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jueves, 13 de abril de 2017

ESTRENOS DEL 20 DE ABRIL

Frantz


2016
Duración 113 min.
País Francia
Director François Ozon
Reparto Paula Beer, Pierre Niney, Johann von Bülow, Marie Gruber, Ernst Stötzner,Cyrielle Clair, Alice de Lencquesaing, Anton von Lucke


Una pequeña ciudad alemana, poco tiempo después de la I Guerra Mundial. Anna va todos los días a visitar la tumba de su prometido Frantz, caído en la guerra, en Francia. Un día, Adrien, un misterioso joven francés, también deja flores en la tumba. Su presencia suscitará reacciones imprevisibles en un entorno marcado por la derrota de Alemania.











Personal Shopper


2016
Duración 105 min.
País Francia
Director Olivier Assayas
Reparto Kristen Stewart, Lars Eidinger, Nora von Waldstätten, Anders Danielsen Lie,Pamela Betsy Cooper, Sigrid Bouaziz, David Bowles, Ty Olwin, Leo Haidar,Benoit Peverelli, Fabrice Reeves, Abigail Millar


Maureen es una joven estadounidense en París que se gana la vida como asistente personal de una celebrity, encargándose de renovar su vestuario.

Pero Maureen – al igual que su hermano gemelo Lewis, recientemente fallecido- también tiene una habilidad psíquica para comunicarse con los espíritus.

La joven pronto comenzará a recibir en su celular ambiguos mensajes anónimos que la llevarán hacia un terreno desconocido.
"Personal shopper" es la siguiente película de Olivier Assayas tras Viaje a Sils María, de nuevo con Kristen Stewart. Un atípico cuento de fantasmas y descubrimiento personal que ganó el premio a la Mejor Dirección en el Festival de Cannes.





Entrevista a Kristen Stewart

P: ¿Pensabas que trabajarías con Olivier Assayas tan pronto, solo dos años después de Sils María?

R: No. Pero sabía que le gusta trabajar con la misma gente, equipo técnico y artístico. Así que en el fondo esperaba hacerlo. Nos llevamos muy bien rodando Sils María y supuse que antes o después trabajaríamos juntos de nuevo. ¡Pero no imaginaba que sería tan pronto! Soy muy buena amiga del productor de Olivier, Charles Gillibert. Él es quien me dijo que Olivier ya estaba trabajando en un nuevo guión, creo que estábamos en Cannes con Sils María. Sinceramente, fue la primera vez que conocí a un grupo de gente que era un equipo tan cercano. No quería irme. Estábamos hechos los unos para los otros. Me sentía muy afortunada. Así que cuando Olivier me ofreció la oportunidad de Personal Shopper, admito que estaba muy emocionada, pero no sorprendida.

P: Se puede apreciar que Olivier no ha encontrado tan sólo una actriz en ti, sino la persona ideal para hacer ese tipo de mujer joven y moderna que siempre ha querido retratar en sus películas. ¿Podrías decir lo mismo de él? ¿Es el director que siempre has buscado?

R: Sí, completamente. Los dos hemos trabajado con mucha gente. Pero compartimos una forma de comunicación no verbal que es perfecta en esta profesión. No hablamos mucho, pero nos entendemos el uno al otro y compartimos los mismos intereses, al igual que una curiosidad parecida. Es muy divertido trabajar con él.




P: ¿Cómo llegó a ti Oliver Assayas para Personal Shopper?

R: Me dijo que estaba escribiendo un guión muy simple y que lo estaba escribiendo para mí esperando que me gustase. Cuando recibí el guión estaba muy asustada porque era muy duro imaginarme llamando a Charles u Olivier y decirles que no era para mí. Afortunadamente, no fue el caso. Cuando lo leí quedé impresionada. Era muy diferente a Sils María. Para mí, ¡demasiado! Creía que conocía a Olivier, pero no podía imaginarme cómo había creado esta historia. Me abrió los ojos a los recovecos más ocultos de su personalidad. Es una película muy contemplativa. En Personal Shopper Olivier es capaz de evocar mundos invisibles sin etiquetas. Creo que es una película más personal que Sils María. No es analítica, es sensual y profundamente humana. Olivier es un director cerebral que es capaz de expresar emociones personales en esta película. No había sentido eso desde Sils María.


P: Personal Shopper examina temas no muy comunes en el cine francés, como fantasmas y espiritismo, y el resultado es algo diferente de los thrillers americanos sobrenaturales.

R: Sí. En Sils María, María, interpretada por Juliette Binoche y mi personaje, Valentine, tenían conversaciones sobre películas. No estaban de acuerdo sobre una película que habían visto sobre mutantes en el espacio. Valentine dice que hay la misma verdad en la fantasía y la ciencia ficción que en un montón de películas que son supuestamente "más serias". Estas películas usan símbolos y metáforas, pero eso no las hace más superficiales. En última instancia hablan sobre las mismas cosas y examinan los mismos temas que en películas abiertamente psicológicas. Es divertido pensar que Olivier literalmente ha basado su Personal Shopper en una línea de diálogo de Sils María. Personal Shopper es además una película de género, lo que la diferencia de las películas francesas de autor. Es una película de género que no trata de asustarte con fantasmas, pero que ofrece un reflejo de la realidad a cambio. La película te pregunta tu
opinión por la cuestión más terrorífica de la vida: "¿Estoy completamente solo o puedo realmente entrar en contacto con alguien?".





P: ¿Qué fue lo más difícil de hacer Personal Shopper?

R: Interpreto a una chica joven que está muy sola, completamente sola y triste. Incluso cuando estoy en escena con otros actores, nunca estoy con ellos. Como si fueran fantasmas. No me considero una persona finita. No podría haber la más mínima interacción entre mí y ellos porque yo me siento como si no existiera. Eso me deja en un estado muy doloroso. Afortunadamente, estoy rodeada de gente que quiero y nunca me siento sola. Fui muy afortunada. Si la atmósfera en el set no hubiera sido tan positiva y amistosa habría estado devastada y probablemente colapsada en el suelo. En la película nunca paro de correr de un sitio a otro. Estoy en constante movimiento. Perdí mucho peso durante el rodaje. Estaba exhausta.


P: Maureen odia su estatus de "personal shopper", como a su jefa rica. Pero no puede evitar probarse la ropa, transgredir tabúes y divertirse haciéndolo.

R: A Maureen le fascinan las mismas cosas que odia. Se acerca a una crisis de identidad. Me encanta el hecho de que no sea mostrada como feminista criticando la superficialidad de la sociedad consumista. Tiene una lucha interna. Se siente muy atraída por este mundo donde su carrera está empezando a tomar forma. Pero se avergüenza de esta atracción. Yo misma he sentido eso a veces. La historia tiene lugar en el mundo de la moda contemporánea, pero podría haber pasado en el Hollywood de 1930. No sé si las cosas eran peores o mejores entonces. La gente siempre se ha sentido atraída por la purpurina.


P: Personal Shopper trata del duelo. Pero es también la historia de la emancipación de una chica joven, intentando encontrar libertad de una manera extraña.

R: Sí. Los mejores momentos de mi vida siempre han precedido desastres. A los momentos de serenidad normalmente los han seguido eventos traumáticos. Te sientes más vivo cuando has tenido la muerte cerca. Al final de la película, aunque ella no ha encontrado lo que estaba buscando, Maureen es capaz de empezar de nuevo.





P: ¿Cómo te preparaste para el rol de Maureen? ¿Y cómo de importante es la apariencia física de los personajes que interpretas para ti?

R: Muy importante. Quería que la gente sintiera que Maureen era una gemela buscando la simbiosis que había perdido cuando su hermano muere. Así que me la imaginaba con un look simple y andrógino. Su apariencia refleja su relación de amor-odio con el mundo de la moda. En cuanto a la preparación de la película yo siempre me leo el guion una vez, luego no me gusta nada mirarlo de nuevo. De esa forma descubro escenas en el set cada día. No tenía nada que aprender en particular de la película. Olivier quería rodar antes este año, para que yo pudiera seguir con la siguiente película de Woody Allen donde interpreto a una joven femenina, encantadora y adorable. Me sentía incapaz de hacer ambas películas a la vez y en ese orden. Sabía que tras todo lo que pasaría con Personal Shopper no acabaría muy guapa al final del rodaje. No me preparé pero sabía dónde buscar para conseguir lo que necesitaba.


P: Rodaron en las calles de París 48 horas antes que los ataques del 13 de noviembre. Es difícil no pensar en eso mientras ves la película, que parece estar cargada de una tensión y ansiedad específicas a nuestro tiempo.

R: Cuando veo la película me digo a mí misma que estamos todos en nuestro mundo, completamente absortos por cosas que nos conciernen sólo a nosotros. Maureen está tan consumida por sus obsesiones que casi no presta atención a la gente y a las cosas a su alrededor. No está en París realmente o en cualquier otro sitio. Me duele cuando veo la película, que retrata a un personaje corriendo por París sin haber experimentado el más mínimo placer. Es muy doloroso. No me gusta ponerme en estos términos, pero fuimos muy afortunados. El día después del 13 de noviembre teníamos que empezar un nuevo día de rodaje, pero era casi imposible trabajar. Todo parecía falso rodando en un estudio…


P: Antes de tus dos películas con Olivier Assayas, ¿cuál era tu relación con el cine francés?

R: Había visto unas cuantas esenciales, como Al final de la escapada o Jules y Jim. Charles, Olivier y todo el equipo me abrió los ojos a un nuevo mundo de películas y cinefilia. Descubrí un montón de películas francesas en DVD. Fue una experiencia única para una actriz americana que se siente parte del universo. Es muy guay. En EE.UU., las películas se hacen para entretener y hacer dinero. Las películas de arte o autor ocupan un lugar minúsculo en la industria. Últimamente, los directores que me gustan más son los que comparten una cierta idea de la película más cercana a algunos autores franceses y europeos. En Francia, los motivos para hacer una película no son los mismos que en EE.UU. Hay un deseo de tomar riesgos no como en las películas americanas de gran presupuesto, que están solo interesadas en repetir ideas trilladas.

Entrevista de Olivier Père, Mayo 2016


Víctor Hugo y el espiritismo

Menos de diez días después del golpe de estado de Napoleón Bonaparte, Victor Hugo decidió exiliarse. Un exilio que duraría 19 años. En agosto de 1852 se mudó a la isla de Jersey y se asentó en una enorme casa que daba al mar llamada Marine Terrace. Allí, entre septiembre de 1853 y octubre de 1855, se comunicaba con los espíritus cada día.



La moda americana de hacer sesiones de espiritismo llegó a Francia a principios de 1853 y ese mismo año, Delphine de Giardin introdujo a Hugo en este mundo. Durante una de las sesiones, su hija Léopoldine, que se había ahogado unos años antes, lo visitó. La precisión de este contacto con el más allá convenció al poeta de su autenticidad. Desde ese momento dialogó con las mentes más grandes del pasado: Dante, Galileo, Shakespeare, Platón, Jesus o Alejandro Magno. También con entidades más abstractas como el Drama, la Muerte o la Idea. Un total de cien espíritus visitaron y confortaron a Hugo en sus poéticas, religiosas y metafísicas intuiciones. E insufló nueva vida a su inspiración.

Estos diálogos fueron transcritos en cuadernos, pero solo tres de ellos sobrevivieron. Están recopilados en un trabajo de gran importancia que Hugo llamó Conversaciones con la Eternidad, que decidió no publicar mientras vivía.

Hasta su final mantuvo la fe en que el alma resurgiría.


Hilma Af Klint
Hilma af Klint (1862-1944) se cuenta entra las grandes artistas del siglo XX, fue pionera del arte abstracto, pintando muchos años antes que Kandisky, Mondrian o Malevich. Fue también de las pocas mujeres artistas de su generación en acercarse a la creatividad. Rompió muy pronto con la pintura figurativa tras haber sido influenciada por el espiritismo y la teosofía. A través de su arte intentó llegar a dimensiones desconocidas más allá de la realidad tangible. Junto a otros pioneros de lo abstracto, compartió una fascinación por las dimensiones del arte de lo oculto y lo espiritual, lo cual se refleja en sus poderosas y enigmáticas composiciones.

Como médium estaba convencida de que su trabajo le era dictado desde el más allá. "Los cuadros se pintaban directamente a través de mí sin dibujos preliminares y con gran poder. No tenía ni idea de lo que representaban. Y aun así trabajaba rápido y segura sin cambiar una sola pincelada". A pesar de que su trabajo incluye miles de pinturas y sketches, ha permanecido desconocida. Porque ella sentía que estaban muy avanzadas, sus pinturas abstractas nunca se exhibieron. Su última voluntad y testamento imponía un período de 20 años tras su muerte para poder enseñar su arte, ya que estaba convencida de que no se entenderían antes. Es por lo que el reconocimiento de su trabajo, que ha forzado a historiadores a reescribir sobre el origen de la abstracción, ha venido muy tarde. Su arte fue revelado al público por primera vez en 1986 y no fue realmente apreciado hasta 2013 con una vasta retrospectiva en el Moderna Museet de Estocolmo. Su modernidad es muy relevante hoy en día ya que parece más del siglo XXI. Podría afirmarse que hace cien años Hilma af Lint pintó para el futuro.


Olivier AssayasTras estudiar arte y literatura, Olivier Assayas realizó cortometrajes y colaboró en numerosos guiones, sobre todo con André Téchiné en Rendez-Vous y La escena del crimen. También escribía para Cahiers du Cinéma y es autor de un libro de entrevistas a Ingmar Bergman. Su primera película, Desorden, que ganó en el Festival de Venecia, lo colocó como uno de los directores más importantes de su generación. Su fama se subrayó con El agua fría e Irma Vep, presentadas en Cannes. Ha estado en competición en el Festival de Cannes con Los destinos sentimentales, Demonlover y Clean, por la que Maggie Cheung ganó el premio a la Mejor Actriz. El éxito de dos de sus películas más recientes, Las horas del verano y Carlos, que han ganado numerosos premios internacionales, lo han convertido en uno de los directores franceses más importantes.

Con Personal Shopper ha ganado el Premio al Mejor Director en el Festival de Cannes.



Dijo la critica:

“Evasiva, espinosa y atractiva. Rompe un montón de convenciones de buen gusto de una manera que está deliberadamente diseñada para golpear el alma. Puntuación: 4 (sobre 5)”
Robbie Collin: Telegraph

“La mejor película de Assayas en mucho tiempo, y la mejor interpretación de Stewart hasta la fecha. Puntuación: 5 (sobre 5)”
Peter Bradshaw: The Guardian

“Una fracturada, pero nunca aburrida, mezcla de espeluznante historia de terror, triste drama laboral y búsqueda elíptica de la identidad, probablemente sea la película de la carrera de Stewart que va a provocar mayor división de opiniones.”
Peter Debruge: Variety

“La más anómala y estimulante reflexión sobre los espectros de nuestros días. Imposible no dejarse seducir por una película tan inquietante, brumosa, desesperante y, sobre todo, diferente.”
Luis Martínez: Diario El Mundo







La noche que mi madre mató a mi padre




2016
Duración 93 min.
País España
Director Inés París
Reparto Belén Rueda, Eduard Fernández, Diego Peretti, María Pujalte, Fele Martínez,Patricia Montero



Isabel (Belén Rueda) organiza una cena en su casa. Su marido, escritor de novelas policiales (Eduard Fernández) y su ex mujer (María Pujalte) directora de cine, quieren convencer a un famoso actor argentino (Diego Peretti) de que protagonice su próxima película. En mitad de la cena aparece el ex de la anfitriona (Fele Martínez) con su nueva novia (Patricia Montero), que se fascina con el actor. Pero en un momento dado ocurre algo inesperado que sorprende a todos y perturbará la velada.



Notas de la directora

El origen de la película
De cena en cena y tiro porque me toca

Hace ya unos años que, durante una cena de amigas, una de ellas comentó que la peor idea de su vida había sido invitar unas Navidades a su ex y a la ex de su pareja actual a cenar en casa. Aunque ella lo contaba muy enfadada, yo empecé a pensar que allí había una comedia estupenda. Fue en otra cena, en casa de Beatriz de la Gándara, cuando les conté a ella y a Fernando Colomo que estaba escribiendo una comedia con esta idea. Les gustó y decidieron producirla así que Fernando y yo empezamos a escribir esta comedia de cenas y de ex, mientras Beatriz cenaba con unos y otros buscando el dinero para producirla.

Tono, referencias, e intenciones
Una comedia de personajes donde nada es lo que parece.

"La noche que mi madre mató a mi padre" es una comedia negra de enredo del género “whodunit” que, como las novelas de Agatha Christie, basan su trama en un asesinato que sucede en un lugar cerrado y un misterioso asesino que hay que encontrar entre un numero limitado de sospechosos.

La historia busca mantener la sonrisa de los espectadores y provocar sus carcajadas. Hacerles pasar un rato tan divertido como intrigante.

Lo que cuenta realmente esta película, además de la intriga, son las relaciones entre los personajes que parecen inicialmente unos seres muy civilizados, capaces de relacionarse con el mayor respeto, y que terminan descubriéndonos sus debilidades, locura y egoísmo.

El mundo que retratamos es una familia de gente del espectáculo: actores, una directora de cine, un escritor de novela negra. Gente simpática y creativa pero también un poco pirada, a los que triunfar en su profesión obsesiona y desespera.

Pero además en este peculiar “zoo humano” todos son o han sido pareja y tienen hijos en común. Su “modernidad”, y “tolerancia” es vista con humor y complicidad. Todos sabemos que, por muy bien que nos llevemos con alguien que ha sido nuestra pareja, hay siempre cuentas pendientes. 



El reparto

BELEN RUEDA (Isabel)
Es Isabel, la anfitriona de la cena, una actriz a la que cuesta encontrar trabajo y que se ocupa a la vez de su marido, su ex, su hija pequeña y su hijo adolescente. El personaje está escrito para ella. Desde que empecé a pensar en la historia pensé en lo bien que estaría en una comedia, un género que no había interpretado en el cine. Belén sí ha hecho comedias en televisión pero su personaje siempre ha sido la que tenía los pies en la tierra en medio de un conjunto de locos. Esta vez yo quería proponerle que la que se desmadrase fuese ella.
Lo hemos pasado muy bien creando el personaje: hay elementos en Isabel que las dos conocemos muy bien, lo complicado que es para una mujer dejar de ser joven, combinar trabajo y el cuidado de los hijos, convivir con tu ex y su nueva pareja… pero además su personaje es una mujer complicada, con secretos, mucho más chiflada de lo que es Belén. Todo eso tuvo que construirlo en un tono difícil, donde la comedia y el ritmo que esta impone debía estar ya en el rodaje.
Belén es maravillosa para trabajar. Se dedica en cuerpo y alma al proyecto. Tiene una energía prodigiosa (e impagable en un género tan agotador) No es nada estrella en el sentido peyorativo de la expresión. Al contrario, ella cuida de todo el mundo, ayuda a sus compañeros de reparto y a cada uno de los técnicos que trabajan en el set.
Algunas de las mejores ideas que aparecieron durante los ensayos son aportación suya. Es muy inteligente, ingeniosa y tiene mucho sentido del humor. Durante los ensayos estuvo especialmente volcada en Patricia, la más joven del reparto, para ayudarla a encontrar el personaje y para que estuviese cómoda y creativa.
Belén es una joya. Y nada me gustaría más que seguir trabajando con ella.

EDUARD FERNANDEZ (Ángel)
Interpreta a Ángel, el marido de Isabel (Belén Rueda)un escritor de novela negra obsesivo, perfeccionista, nervioso y gruñón. Eduard es un genio de la interpretación. Igual que Belén, nunca había protagonizado una comedia en el cine y creo que después de esta película no van a parar de llamarle porque está tremendamente gracioso.

Eduard se parece a su personaje en la parte obsesiva. Se imbuye plenamente en la personalidad que tiene que construir y se transforma de forma casi mágica: cambia su tono de voz, su físico, la mirada… es muy exigente con el director y con el proyecto. Si una escena o simplemente una línea de diálogo no le convence, trabaja contigo hasta que se reelabora el texto y el comportamiento de su personaje. Gracias a su trabajo el personaje de Ángel creció durante el rodaje y le encontramos muchas acciones físicas que potencian la comedia. 



MARIA PUJALTE (Susana)
Igual que en el caso de Belén, María estuvo en mi cabeza desde que empecé con el guión. He trabajado con ella en todos mis cortos y en dos de mis largometrajes (“A mi madre le gustan las mujeres” y “Semen, una historia de amor”) María, que interpreta un personaje muy difícil (pasa de ser una mujer dominante y controlada a estar totalmente desmadrada y borracha) es siempre una apuesta segura. Domina el ritmo de la comedia como nadie y me conoce muy bien así que pilla a la primera mis intenciones en una secuencia. Es una actriz que trabaja muy en equipo con sus compañeros de escena, necesita que el personaje y el comportamiento nazca de la situación. Gracias a esto en sus secuencias no solo está ella muy bien sino que ayuda a que los otros actores se crezcan.

Para mí es muy fácil trabajar con María: le gusta ensayar y probar, no teme arriesgarse, es a la vez muy seria en sus dedicación y muy divertida porque se lo pasa muy bien rodando. Los espectadores la van a disfrutar enormemente.

DIEGO PERETTI (Diego)
Diego, que hace “de sí mismo” en la película, se incorporó al equipo cuando ya llevábamos una semana rodando lo que, en vez de ser un problema era una ventaja, porque su personaje también es el “nuevo” en un grupo donde todos se conocen de sobra.

Lo más complicado fue precisamente el hecho de hacer de sí mismo. Al contario de lo que suele pasar, el actor sabia ya de inicio mucho más del “personaje” que yo que lo había escrito. Nuestro pacto lo planteo él mismo: “No voy a ser yo de verdad sino “el personaje Peretti”. Claro que ese “personaje Peretti” a veces le desconcertaba y me decía espantado “Este Peretti es un grosero, yo no soy así” o “Este Pertti es un ligón, yo jamás haría eso…” Y es verdad porque si algo caracteriza a Diego Peretti es lo muy educado y discreto que es.

Lo más espectacular de Diego como actor es su facilidad innata para la comedia. Tiene una mirada desconcertada y un rostro de clown de una expresividad impagable. Su otra característica interpretativa es su profundo sentido de la verdad. Diego interpreta siempre orgánicamente y cuando algo no surge de verdad de la situación, lo rechaza. Eso sí, es capaz de hacer creíble y muy gracioso lo más inverosímil. Si él nos lleva de la mano, nos dejamos caer en un pozo.

FELE MARTINEZ (Carlos)
Interpreta a Carlos, el ex de Isabel. Su personaje es un “Viva la virgen”, relajado, divertido, un punto frívolo, que tiene un bar de copas. Nunca había trabajado con él así que ha sido todo un descubrimiento. Fele es un payaso en el mejor sentido. Tiene un gran sentido del humor, se divierte mucho trabajando y se las apaña para que a los demás les pase lo mismo. Durante estos años ha hecho mucho teatro y ha ganado un gran dominio de su físico, cosa imprescindible para interpretar comedia. Su personaje es muy difícil porque miente todo el rato y parece un loco de la vida insoportable cuando es todo lo contrario. Fele supo encontrar el equilibrio entre lo que se podía mostrar y el subtexto de manera magistral. Además es incansable y aunque tenia algunas de las escenas más duras del rodaje (se vio obligado a pasar horas tirado en el suelo y con un maquillaje tremendo) nunca perdió la sonrisa, la entrega y los ánimos.

PATRICIA MONTERO (Alex)
Es la benjamina del reparto y tiene un papel bien difícil, con una doble cara. Para los espectadores acostumbrados a verla en personajes muy dulces va a ser toda una sorpresa descubrir a la Patricia más loca y provocativa.

Todo el mundo sabe que Patricia es preciosa pero además es una gran actriz a la que le encanta ser dirigida, que se entrega y no teme probar. Acostumbrada como está a una gran disciplina física (ha sido gimnasta) es muy trabajadora y aunque rodó embarazada jamás se quejó durante las largas y frías noches.

Patricia tiene por delante un gran futuro como actriz y esta película va a demostrar que puede con cualquier personaje que se le ponga por delante. 



El trabajo con los actores
La interpretación de los actores, su lucimiento, es lo fundamental en esta película. De ellos depende la verdad y la credibilidad que buscamos. También la eficacia cómica.

Me encanta trabajar con los actores. Yo me formé muy inicialmente como actriz y después, como he contado muchas veces, trabajé durante años en un teatro público como ayudante de dirección así que “acompañarles” en el viaje que supone la creación de un personaje es para mí un gran placer.

Me gusta mucho ensayar y no tengo inconveniente en reescribir los diálogos si lo que aparece en los ensayos mejora el texto inicial. Lo que no me convence es la improvisación de los diálogos durante el rodaje porque para mí gran parte de la fuerza cómica está en que estos sean eficaces e ingeniosos, que tengan ritmo y complejidad así que en eso soy muy estricta. El texto se fija y una vez acordado no se cambia.

Esta película la hemos ensayado en mi casa. Durante un par de semanas nos “encerramos” a trabajar para que todo estuviera muy claro al llegar al set de rodaje. Esas dos semanas nos sirvieron además para conocernos bien. Es esencial que los actores estén seguros de que sabes lo que haces, de esa forma creen en ti y se dejan guiar.

Algunas notas sobre el rodaje
La película se ha rodado en Valencia. Gran parte de la acción transcurre en una casa que encontramos en San Isidro de Banagéber, en Moncada, Valencia.

Durante las cinco semanas que duró el rodaje, los que no teníamos casa en Valencia (una parte importante del equipo era valenciano) nos instalamos todos en un hotel cercano al set. Actrices, actores, producción, fotografía, arte, vestuario… allí convivíamos desde los auxiliares de producción a las “estrellas” de la película, compartiendo desayunos y paseos entre naranjos.

La película se ha rodado casi íntegramente de noche, lo que a mí, que soy diurna, inicialmente, me parecía una pesadilla pero era un empeño del director de fotografía, Néstor Calvo, en el que yo confío plenamente, que quería que se viera el exterior a través de las ventanas. Decidí hacerle caso y al final esto jugó a favor de la película no solo en su estética y credibilidad sino porque el agotamiento físico y mental que exigía la historia (una larga noche de caos) lo vivíamos realmente. Los actores no necesitaban que les maquillasen ojeras porque a la segunda semana, ya eran parte de su fisonomía.

Durante las horas de luz y antes de irnos a rodar, yo me dedicaba a planificar y las actrices y actores a estudiar su texto. Al estar juntos teníamos mucho tiempo para discutir las secuencias que íbamos a rodar cada día y muchas veces reescribirlas o añadir algo nuevo.

El tiempo libre lo dedicábamos a montar en bici. Belén Rueda es muy aficionada y el segundo día de rodaje se presentó en el hotel con varias bicicletas que había alquilado para todo el que quisiera. Ella y María Pujalte demostraron ser las más aficionadas, yo me unía siempre que podía aunque le retrasaba su ritmo de ciclistas consumadas.

Rodamos el mes de Febrero y parte de marzo así que los fines de semana nos desplazábamos a Valencia donde disfrutamos de la fallas. El ayuntamiento incluso nos invitó a un balcón desde el cual pudimos ver la espectacularidad de la mascletá con la que arrancaron las fiestas. Lo único malo de todo esto es que la parte valenciana del equipo y parte de los foráneos se aficionaron a los petardos y más de una vez, entre toma y toma, los hacían estallar para desesperación del sonidista de la película que escuchaba el ruido duplicado desde sus cascos.

Uno de los momentos más divertidos del rodaje fue cuando Eduard tuvo que conducir un autobús de línea. No estaba previsto que lo hiciera él pero en el momento de rodar descubrí que se había aliado con el conductor para que le enseñase y así poderlo llevar él mismo. Lo hizo muy bien hasta que, en la entrada a la casa donde rodábamos, tomando una curva cerrada, se llevó por delante una farola.

Otro momento inolvidable fue el rodaje de la secuencia en la que Peretti baila una bachata y un tango. Diego ya me había advertido que él, por muy argentino que fuese, no sabía bailar tango y la bachata no sabía ni lo que era. Vamos que bailar se le daba fatal. Por el contario tanto Belén Rueda como Patricia Montero, sus compañeras de escena son consumadas bailarinas, así que ellas le ayudaron a prepararse. Diego se lanzó a bailar en una serie de movimientos improvisados que Patricia le proponía y terminó convencido que había aprendido un nuevo tipo de baile al que llamaba “el mongolo”.

Planteamiento de dirección

Teatro y cine
Mi formación inicial es en el teatro. Durante años fui actriz y ayudante de dirección en el Teatro Español de Madrid bajo la dirección de Miguel Narros.

Esta formación ha incidido directamente en mi forma de entender el cine, me apasiona trabajar con los actores, ensayar y pensar la puesta en escena partiendo de un planteamiento teatral; crear la situación como si fuera una “escena” y mover a los actores antes de pensar en los tiros de cámara. En esta película este gusto por el teatro es evidente: estamos casi en un único espacio y la casa donde se desarrolla la acción se convierte, sirviendo a los intereses de la protagonista, en un “decorado” para su “actuación”

En toda la película hay una idea de fondo: el mundo es un gran teatro y nosotros actores que interpretamos un papel.

En esta película los protagonistas son gente que vive de “construir mundos imaginarios”: escritores, directoras de cine, actrices y actores. Realidad y ficción se mezclan en la trama, las máscaras de los personajes se derrumba a medida que al acción transcurre. Empezamos en un teatro y terminamos en el rodaje de una película. 



Las mujeres en mis películas
La protagonista DE “LA NOCHE QUE MI MADRE MATÓ A MI PADRE” es una mujer (ISABEL-BELÉN RUEDA) y alrededor de su problemática gira la película: su necesidad de sentirse valorada profesionalmente, sus inseguridades, su temor a envejecer, su coquetería, sus contradicciones, su inteligencia y ansiedad. La importancia de los personajes femeninos es una constante en todas mis películas: desde las protagonistas de “A mi madre le gustan las mujeres” (Leonor Watling, Rosa María Sardá) o de “Miguel y William” (Elena Anaya) o la coprotagonista de “Semen, una historia de amor” una Leticia Dolera que no conoce el instinto maternal, a las mujeres de carne y hueso que he retratado en mis documentales.

Y los nuevos modelos familiares
También se repite en esta película una temática que me interesa especialmente: las nuevas relaciones familiares. En “A mi madre le gustan las mujeres” nuestro “logline” era “la familia ya no es lo que era” y aquí podría ser algo parecido ya que un tema muy claro en la película son las relaciones con los ex. Afectos que se mantienen, rivalidades que no se han resuelto, celos… y la necesidad de ser gente civilizada y mantener las apariencias.

El lenguaje
Esta no es una película preciosista con un lenguaje de cámara convencional, sino tensa y viva. Rodada cámara en mano hemos creado unos encuadres que parecen “casuales” aunque están sumamente construidos. Estos encuadres, la luz y el movimiento de cámara acompañan la evolución de la historia y los personajes subrayando sus personalidades y estados de ánimo. Unas personalidades y una situación de las que nace la comedia no como una suma de gags y de gamberradas sino como una visión irónica que revela detrás de las personas sus máscaras y debilidades. Nos reiremos de nuestros personajes porque en ellos nos reconocemos, en lo mejor y en lo peor.

Hemos rodado con dos cámaras para tener, en poco tiempo, todos los planos que necesitábamos para dar a la película el ritmo adecuado. Yo quería retratar exhaustivamente a los personajes: tener no solo sus “frases” sino sus reacciones a lo que dicen los otros. Mostrar su estado de ánimo y físico (agotados-haciendo idioteces-peleándose-bebiendo de más)

El ritmo en general es FRENETICO: lo es porque no paran de suceder cosas y sobre todo porque el estado anímico de los personajes es de tensión. No paran de hablar, de buscar soluciones, de mentirse, de descubrir algo nuevo.

Mi equipo
Este es mi cuarto largometraje de ficción y es la primera vez que termino convencida de que la película es mejor que el guión (del que ya estaba muy contenta). La razón fundamental es el estupendo elenco con el que he contado pero también el trabajo extraordinario de todo el equipo técnico entre los que quiero señalar al montador Angel Hernández Zoido cuya extraordinaria capacidad para la comedia está detrás de películas con tanto éxito como los 8 apellidos vascos, la directora de producción Pilar Robla que ha sabido optimizar los medios y que ha sido mi cómplice durante la preparación y el rodaje, Néstor Calvo, el director de fotografía con el que trabajo por tercera vez y que es mi mano derecha, Javier Alomar, el cámara que tiene una enorme talento para retratar a los actores y Laura Martínez, la directora de arte que tiene un gusto impagable y me ha ayudado a crear la casa soñada en el guión.

Mención aparte merece Beatriz de la Gándara. Mi productora, que se ha dejado la piel en este proyecto. Ella creyó en la historia desde el comienzo, se implicó en la creación del guión desde el minuto uno, y durante los casi cinco años que hemos pasado intentando levantar la película no ha cejado en un empeño que a veces parecía imposible.

Y por supuesto, Fernando Colomo, que trabajó conmigo en la escaleta, a cuyo talento y dedicación estoy muy agradecida.


Inés París, directora y guionista
Con una larga experiencia como guionista y directora tanto de cine como de televisión; ha realizado largometrajes y cortometrajes, de ficción y documentales y lleva años dirigiendo equipos creativos en series de televisión. Profesora y conferenciante en universidades y escuelas de cine en España y en el extranjero, ha tutelado diversos proyectos de guión españoles y latinoamericanos. Autora de numerosos artículos sobre la igualdad de las mujeres en el mundo de la cultura, presidió CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales) durante cinco años. Actualmente es Directora Institucional de Audiovisual de la Fundación SGAE y consejera de la Fundación Mujeres por África.

Filmografía (selección):

Como directora y guionista:
- A mi madre le gustan las mujeres (2001)
- Semen. Una historia de amor (2004)
- Miguel y William (2007)
- Ellas son…África (2010)
- Igual-es (2011) (serie documental)
- Manzanas, pollos y quimeras (2013)
- La noche que mi madre mató a mi padre (2015)

Como guionista:
- Sé quién eres (2000)
- Rivales (2007)
- Rosalía (2011)

Ha sido guionista de series de televisión como El destino en tus manos, Todos los hombres sois iguales, Manos a la obra, El comisario, El pantano. Estados alterados y Aquí Paz y después Gloria.


Dijo la crítica:


“La apuesta de Inés París es bienvenida. Un conjunto en el que cada intérprete, apenas seis personajes, toca siempre la tecla correcta.”
Javier Ocaña: Diario El País

“El guion y la planificación imaginativos dan lugar a muchos gags. Las situaciones más desastrosas son irresistiblemente cómicas.”
Francisco Marinero: Diario El Mundo

“Historia típica de vodevil, de relato con «puertas», con enormes ganas de ser divertida, pero más aún de ser maliciosa.”
Oti Rodríguez Marchante: Diario ABC

“Funciona con bastante precisión a partir de elementos de sainete, vodevil, humor negro, comedia de enredos y guerra de sexos.”
Quim Casas: Diario El Periódico

“La directora acierta de pleno en su planteamiento de puesta en escena y en la dirección de actores.”
Sergio F. Pinilla: Cinemanía

“Una de las comedias más alocadas y efervescentes que ha dado el cine español reciente.”
Beatriz Martínez: Fotogramas






La morgue


2016
Duración 99 min.
País Reino Unido
Director André Øvredal
Reparto Emile Hirsch, Brian Cox, Ophelia Lovibond, Michael McElhatton, Olwen Kelly,Jane Perry, Parker Sawyers


El cuerpo de una joven sin identificar aparece en un pequeño pueblo de Virginia. En el depósito de cadáveres, los dos forenses (Tommy y Austin, padre e hijo) pronto observan evidencias físicas muy extrañas. Con precisión metódica, su autopsia pone al descubierto los secretos ocultos tras el cadáver y libera diabólicas fuerzas sobrenaturales contra las que deberán enfrentarse.





La hija


2016
Duración 90 min.
País Argentina
Director Luis Sampieri
Reparto Gloria Berbuc, Julia Carcheti, María Laura Carhuavilca, Daniel Elias,María del Pilar Fiad, Harry Havilio, Santiago Paz Posse, Carolina Paz


Los Amado deciden pasar un fin de semana en la casona familiar, pero el plan es alterado cuando la empleada domestica da a luz un bebe.





El gran golpe


2016
Duración 107 min.
País Canadá
Director Steven C. Miller
Reparto Christopher Meloni, Bruce Willis, Dave Bautista, Adrian Grenier, Lydia Hull,Tyler Jon Olson, Christopher Rob Bowen, Chris Hill, Danny A. Abeckaser,Texas Battle, Tara Holt, Alyshia Ochse, Carolyn Alise, Ryan O'Nan, Michael Urriquia


Un agente del FBI sigue la pista de unos ladrones de bancos cuyo motín tienen por costumbre donar a la caridad. Durante la investigación, el agente descubre que el director de uno de los bancos (Willis) ha encubierto de alguna manera a los ladrones, lo que creará gran confusión en el caso.





Miss Sloane


2016
Duración 132 min.
País Estados Unidos
Director John Madden
Reparto Jessica Chastain, Mark Strong, Gugu Mbatha-Raw, Alison Pill, Jake Lacy,Michael Stuhlbarg, John Lithgow, Douglas Smith, Sam Waterston, Ennis Esmer,Alexandra Castillo, Meghann Fahy, Noah Robbins, Lucy Owen, Raoul Bhaneja


En las altas esferas del mundo político y empresarial, Elizabeth Sloane (Jessica Chastain) tiene una reputación formidable. Conocida por su astucia y sus éxitos sin parangón, siempre ha hecho lo que fuera necesario para ganar. Pero cuando se enfrenta al oponente más poderoso de su carrera, se da cuenta de que la victoria puede tener un precio demasiado alto.

MISS SLOANE está dirigida por John Madden ("Shakespeare in love (Shakespeare enamorado)", "El exótico hotel Marigold") a partir de un guion de Jonathan Perera. La película está protagonizada por la nominada al Óscar Jessica Chastain ("La noche más oscura (Zero Dark Thirty)", "Interstellar"), Mark Strong ("El topo", "Kingsman: Servicio secreto"), Gugu Mbatha-Raw ("Belle", "Beyond the Lights"), Michael Stuhlbarg ("Un tipo serio", "Trumbo: La lista negra de Hollywood"), Alison Pill ("The Newsroom", "¡Ave, César!"), Jake Lacy ("Carol", "Girls") y los nominados al Óscar Sam Waterston ("Los gritos del silencio", "Ley y orden") y John Lithgow ("El mundo según Garp", "La fuerza del cariño").

Los productores del proyecto son Ben Browning ("Una historia casi divertida", "El santuario"), Kris Thykier ("Kick-Ass", "La dama de oro") y Ariel Zeitoun ("Colombiana", "Bandidas"). Sebastian Blenkov ("Their Finest", "The Riot Club") es el director de fotografía. Alexander Berner ("El atlas de las nubes", "Resident Evil") se ha encargado del montaje. Matthew Davies ("A ciegas (Blindness)", "Hannibal") se ha ocupado del diseño de producción. Georgina Yarhi ("Asalto al distrito 13", "El caso Slevin") ha realizado el diseño de vestuario. Max Richter ("Shutter Island", "The Leftovers") ha compuesto la banda sonora. Claude Léger, Jonathan Vanger, Patrick Chu y Aaron Ryder ejercen de productores ejecutivos.

El guión de MISS SLOANE, una tensa historia llena de giros sobre una persona poderosa e influyente de Washington obsesionada con la victoria, sorprendió al realizador John Madden con el retrato tan minucioso que ofrecía de una industria que permanece envuelta en el más absoluto misterio. "Aunque tenía una idea general sobre en qué consistía su trabajo, no sabía exactamente qué hacía un representante de lobby, e imagino que muchas otras personas se encontrarán en la misma situación", explica Madden, alabado director de películas tan diferentes como "Su majestad Mrs. Brown", "La deuda" y la ganadora del Óscar "Shakespeare in love (Shakespeare enamorado)". "El guión era inteligente, inesperado y muy satisfactorio. Está ambientado en un mundo en el que todo es estrategia. El lenguaje natural de los personajes es la ironía y las indirectas, lo que da como resultado una película sumamente inteligente, así como muy divertida y sorprendente. El arma más importante que posee el guion es que nunca acaba exactamente donde crees que va a acabar".

Los representantes de lobbies son profesionales de élite de la comunicación, que se ganan la vida influyendo en los encargados de tomar las decisiones en el mundo, entre ellos los legisladores más poderosos de Estados Unidos. Misteriosos, reservados e increíblemente poderosos, ni siquiera están claros los orígenes del propio término, aunque algunos consideran que lo acuñó el presidente Ulysses S. Grant para referirse a representantes de intereses especiales que esperaban para asediarlo en el vestíbulo del hotel Willard.

"La película desafía todo encasillamiento", opina Madden. "Es a la vez un drama político, un thriller impredecible que depara sorpresas constantes, destapa también un mecanismo muy poco estudiado y menos aún entendido del proceso político y, sobre todo, es un estudio fascinante de un personaje extraordinario y obsesivo, definido tanto por su inteligencia y habilidad como por su género. Y lo más inesperado de todo es su retrato de la vida emocional de una heroína que se niega a aceptar siquiera la existencia de la misma".

"La película trata sobre un objetivo político aparentemente inalcanzable", prosigue Madden. "Es un asunto que se ha negado tercamente a ceder a cualquier tipo de presión legal. Examina las numerosas tácticas que emplean los representantes de lobbies para influenciar a la gente. El quid de la película consiste en intentar superar obstáculos insalvables, y está movida por Elizabeth Sloane. Es implacable y emplea tácticas que pueden causar cierto asombro. Rara vez se detiene a descansar. Es totalmente obsesiva, y las personas obsesivas son muy interesantes de ver en el cine".

Madden quedó especialmente sorprendido por el guionista Jonathan Perera. Perera es un abogado educado en Gran Bretaña, que abandonó el ejercicio de su profesión para probar suerte como guionista, y no había escrito nunca antes ningún guión ni había pasado mucho tiempo en EE. UU. "Esperaba a un fanático del cine de Santa Mónica gallito y sabelotodo", comenta el director. "Pero no es para nada así. Es muy culto en materia de cine, e increíblemente franco, inteligente y directo, sin la actitud que podría conllevar un debut tan precoz".

Perera vivía en Corea del Sur, enseñando inglés en una escuela de primaria, cuando empezó a prepararse para escribir su primer guión. En vez de inscribirse en una escuela de cine, leyó tantos guiones como pudo conseguir. "Leía las primeras 60 páginas de un guión, y entonces me ponía a pensar en cómo lo acabaría. Por la noche, leía las últimas 60 páginas del guión y veía qué tal lo había hecho".

Una entrevista que escuchó en BBC News le proporcionó el germen de la idea que necesitaba para empezar. "Se trataba de un tipo llamado Jack Abramoff", recuerda. "Era un representante de lobby al que habían encerrado en prisión por algo que había hecho mal. No sabía gran cosa sobre la industria de los lobbies, pero sabía que podía ser una base estupenda para una película. Me parecía que no habíamos visto un estudio sobre el tráfico de influencias y poder que se mueve entre bastidores en Washington".

MISS SLOANE lleva a los espectadores a las salas de conferencias insonorizadas de una industria que mueve miles de millones de dólares, pero que tradicionalmente pasa desapercibida. "Me interesaba explorar cómo hacen uso de su poder", explica Perera. "Es una especie de intersección entre la política y el espionaje. Se ciñen al máximo posible a los límites de lo legal para presionar a los representantes. Y no siempre logran mantenerse dentro de la ley. Quería llevar a un representante de lobby al límite de la legalidad y ver adónde iba la historia".

Perera logró que su guión llegara a manos de Ben Browning, copresidente de producción y adquisiciones de FilmNation Entertainment. "Me enviaron un guión de un guionista que no conocía", recuerda Browning. "Era lo primero que había escrito en su vida y era genial. En poco más de un año, la película estaba hecha. En mi experiencia, eso no pasa nunca en Hollywood".

Browning quedó impresionado por la fuerza de la escritura y la originalidad de la narración. "Resulta apasionante desde el primer momento, uno de esos guiones que te acabas de un tirón", explica. "Tiene elementos de thriller, drama y política, pero, por encima de todo lo demás, es un gran estudio de un personaje. Es una visión amena y trepidante de uno de los aspectos menos conocidos de la política, con un espectacular papel femenino principal. Y no se trata de un papel de mujer que se defina por nada convencionalmente femenino. No es una esposa, no es una madre. Sloane podría haber sido un hombre, pero al convertirla en una mujer en un mundo de hombres, consigue que el personaje resulte mucho más rico".

Madden y Perera pasaron varias semanas juntos en Londres documentándose sobre los fundamentos políticos y procedimentales de la historia, antes de que Perera se pusiera a rehacerla. "Ya era un guión muy sólido", asegura Madden. "Simplemente hacía falta profundizar en él y darle algo más de cuerpo. Jonathan y yo estamos bastante informados sobre el procedimiento político estadounidense, pero tampoco somos expertos. No queríamos empezar a explorar las cosas en el aspecto creativo sin saber si pisábamos terreno firme en lo que a los hechos se refiere".

Perera quedó impresionado con la aguda comprensión de la historia que exhibía Madden desde la primera vez que hablaron. "Es muy complicada de dilucidar", explica. "Hay muchos argumentos, muchos hilos que seguir, muchos matices a tener en cuenta, pero John lo entendió por completo. Por encima de todo, sabía lo que pensaba cada uno de los personajes. Buena parte de reescribir la película consistió en sentarme con él y hablar de cómo debían evolucionar los personajes a lo largo de la historia. En el primer borrador del guión, Elizabeth siempre iba dos pasos por delante de todos los demás y nunca se encontraba en una situación especialmente vulnerable. Continuar desarrollando algunas de sus relaciones nos proporcionó muchos más matices con los que trabajar".

El personaje central del filme, Elizabeth Sloane, es una dinámica representante de lobby que trabaja para una firma de alta categoría con una reputación muy sólida. "Es lo que podría llamarse una representante de lobby del lado oscuro, lo que significa que está dispuesta a utilizar métodos éticamente cuestionables para conseguir los objetivos de su cliente", explica Perera. "La conocemos en un momento de su vida en que está a punto de derrumbarse. Rechaza una oferta lucrativa para evitar la aprobación de un controvertido proyecto de ley y en vez de eso se pone a trabajar para la oposición".

La legislación en cuestión es el proyecto ficticio de ley Heaton-Harris, un proyecto bipartito que propone una legislación más estricta para el control de las armas de fuego. "Pero el asunto de la legislación de las armas de fuego no es el tema en sí de la película", señala el productor Kris Thykier. "Se trata de una película apasionante ambientada en el mundo de los asuntos de gobierno y los lobbies. Jonathan situó una cuestión emotiva en el centro de la misma, pero podría haber sido otra distinta. La brillantez de los diálogos y el humor que hay detrás sirven para poner al día nuestro concepto del género, creando algo al mismo tiempo accesible y entretenido. La lucha de Elizabeth Sloane por alcanzar su objetivo a toda costa y su capacidad para jugar con las vidas de los demás resultan fascinantes de ver".

La película arranca durante una vista del Senado que estudia la ética de los actos de Liz Sloane. Mientras el comité interroga a Sloane y a los demás testigos, la acción retrocede para mostrar las circunstancias que la condujeron hasta ese punto. "El auténtico reto era hacer una película tan verbal", comenta Madden. "Los diálogos son inteligentes y muy rápidos, lo que hacía que el guión resultara estimulante de leer. Pero una historia sobre una serie de personas hablando necesita justificar su existencia como película y buscamos maneras de trascender eso".

Madden ideó, en colaboración con Sebastian Blenkov, su director de fotografía, un enfoque cinematográfico para esta obra tan verbal. El impulso y la inmediatez de la historia eran las piedras de toque de este enfoque, que se desarrolla a un ritmo de rodaje fluido que permitía la coexistencia de varias ideas e hilos narrativos. Eso se siguió elaborando posteriormente en la estrategia de montaje, en la que Alexander Berner exteriorizó los patrones de pensamiento de Elizabeth, yuxtaponiendo y reorganizando constantemente causa y efecto. En palabras de Madden: "La historia se desarrolla en ráfagas de energía apresurada y cargada de adrenalina, interrumpida por momentos de inmovilidad y silencio, cuando se abre el vacío que hay tras la obsesión del personaje y amenaza con devorarla".

Browning tenía fe en que Madden mantendría la acción en marcha y la atmósfera dinámica. "John Madden es sencillamente un realizador excelente", afirma. "Lo pongo en la misma categoría que Ang Lee o Stephen Frears. Lo que lo define es el hecho de hacer buen cine, punto. No se pueden trazar necesariamente líneas de continuidad entre sus obras, más allá de que le atraen claramente los buenos dramas, consigue sacar interpretaciones increíbles y sus películas poseen textura y un sentido del lugar".

"La película transportará a los espectadores a un mundo que tal vez pensaban que conocían, pero que es mucho más complejo de lo que jamás imaginaron", explica Thykier. "Te sentirás atraído por ese personaje carismático, fascinante y a menudo oscuro, y por la pura satisfacción de una historia bien contada".

"La historia está ideada para ser una experiencia emocionante que mantenga en todo momento en vilo a los espectadores", comenta Perera. "Las películas sobre política no tienen por qué ser sosas y acartonadas", agrega. "Los espectadores no sentirán que los están sermoneando ni tratando con condescendencia, sino que intentarán anticiparse a lo que va a suceder y se quedarán tan pasmados como los propios personajes. El entretenimiento también puede ser estimulante intelectualmente, puede suscitar un debate, pero ese no es aquí el único objetivo. El objetivo es ofrecer a los espectadores una montaña rusa de emociones con una heroína extraordinaria".


La señorita Sloane lo recibirá ahora
Con un guión extraordinario y un director de reconocido prestigio, el equipo responsable del proyecto encontró escasas dificultades para atraer a un reparto estelar para poblar el mundo de MISS SLOANE. "Era una película fantástica para realizar un casting", opina Madden. "Contiene la clase de diálogos sólidos e intensos que los actores están deseando decir. En cuanto leían el guión, querían hacer la película".

Para el papel central de Elizabeth Sloane, el equipo responsable del proyecto eligió a la actriz nominada al Óscar en dos ocasiones Jessica Chastain. Sloane es una agresiva inconformista que juega con las reglas y no tiene más interés que ganar para sus clientes, sean quienes sean. Es un lobo solitario hasta la médula, siempre un paso por delante de sus adversarios y a veces incluso de su propio equipo. Pero Sloane está empezando a darse cuenta del precio que paga por la vida de adicta al trabajo que lleva.

"Jessica Chastain es una de las mejores actrices de su generación", afirma Browning. "Ya ha creado toda una serie de personajes inolvidables. Es rapidísima con los diálogos, veloz de reflejos y no deja nunca de pensar. Todo eso era esencial para el papel, porque Sloane es toda una experta manipuladora, que no deja de mover los hilos a lo largo de toda la película".

Madden y Chastain ya habían trabajado juntos en el thriller de 2010 "Al filo de la mentira", cuando la carrera de la actriz no había hecho más que empezar. El director le envió el guión poco después de leerlo. "El papel le encajaba a la perfección", opina. "La conozco desde antes de que se convirtiera en ‘Jessica Chastain’ y la reconocí como un diamante en bruto. Me dejó enormemente impresionado entonces y, mientras leía el guión, no podía dejar de imaginármela a ella en este papel".

Chastain albergaba desde hace tiempo el deseo de volver a colaborar con Madden. "Es muy generoso durante el rodaje", comenta. "Aunque alguien no venga a trabajar más que un día, John hace todo lo posible para que esa persona se sienta parte del equipo. Por eso vino gente como Christine Baranski y Jake Lacy, aunque sólo fuera por muy poco tiempo. Cada día, veía a los actores con los que iba a trabajar y sabía que estaría en las mejores manos posibles, porque John lo había orquestado todo".

La actriz se dio cuenta enseguida de que Elizabeth Sloane es un personaje único en su especie. "Es increíblemente inteligente, ambiciosa y compulsiva en su deseo de ganar, pero también es muy vulnerable. Era un personaje fantástico para interpretar. El guión era muy inteligente. Nunca trata con condescendencia al espectador. Explica lo que está pasando de forma sencilla y maravillosa".

Pero fue la faceta de suspense de la historia lo que más impresionó a Chastain. "Es una historia increíble sobre una mujer que lo arriesga todo para ganar", explica la actriz. "La película está llena de giros imprevistos. Justo cuando crees que sabes lo que está pasando, hay una gran sorpresa. Me gustan las películas que te mantienen en vilo".

Después de años representando los intereses de grandes corporaciones en una prestigiosa firma de lobbying de primera línea, Elizabeth Sloane sorprende a sus compañeros al cambiarse de bando para pasarse a un equipo más movido por la ideología. La nueva firma, Peterson Wyatt, es la antítesis de todo aquello en lo que Sloane ha basado su carrera. "Los ve como un hatajo de hippies come-granola con sandalias de Birkenstock, que no entienden lo que es necesario hacer para sacar adelante cualquier cosa", comenta Chastain. "Ella está acostumbrada a apoyar la libre empresa, sin pararse a pensar en las consecuencias. No encaja bien allí, aunque lo cierto es que Liz es una rebelde en ambas firmas. No trabaja muy bien en equipo".

Pero no es un súbito cambio de punto de vista político ni remordimientos de conciencia lo que la mueve a unirse a la firma más pequeña, señala Chastain, sino que lo que la atrae es la aparente imposibilidad de la tarea. "Liz Sloane es adicta a ganar. A mayor riesgo, mayor es la victoria. Eso es lo que la atrae. El lobby de las armas dona mucho dinero a campañas políticas y a los políticos les preocupa conservar sus escaños, así que ejerce mucha influencia en el Congreso, lo que lo convierte en un adversario formidable para ella. La auténtica cuestión que tratamos aquí es qué está corrupto en nuestro sistema, qué es lo que no funciona en la política estadounidense y por qué el cambio es tan complicado".

Chastain promete a los espectadores dos horas absorbentes, vertiginosas y sorprendentes. "Hay mucho más misterio del que acostumbra a verse en dramas políticos. No se sabe muy bien qué motiva a Liz ni qué pretende hacer, porque se guarda muchos ases en la manga, y eso hace que resulte una experiencia emocionante".

Mark Strong interpreta al nuevo jefe de Sloane, Rodolfo Schmidt, cuyo enfoque de su causa mutua no podría ser más distinto del de Elizabeth. Schmidt es el genial y recto consejero delegado de una firma especializada de lobbying de Washington, que lucha duro por sus clientes, pero nunca se excede de los límites, ni legales ni éticos. Contratar a Sloane es un riesgo calculado para él, pero está convencido de que ella podría ser la única persona capaz de ganar la lucha por el proyecto de ley Heaton-Harris. Aunque empieza a lamentar su decisión a medida que los métodos de Sloane se van volviendo más extremos, no pierde ni el respeto ni la fascinación que siente por ella.

"Se trata de un papel en el que la gente tal vez no espere encontrarse a Mark", opina Madden. "Es el nuevo jefe de Elizabeth, la voz de su conciencia y, hasta cierto punto, su antagonista. En el Reino Unido, Mark tiene reputación de actor entre actores. Suscita una gran admiración en todo el que trabaja con él. En el mundo del cine, creo que a veces lo han encasillado y sin duda lo han infravalorado, así que es genial contar con él en un papel que tiene un estilo completamente distinto. Como contrapunto formidable de Elizabeth, aporta una humanidad indispensable".

Chastain, que ya había trabajado con Strong en "La noche más oscura (Zero Dark Thirty)", comenta: "Mark es inteligente y reflexivo en cuanto a las opciones que elige. A diferencia de Liz, a Rodolfo sí que le importa cómo lo perciben los demás y cómo sus actos les afectan. Las diferencias entre los dos dan como resultado escenas muy interesantes. Ella es como un elefante en una cacharrería y él intenta controlar al elefante".

Strong no había leído nunca un guión parecido. "Reunía todos los requisitos, para mi gusto", asegura. "Es apasionante. Permitía hacerse una buena idea del mundo en que viven todas esas personas. Esos diálogos tan ágiles son un verdadero reto para un actor. En la vida real, hablamos muy rápido. Nuestros pensamientos se pisan unos a otros. Nos interrumpimos mientras hablamos y aun así entendemos exactamente lo que se está diciendo. Leer un guión que parece reproducir la forma que tiene la gente de hablar en una industria en la que pensar rápido y tomar decisiones sobre la marcha son algo absolutamente vital resultaba emocionante".

La solidez del reparto fue otro factor que atraía al actor. "Es un elenco de gran calidad", opina. "Jessica aporta autoridad y credibilidad a su personaje. Los representantes de lobbies son gente muy competente y sumamente funcional. Liz está además casi descontrolada. Rodolfo está ahí como punto de referencia moral, para indicar cuánto se ha desviado ella de su rumbo".

Madden fichó a un par de actores veteranos célebres, Sam Waterston y John Lithgow, para interpretar otros dos papeles cruciales de la película.

Como George Dupont, jefe de asuntos gubernamentales de Cole, Kravitz & Waterman, Waterston representa a la industria de los lobbies del sistema. Como socio principal, lo que más le preocupa es atraer a clientes de primera y mejorar la cuenta de resultados. Encuentra irritante el estilo impredecible de Elizabeth Sloane, pero los beneficios que genera son inigualables. Cuando se enfurece por la forma displicente que tiene Sloane de tratar a un posible cliente enormemente importante, eso da pie a la salida de Elizabeth de la compañía.

"John Madden no es precisamente manco, ni tampoco Jessica Chastain, así que, ¿cómo no me iba a interesar?", proclama Waterston. "El guión resultó apasionante de leer. Nunca me esperaba lo que iba a pasar a continuación. Conozco un poco este mundo, que es parte de lo que hizo que quisiera participar en la película en primer lugar. Hay gente así, personas sumamente ambiciosas a las que les atraen los grandes centros de poder, como Washington. Trabajan hasta el borde del agotamiento y son unos perfeccionistas. Jessica refleja todo eso".

Dupont, otrora el protector de Jessica, se convierte en su peor enemigo. "A mi personaje le interesa mucho representar al lobby de las armas", explica Waterston. "Cuando ella se niega a cooperar, él la llama a capítulo. Ella reacciona abandonando la compañía para pasarse al otro bando. El cliente quiere destruirla, así que Dupont hace todo lo posible por conseguirlo, lo que lo convierte en un tipo bastante repugnante. Lo que sucede a continuación es sumamente intenso".

Lithgow interpreta al senador Sperling, un legislador demócrata que lleva mucho tiempo en su cargo y un buen tipo sureño muy apreciado. Su reputación como crítico de la corrupción en la política y en la industria de los lobbies lo hace popular entre el electorado y los medios de comunicación pero, como todos los políticos electos, es vulnerable a las delicadas exigencias que conlleva mantenerse en su cargo. Sperling preside el comité del Senado que investiga a Sloane.

Lithgow y Madden ya habían trabajado juntos sobre los escenarios hace tres décadas. "Así que me sentí inclinado a aceptar antes incluso de leer el guión", comenta el actor candidato al Óscar en dos ocasiones. "Y entonces resultó ser una de esas lecturas sumamente amenas, magníficamente escrita, con una trama muy buena y personajes increíbles. Mi papel no deja de mejorar a medida que avanza la película".

Dice que, la primera vez que lo leyó, dio por hecho que el guión estaba escrito por un guionista alabado y con experiencia. "Luego me enteré de que era el primer guión de Jonathan. Había salido de la nada. Se trata de un tipo que no había estado nunca en Washington D. C. y está abarrotado de detalles que parecen auténticos. Y la forma magistral que tiene la historia de desarrollarse es un verdadero placer. Poco a poco, crees que lo vas pillando, y entonces resulta que aún quedan más sorpresas por llegar".

La película también sirvió para reunir a Lithgow y Waterston después de muchos años. "John y yo estuvimos juntos en ‘Hamlet’ hace como siglo y medio", recuerda Waterston. "Nos conocemos desde hace muchísimo tiempo. Durante el rodaje, trabajamos hasta bien entrada la noche y recordamos tiempos pasados. Eso fue casi tan divertido como lo que sucedía ante las cámaras".

Los actores más jóvenes se mostraron encantados de poder disfrutar con las batallitas que contaban Waterston y Lithgow. "Oír hablar a John y Sam de sus primeros tiempos en el teatro fue increíble", opina Chastain. "Me partía de risa oyendo todas esas historias sobre los viejos tiempos en el mundo del teatro, eso fue algo maravilloso para mí".

El variopinto equipo de apoyo de jóvenes con que cuenta Sloane (conocidos durante el rodaje como los golfillos) es un grupo increíblemente unido y leal, para los que su fuente de inspiración es su propio jefe. Sloane se hace especialmente amiga de una joven, Esme Manucharian, interpretada por Gugu Mbatha-Raw. Esme es una representante adjunta de lobby desenvuelta y bien informada de Peterson Wyatt. El control de armas es su tema distintivo. Esme se convierte en la nueva protegida de Elizabeth, pero su papel de rostro reticente de la campaña a favor del proyecto de ley Heaton-Harris abre una brecha entre ellas.

"Me encanta tener ocasión de trabajar en algo que es actual y a la vez provocador", apunta Mbatha-Raw. "Esta película te mete de lleno en un mundo que la verdad es que no se ha explorado mucho. Se trata de gente muy lista que demuestra su inteligencia a través del humor y la competencia. Siempre están enzarzados en luchas de ingenio. Una de las cosas que explora la película es el precio de vivir en un entorno tan implacable y movido por la ambición".

Esme es lo que algunos llamarían una representante de lobby por convicción, alguien que elige a sus clientes según sus propias creencias personales. "Eso es lo que la distingue de Sloane", aporta Mbatha-Raw. "A Esme también le interesa mucho ganar, pero es porque tiene un interés personal en lograr que se produzcan cambios".

Eso hace que entre en conflicto con Liz, cuyos objetivos no le resultan fáciles de discernir, y empieza a sentirse manipulada. "Podría decirse que es por el bien común, pero ahí radica el dilema moral de la película", prosigue Mbatha-Raw. "¿Qué precio estás dispuesto a pagar por alcanzar tu meta? Si ganar lo es todo, pero para conseguirlo alienas a toda la gente que se preocupa por ti, ¿merece la pena?".

Chastain quedó impresionada con la sensibilidad, seriedad y franqueza de la actriz más joven. "Resulta sumamente interesante ver todas esas energías juntas", opina. "Gugu aporta una especie de vulnerabilidad que deja a Liz muy afectada. Por primera vez, se ve obligada a tener en cuenta los sentimientos de otra persona. Creo que en muchos aspectos Esme es el corazón de la película".

Para la actriz Alison Pill el hecho de que, al igual que ella, muchos de los miembros del reparto de la película hubieran pulido sus dotes interpretativas sobre los escenarios fue una gran ventaja. "La película cuenta con muchos actores excelentes de teatro", apunta. "Al proceder del mundo del teatro, el texto siempre es lo más importante para mí. Si está bien escrito, ya tienes la mitad del trabajo hecho. Cuando cuentas con gente como Sam Waterston, Michael Stuhlbarg y Mark Strong, junto a diálogos de este calibre, se consiguen unos resultados de máximo nivel".

Pill interpreta a Jane Molloy, socia junior de Cole, Kravitz & Waterman y protegida de Elizabeth Sloane. Cuando Sloane abandona la empresa, Jane casi ha terminado de pagar sus préstamos universitarios y se está planteando cambiar de carrera. Le perturba la ambigüedad moral del mundo de los lobbies y le incomoda lo poco que le importan a Liz los principios éticos tradicionales. Cuando Liz la invita a unirse al equipo de Peterson Wyatt, Jane sorprende a todos al declinar la oferta.

"No está nada contenta con lo que hace", comenta Pill. "Tal vez sea porque Liz no es muy buena jefa. Es exigente y no le preocupa lo más mínimo llamar a alguien a las tres de la madrugada. Jane conoce muchos de los secretos de Liz, lo que da lugar a una relación de amor-odio entre ellas. Su negativa a marcharse con Liz se ve como una auténtica traición".

Además de Mbatha-Raw y Pill, el equipo responsable del proyecto eligió a toda una serie de jóvenes talentos en alza para interpretar a los "golfillos", entre ellos Al Mukadam, Douglas Smith, Grace Lynn Kung, Lucy Owen, Meghann Fahy y Noah Robbins.

"Somos un equipo de jóvenes representantes de lobbies que seguimos la estela de Liz", explica Smith, que interpreta a Alex, mano derecha indispensable de Sloane. "Nos creemos sinceramente todo lo que dice y queremos complacerla a toda costa".

Clara, interpretada por Fahy, es uno de los jóvenes de Peterson Wyatt que la recibe encantada en su nueva firma. "El equipo es joven, comprometido y lleno de energía", comenta la actriz. "Creo que resulta alentador y emocionante ver a todos esos jóvenes unirse ante esa titánica presencia que es Elizabeth Sloane".

Cuando su antiguo jefe, George Dupont, se vuelve contra Sloane, da rienda suelta a sus colegas para que traten de acabar con ella: el burócrata anodino R. M. Dutton, interpretado por Raoul Bhaneja, y Pat Connors, un representante de lobby luchador y sumamente eficaz que no teme ensuciarse las manos. Connors ha ido ascendiendo poco a poco hasta convertirse en socio de pleno derecho en Cole, Kravitz & Waterman, trabajó durante años con Elizabeth, así que cuando ella se marcha a Peterson Wyatt, él se queda atónito.

Michael Stuhlbarg, que interpreta a Connors, ha ofrecido una serie de interpretaciones extraordinarias en los últimos años en títulos de prestigio, entre los que se encuentra el papel principal de la cinta de los hermanos Coen "Un tipo serio", o su interpretación de la leyenda de Hollywood ‘Edward G. Robinson’ en "Trumbo: La lista negra de Hollywood", así como un sicario no muy profesional en "Siete psicópatas". "Es un actor fantásticamente sorprendente, que se mete de lleno en todo lo que hace", explica Madden. "Nunca te da lo que podrías haber esperado o previsto. Es muy emocionante".

Connors sigue estrictamente los dictados de la empresa y ha sido generosamente recompensado por ello, pero siempre ha sido plenamente consciente de no estar a la altura de Liz Sloane. "Siente probablemente cierta envidia del talento que tiene ella", opina Stuhlbarg. "No deja de ser un tipo muy hábil, en la cima de su profesión, pero creo que probablemente tiene que esforzarse más. Por listo que sea, parece que ella siempre lo supera".

Stuhlbarg felicita al equipo de casting de la película por conseguir reunir a semejante reparto estelar. "Lograron encontrar no sólo a artistas de talento, sino a gente que brilla", sostiene el actor. "Todo el mundo tiene un enfoque original de quiénes son estos personajes y es fácil ver por qué los eligieron para interpretarlos. Fue maravilloso ver la energía que se generaba entre ellos. Resultó inspirador".

David Wilson Barnes interpreta a Posner, el recto abogado interno de Peterson Wyatt. "Es otro actor brillante que va a dar mucho que hablar", opina Madden. "Lucha contra su aversión inicial, para acabar desarrollando una relación complicada con Sloane, mientras lidia con algunos de los ataques que sufre Elizabeth".

"Posner es como un microcosmos de la experiencia de la propia película", observa Wilson-Barnes. "Llega con una opinión, y se marcha entendiendo mucho mejor a Sloane, a quien llega a respetar, pero a la que habría tirado encantado a la basura".

La estrella de la serie "Girls", Jake Lacey, se hizo con el fascinante papel del acompañante Robert Forde. Forde, un solitario con escaso respeto por la autoridad, establece un vínculo insólito con Sloane, pero su relación le hará pasar a ella cierta vergüenza más adelante. "Todos los actores de su edad querían interpretar el papel", aporta Madden. "Pero después de ver a Jake, ya no podía imaginarme a nadie más en él. Es una presencia fascinante".

Lacey dice que se fija en tres cosas cuando busca un proyecto: el guión, el director y el reparto. "Este los tenía todos y además son extraordinarios. Es la historia de un grupo de personas dirigidas por una mujer excepcional, que trabajan por un objetivo común y de cómo lo consiguen. No pretende sermonear; es un drama humano apasionante, que es mucho más interesante que hacer que alguien te diga qué debes pensar".


Entre bastidores en la Calle K
Sabiendo que era probable que MISS SLOANE causara cierta controversia, el director John Madden creía que el éxito de la película dependería de la exactitud con la que reflejara el mundo de los lobbies. "Así que hicimos todo lo posible por asegurarnos de que los hechos fueran correctos", explica. "Localizamos a una compañía de lobbying llamada Glover Park Group, unos veteranos que llevan mucho tiempo en Washington y han asesorado a otros cineastas. Nos ayudaron a ver que algunas de nuestras ideas estaban desfasadas, porque la industria de los lobbies, y las cuestiones éticas que rigen la buena praxis, han tenido que cambiar después de [los escándalos de] Jack Abramoff".

Adam Blickstein, del Glover Park Group, una de las principales compañías de comunicaciones estratégicas y asuntos gubernamentales, reunió a un equipo para asesorar a Madden y Perera mientras trabajaban en el guión. "MISS SLOANE es un thriller político ejemplar", opina Blickstein. "Aunque muchas películas se autodenominan thrillers políticos, tienden a ofrecer una visión muy superficial de la política. Esta sin embargo profundiza en cómo se hace la política. Se mete en el proceso de creación y no siempre es algo bonito de ver. Es un proceso intrincado que la mayoría de la gente no entiende. Creo que los espectadores disfrutarán con esta visión a fondo y bien informada".

El equipo de Blickstein ayudó a dar forma a la historia con los cineastas y educó al reparto sobre la labor que desempeña un representante de lobby. "Mantuvimos conversaciones muy largas con los actores", recuerda Blickstein. "Querían hablar de sus papeles y de cómo sería su trayectoria profesional. Resultó interesante guiarlos y demostró cuánto cuidado estaban poniendo en la creación de sus personajes".

El representante de lobby da fe de la autenticidad del retrato que ofrece la película de su industria. "MISS SLOANE refleja las distintas complejidades y facetas de Washington D. C., ya se trate de algo legislativo que esté sucediendo en el Capitolio o entre bastidores en una sala de juntas corporativa", explica Blickstein. "Se trata de proceso estructurado, estratégico y que exige hacer campaña, y normalmente cambia al día siguiente. La película muestra la incertidumbre, la agilidad y los fundamentos estratégicos de Washington D. C. de una manera que pocos filmes han hecho jamás".

Tanto Jessica Chastain como Gugu Mbatha-Raw realizaron una intensa labor de documentación para preparar sus papeles. "Fui a Washington D. C. y hablé con 11 representantes de lobbies, la mayoría mujeres", recuerda Chastain. "Quería saber qué obstáculos habían tenido que superar y cómo habían logrado triunfar en ese entorno. Hablé con ellos sobre sus familias y sus vidas personajes. Hablamos de lo que de verdad hace falta para conseguir que se apruebe un proyecto de ley y las distintas formas que hay de conseguirlo. Aprendí quiénes eran las bases y los líderes y cómo funcionan las distintas estrategias para llevar una campaña".

La experiencia de poder hablar con representantes de lobbies reales y absorber la atmósfera de Washington resultó inestimable, en opinión de Mbatha-Raw. "Me reuní con un par de firmas de lobbying, entre ellas el Glover Park Group. Quería entender cómo te metías en esa profesión".

Los actores que interpretaban al equipo de Sloane en Peterson Wyatt tomaron parte en un "campamento de instrucción sobre lobbies", impartido por Susan Brophy, directora gerente de Glover Park. Brophy ha trabajado en la Casa Blanca, la embajada de EE. UU. en Portugal y fue la jefa de asuntos corporativos de Time Warner.

"Susan se pasó un día entero hablando a los actores sobre su propia experiencia", comenta Thykier. "Explicó cómo cada uno de esos personajes podría haber llegado a Cole, Kravitz & Waterman o a Peterson Wyatt. Queríamos asegurarnos de que todos los que participaban en la película también entendieran ese mundo. ¿Cómo funciona? ¿Cómo es la relación entre los representantes de lobbies y el Capitolio? ¿Cómo es la relación entre los congresistas y los senadores? ¿Cómo se aprueban los proyectos de ley?".

Madden era plenamente consciente del reto cinematográfico que representaba el filme y decidió colaborar con el director de fotografía danés Sebastian Blenkov. "Tiene un sentido maravilloso de la dinámica, un ojo brillante para la composición y una gran capacidad para acercarse mucho, física y figuradamente, a la acción y a los actores", explica Madden. "Trabaja a menudo cámara en mano, utiliza la mínima intervención posible en cuanto al equipo de iluminación y siente la onda de la historia con una precisión enorme. Y los actores confían plenamente en él. La película posee un aspecto físico precioso y una modernidad no forzada".

El trabajo de Sebastian Blenkov fue una tremenda inspiración para la segunda colaboración de John Madden con el montador, Alex Berner, con quien ya había trabajado en "Al filo de la mentira", protagonizada también por Jessica Chastain. "El enfoque de Alex es al mismo tiempo disciplinado y maravillosamente suelto e instintivo", aporta Madden. "Estaba completamente atento del trasfondo de significado y emoción. Desarrollamos un estilo particular para esta película, empleando a menudo transiciones de tiempo y espacio bastante atrevidas y que desorientan, que parecían reforzar la sensación en la película de que nada es exactamente lo que parece, y trasladando al espectador a un lugar que no esperaba".

Madden se mostró igual de exigente a la hora de asegurarse que la película, que se filmó en Toronto, reproducía fielmente el aspecto físico de Washington D. C. El diseñador de producción Matthew Davies y su equipo se desplazaron en dos ocasiones a la capital para documentarse sobre lugares específicos que después recrearían en Canadá. "Washington es una ciudad elegante y muy completa, en la que residen muchos agentes de poder sumamente importantes", comenta Davies. "Parece tener lo último en vehículos híbridos de gama alta. La red de metro es casi futurista. El Capitolio está maravillosamente mantenido y todos los edificios de mármol blanco están inmaculados. Queríamos reflejar la abundancia y elegancia de la vida política de Washington D.C".

"A John le interesaba mucho reflejar la autenticidad y los detalles que dan carácter a las firmas de lobbying político de la Calle K, así como el atractivo de una carrera haciendo lobbying", prosigue Davies. "Vio tanto el optimismo de la gente que intentaba conseguir cambios reales, como las negociaciones a puerta cerrada que caracterizan el lado más sórdido de la política estadounidense. John es un narrador exquisito y tenía sugerencias muy interesantes, que servían para reforzar sus temas e ideas".

Una de las primeras cosas que notó Davies, según comenta, fue el valor que se le daba al espacio, sobre todo en lugares de prestigio. "La vista desde tu ventana es más importante que los metros cuadrados de tu oficina", señala. "Una vista de la Casa Blanca o el Capitolio o cualquier otro monumento da mucho prestigio. En estas firmas de la vieja escuela, todo está acabado con un nivel de calidad exquisito. Cole, Kravitz & Waterman es un ambiente muy serio y tradicional. Es algo sobrio, pero muy elegantemente montado, con detalles muy finos y una gama lujosa de materiales, que transmite a las visitas una sensación de fuerza y confianza".

Por otro lado, Peterson Wyatt es una firma especializada más reciente y pequeña. "Es más orgánica en cuanto a cómo se utilizan sus espacios", comenta el diseñador. "Parece un ambiente de trabajo más relajado y agradable que Cole, Kravitz & Waterman. Se presta atención al espíritu de colaboración del entorno de trabajo".

Davies y su equipo también recrearon una sala de audiencias del Senado en la Universidad de Toronto. "Las salas de audiencias tienen chapados de madera similares, una iluminación similar y están construidas más o menos en la misma época. Era necesario mantener la coherencia con las originales".

En línea con el interés por la fidelidad del director, la diseñadora de vestuario Georgina Yarhi creó un guardarropa sumamente personalizado para cada uno de los actores. "Acertó de pleno a la hora de darle el tono a cada personaje, además de ser una colaboradora de primera", afirma Davies.

Tras hablarlo con el director, el diseñador de producción y Chastain, Yarhi empezó a elegir un estilo básico para Elizabeth Sloane. "Es una de las principales representantes de lobbies de Washington, donde alguien como ella puede ganar un sueldo de siete cifras", comenta Yarhi. "Así que gana mucho dinero, pero nunca se molestaría en ir de compras. Así que contrata a una estilista. Dos veces al año, alguien le prepara una selección de ropa de diseño de las tiendas, ella se la prueba y ya no tiene que volver a pensar en ello. Su ropa no es una cuestión de belleza o estética, se trata de ponerse una armadura para hacer frente al mundo".

Por consiguiente, la ropa que lleva Sloane hace más hincapié en el poder y el prestigio que el atractivo. "Una mujer como Liz nunca llevaría ropa que resaltara abiertamente su sexualidad, nada de prendas muy escotadas ni faldas demasiado cortas", señala Yarhi. "Hay mucho negro. Y cuando usamos colores, eran muy fuertes, como el magenta, el verde botella o el fucsia. No hay nada demasiado femenino ni extravagante".

Yarhi y Chastain trabajaron con una estilista del departamento de lujo de mujeres de los grandes almacenes más importantes de Toronto. "Fuimos a The Room en Hudson’s Bay e hicimos que una asistente personal de compras nos trajera cosas que encajaban con nuestras especificaciones, tal como haría Elizabeth Sloane", recuerda la diseñadora de vestuario. "Jessica sabía exactamente lo que quería que llevara su personaje. Eligió marcas muy exclusivas, como relojes de Piaget, vestidos y trajes de Victoria Beckham e Yves St. Laurent, y zapatos de máxima calidad. Los zapatos eran muy importantes. Cuando una mujer se pone unos zapatos de tacón de 12-15 cm, cambia su forma de desenvolverse y Jessica lo hizo magníficamente".

La diseñadora estudió el sistema de castas minuciosamente codificado de Washington D.C. y descubrió una estricta jerarquía de vestimenta que le resultó muy útil para definir visualmente a los personajes. "Cole, Kravitz & Waterman es una compañía del sistema de la vieja escuela, mientras que Peterson Wyatt es una joven firma especializada", observa. "En la compañía perteneciente al sistema, todos los hombres llevan ropa conservadora y cara. No hay muchas corbatas llamativas ni ropa que pretenda decir algo. Todo es trajes serios, camisas blancas, tal vez con una raya muy sutil. Cuando llegas a la segunda empresa, todo el mundo es un poco más relajado, pero nadie va a trabajar vestido con ropa informal. En Peterson Wyatt, hay 10 representantes de lobbies más jóvenes. No podrían permitirse comprar donde compra Elizabeth Sloane. Las mujeres comprarían en sitios como Ann Taylor. Los hombres puede que vayan a J. Crew y, si pueden permitírselo, a Brooks Brothers. Rodolfo, el dueño de la firma especializada, tiene unos cuantos trajes, pero podría ser un poco menos formal, así que optamos por blazers y vaqueros oscuros de un corte excelente".

La última colaboración de la película fue entre John Madden y el compositor de la banda sonora, Max Richter. "Soy un gran admirador del trabajo de Max", afirma Madden. "Es un compositor serio y prolífico por derecho propio, que se siente igualmente a gusto con grandes composiciones conceptuales, como la ópera y el ballet, pero que también encuentra tiempo para aportar su enorme talento a las bandas sonoras de películas. MISS SLOANE no es una película especialmente sencilla a la que poner música, plantea todo un reto para el compositor, que necesita buscar la forma de llegar al particular pulso de su protagonista central. La excepcional manera en que lo hizo Max, mediante esa composición orquestal minimalista con un vocabulario electrónico, fue una forma genial de ocupar un espacio extraño, aprovechando el impulso adictivo de la inquieta mente de Elizabeth y la creciente presión emocional de su gradual descenso al vacío. Es una partitura preciosa e impactante".

El resultado final de todos esos esfuerzos es un drama de personajes emocionante y creíble sobre una mujer a punto de hacer frente a su pasión por ganar, su ambición y su lugar en el mundo, según Kris Thykier. "Sigue su evolución, mientras intenta que el proyecto de ley salga adelante en el Senado, y lo que eso hace a su vida personal y a la gente que la rodea. ¿Se aprobará el proyecto de ley? ¿Conseguirán bajarle los humos? La forma que tiene la historia de resolverse es increíblemente satisfactoria y el camino que sigue hasta llegar allí resulta tremendamente ameno".





Anina


2013
Duración 80 min.
País Uruguay
Director Alfredo Soderguit


Una película de animación que relata las aventuras de una niña que debe resistir las burlas de sus compañeros de colegio por la particularidad de su nombre y apellidos: Anina Yatay Salas, ya que los tres se leen igual en ambos sentidos. Incluida en el apartado Generación del Festival de Cine de Berlín del 2013.


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