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martes, 19 de diciembre de 2017

DARK


La carrera de Nicolas Cage, irregular y fascinante como pocas, rebosante de proyectos rabiosamente alimenticios mezclados con experimentos y locuras sin sentido, todo ello a un ritmo febril y estajanovista, suma un nuevo peldaño en su espiral ascendente hacia la extravagancia absoluta. El responsable es un clásico con todas las letras como Paul Schrader, guionista de 'Taxi Driver' y 'Toro salvaje'. El objeto de todo ello, su desastrosa producción 'Dying of the Light'.

Con vocación de película menor, como gran parte de las películas que escribe Schrader de un tiempo a esta parte, 'Dying of the Light' llegó a un callejón sin salida en 2014, cuando los estudios Over Under Media y Grindstone, junto al productor Gary Hirsch, enviaban a Schrader un email con una serie de observaciones acerca del montaje de la película muy distinto de aquello para lo que habían contratado al director. Según ellos, la narrativa de la película no tenía demasiada coherencia.

Y sobre el papel, no parece que en ningún momento poseyera demasiada: Cage daba vida a Evan Luke, un agente torturado en el pasado por terroristas de Oriente Medio que se niega a dejar su trabajo, aunque su capacidad mental está claramente cada vez más mermada. Una vez despedido, se asocia con su antiguo y aún fiel compañero (Anton Yelchin) para no dejar escapar una pista que le llevará a un peligroso terrorista. El problema de la película es que Schrader decidió sobre la marcha que la puesta en escena debía reflejar la deriva mental de su protagonista (imitando, según sus propias palabras, al cineasta experimental Stan Brakhage).


Entre las observaciones de los ejecutivos estaban "centrar la estructura y la historia para potenciar intriga y tensión", "no usar trucos y efectos de sonido para distraer la atención de la interpretación de Nicolas Cage" (algo nos dice que el efecto en su interpretación no sería precisamente de distracción), "fijar una o dos reglas para las secuencias de alucinaciones" o "un montaje más creativo para las secuencias de acción". Y además, recortar el uso poco respetuoso de la palabra "raghead", que cuyo equivalente en español podría ser "paqui" para hacer referencia a gente procedente de países árabes.

Schrader reacciónó afirmando en un email que "cualquiera querría tener una película creada por Paul Schrader, escrita por él, dirigida por él y no simplemente 'una película de Paul Schrader' ". El director afirmó que un remontaje no aprobado por él le llevaría a rechazarla. "Sería más comercial. ¿Sería mejor?", se preguntaba Schrader, pero la productora ya había tomado una decisión, sobre todo después de una serie de pases previos del montaje de Schrader con público y resultados espantosos. Aunque Schrader tenía pensado pasar las diez semanas del verano montando la película, cuando vio la actitud de los productores y temió "pasar diez semanas sentado, el verano entero en un hotel, sin trabajar, emborrachándome y mirándoles jugar con la película", según afirmaba en declaraciones a Indiewire, dejó el proyecto.

Poco después, Schrader escribió a Cage y Yelchin contándoles la situación, y estos se posicionaron junto al director, hasta el punto de pedir Cage al público que no fuera a ver la película con el montaje del estudio. Les apoyó Nicolas Winding Refn, previsto primer director del film. Tras eso, Schrader pasó a otras cosas, después de que la productora le negara el derecho a eliminar su nombre de los créditos, o directamente a hablar en entrevistas de la película.

Concretamente, Schrader pasó a 'Dog Eat Dog', con Nicolas Cage de nuevo y Willem Dafoe, que se vio hace un par de años en Sitges entre reacciones encontradas por su tono descocado y que acabó encontrando distribución en España. Y también tiene 'First Reformed', vista de momento sólo en festivales, candidata al León de Oro de Venecia en la pasada edición y muy bien tratada por la crítica que ha tenido ocasión de verla.


'Dark': 'Caza al terrorista' redux


Schrader acaba de anunciar que ha retomado aquel trabajo frustrado y lo ha remontado con la ayuda del editor Benjamin Rodriguez Jr., con quien ha llevado su proyecto original más allá de las previsiones del estudio. El resultado se titula 'Dark' y no vas a tener sencillo su visionado: para empezar parte de su material procede de una película protegida por derechos de autor, la 'Dying of the Light' original, completada con escenas eliminadas incluidas en el blu-ray.

El director la ha convertido en algo más parecido a experimento visual que a una película convencional. Sólo dura 70 minutos y el clímax de acción de la película del estudio se ha transformado en un despiporre de colores lisérgicos y montaje demente que reflejan la caída de Evan en la locura total.

¿Y cómo ver esta nueva versión de la historia, que Schrader define como "completamente fuera de la tradición comercial"? No lo vas a tener sencillo: tienes que acudir o bien a la Universidad de California (Los Angeles), la UCLA, para que te den acceso a sus archivos fílmicos. O bien al Harry Ransom Center, archivo, biblioteca y museo de la universidad de Texas. En ambas instituciones lo tienen a buen recaudo únicamente disponible para visionados disponibles al público.


Si te pilla a desmano, en Internet ya hay opiniones de algunos afortunados. En IndieWire vieron 'Dark' y la definen como "el trabajo más denso y estructuralmente desafiante de Schrader, una libérrima declaración sobre el propio proceso creativo". Lo conectan con la cultura de la remezcla tan en boga hoy, ya que parte de un material previo, pero con un detalle nada despreciable, y que resume bastante bien todo este periplo de tres largos años: "usa el nuevo formato como forma de venganza".


Publicado bajo licencia Creative Commons.

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