionaba continuamente el material, tanto ella como McDonagh acordaron cómo no sobrepasar nunca el tono. "Estábamos de acuerdo en cuanto a no dejar nunca que la parte cómica de la película superara a la parte emocional de la situación de Mildred", explica McDonagh. Los dos estábamos de acuerdo en que Mildred debía liberar su rabia, su enfado y todo lo que lleva dentro. Frances era como una malabarista con muchas bolas en el aire; y jugó con ellas a la perfección".

En el inicio de su preparación, McDormand dio con una idea que adoptó para su interpretación: que Mildred llevara un singular conjunto durante toda la película: una especie de mono de obrero sin adornos que se pone obedientemente cada día. "A Frances se le ocurrió que Mildred podía ir siempre vestida igual, con una especie de 'uniforme de guerra', y desde el punto de vista cinematográfico, pensé que era una buena idea", recuerda. "Trabajamos con la diseñadora de vestuario Melissa Toth para garantizar que el mono no se notara mucho, que tuviera algún pequeño retoque por aquí y por allí. Pero me gustó la idea de que Mildred no tenga tiempo para pensar lo que ponerse; porque está en guerra".

Toth añade: "Mildred es un personaje muy radical del modo en que Frances lo interpreta; y para ella era importante mostrar que Mildred se encuentra en una lucha diaria que empieza en el momento en que se viste por la mañana. A veces, lleva una bandana y a veces no, y en un momento dado incluso lleva su bata de la tienda de regalos encima del mono; pero al final lo que identifica realmente a Frances es el mono. A veces, un vestuario puede liberar a un actor y permitirle entregarse completamente al personaje".

A Toth le gustó especialmente la manera en la que el uniforme y la ferocidad del personaje de McDormand se convirtieron en una misma cosa. "Me encanta que, con este papel, Frances enciende el debate sobre qué tipos de papeles pueden y deben interpretar las mujeres", reflexiona. "El personaje de Mildred no está nada suavizado".


Willoughby

"Estoy haciendo todo lo que puedo para atraparle, señora Hayes. Por eso creo que esas vallas son muy injustas". - Jefe de policía Willoughby

Cuando colocan las vallas a las afueras de Ebbing, Misuri, parecen estar dirigidas a un hombre: el jefe de policía Bill Willoughby, que no pudo resolver el asesinato de la hija de Mildred y la dejó sin consuelo. Pero cuanto más conoces al jefe Willoughby, más te das cuenta de que el hombre al que le ha declarado la guerra Mildred ya está luchando su propia batalla personal.

"Bill es un hombre decente que suele ver lo mejor de las personas", comenta McDonagh. "De muchas maneras, es el arquetípico de policía bueno de un pequeño pueblo; pero pronto descubrimos que no está muy bien de salud y que se encuentra en un momento oscuro en el que tiene que tomar decisiones complicadas. Mildred va contra él con todos los motivos del mundo, pero Bill tiene sus propias y buenas razones para actuar de la manera que lo hace.

En el papel del hombre que es tanto el enemigo acérrimo de Mildred como su única esperanza está el dos veces nominado al Oscar Woody Harrelson, también visto este año en el papel de un coronel que lucha por la humanidad en EL PLANETA DE LOS SIMIOS: LA GUERRA y de un padre excéntrico y alcohólico en EL CASTILLO DE CRISTAL. McDonagh es amigo de Harrelson desde hace muchos años, para el que trabajó en el papel del gángster Charlie Costello en SIE7E PSICÓPATAS.

"En esta película vemos un lado diferente de Woody, definitivamente, diferente a lo que él hizo en SIE7E PSICOPATAS", apunta McDonagh. "Este es un personaje más honesto, triste y realista. Woody le aportó no sólo su gran humor sino un fuerte sentido de integridad y decencia. La decencia de Woody como hombre se refleja en Willoughby, y creo que por eso funciona tan bien".

Broadbent añade: "Woody suele interpretar personajes que están fuera de la ley o que son corruptos: desde ASESINOS POR NATURALEZA hasta RAMPART, siempre está al otro lado de la ley o en lugares oscuros. Así que lo interesante del personaje Willoughby es ver a Woody interpretando a un jefe de policía con buen corazón de verdad, un tipo venerado y adorado por su comunidad".

Harrelson ni se pensó rechazar la oportunidad de volver a trabajar con McDonagh, "Creo que Martin es uno de los grandes talentos", afirma. "Su escritura es muy fresca, viva y divertida, y a la vez tiene un humor que no encuentras en muchos guionistas. Es capaz de captar cosas sobre las relaciones humanas y la condición humana, pero también es capaz de sacar el máximo humor, tensión y emoción.

Una de las cosas a las que mejor supo captar Harrelson sobre Willoughby fue su capacidad para soportar todo tipo de presiones sin ceder a ninguna de ellas. "Está bajo mucha presión por parte de Mildred, y encima él no se encuentra del todo bien, así que aguanta mucho", detalla Harrelson. "Pero lo que encuentro interesante acerca de él es que en realidad no es un tipo nervioso. Está en medio del fuego cruzado, pero él sigue yendo a lo suyo".


Cuando colocan las vallas, Mildred y Willoughby entran inmediatamente en conflicto, pero los dos entienden la postura del otro. "Woody y yo no hablamos mucho sobre los personajes, no lo necesitamos", afirma McDormand. "Hay algo muy parecido entre Woody y yo. De hecho, creo que él podría haber interpretado a Mildred y yo a Willoughby. Y creo que si hay algo parecido a una tensión sexual tradicional en la película es entre los dos; pero es mucho más interesante que eso. Podrían haber sido amigos, podrían haber sido socios y en mejores circunstancias tal vez podrían haber encontrado la respuesta juntos".

Harrelson también se sintió identificado con la inquebrantable devoción de Willoughby a su familia pase lo que pase. "Me sentó muy identificado con su necesidad de cuidar de sus hijos y su esposa. Y me gusta que Willoughby los problemas de salud que tiene no le detengan", añade. "Es uno de esos tipos que se dice a sí mismo: 'no voy a dejar de vivir la vida'. Se niega a que eso le afecte".

Cuando los problemas del mundo de Willoughby se convierten en una crisis, McDonagh le da a Harrelson total libertad para explorar los giros emocionales. "Martin no es un director con mano dura", comenta Harrelson. "Él llega con algunas notas, pero lo ve todo muy claro y puede hacer muchas cosas con pequeños ajustes. También tiene un sentido del humor estupendo. Es capaz de burlarse de mí si estoy haciendo algo demasiado exagerado; y en vez de ponerme a la defensiva, me río con él.

Lo mejor de todo es, según Harrelson, la manera en la que interpreta McDonagh sus personajes, que hace que sean más de lo que parecían. "Una de las mejores partes de la escritura de Martin es que te lleva dentro de personajes que parecen ser una cosa hasta que te das cuenta de que hay mucho más en su interior, y entonces realmente empiezas a preocuparte por ellos y a ver algo más que lo viste al principio. Al final, así es como crea algo que realmente te llega dentro", resume Harrelson.

La esposa del jefe Willoughby, Anne, desempeña un papel clave para mantener centrado a Willoughby. El personaje lo interpreta Abbie Cornish, que anteriormente trabajó con McDonagh y Harrelson en SIE7E PSICÓPATAS. Eso hizo que su relación de marido y mujer fuera genuina desde el primer día. "Woody y yo somos amigos, por eso nos resultó más fácil hacer de matrimonio", apunta Cornish. "En mi opinión, para hacer bien el personaje de Anne, simplemente tenía que ser libre. Anne y Willoughby tienen un matrimonio muy moderno, lleno de amor y admiración, pero también disfrutan tomándose el pelo el uno al otro, haciéndose reír y seduciéndose. Es como si la juventud de su amor estuviera presente junto con la naturaleza atemporal de lo lejos que han llegado juntos".

Harrelson conmovió a Cornish con la manera de interpretar a Willoughby, lo que hizo que para ella fuera mucho más natural afrontar el declive de su marido. "Como actor, Woody es muy puro", señala. "Fue bonito verle interpretar a Willoughby en un momento de su vida en el que las cosas van tan mal. El destino está mirando a Willoughby a la cara, pero Woody le da energía al personaje. También fue una satisfacción porque nunca sabía lo que iba a hacer Woody; y hacer de marido y mujer con alguien así es emocionante".


Dixon
"No puedes llamar capu**o a un oficial de la ley en su propia comisaría, Sra. Hayes. Ni en ningún otro lugar en realidad" - Oficial Dixon

La mano derecha de Willoughby, Dixon, es un oficial cuya autoridad queda autosaboteada por su propia intolerancia y su temperamento errático, lo cual también merma la autoridad y las instrucciones de su jefe.

El papel lo interpreta Sam Rockwell, que ha dado vida a una larga lista de personajes inolvidables, como la interpretación de Chuck Barris en CONFESIONES DE UNA MENTE PELIGROSA; el protegido del estafador Nicolas Cage en LOS TRAMPOSOS (MATCHSTICK MEN); el astronauta Sam Bell en MOON, el injustamente condenado Kenny Waters en BETTY ANNE WATERS (CONVICTION), de Tony Goldwyn; el miembro de la pandilla de Jesse James, Charley Ford, en EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD; y Billy Bickle en SEIS PSICÓPATAS, dirigida por McDonagh.

"Dixon parece ser todo lo que alguien podría despreciar de un hombre, pero hay algo en él, en parte por la forma en la que lo interpreta Sam, que es infantil y emocionante a pesar de todos sus odiosos y horribles defectos", resume McDonagh.

"Es posible que Dixon sea mi personaje favorito", confiesa Harrelson. "Sam tiene una habilidad única para interpretar a este tipo de personajes, en los que ves que hay algo que no termina de estar bien; de hecho casi todo lo que hace Dixon está mal, pero aun así, siempre se termina redimiendo. Sam, al igual que Dixon, es increíblemente inocente, por eso te preocupas por él aunque haga cosas malas. Creo que es un actor asombroso, y ha sido increíble volver a trabajar con él".

McDonagh y Rockwell habían trabajado antes no sólo en SIE7E PSICÓPATAS, sino también en la obra A BEHANDING IN SPOKANE; aun así, este era un territorio nuevo. "Siempre pienso en Sam como en el actor de su generación al que acudir", revela McDonagh. "Cuando interpreta a alguien oscuro, realmente lo hace.

La versatilidad de Rockwell fue una cualidad especialmente útil en un personaje que experimenta cambios muy profundos durante la película. "Sam nos dio mucho con su capacidad para improvisar con Martin", apunta Graham Broadbent. "Intentaban muchas opciones distintas una y otra y otra vez. Y, al igual que el guión de Martin, Sam puede llevar a ser divertido, trágico y triste a la vez".

A McDormand le encantó lo que hizo Rockwell con el personaje. "Creo que es el mejor trabajo que ha hecho Sam en su vida", afirma. "Existe una gran síntesis entre Sam y Martin como actor y director que han trabajado juntos varias veces y que siguen mejorando cada día más.

McDormand continúa: "Sam y yo sentimos un profundo respeto el uno por el otro, y poder hacer escenas juntos fue un placer. Las decisiones que toma son totalmente aleatorias, espléndidas e impredecibles; es como montarte en una enorme montaña rusa sin saber qué cuestas vienen. Creo que él sabía que tenía dentro de sí un alma gemela para trabajar conmigo. Nunca llegamos a pasar del punto de no retorno, pero siempre íbamos un poco por el filo de la navaja. Y lo que me encanta también de Dixon es su capacidad para redimirse. Martin permite su redención, y él nunca jamás se convierte en una caricatura. Siempre es algo más que eso y lo que lo salva es su amor por Willoughby: el cariño entre dos hombres".

Al igual que sus compañeros de reparto, Rockwell se sintió atraído por la escritura de McDonagh. Rockwell afirma: "Martin está especialmente bien en este guión al tratar con tabúes, tabúes raciales y otros tabúes que sabe sacar a la superficie de muchas maneras convincentes".

Rockwell apunta que, aunque McDonagh provenga de Irlanda, posee grandes conocimientos sobre los pequeños pueblos de Estados Unidos, tal vez porque las ciudades trabajadoras de cualquier parte del mundo tienen muchas cosas en común. "Martin conoce los pequeños pueblos porque en Irlanda existe el mismo tipo de conflictos. La clase trabajadora es la clase trabajadora dondequiera que vayas, por eso escribe también sobre ellos. Creo que podrías hacer esta misma película con acento irlandés o con acento de Brooklyn y funcionaría igual de bien que en Misuri".

Quizás el acento local sea irrelevante, pero Dixon es ciertamente un personaje por derecho propio. "Dixon es una especie de clásico", reflexiona Rockwell. "Es como el bastardo Edmundo en El rey Lear, un personaje que está realmente muy enfadado: enfadado con el mundo, y con la idea en la cabeza de que siempre le han tratado mal. Parece al principio que es una especie de villano de Ebbing, y sin embargo es mucho más complicado que eso.

En última instancia, cuando se revela la vida dependiente que lleva Dixon en casa, por fin podemos ver la fuente de su tormento psíquico. "Todavía vive con su madre y por eso está como encallado, incapaz de liberarse y de convertirse por fin en un adulto", explica Rockwell. "Tiene una relación extremadamente disfuncional con su madre; y eso le crea un poco de trauma, que luego paga con los demás".

"Creo que todos podemos sentirnos un poco identificados con su ira y su tristeza, así como con el culto que le profesa al jefe Willoughby", continúa Rockwell. Creo que todos hemos sentido ese tipo de admiración por alguien, de quien hemos anhelado su aprobación".

Rockwell y Harrelson parecieron encontrar el punto que hizo que el complejo vínculo entre Dixon y Willoughby se hiciera aún más fuerte. "Woody tiene una verdadera brújula moral, y también es muy relajado, lo que te hace sentir a gusto con él. Con grandes actores como él, a menudo hay un sentido de anarquía y picardía, que es lo que le aporta Woody a Willoughby", explica Rockwell. "Su enfoque nunca es predecible".


McDonagh y Rockwell estuvieron de acuerdo en que el gran riesgo con el personaje de Dixon era que se convirtiera en una caricatura aunque fuera un segundo. Su humanidad era la clave. "Los dos sabíamos que Dixon tenía que parecer real, y no estar ahí sólo por las bromas", afirma Rockwell. "En realidad, era igual de arriesgado interpretar el personaje sólo por las bromas o sólo por su rasgo conmovedor. Creo que al final la gente verá elementos en conflicto en el personaje de Dixon Quiero que el personaje irrite, enfade y entretenga al público, y que sientan cariño por él, todo al mismo tiempo.


JamesJAMES
"Sé que soy un enano que vende coches usados y tiene problemas con la bebida, lo sé. Pero, ¿quién diablos eres tú? Eres la mujer de los anuncios que nunca jamás sonríe..." - James

En el papel de James, un lugareño que siente algo por Mildred, está Peter Dinklage, dos veces ganador del Emmy y ganador del Globo de Oro por su imponente papel de Tyrion Lannister en la serie de HBO JUEGO DE TRONOS. En este caso interpreta un personaje totalmente opuesto como vendedor de coches usados de clase trabajadora, cuya principal ambición es conseguir una cita con Mildred. Dinklage recuerda que su reacción inmediata al leer el guión fue: "Martin lo ha vuelto a hacer. Una cosa de los guiones de Martin es que da igual lo pequeño que sea el papel, está muy bien escrito. A medida que pasas las páginas, profundiza más y más en todos los personajes; y eso es lo que le pasa tanto a James como al resto de personajes.

Dinklage describe a James como un "tipo que tiene muy buena opinión de sí mismo, pero que está decidido a llamar la atención de Mildred. El papel también le ofrecía a Dinklage su primera oportunidad de trabajar con Frances McDormand. "Es lo mejor de lo mejor, porque no tiene ninguna vanidad", apunta. "Se implica al cien por cien de principio a fin".

Dinklage también disfrutó viendo a Sam Rockwell en el papel de Dixon. "Lo que Martin y, especialmente Sam, han hecho es poner en duda todos los juicios que los espectadores puedan hacer de Dixon, lo cual es realmente satisfactorio. Hace que tu cabeza dé vueltas mientras terminas sintiendo empatía por él".

Como con todos los actores de la película, Dinklage se sintió atraído especialmente por la capacidad de McDonagh de cambiar el estado de ánimo en un momento. "El cuidadoso equilibrio que consigue Martin entre lo gracioso y lo serio es algo magnífico. Supongo que es la misma razón por la que a veces la gente se ríe en los funerales", reflexiona Dinklage. "En la vida real, las emociones opuestas a menudo chocan entre sí de esa manera. Cuando de repente encuentras algo de humor tras una gran tragedia, es un gran alivio, y creo que está en la naturaleza humana buscar ese sentimiento. Martin realmente no puede evitar pasar de lo emotivo a lo gracioso y de vuelta a lo emotivo, ya que ese es el tipo de narrador que es él".


Charlie
"No tienes que darme explicaciones porque te vayas a cenar con un enano, Mildred" - Charlie

El exmarido de Mildred, Charlie, comparte su dolor por su hija, pero eso es todo lo que tienen en común.

Charlie es otro complejo personaje secundario de la película, que aporta la misma agonía y la misma comedia. Por eso, McDonagh decidió darle el papel al nominado al Oscar® John Hawkes, conocido por sus intensas y humanas interpretaciones en WINTER'S BONE, MARTHA MARCY MAY MARLENE, SESIONES DE SEXO y el clásico de televisión de HBO, DEADWOOD. "John sólo aparece en unas pocas escenas, pero en ese poco tiempo, tiene que ser capaz de llegar al espectador, y él lo consigue", afirma McDonagh.

Según comenta Hawkes sobre el atractivo del personaje: "Charlie podía ser un personaje completamente antipático, lo cual no me asusta como actor, pero Martin le escribió con unos matices bastante variados. Uno ve que todavía existe algo de amor entre él y Mildred, lo cual no es de esperar. Y Frances está tan extraordinariamente bien en el papel de Mildred que ayudó a transmitir todos esos matices.

La ilusión de trabajar con McDormand fue enorme. "Es una de mis actrices favoritas del mundo, por lo que fue emocionante y, a la vez, abrumador", confiesa. "Pero es una persona y actriz muy amable, cercana y generosa, así que me sentí muy cómodo de inmediato. En algunas escenas, a veces me perdía sólo mirándola y luego me daba cuenta de que me tocaba hablar.

Durante las interacciones entre Charlie y Mildred se encuentra el fantasma palpable del abuso mutuo que hubo en el pasado. "Creo que Charlie pudo haber bebido y gritado mucho cuando estaban juntos y, sin embargo, creo que también la quería mucho, así que nunca fue una relación de todo blanco o negro; me gusta la parte gris de las cosas, y esta película ofrece mucho de eso", señala Hawkes.

Trabajar con McDonagh ayudó a Hawkes a navegar por esas áreas grises con atención y precisión. El actor explica: "Como director, Martin no deja nada en el aire. Es muy específico. Charlie era un personaje complicado y Martin me ayudó mucho a descifrarlo. Creo que como Martin viene del teatro, trae consigo un tipo diferente de ambiente, donde hay más afinidad y comunión con los actores".


Robbie
"Por mucho que una persona intente evitar los detalles de lo que ocurrió, porque piense que eso no le haría ningún bien y que no podría soportarlo, también es bueno que le informen con una letra bien grande y una fuente bien bonita de los detalles precisos de sus últimos momentos". - Robbie Hayes

El único hijo vivo de Mildred, el adolescente Robbie, lidia con la muerte a su manera, hasta el punto que llega a pensar que la obsesión de su madre con el asesinato de su hermana es gracioso de una manera muy oscura. El papel lo interpreta Lucas Hedges, recientemente nominado al Oscar® por su papel en MANCHESTER FRENTE AL MAR.

"Creo que Robbie ha pasado por una transición en su vida desde que murió su hermana", comenta Hedges. "Probablemente era más suave, más emotivo, más inmaduro antes, pero creo que lo que se ofrece al espectador es una persona madura y mucho más dura. También tiene un gran sentido del humor dado lo oscuras que son las cosas para él; y a Martin le encanta contrastar el humor con la oscuridad".

Hedges apunta que Robbie se siente apartado por la manera tan privada en la que Mildred lleva su dolor, y lo poco que ha contado con él para tomar sus decisiones. "Después de la muerte de Angela, Mildred entró en un estado catatónico que duró siete meses, por lo que Robbie cuidaba de ella de una manera poco habitual para un hijo", explica Hedges. "Él quiere mucho a su madre, pero creo que se siente perdido porque ella nunca le habla de cómo se siente o cuáles son sus intenciones; y ni siquiera le habla de los anuncios que pretende poner".

Quizás los efectos más duros de Mildred recaen sobre su hijo, Robbie, al que da la espalda para descubrir la verdad sobre la muerte de su hija. "Mildred sabe que Robbie es capaz de sobrevivir, por lo que se convierte en un daño colateral. "En cierto modo, sacrifica a su hijo", comenta McDormand.

Eso implicaba que McDormand tenía que trabajar de una manera muy específica con Hedges. "Antes de mis escenas con Lucas le dije que podía darle lo que necesitara mientras estuviéramos fuera de cámara, pero la realidad es que durante las escenas no recibiría mucho de mí parte porque Robbie no recibió gran cosa de su madre durante siete meses. Mildred se quedaba en el sofá, apenas respirando; y su hijo tenía que cuidarla como si fuera una inválida. Y sé que fue difícil para Lucas porque es un actor joven que realmente quiere escuchar y responder, pero ese no es el caso con Mildred. No podía darle eso porque mi personaje ya no tiene trato con Robbie".

Hedges disfrutó de la oportunidad de aprender de McDormand. "Era como si estuviera en la escuela de interpretación y ella fuera la profesora", asegura Hedges, que recientemente asistió al conservatorio de la Escuela de Artes de la Universidad de Carolina del Norte. "Tenía un diario en el que sólo escribía las cosas que Frances decía, que en algún momento será emocionante volver a mirar".


En cuanto a qué hace que Frances sea tan buena, Hedges afirma: "No es ningún secreto. Nunca he escuchado a Frances decir algo que no sintiera de verdad. Nunca te elogia si cree que no lo mereces. Es amable, pero es implacable. Es una persona curtida al igual que Mildred".


Red
"No infringe ninguna ley de propiedad. No infringe ninguna ley de ninguna j*dida cosa. Lo he comprobado todo". - Red

Cuando Mildred Hayes decide comprar tres vallas publicitarias para irritar a la policía y a toda la comunidad de Ebbing, entabla un negocio con el joven Red Welby, un acuerdo que no presagia nada bueno para Red. El papel lo consiguió Caleb Landry Jones, que debutó en el cine con el papel de un chico que va en bicicleta en la película de los hermanos Coen SIN LUGAR PARA LOS DEBILES, y pudimos verle recientemente en la exitosa historia de terror HUYE!. Jones afirma que el guión le impactó hasta el punto de que "habría interpretado cualquier papel que Martin me hubiera pedido".

Pero Red era un reto bastante particular, sobre todo porque él se ve más envuelto en la búsqueda de justicia de Mildred pagando un precio. "Al principio, creo que Red sólo quiere quedar bien ante su atractivo asistente y quiere el dinero, por lo que piensa, 'de acuerdo, señora loca, voy a aceptar su dinero'. Pero a medida que conoce más a Mildred y su situación, se convierte en algo más", explica Jones.

Red también es uno de los inadaptados de la ciudad. "La idea de Martin es que Red sea una persona que quiere irse de Ebbing algún día, y que espera conseguirlo, pero creo que tal vez no lo consiga", reflexiona Jones.

En una escena, a Red lo lanzan por una ventana. McDonagh tomó la decisión de rodar la escena de una sola vez.

"La escena de la ventana de Red se escribió originalmente en el guión como una sola toma", explica McDonagh, "y siempre se pensó como una pieza cinematográfica central de la película. Programamos un día entero para grabar la escena, y luego nos preparamos mucho para hacerla. Creo que sólo nos hicieron falta como cuatro o cinco intentos, y para el mediodía ya habíamos terminado. No sé qué hicimos durante el resto de día, probablemente tomar algo y celebrarlo. Es un placer hacer este tipo de tomas de dos minutos en la que ocurren tantas cosas".

El amplio elenco de TRES ANUNCIOS POR UN CRIMEN también incluye a Samara Weaving como la novia de Charlie, Penelope; Amanda Warren como la única confidente de Mildred, Denise; Kerry Condon como la novia de Red, Pamela; y Zeljko Ivanek como Cedric, el sargento de la oficina de policía.

Según comenta Kerry Condon, a la que vimos recientemente en CAPITÁN AMÉRICA: CIVIL WAR: "Pamela es como la joven que nunca será la hija de Mildred. Es algo muy de Martin hacer que un personaje que sólo habla unas pocas veces en la película sea tan importante.

A Ivanek, que trabajó con McDonagh en ESCONDIDOS EN BRUJAS, también le gustó su personaje. "Me encanta interpretar a alguien que se toma tan en serio su trabajo por pequeño que sea" afirma.

McDonagh ensayó intensamente con todo el elenco, excepto con McDormand, que llegó al rodaje en el último momento, tal y como le sugirió McDormand.

"Es genial, porque Mildred está en guerra con todos, por lo que Frances pensó que era mejor experimentar esas reacciones espontáneamente delante de la cámara, y aunque no estaba seguro, al final me convenció", revela McDonagh. "El trabajo con el resto de actores fue casi como hacer teatro: hablamos mucho sobre sus personajes y sus decisiones. Es un reparto realmente bueno".


La fotografía

"Al menos he tenido un día de esperanza. Que es más de lo que he tenido en mucho tiempo". - Mildred Hayes

Aunque Ebbing es ficticio, Martin McDonagh hace que parezca un lugar real, un lugar que ofrece los encantos, y también la claustrofobia, de un pueblo rural donde todo el mundo conoce los negocios de todos. Trabajó con un equipo que incluye al director de fotografía Ben Davis, al editor Jon Gregory, a la diseñadora de producción Inbal Weinberg y a la diseñadora de vestuario Melissa Toth para hacer que Ebbing fuera otro de los personajes vívidos de la película.

Davis ha rodado una variedad ecléctica de películas, que van desde EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD hasta GUARDIANES DE LA GALAXIA; aunque previamente ya forjó su relación con McDonagh en SIE7E PSICÓPATAS. "Hay algo entre Ben y Martin que hace que las palabras y los pensamientos de Martin cobren vida visual", apunta Graham Broadbent. "Ben captura el paisaje rural estadounidense de una manera dramática, a la vez que graba a los personajes de una manera minimalista, pero emocionalmente sorprendente".

McDonagh describe la fotográfica como "algo hermoso, pero no excesivamente moderno, estilizado o saturado". Y añade: "Ben y yo somos aficionados a las películas americanas de los 70, así que queríamos conseguir esa sensación".

Davis podría haber utilizado los años 70 como referencia general para la fotografía de la película, pero cree que con el trabajo de McDonagh "no hay puntos de referencia reales. Cuando leí el guión no pude decir en ningún momento: "Bueno, eso me recuerda a esta película o a esa imagen". Todo es tan específico y tan Martin...

Sin embargo, Davis se inspiró sutilmente en la obra de Stephen Shore, un fotógrafo estadounidense de arte de los años 1970, conocido por sus paisajes despoblados y sus momentos de naturaleza muerta: una cena, un cartel en la carretera, un motel solitario.

También pasó mucho tiempo en las locaciones de la película absorbiendo el terreno y la geografía. "Para mí, se trata de ángulos de cámara, así que realizo muchísima preparación. En lugar de quedarnos metidos en la oficina, salíamos y nos sentábamos en los lugares de rodaje y hacía muchas fotografías para encontrar las mejores maneras de capturarlas", explica Davis. "Me interesaba especialmente la idea de pequeños pueblos de una sola calle comercial y de cómo fotografiarlos; y en gran parte se trataba de elegir el momento adecuado del día".

Eso significaba trabajar con horarios de rodaje, que nunca es fácil. Yo quería rodar una gran parte de la película a primera hora del día o al anochecer, en la hora mágica, pero el anochecer, claro, es un breve período y teníamos tanto diálogo en la película que fue un verdadero desafío para Martin. Martin y los actores ensayaban y ensayaban, y luego, pum, lo rodábamos todo muy rápido, con la esperanza de conseguir lo que buscábamos... y por suerte lo hicimos".

La película también presenta no sólo una secuencia de fuego técnicamente complicada, sino dos, en las que usamos llamas reales. "Queríamos hacer todo, prácticamente, por la emoción de hacerlo", explica Davis. "Cuando uno tiene llamas reales, crea un impacto en los actores que se puede percibir; y se alimentan de esa energía y ese calor. Pero, por supuesto, el fuego requiere una gran cantidad de precaución y logística".

Algunos de los trabajos más exigentes de Davis ocurrieron durante la épica e ininterrumpida secuencia de una sola toma de la ventana de la oficina de Red, aunque él afirma que no se hizo para llamar la atención.

"Es técnicamente emocionante hacer una secuencia grande de una sola toma, pero sólo debes hacerlo si hay una buena razón narrativa para hacerlo y si ofrece algo dramático", explica citando sus reglas básicas. "Creo que éste es un caso en el que suceden ambas cosas. Como no tiene cortes, se vuelve increíblemente envolvente y parece que estás ahí con Dixon durante todo momento. La brutalidad de la escena es también más creíble porque no hay cortes que te recuerden que estás viendo ficción".

Graham Broadbent comenta de la toma: "Es una manera importante de hacer que los dos mundos de la película se unan: la estación de policía y la agencia de publicidad. Fue realmente complicado porque esa sola toma incluye escaleras, peleas, alguien que sale por una ventana, más escaleras, violencia en la calle y de vuelta a la comisaría. Ben y todo el equipo hicieron un trabajo increíble para hacerlo tan visceral".

Melissa Toth recuerda de la escena: "Todos los jefes de departamento tuvieron mucho trabajo. Además de todo, Caleb tuvo que cambiarse rápidamente y ponerse una ropa destrozada y ensangrentada mientras corría por las escaleras, así que mi equipo también formó parte de la escena. Para mí era como ver teatro en vivo. En realidad me puse nerviosa y todos nos emocionamos mucho cuando terminó".


La creación de Ebbing y sus vallas publicitarias

"¿Cuánto cuestan los conejos estos de 'Bienvenido a Misuri'? - Chico del corte de pelo

Ebbing, un pueblo ficticio de las montañas de Ozark, tiene su propia personalidad conflictiva como un lugar que parece inmutable y que a la vez se topa con el mundo moderno. Durante la búsqueda de un pueblo que encajara, se viajó por Ohio, Nuevo México, Misuri, Misisipi y Georgia; y la producción se realizó en la pequeña Sylva, Carolina del Norte, situada en Great Smoky Mountains.

"Sylva no tiene nada que te haga pensar que allí se puede desarrollar una historia tan oscura como ésta", apunta McDonagh, "y eso era importante: hacer que el pueblo fuera perfecto para Mildred".

La tarea de transformar Sylva en Ebbing recayó en la diseñadora de producción Inbal Weinberg (BEASTS OF NO NATION, ST. VINCENT), que empezó investigando la historia visual de los pueblos del interior de Estados Unidos. Weinberg explica: "Miré dos tipos diferentes de fotografía: fotógrafos documentales de los años 60 y 70 que estaban fotografiando la vida cotidiana en ese momento; y fotógrafos recientes que documentan pueblos desaparecidos. Yo estaba influenciada tanto por los ritmos de la vida cotidiana de los pequeños pueblos como por los recuerdos de un modo de vida que está desapareciendo".

Y en un momento dado encontró su propia visión de Ebbing en colaboración con McDonagh. "La idea es que Ebbing no es un pueblo muy rico, pero tampoco está arruinado", explica. "No está superpoblado, pero es un pueblo que aguanta, uno de esos pueblos que tiene la misma apariencia que tenía hace medio siglo, aunque hay muestras del cambio; un pueblo con algunas zonas en peor estado, pero con una orgullosa historia.


Con eso en mente, Weinberg empezó a peinar Sylva para encontrar lugares donde rodar. "Era muy importante para Martin que todo fuera físicamente real", señala Weinberg. "De hecho, Martin escogió Sylva porque no sólo tiene una calle principal muy clásica, sino que también pudimos reflejar la proximidad de la agencia de publicidad y el departamento de policía, tal como está en el guión. Uno de los puntos fuertes de los pueblos pequeños es la sensación de que la gente está muy conectada a la vida de los demás; un sentimiento que era clave para Martin.

Después, Weinberg comenzó a buscar la carretera en la que Mildred alquila sus tres vallas publicitarias. El reto era que McDonagh quería que la casa de Mildred estuviera cerca, de manera que en las tomas de su casa se vieran los anuncios al fondo. "Miramos un montón de carreteras, conduciendo durante días y días por la maravillosa Carolina del Norte Occidental", comenta Weinberg.

Y al final resultó que la primera carretera que visitaron fue la que más cautivó a McDonagh. "Había algo pintoresco y hermoso, a la vez que solitario en cierto modo", recuerda. "Y después Inbal y yo comenzamos a trabajar en el diseño de los anuncios de Mildred".

Weinberg le ofreció a McDonagh numerosas opciones. "Miré todas las fotos posibles de vallas publicitarias personales", asegura. "Probamos distintas fuentes, diferentes colores y diferentes estructuras de frases. Uno de los mayores avances fue una idea que tuvo Martin: utilizar un fondo rojo que hiciera que las letras destacaran. Cuando lo probamos, nos encantó, y no sólo fue una gran decisión, sino que hizo que el rojo se convierta en un color importante durante toda la película".

Las vallas publicitarias pasan por seis fases diferentes de existencia. "Fue increíblemente complejo", señala Weinberg, "porque estas vallas son enormes estructuras y no se mueven con facilidad. Tuvimos reuniones enteras dedicadas a programar las vallas publicitarias". La producción también encontró un medio para cubrir los carteles cada noche, para no dejar algo tan chocante para la comunidad local que va conduciendo por la carretera.

Los diseños de Weinberg abarcaban desde los detalles más amplios hasta los más ínfimos detalles de la vida de Ebbing; incluso se le ocurrió hacer pegatinas para los coches y mascotas para un instituto de un pueblo que ni siquiera existe.

Para la comisaría de Ebbing, Weinberg y su equipo transformaron una tienda de envío de antigüedades. "Realicé una amplia investigación sobre estaciones de policía de pequeños pueblos", afirma Weinberg. "Sabíamos que queríamos contar con una celda, a pesar de que la policía moderna no las utilizan mucho, pero en mi mente Ebbing nunca se renovó. Además, todo estaba a prueba de fuego, hasta el suelo, y nuestro supervisor de efectos, Burt Dalton, trabajó con nosotros para hacer pruebas de quemado en todo, desde los escritorios hasta las bombillas.

Para la oficina de Red, Weinberg utilizó un diseño retro. "Me inspiré principalmente en las fotos de las tiendas publicitarias de los años 20 y 30, cuando todo eran señales tradicionales y eso nos dio la idea de usar las paredes para mostrar la historia de Ebbing", explica. "Encontramos viejos carteles publicitarios en tiendas especiales y también conseguimos artículos en una tienda local de señales".

Weinberg mantuvo la casa de Mildred en desorden. "Tenía que parecer la casa de una madre afligida", describe. "Frances tenía muchas ideas que implementamos. Para todos nosotros era importante que la habitación de su hija fuera la más limpia de la casa. El reto era crear una habitación de adolescente animada que esté llena de su ausencia".

Uno de los decorados favoritos de Weinberg era la casa en la que vive Dixon con su madre. "Martin tuvo la idea de que desde el porche de la casa de Dixon se pudiera ver la calle principal; y sorprendentemente, encontramos la casa perfecta tal y como Martin la había imaginado. Era una casa pequeña, pequeña, en la que era complicado grabar dentro; pero como a Martin le gustó tanto, al final lo conseguimos. Para las piezas de arte folk que hace su madre, compramos algunas pinturas maravillosas de la tradición naïve de un artista de Carolina del Sur y llenamos la casa con fotos de la familia y papel pintado de color amarillo ahumado.

Otro de los favoritos de Weinberg era la fantasiosa tienda de regalos de Ebbing en la que trabaja Mildred. "La tienda se creó de la nada así que, básicamente, tuvimos que marcar todos nuestros artilugios y artículos de regalo para una ciudad inexistente. Una idea que nos gustó es que, aunque es una tienda de regalos, está en un lugar que no es muy acogedor. Es una tienda que está bastante aislada, ya que Mildred es también un personaje aislado", explica la diseñadora. (Todo lo que se ve en la tienda, conejos, es un tema recurrente de McDonagh en toda su carrera en el cine).

Daba igual dónde estuvieran o qué estuvieran construyendo, Weinberg se sintió agradecida por el apoyo de la población de Sylva para crear la ciudad ficticia de Ebbing. "Cuanto más rodábamos, más emocionados estaban, hasta el punto que empezaron a crear sus propias camisetas y recuerdos. La población de Sylva agregó un alma especial a la producción".

Mientras tanto, Melissa Toth se encargó de "vestir" a Ebbing: desde los looks retro de Red y Pamela hasta los uniformes de la policía de Ebbing. Toth ha trabajado con una gran cantidad de directores visionarios como Michael Gondy, en ETERNO RESPLANDOR DE UNA MENTE SIN RECUERDOS o Kenneth Lonergan, en MARGARET y MANCHESTER FRENTE AL MAR, pero afirma que incluso entre ese grupo, McDonagh destaca.

"Su escritura es muy personal", reflexiona, "y lo complicado para un diseñador de vestuario es que la forma en que la gente habla no siempre coincide con la apariencia que tienen. Mi manera de trabajar con él era simplemente bombardearle con ideas y esperar sus comentarios. A veces me daba una o dos pistas sobre los personajes, como una canción que les gusta, y yo ya me las apañaba con eso. Su narración es muy intensa, compleja y oscura, pero trabajar con él es una alegría. Es una combinación extraña".

Aunque el mono de Mildred es la pieza de vestuario central, Toth señala que "la historia está repleta de personajes estrafalarios, y es un reparto realmente bueno. La escritura de Martin te da espacio para jugar. El mundo que crea tiene mucha profundidad y misterio, y no hay nada más divertido que reflejar las profundidades del misterio con el vestuario de los personajes".

Para los uniformes de la policía Ebbing, Toth se basó en la investigación que realizó sobre la policía rural, centrándose en los parches blasonados que los hacen únicos. Cuando Dixon está fuera de servicio, lleva una chaqueta de color amarillo mostaza que refleja sutilmente que hay algo fuera de lo común en él. "Hemos recubierto y teñido esa chaqueta para obtener el color correcto", explica Toth. "Me encantó trabajar con Sam. Trabaja muy duro, pero cuando lo ves en el papel, parece que lo hace sin esfuerzo.

Pero el traje favorito de Toth es uno muy sencillo: el ligero vestido de flores que lleva la esposa del jefe de policía Willoughby, Anne, a un picnic y que sigue llevando cuando se produce un giro de los acontecimientos ese mismo día. "La forma en que lo lleva Abbie te da la sensación de que está aprovechando al máximo cada momento. La forma en la que fluye el vestido con la brisa durante el picnic es uno de esos momentos en los que un vestido es capaz de conseguir mucho visualmente hablando".

En cuanto a la banda sonora de la película, McDonagh recurrió a su colaborador habitual: Carter Burwell, nominado al Oscar® por CAROL, y también reconocido por su trabajo con los hermanos Coen y Spike Jonze. Al leer el guión, Burwell se adentró en la mentalidad de los pequeños pueblos, en los que, como él dice, "todos se conocen desde el colegio y parte de la misma violencia, los mismos prejuicios y el mismo romance se mantiene en la vida adulta". A medida que giraba las páginas, una serie de pensamientos musicales se arremolinaban, desde los clásicos americanos hasta los Spaghetti Western.

"Al principio pensé en una banda sonora estilo Sergio Leone, porque hay unos personajes bastante imperfectos que buscan su propia forma de justicia en un mundo despiadado", recuerda. "Pero al final, no fui totalmente en esa dirección, aunque sigue habiendo un poco de esa esencia".

Que la trama fuera tan completamente inclasificable le vino de perlas a Burwell. "Me gusta trabajar en películas multidimensionales; y ésa es la mejor descripción de esta película", afirma. "En casi todas las escenas en las que sucede algo, también sucede todo lo contrario... en una escena de mucha violencia también hay aspectos conmovedores y en una escena muy conmovedora también hay humor, y creo que, como compositor, ahí radica mi fortaleza. Me gusta trabajar con lo contradictorio".

Burwell elabora: "Para mí, lo más importante era conseguir que la música hiciera que los espectadores llegaran al corazón de Mildred y estuvieran de su lado. Así que hay tres temas básicos en la banda sonora: el corazón de Mildred, Mildred en guerra y la muerte, que es un tema que abarca no sólo la pérdida de Mildred de su hija, sino también al personaje de Woody Harrelson".

Y continúa: "La raíz de toda la música está en las tradiciones populares estadounidenses, mezclada con muchas guitarras acústicas, pero el tema de guerra de Mildred es casi como una marcha militar, con tambores, palmas y pisadas".

Pero el momento en el que prenden fuego a las vallas publicitarias de Mildred fue el mayor desafío para Burwell, que intentó reflejar el drama sin sentimentalismo. "Me tomó un tiempo encontrar la música para esa escena porque sentí que tenía que haber una sensación de urgencia, pero también un matiz de violencia y un sentimiento de desesperación", describe. "Utilicé una mezcla de mandolina, batería e instrumentos cuerdas y fue muy satisfactorio el modo en que funcionó con las actuaciones".

Burwell ha desarrollado su propia manera de colaborar con McDonagh, una manera en la que se aíslan de todas las voces externas. "Trabajamos totalmente cara a cara, algo que no suele pasar siempre en el cine", apunta. "Hablamos de todos los asuntos entre los dos, sin nadie más, así que es algo más íntimo. Para los dos, el enfoque fue perfeccionando la mezcla de furia, calidez y pérdida de Mildred".

"Esa mezcla volátil, así como el camino incendiario que toma Mildred a través de Ebbing, es lo que hace que la película sea lo que es", afirma Graham Broadbent. "Siempre fue un hecho que esta historia sería divertida, porque ya era muy gracioso en el guión y teníamos actores increíbles. Pero cuando hicimos la película, Martin fue muy cuidadoso para proteger la bonita tristeza y el amor de la humanidad de la película, y eso es lo que la lleva a otro nivel", comenta.

Para McDonagh, fue inevitable dirigir la película hacia ese halo de esperanza de Mildred, por pequeño y difuso que fuera, ya que eso es lo que le hace seguir adelante. "La firmeza de Mildred y la decencia de Willoughby hace que la película tenga esa esperanza", concluye el director-guionista. "La forma en la que Frances interpreta a Mildred te conmueve, a pesar del oscuro lugar del que viene y de toda la incertidumbre que rodea a su guerra personal. Espero que los espectadores se conmuevan y se diviertan e incluso que se enfaden en algunos momentos. Sobre todo, espero que sientan que les hemos contado una historia interesante e inesperada".





Las grietas de Jara


2017
País Argentina
Dirección Nicolás Gil Lavedra
Reparto Óscar Martínez, Joaquín Furriel, Soledad Villamil, Sara Sálamo, Laura Novoa,Santiago Segura, Zoe Hochbaum


Cuando la hermosa Leonor llega al estudio de arquitectura Borla y Asociados buscando a Nelson Jara, tanto Mario Borla como su socia Marta Hovart y Pablo Simó, el arquitecto más antiguo de la constructora, aseguran desconocer ese nombre por completo. Pero todos mienten. La verdad comienza a desentramarse a través de los recuerdos de Pablo Simó. Pablo debería llevar adelante el desagradable trabajo de lidiar con Nelson Jara, un indignado propietario del edificio lindante a una obra del estudio, damnificado por una grieta en la pared de su living provocada por un error en la construcción. Pero el temor y el nerviosismo que provoca en los tres involucrados la llegada de Leonor y su pregunta “¿qué pasó con Nelson Jara?” evidencian algo mucho más oscuro y sospechoso.

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