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viernes, 27 de mayo de 2016

ORO

En 2017, aunque aún se desconoce la fecha exacta al no estar acabada, llegará a los cines ‘Oro’, el ambicioso quinto largometraje de Agustín Díaz Yanes basado en un relato inédito de Arturo Pérez-Reverte. La película cuenta con un generoso presupuesto de 8 millones de euros y nos llevará a finales del siglo XVI en Latinoamérica, una época marcada por la llegada de conquistadores españoles a la búsqueda de las riquezas y la gloria que se les había negado en su país natal.

‘Oro’ cuenta con un amplio reparto en el que sobresale la presencia de actores como José Coronado, Raúl Arévalo, Bárbara Lennie, Óscar Jaenada, Antonio Dechent o Juan Diego y su rodaje, que lleva meses en marcha, concluirá próximamente en la Selva del Darién en Panamá. Sin embargo, Díaz Yanes y Pérez-Reverte han presentado hoy la película en Madrid y más abajo podréis leer lo más interesante que han comentado en ese encuentro con la prensa al que he asistido.


¿Está basada 'Oro' en algunos conquistadores o es una mezcla de todos?

Arturo Pérez-Reverte: Hemos cogido todo lo que hay de crónica de Indias y hemos sacado aquellos lugares comunes, transversales, que permiten crear el retrato robot del conquistador. Esa era la idea. También había mujeres, pero con el papel de la mujer de entonces, no el de ahora. Es evidente que la lectura que se hacía entonces no es la de ahora. La mujer estaba como compañera de viaje del conquistador. No se puede falsear la historia tampoco. Había que ver el mundo con los ojos que se veían entonces y la mujer está incluida en esa visión.

Agustín Díaz Yanes: Sí, las llevaban, unos sí y otros no, pero generalmente llevaban mujeres en todas las expediciones.

Arturo Pérez-Reverte: Lo que pasa es que ellas a veces intervenían desde la retaguardia, entre bastidores, y podían tener más influencia que los propios hombres. Muchas veces estaban detrás moviendo los hilos de una manera decisiva para los acontecimientos.

¿No hay ninguna historia que haya pesado más?

Arturo Pérez-Reverte: No, hemos ido a saquear las crónicas de Indias. Hemos ido a buscar precisamente aquello que no era original. Cuando había algo muy original, lo descartamos porque no nos valía. Queríamos que cualquier acontecimiento de la conquista se comprendiera. Queremos que quien vea esta película diga que ya sabe cómo fue la conquista de América. Gente que no pasó a la historia, pero que fue el grupo que hizo aquello.


¿Y el punto de vista indígena cuál es? Porque entonces, ¿desde Latinoamérica cómo se va a ver?

Agustín Díaz Yanes: Bueno, eso nunca se sabe, pero claro que hay indígenas.

Arturo Pérez-Reverte: De hecho, en el grupo van indígenas también. Hay guías indígenas. Espero que el público lo vea como fue, cruel y al mismo tiempo espectacularmente interesante, pero sobre todo fascinante. Si hubiera que resumir, sería “Así fue”.

¿En qué año se ambienta?

Arturo Pérez-Reverte: No hay un año, es hacia finales del siglo XVI. No hemos querido ni datarla geográficamente ni tampoco en cuanto a fecha, porque hemos querido abrirlo para que todo pueda ser entendible en cualquier momento de la conquista.

¿Arranca la historia allí directamente o sale España en algún momento?

Agustín Díaz Yanes: Están allí. Se habla de España, pero llevan ya tiempo allí. Los que menos llevan casi dos meses y otros más porque eran veteranos de las guerras de Indias.

Arturo Pérez-Reverte: Había dos tipos de conquistador, el soldado profesional, que había estado en Flandes, en Italia, en México, y el chaval, el nuevo, el emigrante, como el que se va ahora a trabajar a Londres, pero entonces porque se decía que en las Indias había fama y gloria. Ese doble estereotipo de personaje es el que caracteriza la película.

¿Cuál es la manera de tratar la violencia en la película?

Agustín Díaz Yanes: La violencia es lo más realista y verídica posible. Siempre que empiezas una película de estas te ves muchas otras nuevas y no es que esté a favor o en contra de ellas, pero lo que no vas a encontrar es una violencia moderna, por así decirlo. Es una violencia más naturalista, sucia.

¿Algo similar a ‘El renacido’ (‘The Revenant’)?

Agustín Díaz Yanes: Ya que lo dices, vimos ‘El renacido’ antes de hacer la película y, bueno, Iñárritu y el Chivo… Sí, es así. Es una violencia sucia, muy poco alambicada. Allí, por mucho que nos empeñemos, las peleas eran cortas y directas. Es una película violenta, no nos vamos a engañar, y después se tratan las muertes como se hacía entonces, como era la vida en la selva. Entonces una herida en la selva era casi seguro que palmabas.

Después, todos los problemas entre los propios soldados se resolvían por las armas, como es lógico, porque no había otra fórmula, aunque siempre se ha mantenido ese espíritu testimonial del rey emperador y del escribano del rey que va tomando nota de todo y se siguen unas normas. Es el papel que hace Andrés Gertrúdix y que es como digamos el narrador de la película.

En las crónicas es muy bonito observar cómo en mitad del desastre había un señor con una pluma y un papel que escribía los testamentos de los soldados, el que moría de dónde era, los motivos, cómo se llamaba, si los soldados se querían rebelar o no contra el rey… El poder del testimonio me pareció siempre muy bonito.

El analfabetismo sale también en la película, que los que pensaban que sabían leer en realidad saben muy poco y los que pensaban que sabían escribir lo mismo. El escribano es el cronista de indias.


¿Qué habéis sacado vosotros de ese viaje a esa época que nosotros haremos cuando veamos la película?

Agustín Díaz Yanes: Cuando empiezas a rodar surgen cosas en la cabeza de todo el mundo. Yo me he traído la idea no sólo de lo difícil y violento que debió ser, sino también del espíritu distinto que tenía esa época y cómo hacían cosas extraordinarias en lo bueno y en lo malo sin darse cuenta.

¿Creéis que la película podrá dar alguna clave para entender mejor la España actual?

Agustín Díaz Yanes: Yo soy muy modesto en esto y creo que hay que serlo. Creo que las películas y los que hacemos películas nos estamos convirtiendo a veces en filósofos de la nada. Yo aspiro a que sea una buena película y a que la gente que vaya a verla, mejor si es mucha, haga el viaje con nosotros.

Pero mayor comprensión, pues espero que haya algún espectador que siente interés por esa parte de la historia de España y se meta en ella, pero ya a mi edad tengo muy poca confianza en que vayamos a cambiar la mentalidad de la gente. Si lo hacen, es al margen nuestro. Yo creo que las películas son superiores, en lo bueno y en lo malo, a su director.

Arturo Pérez-Reverte: Conviene subrayar que es una película en la que están en todo momento caminando o luchando, están todo el rato moviéndose. Es una selva movie, por entendernos, no hay reposo. Pero en ese contexto hay una cosa interesante y es que los chicos que hacían la película, que tienen una visión joven del mundo, habían adquirido una dimensión diferente y miraban a los conquistadores de otra manera.

Eso no disculpa el hecho, pero ya entendían las causas, se habían acercado a esos hombres. Eso significa que la película lo explica, te acerca. Por ejemplo, los americanos han hecho su historia con los western, pero aquí no se ha hecho. Este es nuestro western, nuestra frontera, nuestra trágica épica. Está muy bien recordar que ahora somos lo que somos y que también fuimos lo que fuimos.

Fuimos violentos, crueles, bestias, violadores y genocidas en algunos aspectos, pero también había una grandeza, una aventura fascinante que está ahí y que es educativo conocer. No renegar de nuestro pasado y tampoco glorificarlo. Saber cómo fuimos. Es una de esas películas que ayudan a entender mejor en España. Lenguas, pueblos, religión…

¿Qué tal vosotros dos repitiendo como pareja creativa?

Arturo Pérez-Reverte: Yo voy muy poco a los rodajes. Un autor molesta más que ayuda en los rodajes. Cuando hay alguna cosa, me llama y me pregunta. Nosotros nos respetamos mucho, ‘Alatriste’ hizo que nos acercásemos mucho y nos entendemos bien. Él es historiador y yo no le tengo que explicar las cosas, él las sabe. Además, él se busca sus propias fuentes.

Yo hice la historia, él después el guión, luego sobre el guión ampliamos cosas, discutimos escenas, pero siempre en un clima muy bueno.


Agustín, ¿por qué han pasado siete años para que hagas otra película?

Arturo Pérez-Reverte: Porque no había encontrado ningún proyecto tan bueno como este.

Agustín Díaz Yanes
: Te podría contestar con eso, con que me había tomado un período de vacaciones, pero no. La verdad es que terminé mi última película que no fue un éxito de público, aunque ahora el dinero que hizo sí que lo sería, y entonces me tomé un año de descanso a ver y reflexionar. En ese año nadie llamó al teléfono y entonces empecé a hacerlo yo, pero no me contestaba casi nadie, así que decidí tomarme más años de descanso obligatorio.

Cuando me llamaron para esta película yo ya había dado casi por perdido, porque tampoco veía a gente por la calle con pancartas diciendo “Queremos que Díaz Yanes haga una película”.

Arturo Pérez-Reverte: Llegó a decirme que se acabó.

Agustín Díaz Yanes: Pero me llamaron para esto y me gustaba mucho el proyecto, porque yo creía que podía hacerlo. Además, era muy nuevo y con actores jóvenes con los que tenía muchas ganas de trabajar. Eso sí, es una película complicada. 16 actores, selva, en fin, pero me gustaba mucho el proyecto. Siempre me ha gustado hacer cosas raritas. Me devolvieron ellos al cine.

Arturo Pérez-Reverte: Yo lo puedo decir porque he sido testigo. Él había renunciado. Cuando íbamos a cenar por ahí me decía que ya pasaba, que se iba a dedicar a leer y a escribir. Lo que pasa es que nadie ha hecho una película así. Le encantó desde el principio y se sumó con entusiasmo desde el principio.


¿Por qué creéis que nunca se ha hecho antes nada así?

Arturo Pérez-Reverte: ¿Sabes qué pasa? Que el franquismo lo contaminó todo. El franquismo al poner camisa azul al Cid Campeador y que fuimos a América a evangelizar porque éramos unos angelitos… Lo dejó todo tan sucio, tan sobado, que ya nadie se atrevió a ello porque ya todo sonaba a eso.

Cuando salió Alatriste costó mucho que la gente entendiera que no era un héroe imperial, sino un soldado oscuro y maltratado por su país. El franquismo dejó el tema inútil, pero todo es mucho más complejo que eso. El gran error que ha cometido España es que en vez de quitarle el moho franquista y dejarlo limpio para usar, lo tiraron por la ventana.

Tanto en el cine como en la literatura hemos tenido unos temas que daban miedo, no fueran a pensar que estoy glorificando tal o cual. Hemos renunciado a los complejos y que le den morcilla a Franco y a la visión del conquistador. Vamos a hacer la de verdad.

Agustín Díaz Yanes: Yo estoy de acuerdo con Arturo. Aunque siempre se piense que 40 años es mucho de la muerte de Franco, en realidad es muy poco. Seguimos contaminados en ciertos temas. Comparando con el western, es verdad que ellos han hecho una limpieza de su historia primero con westerns más infantiloides y luego más complejos, y sería bueno que tanto en España como en Latinoamérica se hicieran películas sobre la conquista desde diferentes puntos de vista.
Entiendo que no va a ser una película que vaya a resultar cómoda para el espectador…

Arturo Pérez-Reverte: Nosotros lo que hacemos es ponérselo a huevo. Queremos acercar a ese público de una manera muy potente, narrativamente fascinante e ideológicamente objetiva algo que es fascinante. Son novelas de aventuras reales, que te atrapan de una forma tan intensa que no puedes dejarlas. Queremos que el que se siente a verla se quede así.

Agustín Díaz Yanes: Yo tengo una teoría que la gente decide ir a ver las películas antes de que tú las pienses. Mira ‘El renacido’, la historia es probablemente anti-comercial y ha tenido un éxito extraordinario. Depende mucho de la película y del clima del público en ese momento.


¿Qué conexiones puede tener con ‘El Dorado’?

Arturo Pérez-Reverte: Que se basa en la crónica de Lope de Aguirre, eso es todo. En lo demás de nada. Y con la de Herzog tampoco.

Agustín Díaz Yanes
: Además, ‘Aguirre, la cólera de Dios’ (‘Aguirre, der Zorn Gottes’) es una película basada en Klaus Kinski.

Arturo Pérez-Reverte: Y Herzog era alemán. Además, para esta película había que ser español, porque solamente desde dentro entiendes el país del que se van, cómo se relacionan entre ellos, cómo se matan entre ellos y al enemigo. Eso Herzog no podía entenderlo y Saura fue por otro camino. Esta película no se ha hecho nunca. No sabemos si irá bien o mal, es la primera vez que se hace algo así.

En literatura digamos que ya se ha hecho. ‘La aventura equinoccial de Lope de Aguirre’ de Ramón Sender es un libro que debería ser obligatorio en todos los colegios. Es España en todo. Ese libro sería el pariente más próximo de lo que pretende esta película, quien lo conozca sabe muy bien de qué va esta película.
Con un reparto tan coral, ¿repartir el tiempo de metraje ha sido complicado?

Agustín Díaz Yanes: Al principio lo pensamos mucho y creo que hicimos un guión muy equilibrado para que eso no sucediera. No digo que sea más fácil, pero para el director siempre es más sencillo tener sólo uno o dos actores con los que trabajar constantemente y que el resto fueran secundarios, pero aquí no es así. Todos tienen una participación bastante grande y creo que los actores entendieron muy bien qué personajes protagonistas hacían de figurantes algunas veces.

¿Cuánto tiene la película de melancólica, de nostálgica?

Arturo Pérez-Reverte: No echa en falta ese tiempo, al contrario, se horroriza. Hubiera sido fácil, pero no hemos caído en eso. Es crepuscular en otros sentidos, los viejos soldados que van a morir allí en América, pero es un espasmo de horror ante un tiempo pasado.

Agustín Díaz Yanes: El tener un reparto de actores jóvenes también te impedía caer en eso. Su propio físico te impedía caer en algo que no estaba en el guión.

Arturo Pérez-Reverte: Y los viejos tampoco, ellos asumen que su vida ha sido un fracaso y que están ante una última oportunidad de conseguir oro. Se intentó evitar esa nostalgia que tampoco sentíamos.

Arturo, la relación que guardas con tus adaptaciones de novelas al cine, ¿qué tal es? ¿Tienes esperanzas de que ‘Oro’ sea la que te deje más satisfecho?

Arturo Pérez-Reverte: Yo siempre intento quedarme fuera. Me acuerdo cuando Roman Polanski me dijo rodando ‘La novena puerta’ (‘The Ninth Gate’) qué quería… y yo le dije que no quieras nada, es tu película, es tu responsabilidad. Yo voy a apoyarla si me gusta y cuenta conmigo para lo que quieras, pero yo no me siendo vinculado a ella en lo personal.

En este caso es diferente, porque yo he hecho la historia y hemos trabajado el guión juntos. Aquí tengo una implicación personal mucho más estrecha, pero en mi caso es rarísimo, yo creo que no había sucedido hasta ahora. Bueno, sí, en ‘Gitano’ creo que fue, pero fue Manuel Palacios el que hizo casi todo el guión, aunque después me comí yo el marrón.

Agustín Díaz Yanes: De todas formas, yo creo que tenemos que liberar a Arturo de su responsabilidad, ya que las películas, para bien o para mal, siempre terminan siendo del director. Él me ha ayudado, pero si es un desastre no deberíamos compartirlo. Es verdad eso que dicen siempre que de un mal guión no puede salir una buena película, pero de un buen guión sí puede salir una mala película.




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