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viernes, 25 de marzo de 2016

ESTRENOS DEL 31 DE MARZO

Sólo la verdad



País: Australia - USA
Duración: 121 minutos
Año: 2015
Director: James Vanderbilt
Reparto: Cate Blanchett, Robert Redford, Elisabeth Moss




En la mañana del 9 de septiembre de 2004 la veterana productora de CBS News Mary Mapes (Cate Blanchett) creyó que había encontrado una razón para enorgullecerse de su trabajo. Al final del mismo día, Mapes, CBS News y el venerado presentador Dan Rather (Robert Redford) estaban bajo pesado escrutinio.

La noche anterior, el programa “60 Minutes” había televisado una investigación producida por Mapes y presentada por Rather, que postulaba nueva evidencia de que el entonces presidente, George W. Bush, había posiblemente, evitado sus responsabilidades durante su servicio militar como piloto entre 1968 y 1974. El programa explicaba que Bush, no sólo había explotado las conexiones de su familia y el privilegio político para evadir el combate durante la Guerra de Vietnam al unirse a la Guardia Nacional Aérea de Texas, sino que también se había ausentado durante meses de la base a la que estaba destinado.

Mapes y su equipo de investigadores habían logrado grabar el testimonio de testigos y nuevos documentos para argumentar la noticia, por lo que sentían que el informe era sólido. Al acercarse la carrera presidencial en 2004, Bush Vs. Kerry, la historia pudo haber tenido profundas ramificaciones políticas.

Pero a los pocos días de la publicación de la historia, la carrera militar de Bush ya no era el centro del debate. Fueron “60 Minutes”, Mapes y Rather quienes se encontraron bajo interrogatorio cuando los documentos fueron denunciados como falsificaciones y ellos fueron acusados de periodistas incapaces, o en el peor caso, de haber permitido que los engañen.





CUESTIONAR EL PODER

“Creo que Dan y yo compartimos cierta perspectiva sobre la injusticia. Crecí con una figura de autoridad abusiva e injusta, por lo que sé que es posible para la gente abusar de su autoridad y lastimar a los más débiles. En cualquier contexto, me interesan más las historias de la gente que no nació en la cima y no tuvo ventajas sobre los demás. Estoy interesada en exponer las hipocresías e injusticias de nuestra vida en sociedad. Dan comparte esta ética, y como periodista, ese es nuestro trabajo. Debemos poner los mismos límites a los poderosos que al resto de la gente. Fuimos criticados y perseguidos por hacer justamente eso.” Mary Mapes



“Nuestro gobierno debe ser para la gente, por la gente y de la gente; y esto sólo funciona si la gente sabe lo que está sucediendo. Esta es la misión de un periodista: averiguar y comunicar lo que los poderosos no quieren que sepas, lo que quieren mantener escondido. Esto sólo es viable cuando los periodistas podemos operar en un sistema que apoya la independencia y la integridad”. Dan Rather



“De ser un país que promovía el desacuerdo, pasamos a ser un país en que un punto de vista distinto es recibido con indignación y gritos. Ese período del periodismo que se dio hace una década fue fascinante. Fue el momento en que se estaba descubriendo cómo en realidad funcionaría Internet, cuán rápido sería el feedback que podría producirse y cómo podrían alinearse las fuerzas para dividirnos como país.

Hacer esta película nunca tuvo el objetivo de averiguar si Mapes y Rather tenían razón. De la misma manera que “All the President’s men” no es sobre Richard Nixon, esta película no es sobre George W. Bush”. James Vanderbilt



“No necesito validación o redención. Soy mi trayectoria, que es larga y tiene subidas y bajadas. Siento pasión por mi profesión y si nuestra historia ayuda al menos, a un periodista a que se defienda ante la interferencia y la intimidación; o ayuda a un miembro de la audiencia a entender la importancia de las verdaderas noticias; o ayuda a un votante a elegir mejor a quienes deben proteger la democracia y al periodismo de quienes lo envenenan; entonces valió la pena”. Dan Rather














CRÍTICAS

“Blanchett es sensacional como Mapes” – Observer



“Una fascinante mirada sobre el periodismo moderno” – Empire Magazine



“Una de las mejores performances de Blanchett” – Sidney Morning Herald



Agenda Secreta



País: Alemania
105 minutos
Año: 2015
Director: Lars Kraume
Reparto: Burghart Klaußner, Ronald Zehrfeld, Jörg Schüttauf


Alemania, 1957. El Fiscal General Bauer recibe una prueba fundamental sobre el paradero de SS-Obersturmbannführer Adolf Eichmann. Todo apunta a que el teniente coronel responsable de la deportación en masa de los judíos, se esconde en Buenos Aires.

Desde que regresó de su exilio en Dinamarca, Bauer, que también es judío, intenta llevar ante los tribunales a los criminales del Tercer Reich. Pero hasta el momento no ha tenido ningún éxito ya que Alemania se opone con firmeza a sacar a la luz ese siniestro capítulo de su historia. Fritz Bauer desconfía de sistema judicial alemán así que contacta con el Mossad israelí y, al hacerlo comete traición. Bauer no busca vengar el Holocausto, lo que le preocupa es el futuro de Alemania.

PREMIO DEL PÚBLICO . FESTIVAL DE LOCARNO 2015


Fritz Bauer: un héroe alemán
Un fiscal que cambió un país entero: Con su obstinada batalla contra el olvido, Fritz Bauer dejó huella en la joven República Federal de Alemania. Llevó los crímenes de los nazis a los hogares alemanes, rehabilitó a los luchadores de la resistencia que combatieron contra un régimen injusto, persiguió a Adolf Eichmann, e inició el gran juicio de Auschwitz en Frankfurt, uno de los casos penales más sonados de la posguerra. Hubo un tiempo en que él mismo escapó a duras penas de los secuaces de Hitler y ahora era el quien les perseguía. Pero no le interesaba la venganza sino la justicia.

Fritz Bauer nació en 1903 en Stuttgart. Era hijo de judíos y se declaraba ateo. Después de terminar Derecho y hacer el doctorado, fue nombrado ayudante de juez en Stuttgart en 1928 y dos años después se convirtió en el fiscal de distrito más joven de Alemania. Pero después de planear una huelga general en protesta por la transferencia del poder a los nacionalsocialistas, la Gestapo la arrestó en 1933. Le expulsaron de la función pública y le encerraron ocho meses en el campo de concentración de Heuberg. En 1936 huyó a Dinamarca. Siete años después, cuando el ejército alemán de ocupación comenzó la deportación de judíos daneses, logró escapar a Suecia. Regresó a Alemania en 1949, y se convirtió en fiscal general de Braunschweig al año siguiente y en 1956 fiscal general de Hesse en Frankfurt am Main, un puesto que ocupó hasta su muerte acaecida en 1968.

Bauer es uno de esos emigrantes políticos que regresaron a un país destruido después de la Segunda Guerra Mundial para construir un nuevo estado de derecho. Este apasionado humanista y un auténtico patriota, no se cansó nunca de reflejar sus puntos de vista en libros, artículos y programas de televisión. Quería enseñar a los alemanes a ser mejores personas y de esa forma cambiar profundamente el país. Defendió reformas integrales y exigió, por ejemplo, un sistema de derecho penal más humano. Para él la reinserción en la sociedad era más importante que el castigo. Hoy, muchas de sus ideas nos pueden parecer evidentes, pero en la era de Adenauer eran revolucionarias.

Pero Bauer luchó más que nadie por llevar a los criminales nazis ante los tribunales. Su tarea era hercúlea ya que muchos antiguos jueces y fiscales del nazismo habían recuperado puestos de poder. Y como es lógico no les interesaba que se persiguieran y se condenaran los terribles crímenes cometidos durante la era de Hitler. El mismo Adenauer, canciller alemán, había declarado que era hora de "trazar una línea" y dejar el pasado atrás. Pero Bauer explicó que no lo hacía por ensañarse con el pasado sino para conseguir un futuro mejor. Para él, los juicios nazis eran imprescindibles para la sociedad alemana: "Hacer las paces con nuestro pasado significa someternos a juicio, someter a juicio a los elementos peligrosos de nuestra sociedad, y sobre todo someter a juicio todo lo que fue inhumano", escribió en una conferencia de 1962 [de una carta de Bauer a la Organización Juvenil del Rin-Palatinado de 9 de julio de 1962; ver: Fritz Bauer, Die Wurzeln faschistischen und nationalsozialistischen Handelns, Frankfurt am Main, 1965, p. 66].

De hecho, su primer caso importante como fiscal general causó sensación en todo el país. En 1952 acusó al extremista de derechas Otto Ernst Remer de difamación. Durante un mitin electoral, Remer había dicho que von Stauffenberg y otros combatientes de la resistencia del levantamiento del 20 de julio de 1944 eran traidores porque habían roto su juramento lealtad a Hitler en tanto que soldados. Por su parte, Bauer argumentó en su alegato que ese juramento de lealtad era ilegítimo y por lo tanto podía romperse. Sus argumentos terminaron con la siguiente frase: "Un estado injusto, que comete decenas de miles de asesinatos cada día otorga a cada persona el derecho a autodefenderse". Con este argumento Bauer contrarrestaba la excusa que solían utilizar muchos asesinos nazis al afirmar que cumplían órdenes, es decir que sólo cumplían con su deber. Los jueces estuvieron de acuerdo con los argumentos de Bauer y condenaron a Remer a tres meses de prisión. Este juicio espectacular rehabilitó al muy denostado grupo que había intentado asesinar a Hitler y fue la primera vez que un tribunal alemán declaraba abiertamente que el régimen de Hitler "no había sido un Estado de derecho, sino más bien un estado injusto".

En su afán por llevar ante los tribunales a figuras clave de ese estado injusto, Fritz Bauer empezó a buscar insistentemente a Adolf Eichmann, el ex Obersturmbannführer que había organizado la deportación en masa de judíos durante el Tercer Reich y que era uno de los grandes responsables del genocidio que los nazis llamaron eufemísticamente la "solución final". En 1957 Bauer recibió una carta del emigrante judío Lothar Hermann que vivía en Argentina. En la misiva, Hermann le contaba que sabía exactamente dónde se escondía Eichmann porque la hija de Hermann había hecho amistad con el hijo de Eichmann. Bauer tuvo la inteligencia de no pasar esa información a las autoridades alemanas ya que en muchas ocasiones los camaradas que tenían en la policía o en la justicia avisaban a los nazis huidos antes de que pudieran arrestarlos.

Lo que hizo fue informar a la inteligencia israelí y a Georg-August Zinn, su compañero en el partido de la SPD y presidente de la región de Hesse. Para que sus enemigos no sospecharan, Bauer informó a la prensa que habían localizado a Eichmann en Kuwait. De esa forma, el Mossad pudo secuestrar a Eichmann y traerlo a Israel. Bauer fue quien encontró las pistas decisivas que concluyeron con la captura de Eichmann. Pero no logró llevar a Eichmann ante un tribunal de Frankfurt. La petición de Bauer para que el gobierno federal de Alemania solicitara la extradición de Eichmann fue rechazada.

Aun así, el estremecedor juicio contra Eichmann que tuvo lugar en Jerusalén en 1961 marcó fue el principio de un largo proceso. Y Fritz Bauer no abandonó sus planes de llevar a los criminales nazis ante los tribunales alemanes. Así fue cómo Bauer logró asestar un golpe maestro con el gigantesco juicio de Auschwitz que tuvo lugar en Frankfurt contra 21 antiguos miembros de las SS y un funcionario-prisionero del campo de exterminio alemán. La prueba decisiva de este juicio se la proporcionó Thomas Gnielka, un editor del diario Frankfurter Rundschau que se hizo famoso por una serie de artículos sobre antiguos nazis que ocupaban nuevos cargos. Había conseguido los archivos que un superviviente del Holocausto encontró entre las ruinas del cuartel de la policía y de las SS en Breslau, Alemania. Estos documentos, firmados por el comandante del campo Rudolf Höß eran listas meticulosas que indicaban qué hombres de las SS habían disparado a qué prisioneros en el campo de concentración de Auschwitz. Gracias a esta lista, Bauer contó con pistas tangibles sobre la identidad de los verdaderos autores, y fue un paso muy importante para seguir investigando.

Bauer se puso enseguida en marcha. Inició un procedimiento ante el Tribunal Federal de Karlsruhe, que asignó al Tribunal de Distrito de Frankfurt todos los casos contra los responsables de Auschwitz. De esta forma Bauer pudo concentrar en Frankfurt am Main todas las investigaciones relacionadas con Auschwitz. Estas investigaciones duraron dos años y fueron extremadamente arduas y difíciles. Hasta ese momento no se sabía con exactitud lo que había ocurrido en Auschwitz; se localizó a los supervivientes del Holocausto y se les convenció que viajaran al país donde vivían los asesinos para testificar contra ellos. Al final se lograron reunir las pruebas de la acusación que constó de 700 páginas.

El primer juicio de Auschwitz que tuvo lugar en Frankfurt empezó en diciembre de 1963 y fue el mayor procedimiento penal de la Alemania de la posguerra. El juicio duró 20 meses y contó con el testimonio de 360 testigos. En términos judiciales no dio grandes frutos. La mayoría de los acusados no fueron declarados culpables de asesinato. Sólo se les acusó de ayudar e instigar al asesinato y fueron puestos en libertad a los pocos años. A Fritz Bauer no le sorprendió; su única decepción fue que durante el juicio uno de los acusados no pronunciara ni una sola palabra de arrepentimiento. En todo caso, a Bauer le interesaba otra cosa. Quería que el juicio de Frankfurt se convirtiera en un "proceso educativo" para los alemanes. Quería educar a sus compatriotas sobre los crímenes que se habían cometido e iniciar un debate público y una transformación democrática. Y quería que el mundo participara en cómo los alemanes se "juzgaban a sí mismos". El juicio tenía que mostrar al mundo que había una nueva Alemania dispuesta a garantizar la dignidad de todas las personas.

A este respecto, el primer juicio de Auschwitz tuvo una enorme influencia en la joven democracia: El drama del Holocausto había adquirido por fin una dimensión pública. Gracias al estremecedor testimonio de los testigos, salió a por primera vez a la luz lo que había ocurrido en Auschwitz. Era la primera vez que el mundo conocía cómo era el sistema de un campo de concentración. 20.000 espectadores siguieron el juicio en la sala del tribunal y los diarios nacionales e internacionales, las cadenas de radio y televisión informaron paso a paso sobre lo que ocurría en el juicio. Más tarde, el periodista del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, Bernd Naumann, recogió sus artículos sobre el juicio en un libro que el dramaturgo Peter Weiss adaptó en su exitosa obra teatral "Die Ermittlung". Auschwitz dejaba de ser un capítulo en blanco de la memoria colectiva. Se había roto el oscuro silencio de la era de Adenauer.

Después de este primer juicio de Auschwitz, en los siguientes años se celebraron un gran número de juicios contra criminales nazis. Pero lo cierto es que hasta tiempos muy recientes no se produjo un cambio notable en la administración de la justicia que era lo que perseguía realmente Fritz Bauer: para declarar a alguien culpable de complicidad de asesinato en un campo de exterminio ya no es necesario probar que el acusado cometió un acto individual. Realizar actividades en un campo de la muerte, por ejemplo, las de un comerciante o un cocinero, son motivo suficiente, ya que de esa forma contribuían al buen funcionamiento de la maquinaria asesina. En ese aspecto, el juicio contra John Demjanjuk en 2011 fue novedoso. El Tribunal del Segundo Distrito de Munich condenó al acusado a cinco años por complicidad en el asesinato de miles de personas. Demjanjuk había trabajado como vigilante en el campo de exterminio de Sobibor y por lo tanto formó parte de la maquinaria de aniquilación y no fue necesario probar que hubiera cometido un acto en concreto.

Como resultado de esta nueva jurisprudencia, el juicio de Oskar Gröning comenzó en el Tribunal de Distrito de Lüneburg en abril de 2015. Fue acusado de complicidad en el asesinato de 300.000 personas, ya que como contable del campo de concentración de Auschwitz aceptó dinero y objetos de valor de los prisioneros y los administraba. El caso tuvo mucha repercusión sobre todo porque Groening, que por entonces tenía 94 años, mostró signos de remordimiento. A diferencia de los acusados en el primer juicio de Auschwitz celebrado en Frankfurt declaró: "No hay duda de que moralmente fui cómplice de los crímenes. Lo reconozco con profundo remordimiento y humildad. Pido perdón". Si Fritz Bauer hubiera vivido lo suficiente se habría llevado una gran alegría y el cigarrillo que siempre tenía en la comisura de los labios se le habría caído.


Entrevista con Lars Kraume

P: ¿Cómo se le ocurrió la idea de hacer una película sobre Fritz Bauer?

R: Fue por un libro de mi coguionista Olivier Guez titulado "Heimkehr der Unerwünschten – eine Geschichte der Juden in Germany nach 1945". En el libro aborda cómo los judíos pudieron seguir viviendo en la tierra de sus asesinos después del Holocausto. Además, uno de los capítulos tiene que ver con Fritz Bauer y los juicios de Auschwitz. El libro me encantó y cuando Olivier presentó la traducción al alemán hace cuatro años en Berlín hablé con él y le dije que me parecía un tema muy interesante para una película. Cuando empezamos a estudiar la forma de hacerlo, enseguida surgió la figura de Fritz Bauer. Es muy interesante porque no se comporta como la mayoría de las víctimas que no quieren volver a hablar del Holocausto. A pesar de que se enfrenta a una resistencia tremenda, está empeñado en acusar a los antiguos nazis. Y no por venganza, sino guiado por un afán humanista y por el deseo de educar al pueblo alemán. Es evidente que un hombre de su carisma merecía ser el protagonista de una película.


P: Pero resulta complicado resumir una vida tan azarosa en una película de dos horas.

R: Desde luego. Sería prácticamente imposible desde el punto de vista dramático. Después de que Olivier y yo estudiáramos detenidamente su biografía decidimos centrarnos en la búsqueda de Adolf Eichmann. Era una de las partes de mayor suspense de su vida así que quisimos averiguar por qué perseguía Fritz Bauer y qué le convertía en un personaje tan fascinante. Contamos la historia de redención de un hombre que regresa a Alemania después de la Segunda Guerra Mundial convertido en un pesimista y que descubre su vocación en la lucha contra el olvido colectivo.


P: Durante su aparición en el programa de la televisión de Hesse "Heute Abend Kellerklub" se pone de manifiesto cuál es la auténtica motivación de Fritz Bauer.

R: Sí, por eso también reproducimos esa aparición televisiva en nuestra película. En el programa, cuando escuchas la forma en que intenta transmitir a los jóvenes el espíritu de la democracia, te das cuenta de que es el discurso de un verdadero humanista. Está convencido de que la generación de la posguerra alemana tiene la oportunidad de construir una nueva sociedad. Y lo cierto es que abrió una perspectiva totalmente nueva a los jóvenes de la era de Adenauer porque se atrevió a levantar el velo y a romper el silencio. Y así fue como se convirtió en una fuente de inspiración para las revueltas estudiantiles que tuvieron lugar después.


P: Eso corresponde a la grabación de vídeo original del principio de su película, cuando Fritz Bauer dice a los jóvenes alemanes que ahora están preparados para saber lo que ocurrió de verdad. ¿De dónde viene esa grabación?

R: De un anuncio de televisión en el contexto del juicio de Eichmann. Una manera perfecta de empezar nuestra película porque Fritz Bauer resume en pocas palabras lo que le preocupa. Cree que el futuro de su país depende sobre todo de que las jóvenes generaciones se enfrenten al pasado. Y está dispuesto a luchar hasta el último aliento para conseguirlo. De hecho, llega a arriesgar su vida.


P: ¿Cómo realizó las investigaciones?

R: Leímos un montón de libros, incluyendo por supuesto las biografías que existen sobre Fritz Bauer. Nos reunimos con Gerhard Wiese, el último fiscal vivo del grupo de Bauer. Se trata de una persona brillante, con una inteligencia prodigiosa que nos contó cómo era la oficina del fiscal de Frankfurt en aquellos tiempos y qué tipo de fiscal general era su jefe. Resultó de gran ayuda. Además, mantuvimos conversaciones tremendamente interesantes con empleados del Instituto Fritz Bauer. Y poco antes de empezar a rodar, el Instituto inauguró una gran exposición en el Museo Judío de Frankfurt con muchos documentos interesantes.


P: ¿En la exposición también figuraban los archivos de la policía danesa sobre Fritz Bauer?

R: Sí, se mostró al público por primera vez el informe de los daneses sobre sus contactos con homosexuales. Está documentado que cuando Fritz Bauer estaba exiliado en Dinamarca la policía le detuvo en compañía de prostitutos masculinos. Pero sólo hay especulaciones sobre cómo se enfrentó a su sexualidad cuando fue nombrado fiscal general de Hesse. En la película tratamos ese asunto con la mayor delicadeza posible. Pero para nosotros el tema de la homosexualidad era importante en dos aspectos. Primero, para el desarrollo dramático de la historia porque en aquella época estaba en vigor el Párrafo 175 del Código Civil según el cual las "actividades lascivas" entre varones estaban penadas por la ley, y para los enemigos de Fritz Bauer es una oportunidad para provocar su caída. En segundo lugar, para mostrar la tiranía de la época de Adenauer con este "párrafo homo", que los nazis endurecieron aún más cuando estuvieron en el poder, y que no se abolió en Alemania hasta 1994. Un ejemplo escalofriante de cuánto tiempo siguieron en vigor unas leyes injustas en la República Federal de Alemania.


P: ¿Los fiscales que aparecen en la película son personajes reales o ficticios?

R: Casi todos los personajes existieron en la realidad, salvo en el caso de Karl Angermann, nuestro representante de una generación de fiscales jóvenes e idealistas que lucharon con Fritz Bauer por convicción. Nos inventamos el personaje mezclando varias personas reales para crear una figura que estuviera del lado de Bauer, y también para sacar el tema de la homosexualidad.


P: ¿Cómo se unió Burghart Klaussner al proyecto? No había trabajado nunca con él, ¿no es así?

R: No, no nos conocíamos. Nessie Nesslauer, nuestra agente de casting me lo recomendó. No sólo era el candidato número uno en la audición sino que resultó ser el mejor. Comprendió inmediatamente a Fritz Bauer y lo interpretó maravillosamente bien. Era evidente que le atraía muchísimo el personaje y que tenía todas las cualidades para interpretarlo.


P: ¿A qué cualidades se refiere?

R: La edad adecuada, el físico adecuado, la inteligencia, la madurez emocional, la rabia interior y una cualidad no menos importante: el humor. Yo no quería hacer una película moralizante e hipócrita. Por eso, para mí era importante que nuestro protagonista tuviera un humor ácido y cortante. Y a Burghart Klaussner se le da muy bien. Además, también acierta con el tono cuando Fritz Bauer dice frases como "Tengo una pista. ¡Si quisiera matarme no habría ningún rumor!"


P: ¿Qué es lo mejor que le ocurrió cuando rodaba la película?

R: Fue muy emocionante ver cómo Burghart Klaussner insuflaba tanta vida a un personaje bastante introvertido dotándole de multitud de matices interesantes. Le gustó mucho el guión pero me sorprendió una y otra vez con nuevos detalles. Por ejemplo, con esa sonrisa traviesa y casi imperceptible que muestra muy a menudo.


P: ¿Qué podemos aprender de Fritz Bauer en el siglo XXI?

R: Uno debería tener el valor de dedicarse en cuerpo y alma a una causa y perseguir sus ideales contra viento y marea. Fritz Bauer se topó con la oposición por ser un "judío que buscaba venganza" y estuvo rodeado de enemigos muy poderosos. Ninguna autoridad alemana quiso colaborar con él; sólo le pusieron obstáculos. Esta es una de sus legendarias declaraciones: "Cuando salgo de mi oficina, entro en tierra extraña, enemiga". Pero al final ganó. Para mí es un auténtico héroe.


P: En su opinión, ¿por qué deberíamos ir al cine a ver Agenda Secreta?

R: Porque el argumento es apasionante: es la sempiterna batalla de un outsider contra un sistema omnipotente. Pero fue una batalla real y no tuvo lugar en el universo inventado de un cómic. Para decirlo en pocas palabras: es la historia intemporal y emocionante de un héroe de carne y hueso.



Regreso con gloria



País: Estados Unidos
Duración: 124 minutos
Año: 2015
Director: Jay Roach
Reparto: Bryan Cranston, Diane Lane, Helen Mirren


La alabada carrera del guionista Dalton Trumbo se interrumpe abruptamente a finales de la década de 1940 cuando lo incluyen junto a otras figuras de Hollywood en la lista negra por sus creencias políticas. Regreso con gloria, dirigida por Jay Roach, cuenta la historia de la guerra del guionista ganador del Óscar con el gobierno de los EE. UU. y los jefes de los estudios por la libertad de expresión, que involucró a iconos de Hollywood desde Hedda Hopper y John Wayne a Kirk Douglas y Otto Preminger.

En la década de 1940, Dalton Trumbo (Bryan Cranston) es uno de los guionistas mejor pagados del mundo, autor de clásicos del cine como el nominado al Óscar "Espejismo de amor" o "Treinta segundos sobre Tokio". Presencia habitual en los ambientes sociales de Hollywood, y activista político que defiende los sindicatos de trabajadores, la igualdad salarial y los derechos civiles, Trumbo y sus compañeros se ven citados para declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas del Congreso (HUAC, por sus siglas en inglés) como parte de su amplia investigación sobre actividades comunistas en los EE. UU. La negativa de Trumbo a responder las preguntas de los congresistas hace que acabe en prisión federal y se gane la animadversión eterna de la poderosa columnista de sociedad anticomunista Hedda Hopper (Helen Mirren).

Durante los 13 años siguientes, todos los grandes estudios de Hollywood se niegan a contratar a Trumbo, por miedo a verse relacionados con opiniones políticas, consideradas radicales. Trumbo, obligado a vender su casa y condenado al ostracismo por amigos, compañeros y vecinos, pasa apuros para dar de comer a su familia, a base de escribir fundamentalmente películas de mínimo presupuesto bajo pseudónimo. Pero nunca deja de lucha por aquello en lo que cree. En última instancia, Trumbo acaba por repuntar cuando la estrella Kirk Douglas y el director Otto Preminger usan cada uno de ellos el nombre real del guionista en la gran pantalla en sus respectivos éxitos de 1960, "Espartaco" y "Éxodo", poniendo fin de ese modo a la época de la lista negra.


La película está producida por Michael London ("Entre copas", "Mi nombre es Harvey Milk"), Janice Williams ("Todas las cosas buenas", "Lola Versus"), Shivani Rawat ("Nunca es tarde","Captain Fantastic"), Monica Levinson ("Borat", "Clear History"), Nimitt Mankad ("Nunca es tarde", "Today’s Special"), John McNamara y Kevin Kelly Brown ("Flesh and Bone", "Roswell"). Kelly Mullen ("XOXO", "Birth of the Dragon") es productora ejecutiva. Michelle Graham ("Game Change", "En campaña todo vale") es coproductora.

Jim Denault ("Boys Don't Cry", "Game Change") es el director de fotografía. El diseño de producción ha corrido a cargo de Mark Ricker ("Criadas y señoras", "El juez"). El montaje es obra de Alan Baumgarten ("La gran estafa americana (American Hustle)", "Bienvenidos a Zombieland"). El diseño de vestuario es de Daniel Orlandi ("El código Da Vinci", "Los padres de ella"). Theodore Shapiro ("La vida secreta de Walter Mitty", "St. Vincent") ha compuesto la música. David Rubin ("Lars y una chica de verdad", "El paciente inglés") se ha encargado del casting.


Acerca de la producción

Tras la Segunda Guerra Mundial, mientras las relaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética se deterioraban y el temor al "peligro rojo" alcanzaba cotas sin precedentes, el Comité de Actividades Antiamericanas del Congreso (HUAC, por sus siglas en inglés) investigó a decenas de miles de estadounidenses, sospechosos de ser simpatizantes comunistas. Profesores, contratistas militares, funcionarios y muchos otros perdieron sus trabajos, sus reputaciones e incluso sus familias, mientras la sospecha y la paranoia cundían por todo el país.

El Comité de Actividades Antiamericanas prestó especial atención a Hollywood, convocando sesiones en octubre de 1947 con el objetivo de erradicar a los comunistas de la industria del cine. Multitud de importantes actores, directores y guionistas fueron amonestados públicamente por su relación con toda una serie de organizaciones consideradas"antiamericanas". Ante la amenaza de perder su sustento, muchos testigos prestaron declaración contra amigos y compañeros. De todos los llamados a testificar, hubo diez que se negaron a responder cualquier pregunta, oponiéndose al derecho del comité a preguntarles por sus ideas políticas y denunciando las sesiones como una violación de sus derechos civiles. Los diez fueron condenados a prisión por desacato al Congreso. El más conocido entre ellos fue Dalton Trumbo.

Trumbo, nacido en Montrose, un diminuto pueblo de Colorado, llegó a Los Ángeles en 1925 con sus padres y hermanas en busca de estabilidad económica. La muerte de su padre lo convirtió en el sostén de la familia cuando no tenía más que 21 años. Trabajó en una panadería, pero su pasión por la escritura lo llevó a crear artículos e historias que se publicaron en Vanity Fair, el Saturday Evening Post y el Hollywood Spectator. Encontrar un equilibrio adecuado entre sus responsabilidades económicas y sus aspiraciones creativas despertó en él una simpatía de por vida por la clase trabajadora y una profunda comprensión de las desigualdades de clase y privilegio.

Tras firmar un contrato como guionista con Warner Bros., el instinto, la determinación y el humor de Trumbo lo convirtieron en el guionista con más éxito de Hollywood. Pero en la actualidad es más recordado como el miembro más prominente de los "diez de Hollywood".

Trumbo era brillante, ambicioso y discutidor, disfrutaba sacando a la luz lo que percibía como las injusticias y la hipocresía del mundo en sus películas, desde las ganadores del Óscar"Vacaciones en Roma" y "El bravo" –ambas escritas bajo pseudónimo durante sus 13 años de exilio de Hollywood– a los éxitos de taquilla "Espartaco" y "Éxodo", que revitalizaron su carrera y supusieron el principio del fin de la lista negra.

El guionista John McNamara descubrió la historia de Dalton Trumbo cuando estudiaba escritura de guiones con los guionistas otrora incluidos en la lista negra Ring Lardner Jr., Waldo Salt y el seguidor de Trumbo, Ian McClellan Hunter. "Le comenté a Hunter cuánto me había gustado su guion de ‘Vacaciones en Roma’", recuerda McNamara. "Y me respondió que no lo había escrito él, sino Dalton Trumbo".

Hunter se dio cuenta de que McNamara no era el único que no era consciente del trascendental impacto de las sesiones del HUAC y la lista negra, el resto de la clase tampoco lo sabía. "Durante los dos días siguientes, estos hombres, que habían vivido esa época, nos contaron la historia desde su punto de vista", agrega McNamara. "Cuando Ian sugirió que me leyera la biografía de Trumbo escrita por Bruce Cook, lo hice de inmediato".

McNamara vio una oportunidad de crear una película que condensara la turbulenta política de esa volátil época de la historia de Estados Unidos en una historia personal. "Es uno de esos rarísimos casos en los que una historia real acaba con un final feliz", asegura. "En Hollywood, nos inventamos finales felices para compensar el hecho de que haya tan pocos en la vida real. Esta historia se me metió dentro y no me dejaba en paz, pero no conseguía plasmar en papel lo que me rondaba por la cabeza hasta que me topé con un artículo escrito por la hija mayor de Trumbo, Nikola".

Al leer ese breve y emotivo artículo titulado "A Different Childhood (Una infancia diferente)", McNamara se dio cuenta de que había estado viendo a su sujeto como un escritor y activista político, pero no tenía ni idea de cómo era el hombre. "El artículo de Niki me mostró a una persona llena de contradicciones y defectos reales. Escribía sobre la clase de padre que era, de marido y sobre cómo era formar parte de su familia cuando llegaron esas citaciones. Me abrió una puerta muy importante".

Como McNamara estaba empezando a descubrir, Dalton Trumbo fue muchas cosas distintas para muchas personas. "Era alguien de fuera, con todas las de perder", aporta el productor Michael London, uno de los primeros defensores del filme. "Era tanto un capitalista como un comunista. Esa clase de contradicciones hacen que resulte un personaje excelente. Más que nada, me encantaba que estuviera dispuesto a plantar cara a los poderosos y sacrificar su propia carrera por el bien común. Trumbo odiaba a los matones. Se negó a decirle a la gente lo que quería oír si eso suponía ser desleal a sus amigos. Y pagó un precio enorme por ello".

McNamara acabaría por ponerse en contacto con Niki Trumbo para conocer su opinión y sus ideas sobre su trabajo en curso. "Me respondió con un correo electrónico sumamente cortés con críticas muy concretas sobre el guion en general y su personaje en particular. ¡Nunca había tenido una conexión tan instantánea con alguien que estuviera haciendo trizas mi trabajo! Me ofreció anotaciones lógicas, contundentes, perspicaces y emotivas, que ayudaron mucho a mejorar el guion en todos los aspectos".

Niki Trumbo y su hermana pequeña Mitzi acabaron siendo esenciales para crear el guion. "Son los únicos miembros que quedan con vida de la familia más cercana, así que para nosotros era fundamental contar con su total participación", sostiene London. "Al principio del proceso de desarrollo, les pedimos sus comentarios y nos proporcionaron una enorme cantidad de material. De esas conversaciones surgieron muchos elementos nuevos de la historia. No siempre fue fácil para ellas. La familia tuvo que soportar momentos muy duros y traumáticos, pero Niki y Mitzi se mostraron ambas increíblemente generosas y dedicadas a ayudarnos a hacer la película más veraz posible".

Niki sigue sintiéndose tremendamente orgullosa y protectora del legado de su padre. "Trumbo sigue siendo conocido como un comunista, pero la gente no se da cuenta de que en realidad se trataba de un patriota", afirma. "Era comunista a finales de los 30 y principios de los 40, cuando lo que eso significaba es que eras protrabajadores y antisegregación, y luchabas por los derechos civiles de los afroamericanos. No tenía nada que ver con Rusia y todo que ver con cómo se podía mejorar el que ya era un gran país".

"Creía que el Congreso no tenía derecho a obligarlo a declarar sobre sus ideas políticas", prosigue. "Creo que se quedó pasmado al perder esa batalla. Esta es una historia sobre un hombre que se mantuvo fiel a sus propias creencias y principios. Todos podemos aspirar a ser esa clase de héroe, cualesquiera que puedan ser nuestros defectos y debilidades".

El entusiasmo por el proyecto iba aumentando en Groundswell Productions. "Es uno de los mejores guiones que hemos leído jamás", afirma la productora Janice Williams, presidenta de producción de la compañía. "No importaba que fuera una película de época, con un tema que podía verse como ‘político’. Estábamos tan encantados con él que, por difícil que fuera, estábamos dispuestos a hacer cuanto fuera necesario para sacar el proyecto adelante".

Williams describe Regreso con gloria como un filme inesperadamente animado sobre un tema muy serio."No es para nada una película política, aunque es una historia sobre el derecho a la libertad de expresión. Es amena, interesante y llena de personajes reales asombrosos. Estamos representando una época increíble de la historia de Hollywood, tanto la parte bonita y glamurosa de ese mundo como su lado oscuro, incluido el Comité de Actividades Antiamericanas del Congreso".

Lo que a Shivani Rawat, fundador de ShivHans Pictures, le atrajo del proyecto fue la increíble historia y la participación de Jay Roach y Groundswell Productions. "En cuanto leí el guion, supe que quería hacer la película", confiesa.

Es una historia fuera de lo común, de triunfo ante la adversidad, que a la productora Monica Levinson le costó creer que fuera cierta. "La historia de Trumbo realmente se reduce a nuestro derecho como ciudadanos estadounidenses a la libertad de expresión y de reunión. A Trumbo y los demás miembros de la lista negra no solo se les negaron esos derechos, sino que fueron perseguidos sin haber cometido ningún delito. Trumbo fue un verdadero patriota, amaba a su país. Pero el sistema le falló". Rawat agrega: "Esta historia sigue siendo relevante en la actualidad ya que, en el mundo en el que vivimos, mucha gente afronta demasiada intromisión de su gobierno".

Al realizador Jay Roach se le ofreció la dirección del proyecto al principio del proceso de desarrollo. Conocido por sus comedias, como la franquicia de "Los padres de ella", Roach había pasado a producir material más serio, como los telefilmes para HBO "El recuento", un drama político sobre las controvertidas elecciones presidenciales estadounidenses del año 2000, "Game Change", que gira en torno al papel de Sarah Palin en la campaña presidencial de 2008, y el próximo estreno "All the Way", adaptación de la obra de gran éxito en Broadway, en la que Bryan Cranston repite su interpretación ganadora del Tony de Lyndon B. Johnson.

"Esas películas tratan sobre hechos históricos serios", aporta Williams. "Jay es muy hábil a la hora de hacer que historias reales resulten amenas de ver. Queríamos que Regreso con gloria fuera accesible y entretenida. No se me ocurre ningún otro director que pudiera haberlo hecho mejor".

Rawat se muestra de acuerdo: "Fue un honor trabajar con Jay, porque en mi opinión es uno de los mejores directores en activo. Sabía que haría un trabajo increíble al manejar una historia tan delicada. Jay era la persona perfecta para continuar con el legado de Trumbo al hacer que su historia y su lucha cobren vida".

A Roach el guion le pareció una versión sumamente interesante de una historia importante y fascinante que hacía falta contar. "Creo que la mayor parte de la gente al menos ha oído hablar de la lista negra", propone el director. "Tal vez incluso les suene el nombre de Dalton Trumbo y sean conscientes de que se trató de un guionista de enorme éxito al que metieron en la lista negra en 1947 por sus creencias políticas. Era, de hecho, el guionista mejor pagado del mundo cuando lo metieron en la lista negra. Tenía talento, era prolífico y hablaba abiertamente de sus creencias. También podía ser cascarrabias, pesado y agresivo. Y encima, era comunista, un comunista muy rico, lo que da pie a una historia complicada e interesante".

Roach quedó completamente enganchado cuando empezó a leer las cartas de Trumbo. "Su forma de escribir es sumamente cautivadora y sincera: profunda, sabio y graciosa", aporta el director. "A veces resultaba incoherente y paradójico, pero siempre era irresistible. Me preguntaba cómo una persona con semejante talento había podido encontrarse en una situación en la que la gente pensara que se le debía impedir que escribiera. Una de las cuestiones que espero que la película plantee es cómo este hombre tan patriótico, un artista que amaba a su país, podía ser visto como un traidor que se merecía ir a la cárcel".

"Las extensas entrevistas con las hermanas Trumbo durante el desarrollo y el rodaje sirvieron para asegurar que el retrato que ofrecíamos de la familia era lo más auténtico posible", agrega Roach. "Niki heredó de su padre su espíritu combativo y su pasión por las ideas, pero eso los llevaba a menudo a enfrentarse. Habla de él con una admiración y un respeto tremendos, pero había mucha tensión y estrés en la familia".

Según Mitzi Trumbo, Roach escuchó con atención a todo lo que tuvieran que decir las hermanas y realizó una serie de modificaciones al guion basándose en sus aportaciones. "Un biopic es algo complicado", observa. "Estás viendo una versión escrita por otra persona de tu propia vida. Jay se mostró extraordinariamente sensible. Le preocupaba el mismo tipo de cosas que a mí. La historia de mi padre puede servir de cabeza de turco para mucha gente y quería asegurarse de contarla lo más fielmente posible".

Lo que permitirá que la historia de Trumbo conecte con una generación que no esté familiarizada con la historia de la lista negra de Hollywood, en opinión de Brown, es que todo aquello por lo que luchaba sigue vigente en la actualidad. "Incluso en Estados Unidos, y desde luego en otras partes del mundo, se sigue persiguiendo a la gente por sus creencias", opina. "El mensaje de esta película sigue siendo tristemente relevante hoy día. La libertad de expresión sigue sin ser un derecho universal".

El guionista McNamara considera a Trumbo "el ser humano más complejo al que jamás he intentado representar", y agrega: "Lo echo de menos ahora que la película está acabada. Está claro que puedo identificarme con un escritor con malas pulgas, que gasta demasiado dinero, se retrasa demasiado con las entregas y echa la bronca a sus hijos por interrumpirlo. Pero no soy tan valiente como lo fue Dalton. No sé si iría a la cárcel por un ideal. No creo que haya otra historia como esta en Hollywood".

Tras leer docenas de memorias publicadas sobre la lista negra por aquellos que estuvieron allí, señala que se le ha quedado grabado un comentario de Arthur Laurents, el dramaturgo, director y guionista: "Fue la observación más conmovedora que me encontré. Laurents dijo que toda una generación de guionistas y directores, de actores y productores de cierta tendencia política fue de pronto silenciada. ¿Y si no hubiera existido la lista negra? ¿Qué habría escrito Trumbo con su nombre en 1955? ¿Qué habría escrito Ring Lardner con su nombre? ¿Qué habría escrito Michael Wilson?".

Muchos miles de personas, tanto en Hollywood como en otras partes, se vieron afectadas por la lista negra, pero Dalton Trumbo fue una de las pocas con el talento, la perseverancia y la personalidad para lograr defenderse, según Brown. "Estaba dispuesto a afrontar las consecuencias", comenta el productor. "Había otras muchas personas escribiendo con nombres falsos y utilizando a otros como fachada, pero no estaban luchando por una causa mayor, como lo hacía él".

En opinión de McNamara, no es casualidad que Trumbo sea el guionista de "Espartaco", la historia de un gladiador que se vuelve contra sus amos y encabeza una rebelión de sus compañeros esclavos. "Esa película es la mayor fantasía colectivista jamás producida en Hollywood", afirma McNamara. "Y es una obra maestra, porque muestra que puede que el colectivismo no sea al final el sueño, pero es mucho mejor que ser un peón en un juego diseñado para enriquecer a otros. Creo que lo que Trumbo estaba diciendo realmente en ese filme es que, si hay que morir, muramos de pie, muramos luchando y muramos unidos".


Interpretar a Trumbo
Dalton Trumbo era un tipo bullicioso al que le gustaba contar anécdotas, un hombre que sabía que contaba con la atención de toda habitación en la que entraba, y disfrutaba con ello. Le gustaba la buena vida y era altruista, era un cúmulo de contradicciones fascinantes, que el equipo de producción estaba muy interesado por reflejar fielmente en la pantalla.

"Dalton Trumbo es un personaje muy complejo", opina Williams. "Sumamente rico, viviendo el sueño de Hollywood... y comunista. Todos habíamos estado viendo a Bryan Cranston evolucionar como Walter White en ‘Breaking Bad’, y sentíamos que había algo en su interpretación que era la personificación de lo que necesitábamos. Bryan es capaz de interpretar con facilidad personajes contradictorios. Posee profundas capas de tristeza y rectitud. Aportaba todo lo que el papel necesitaba".

El popular papel del actor en la veterana serie del canal AMC no fue la única razón por la que Roach lo quería para interpretar a Trumbo. "Ya sea en ‘Breaking Bad’ o su papel ganador del premio Tony como Lyndon Johnson [en la obra de Broadway "All the Way"] o incluso como el padre de ‘Malcolm’, Bryan Cranston demuestra una intensidad que funciona para Dalton Trumbo", opina Roach. "Refleja la pasión, la inteligencia y los aires de superioridad moral de Trumbo y logra ser tan encantador, ameno y gracioso como lo era el hombre real".

London dice que ve claros paralelismos entre el actor y su sujeto. "Creo que el personaje es en esencia como Bryan. Bryan puede ser cascarrabias, decidido y obsesivo, así como apasionado por aquello en lo que cree. Dalton Trumbo era todo eso. Gracias a lo bien que encajan el actor y el personaje, [Cranston] aportó un amor inconmensurable y un aprecio por lo que Trumbo representaba".

Cranston se sumió sin reservas en su personaje y lo hizo aún más fascinante, en opinión de Roach. "Bryan es asombroso", prosigue el director. "Encontró una forma de reflejar al artista en Trumbo a la vez que lo mantenía real. Fue una elección interesante, que hace que esta interpretación se distinga de otras de su filmografía. La propia fuerza de Bryan y su instinto creativo la hicieron más compleja aún de lo que habría imaginado".

Tras leer el guion, Cranston decidió que este era un proyecto en el que estaba deseando participar. "Jay Roach aportaba una enorme pasión y orientación", comenta el actor. "Es un guion muy sólido, con una historia muy interesante. Es emocionante y da que pensar, desde un punto de vista intelectual. Eso me atraía, y atrajo a un reparto que incluye a Diane Lane, Helen Mirren, John Goodman, Michael Stuhlbarg y Louis C.K., porque queríamos formar parte de algo importante".

Cranston explica que tiene en cuenta tres elementos esenciales cuando se plantea si aceptar un papel. "El primero es la propia historia. ¿Me siento conmovido por ella? ¿Saldré del cine sintiéndome mejor? Aunque solo me haya hecho olvidar mis problemas durante un par de horas, esas son dos horas valiosas. Lo segundo es el texto. Hasta la historia más fenomenal necesita que la cuenten bien. Y luego está el personaje. Y no cabe duda de que aquí tenía las tres cosas".

Como cuando interpretó a LBJ en Broadway, Cranston sintió una responsabilidad hacia el hombre mientras interpretaba al personaje. "Las hijas de Dalton Trumbo fueron de gran ayuda. Contar con su punto de vista resultó inestimable, al igual que las biografías y autobiografías de la gente que lo conocía. Había una cantidad de material de referencia casi interminable. Cuanto más descubría, más cercano me sentía a su esencia".

Para cualquiera interesado en conocer mejor a Trumbo, Cranston recomienda ver los filmes que escribió. "Si hicieras una retrospectiva de sus películas, verías que no contienen ningún mensaje subversivo no peligroso", opina Cranston. "Amaba a su país. Pensó que podía ser aún mejor. Como dice en la película: ‘Todos tenemos derecho a equivocarnos’. Permitirnos los unos a los otros la libertad de equivocarnos es el quid del americanismo".

"El denominador común de sus películas es que hay un personaje que elige el honor por encima de su propio interés, un personaje que lucha por lo que es justo", señala el actor."Sentía que era una voz para la gente invisible y eso lo hacía extraordinario. Pero también sentía que era importante demostrar que era un ser humano. La presión a la que se encontraba sometido podría haber destruido a su familia y no fue así en gran medida gracias a la fuerza de Cleo Trumbo".

"El precio que su familia tuvo que pagar por esa lucha –y el papel de su mujer para mantener a la familia intacta– es una parte esencial de la historia de Dalton Trumbo", concuerda Roach. "Durante 13 años, se le prohibió trabajar. Encontró una forma ingeniosa de mantenerse ocupado, pero trabajaba 20 horas diarias, aguantaba a base de estimulantes y se volvía a dormir mediante alcohol y fármacos con receta. El estrés empezó a hacer pedazos a su familia. Cleo logró mantener unida a la familia, y lo hizo con cariño, ingenio y una profunda entrega a sus hijos".


Una poderosa enemiga
El principal adversario de Trumbo es la legendaria experta en sociedad Hedda Hopper. Hopper, una actriz teatral antes de convertirse en actriz asalariada en el cine mudo, logró realizar la transición al cine sonoro, pero su carrera cinematográfica no llegó a despegar. Cuando empezaron a escasear los papeles, centró sus considerables energías en convertirse en una columnista de Hollywood de gran éxito, con un importante número de lectores... y enorme poder.

Aunque Helen Mirren encabezaba la lista de las actrices que el equipo de producción quería para el papel, el productor Brown comenta que lo veían como una posibilidad muy remota."¡Es Helen Mirren, por amor de Dios!", exclama el productor.

"Helen es una profesional consumada y totalmente entregada al trabajo", afirma la productora Levinson. "Fue increíblemente maravillosa y se podía ver que todo el mundo en el rodaje se sentía como si estuviéramos en presencia de la realeza de Hollywood. Aportó un elemento muy humano a Hedda Hopper, que es en esencia la villana del filme".

"Sería fácil subestimar la influencia y la convicción de Hopper en lo referente a lo que ella percibía como una amenaza comunista dentro de los Estados Unidos", apunta Roach. "Era conocida por llevar sombreros con muchos requilorios, llenos de flores y plumas, pero aun así abordaba temas muy serios en su columna de sociedad. Dirigía las fuerzas del anticomunismo en Hollywood y se pronunció enérgicamente en contra de Dalton Trumbo en particular. Estaba empeñada en convencer a los estadounidenses de que esos guionistas patriotas eran traidores y escribía mordaces calumnias chismosas que luego leían 35 millones de personas".

Mirren quedó cautivada con la historia y el marco de Regreso con gloria. "Qué interesante era Hollywood por aquel entonces", exclama. "Hollywood era un constructo extraordinario, alimentado por la prensa, por las Hedda Hoppers y los Walter Winchells del mundo, por los agentes de prensa y los estudios. Eran gigantes en el extranjero, todas las grandes estrellas de cine y los cineastas. Me encantaba este proyecto".

Parte del atractivo era la oportunidad de trabajar con Roach y Cranston. "Tanto Jay Roach como Bryan Cranston son personas cuyo trabajo admiro desde hace mucho tiempo", asegura Mirren. "Trabajar con Bryan fue como estar con un viejo amigo. Los actores vemos los trabajos de nuestros compañeros y podemos llegar a colarnos un poco por alguno de ellos. Bryan siempre ha sido uno de esos actores para mí".

"Y Jay siempre te está animando, lo que es maravilloso, sobre todo cuando interpretas a un personaje tan extravagante como Hedda", prosigue Mirren. "A veces sientes que te encuentras al borde del precipicio y a punto de caer, así que un poco de aliento viene muy bien".

Según Mirren, Hopper estaba realmente convencida de estar luchando por lo que era mejor para Estados Unidos y por los ideales en los que creían muchos estadounidenses. "Todo lo que suene a socialismo es un absoluto anatema. El debate político no ha cambiado mucho. Sigue habiendo una lucha entre aquellos que creen que tenemos la obligación de cuidar de la gente que es más vulnerable y aquellos que creen en el individualismo y la autodeterminación".


Compañeros de la lista negra
Para representar las ideas y la suerte que corrieron algunos de los demás miembros de los Diez de Hollywood, McNamara introdujo más personajes, entre ellos una amalgama a la que llamó Arlen Hird, basada en varios de los demás guionistas que también fueron incluidos en la lista negra. "En los primeros borradores del guion, no existía Arlen", recuerda Brown. "En un primer momento, incluimos personajes basados más literalmente en figuras históricas, pero eso nos hizo desviarnos en demasiadas direcciones. Necesitábamos a alguien que nos ayudara a hacer avanzar la historia de forma eficiente, así que John creó a Arlen".

Hird es una amalgama de cinco guionistas comunistas a los que Dalton Trumbo conoció entre 1947 y 1970: Samuel Ornitz, Alvah Bessie, Albert Maltz, Lester Cole y John Howard Lawson."Lo que estos cinco hombres tenían en común", explica McNamara, "es que todos ellos tenían ideas más duras y menos flexibles sobre la vida y la política que Trumbo. Aunque Trumbo era un radical comprometido con firmes creencias progresistas, también tenía una capacidad pragmática de ver claramente que, cuando una estrategia falla, no es hora ni de rendirse ni de mantenerse firme, sino de cambiar de estrategia".

El personaje de Arlen Hird está interpretado por el cómico, actor, guionista y director Louis C.K. "Incluso en mitad de una historia dramática, tienes que encontrar momentos de humor de vez en cuando", opina Roach. "Elegimos a Louis C.K. para encarnar a un tipo cínico, a veces amargado, pero a menudo divertido, que entiende lo fastidiada que está realmente la situación en la que se encuentran y que puede expresarlo de una manera que te haga reír. Es capaz de ver lo absurdo de su coyuntura de un modo que algunos actores dramáticos tal vez no podrían".

Hird representa a una forma de comunismo más militante que Trumbo, según C. K. "Arlen es un comunista comprometido que fue a España a apoyar al bando republicano", comenta."Dalton Trumbo era un idealista con ideas sobre cuidar de los demás, sobre sindicatos, negociación colectiva e igualdad salarial. Muchas de las personas que acabaron en la lista negra no hicieron más que acudir a reuniones a debatir ideas, un poco como los blogueros, pero lo hacían en persona".

"La oportunidad de explorar un momento casi inimaginable de la historia de Estados Unidos me resultaba interesante", confiesa. "Hubo personas que perdieron su trabajo por haber ido a una reunión. Mi personaje no es más que un guionista que quiere trabajar. Y yo quería trabajar con Bryan y Jay. Jay se limita a decir: ‘¿por qué no probamos así?’ y lo intentamos todos unas cuantas veces. Tiene especial habilidad para crear momentos divertidos y sinceros".

Además de Hird, McNamara incorporó al guionista real Ian McClellan Hunter, interpretado por Alan Tudyk, a la historia. Hunter era uno de los mejores amigos de Trumbo y un valioso colega. Hunter era un guionista de éxito que empezó a finales de la década de los 30, además de comunista y progresista comprometido, que no fue citado junto con los Diez de Hollywood. Por consiguiente, pudo seguir trabajando como guionista bajo contrato para Paramount hasta 1950, cuando la negativa del Tribunal Supremo de atender la apelación de los Diez de Hollywood por desacato al Congreso, sirvió para concretar la lista negra.

Hunter es conocido por ser el guionista a quien se acredita la querida comedia romántica"Vacaciones en Roma", cuando, en realidad, fue Trumbo el que entregó a su amigo una copia de un tratamiento cinematográfico extenso y permitió a Hunter que se lo atribuyera él. La película recibiría mucha atención y grandes elogios de la crítica, así como un Óscar para Hunter, aunque su verdadero autor es Trumbo.

A mediados de los 50, Hunter se trasladó a Nueva York con su familia y empezó a escribir para televisión bajo diferentes pseudónimos. Cuando la lista negra empezó a desmoronarse en los 60, escribió para varias series de televisión muy alabadas. Como profesor de la Universidad de Nueva York en los 80, Hunter conoció a John McNamara, e ilustró al joven guionista sobre la lista negra y la historia de Dalton Trumbo.


Aliados inesperados
John Goodman interpreta a Frank King, una figura real que, junto con sus hermanos Herman (interpretado por Stephen Root) y Maury, produjeron infinidad de películas de serie B de mafiosos, terror, ciencia ficción y del Oeste en los 40 y 50. "Los hermanos King contratan a Dalton para que escriba para ellos mientras está en la lista negra", aporta Williams. "No les importa la política. No les importa otra cosa que no sea ganar dinero. Pero, a su particular y extraña manera, ayudan a socavar la lista negra al asegurar que guionistas vedados puedan seguir trabajando".

"Tuvimos muchísima suerte al conseguir a John Goodman para interpretar este papel", opina London. "Para nosotros, era muy importante que la película resultara divertida y entretenida. Interpreta a Frank King al estilo del antiguo Hollywood, realmente desmesurado. Encarna al personaje con entusiasmo y gusto. Resulta grandilocuente como Frank King, pero sin llegar a quedar nunca falso. Así es como eran esos tipos".

Roach sostiene que King se convirtió en un héroe por accidente de la época. "Sus hermanos y él contrataron a guionistas de la lista negra y consiguieron guiones de algunos de los mejores escritores de Estados Unidos a precios de saldo. Les daba exactamente igual que eso les permitiera llegar a fin de mes a base de escribir bajo pseudónimo".

Goodman se muestra de acuerdo en que los hermanos no trataban deliberadamente de apoyar a los guionistas de la lista negra. "Trataban simplemente de ganar dinero", plantea el actor."Son capitalistas a los que lo único que les preocupa es la cuenta de resultados, que quieren gastar lo menos posible y sacarle el máximo rendimiento. No buscaban calidad, sino cantidad. Irónicamente, Dalton Trumbo escribió una película para ellos llamada ‘El bravo’ con el pseudónimo ‘Robert Rich’ y ganó un Óscar. Esos tipos que estaban en lo más bajo del escalafón de Hollywood ganaron un Óscar".

"La historia de Trumbo sigue sirviendo hoy día de inspiración", afirma Goodman. "Trata sobre el valor de un hombre para enfrentarse al sistema. Muchas vidas quedaron arruinadas, incluyendo la suya y las de su familia, pero siguió luchando y lo hizo con una gracia impecable y mucho humor. Es casi imposible creer que la lista negra existiera o que la gente pudiera estar tan asustada los unos de los otros. Nos recuerda a todos que hay que mantenerse alerta y valorar la verdad, porque puede volver a pasar en cualquier momento".


John Wayne, Kirk Douglas y Edward G. Robinson
Una historia ambientada durante la Edad Dorada de Hollywood no estaría completa si no contara con la presencia de toda una serie de figuras reales familiares a generaciones de aficionados al cine. Los actores John Wayne, Kirk Douglas y Edward G. Robinson ocupan un lugar destacado en la historia de Trumbo. "Cuesta interpretar o siquiera elegir a alguien para hacer de un actor que sigue siendo tan conocido entre los espectadores", sostiene Williams."No optamos por gente que guardara un parecido evidente, pero los actores que escogimos se metieron tanto en sus personajes que te los crees por completo".

Encontrar a un actor capaz de encarnar a John Wayne fue especialmente complicado. Wayne es el hombre entre hombres por antonomasia, el héroe típicamente americano, y uno de los principales artífices de la ruina de Trumbo. Como jefe de la Motion Picture Alliance for the Preservation of American Ideals (Alianza Cinematográfica para la Preservación de los Ideales Americanos), encabeza la carga para descubrir a simpatizantes comunistas que pretendan utilizar el cine para influir en el pueblo americano.

El equipo de producción eligió al apuesto actor de 1,93 m de altura, ancho de espaldas e imagen íntegra David James Elliott para interpretar a Wayne. "John Wayne es una parte emblemática de la historia del cine americano", afirma Roach. "La idea de meter la pata con él resultaba aterradora. David James Elliott encarnó a John Wayne sin convertirse en una caricatura ni hacer una imitación".

Elliott vio películas de Wayne y se documentó exhaustivamente sobre el actor como preparación para el papel. "Siento un enorme respeto por él", declara. "En realidad era uno de los tipos más moderados de la Motion Picture Alliance. Fue una época de cambios turbulentos por todo el mundo. Había un miedo tremendo al comunismo... Era fácil ver el mundo en blanco y negro, y Wayne pensaba que estaba haciendo lo correcto".

"Para mí, esta era una oportunidad asombrosa como actor para trabajar con un grupo de personas de tanto talento", prosigue el actor. "Jay es un hombre increíble y un director de actores, generoso, amable y de trato fácil. Y trabajar tan estrechamente con Helen Mirren ha sido un placer. Estaba nervioso de tener tantas escenas con una ganadora del Óscar, pero es tan cariñosa y sencilla que lo hizo muy fácil".

Edward G. Robinson saltó a la fama en 1931 como un despiadado criminal en "Hampa dorada", una de las primeras películas de mafiosos, que ayudó a definir el género. En la vida real, Robinson era un tipo culto, intelectual e interesado por la política. Aunque él mismo no fuera nunca comunista, sus creencias progresistas lo pusieron en contacto con mucha gente que sí lo era.

Robinson fue llamado a declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas cuatro veces antes de aceptar finalmente dar nombres de sus amigos. "Al principio, Edward G. Robinson apoya por completo a Trumbo y el resto de los guionistas de la lista negra", explica Roach."Pero no puede interpretar bajo pseudónimo, así que acaba dando nombres. Es un pacto faustiano. Acaba traicionando a sus amigos, los hombres que lo apoyaron al principio de la historia, para poder volver a trabajar. Como muchos de los demás personajes, afronta un dilema moral de profundas dimensiones".

Michael Stuhlbarg, que interpreta a Robinson, fue una de las primeras decisiones de casting tomadas por el equipo de producción. "Michael fue un sueño", afirma Rawat. "Dada su estelar filmografía, naturalmente, su brillantez no debería haber sido una sorpresa. Estudió las películas de Edward G. Robinson y todo el material que pudo encontrar. Tuvo mucho cuidado de interpretar al hombre, no a los personajes famosos que encarnó en sus películas. Se convirtió realmente en Edward G. Robinson. Sintió el dolor y la angustia del hombre y, como miembro de la audiencia, te compadeces de él".

Aunque Stuhlbarg estaba familiarizado con la obra de Robinson, no sabía nada de la vida del alabado actor. "Después de documentarme un poco, me sentí fascinado. Su nombre aparecía constantemente en las listas de posibles comunistas, pese a que nunca asistiera a ningún mitin ni se uniera al partido. Sentía una gran necesidad de limpiar su nombre".

McNamara encontró descorazonador el dilema de Robinson y retrata al actor con gran simpatía en su guion. "Fue duro escribir esas escenas, porque creo que se arrepintió de verdad después de declarar", comenta. "Pero, para bien o para mal, sintió que no tenía elección. Trumbo se mostró totalmente en desacuerdo. Trumbo siempre sintió que tienes la opción de ser decente, de hacer lo correcto y de ser valiente".

Al final, prosigue Stuhlbarg, "No hay buenos ni malos en esta historia. La gente hace lo que debe para sobrevivir. Llevamos una vida terriblemente rápida y peligrosa, se puede aprender mucho del valor de Trumbo".

Kirk Douglas, interpretado por Dean O’Gorman, resulta fundamental para ayudar a guionistas, intérpretes, directores y otros profesionales del entretenimiento incluidos en la lista negra para que puedan volver a trabajar cuando contrata a Dalton Trumbo para que escriba el guion de su vehículo estelar, "Espartaco". La superestrella, que se encuentra en la cima de su carrera, es uno de los pocos del mundillo que utilizan su influencia para forzar el fin de la lista negra en Hollywood.

"John McNamara hizo un trabajo fantástico contando la historia", opina O’Gorman. "El guion es sumamente conmovedor. Es divertido, pero con verdadero sentimiento y dramatismo. Todo el que no esté familiarizado con el tema, se quedará atónito. En esencia, trata sobre ser fiel a ti mismo y tener el valor de defender lo que crees que es correcto. Eso es lo que hizo Dalton, y es lo que hizo también Kirk Douglas. Se plantaron en un momento en el que era peligroso expresar tus ideas. Eso sigue siendo tan relevante ahora como siempre".

Con la abundancia de material disponible sobre la vida y la obra de Douglas, incluyendo varias memorias del propio actor, O’Gorman tuvo material más que suficiente para documentarse sobre el personaje. "Mi reto fue llegar al hombre tras la imagen", plantea. "Me leí todo lo que había escrito y me vi al menos 25 de sus películas. Jay y yo estuvimos de acuerdo en que no se trataba de hacer una imitación. Kirk tiene una voz característica, pero mi enfoque fue no tratar de sonar como él, sino captar la esencia del hombre. Es conocido por la gran energía que lo impulsaba, y eso es lo que he tratado de reflejar".

Dada la realeza de Hollywood representada en la película, el equipo de producción estaba comprensible preocupado por los retos que podía plantear la selección de actores, pero todo cuajó a la perfección, en opinión de Levinson. "David Rubin, nuestro director de casting, hizo un trabajo magnífico encontrando a la mejor persona posible para cada papel. Y, en última instancia, Jay, el guion, Bryan y Helen despertaron tanto interés que el mayor reto acabó siendo consolidar los días de rodaje para asegurarnos de acomodar las apretadas agendas de todos. Meagan Lewis, nuestra directora de casting de Nueva Orleans, también nos consiguió unos talentos locales asombrosos".

La historia de la era de la lista negra y la relevancia que sigue teniendo en la actualidad también resultaron muy atractivas para todos los implicados, señala Roach. "A veces damos nuestros derechos por sentado. La libertad de expresión es fácil de proteger cuando dices cosas que son populares, pero la Declaración de Derechos está pensada para proteger ideas impopulares, sobre todo en momentos de crisis. La era de la lista negra está casi olvidada, pero todos nos dimos cuenta de que teníamos una singular oportunidad de recordarle al mundo la importancia de esta historia".




Recuerdos secretos



País: Canadá
Duración: 95 minutos
Año: 2015
Director: Atom Egoyan
Reparto: Christopher Plummer, Martin Landau, Bruno Ganz




Del cineasta Atom Egoyan, llega este thriller sobre el alto precio de enfrentarnos a la venganza y a confrontar nuestro pasado.


Zev (el ganador del Oscar(r) Christopher Plummer) y su mejor amigo Max (el ganador del Oscar(r) Martin Landau) hacen un pacto para dedicar lo que les queda de vida a resolver un asunto pendiente: encontrar y vengarse del comandante nazi responsable de matar a sus familias durante la guerra.


Aunque Zev está perdiendo su memoria por el Alzheimer, Max es demasiado débil para salir de la residencia de ancianos, así que debe emprender un viaje extraordinario para encontrar al verdugo antes de que sea demasiado tarde. La impactante verdad que le espera a Zev cuando finalmente se encuentre cara a cara con él, volverá su vida del revés.



Notas de producción

En los cuarenta años que el galardonado productor Robert Lantos, de Serendipity Point Films, ha estado leyendo guiones y haciendo películas, nunca había tenido una experiencia como esta: un script de un novato aterriza en su escritorio, enviado por Jeff Sagansky, ex presidente de CBS Entertainment y co-presidente de Sony Pictures Entertainment. Lo lee y decide que tiene hacerse la película inmediatamente. Fue simple e instantáneo.


De inmediato, se tomó una segunda decisión. A medida que leía el guion, Lantos tenía más y más claro a qué actor quería. "El héroe tiene 90 años. No hay una gran cantidad de actores en ese rango de edad que puedan llevar una película sobre sus hombros. Mientras leía el guion supe exactamente quién podía y debía interpretarlo". Christopher Plummer tenía que meterse en la piel de Zev, un hombre de 90 años, superviviente del Holocausto, bordeando los límites de la demencia senil, que abandona la comodidad y la seguridad de su residencia de ancianos para encontrar y matar al nazi que asesinó a su familia.


"El proceso de Casting en esta película fue diferente a cualquier otra experiencia que he tenido en una película", recordó Ari Lantos, también productor del film. "Era una lista de uno para el papel de Zev: Christopher Plummer. Probablemente no hubiéramos hecho la película sin él".


"A decir verdad, tenía a Christopher Plummer en mi cabeza todo el tiempo mientras lo escribí"., admite el guionista Benjamin August.




El material

Robert Lantos no tenía especial interés en volver a examinar los temas del Holocausto y la demencia porque ya había tratado con ellos en películas anteriores. Y, sin embargo, REMEMBER era algo muy diferente. Es una historia íntima, ambientada en el presente, aunque provocada por un evento de hace 70 años. "Los grandes acontecimientos del pasado impregnan nuestro día a día, sangran aún en el presente y dan forma a esta historia inusual de una extraordinaria venganza", dice Lantos.


En la década anterior a esta confluencia de eventos, hubo una creciente conciencia de que había criminales de guerra de la Segunda Guerra Mundial, que siguen en paradero desconocido. La operación "Última Oportunidad" se puso en marcha en 2002 por el Centro Simon Wiesenthal con la clara misión de localizar a los ex nazis que todavía quedaran en la clandestinidad.


Pero para Zev Guttman, la historia comienza con la muerte de su esposa. Zev se despierta con un estremecimiento y grita el nombre de su esposa, Ruth. Se toma un momento, y luego recuerda que ella falleció la semana anterior. En la última noche del Shiva (el ritual judío de duelo), su amigo Max (interpretado por Martin Landau), también de unos 90 años y postrado en una silla de ruedas, le entrega un sobre con suavidad y le pide que lo abra en privado. Cuando Zev lo hace, encuentra una larga carta y un montón de billetes de cien dólares. A medida que lee las palabras que Max ha escrito, queda sobrecogido por el recuerdo de una promesa que le hizo hace mucho a Max: localizar a Rudy Kurlander,


El hombre que tanto Max como Zev buscaron. En mitad de la noche, Zev hace una pequeña mochila y en silencio se escapa en un taxi cuyo conductor ya sabe el primer destino de Zev. El viaje hacia la venganza comienza.




El director

Esta es una historia sobre un hombre que con las últimas energías que le quedan e impulsado por sus recuerdos, decide culminar una venganza que ha buscado durante gran parte de su vida. Es triste, tierna y exasperante. La reacción de Lantos al material fue visceral e instintiva, sobre todo cuando decidió quién debía dirigirla. Atom Egoyan. REMEMBER es una combinación de estudio de personajes, suspense y revelación tras revelación. Este es el territorio de Egoyan. Él es brillante desgranando historias".


"Esta es la última historia que se puede contar acerca de este período de la historia en nuestros días", apunta Egoyan sobre la necesidad de justicia. En más de un sentido, Egoyan entiende el film como una "pieza acompañante" a su trabajo anterior, Ararat (que también protagonizó Plummer y fue producida por Lantos). Nos habla de "los efectos residuales de la historia a través del tiempo y cómo nos construimos a nosotros mismos con respecto a ello, sobre todo cuando la propia historia implica un trauma. Esta noción de cómo el tiempo y el trauma se refractan a través de las generaciones está en el centro de gran parte de mi trabajo. Efectivamente, ese es el tema de Ararat, y lo estamos viendo en esta película también: Los efectos de los sucesos del pasado en los hijos de los autores y en los hijos de los supervivientes, reflejados de formas muy inesperadas. No se puede predecir cuál será el efecto, y eso se filtra a través de la película".


Además de la potencia de los temas históricos en REMEMBER, Egoyan compone un cuadro, que Ari Lantos definió como "un thriller contemporáneo con actuaciones llenas de matices, y esa es la razón por la que él era el hombre adecuado para dirigirlo".


"Es una historia sorprendentemente original con un carácter distinto a los que hemos visto hasta ahora", cuenta Egoyan. "He hecho unas 15 películas, algunas de ellas desde guiones que no he escrito. Pero este no sólo es uno completamente original, creo que lo que Ben nos presenta habla de nuestra relación con el horror de una manera extraordinaria y única. Es muy sencilla, algo fácil con lo que empatizar, y sin embargo llena de capas y complejidad". El ojo en la composición de Egoyan conduce la narrativa de esta historia singular de manera inflexible. La trama, motivada por el pasado, pero sin depender de escenas retrospectivas, transcurre por completo en el presente, libre de sentimentalismo o manipulación.




Situando al protagonista

Tomar todo lo que Hollywood enseña sobre la celebridad obsesionada con la juventud, y dejarlo a un lado. REMEMBER depende de la edad de sus personajes y de los actores que cuentan sus historias. No sólo son los criminales de guerra de la Segunda Guerra Mundial los que han envejecido, también las víctimas. Esto era esencial para Benjamin August.


"Una película sobre un anciano buscando venganza, que en sí mismo ya genera más nerviosismo. ¿Cómo va a viajar? ¿Se caerá? Que sea un anciano con demencia hace que la búsqueda se vuelva exponencialmente más difícil. Y ahí es donde el personaje de Max entra. 'Max y Zev son socios. Zev tiene la movilidad y Max tiene el plan, guiándole paso a paso con la carta y por teléfono'". August añade: "Si mis abuelos emprendieran un viaje como éste, sería terrible. Quiero decir, mi abuela se ha caído cruzando la calle de su casa. Cada paso es estresante y el hecho de que Zev llegue tan lejos, hable con todas estas personas, y consiga superar estos obstáculos es lo que va a mantener a la gente enganchada a la película".


Sería una historia más fácil con personajes juveniles corriendo de un lado para otro, pero estos personajes son ancianos, sus cuerpos están gastados y sus ilusiones se hacen añicos. Zev no es Harry el sucio, pero él sobrevivió a la guerra y se construyó una nueva vida, una nueva familia y con la ayuda de Max, se está aventurando de nuevo en el mundo y está luchando su última batalla. Calibrando la tensión con la fotografía


El estilo de Egoyan en la utilización de largos planos para contar la historia y el desarrollo de los ritmos dentro de una escena son las formas que han servido para provocar emociones específicas en el público. Con REMEMBER ha ido más allá. La palabra usada para este el estilo de cámara y el ritmo es "irregular" y para lograrlo, el multi-premiado director de fotografía Paul Sarossy, fue una vez más el colaborador elegido por Egoyan.


Cuenta Sarossy: "Nuestra relación creativa se ha desarrollado y ya casi no necesitamos hablar entre nosotros, porque estamos frecuentemente en la misma onda. Desde un aspecto visual, es una cosa muy diferente este proyecto, casi en su totalidad está grabado a pulso. Esa era una idea que teníamos para poder hacer que la presencia de la difunta esposa de Zev le acompañara a todas partes. La cámara está viva, e incluso en los momentos de quietud, se sigue deslizando suavemente".


Es aquí donde la personalidad del trabajo de cámara profundiza, ya que cubre a Zev dentro y fuera de su realidad. Sarossy continua: "El trabajo de cámara inestable informa incluso a un nivel subconsciente. Este hombre es viejo, está enfermo, tiene demencia, por lo que es inestable en muchos aspectos, también lo es el punto de vista de la cámara y en última instancia del espectador".


Como director de fotografía, Sarossy tiene la envidiable tarea de trabajar con este grupo particular. "Estos rostros son increíbles paisajes en sí mismos. Tienen una increíble textura y una forma que es bastante distinta de lo habitual. No buscamos necesariamente idealizar esas caras, abrazamos el hecho de que están llenas de vida".




Sobre Christopher Plummer

REMEMBER marca el reencuentro de Robert Lantos, Christopher Plummer y Atom Egoyan. Ararat había sido una gran experiencia y Egoyan seguía siendo un gran fan del trabajo de Plummer. "He ido a ver todos sus shows en Stratford y en Broadway, y he leído su autobiografía dos veces, hasta el punto en el que realmente le puedo contar historias sobre su propia vida que se le han olvidado".


Pero además de su deslumbrante trabajo, Christopher Plummer es una excelente persona: "Le visité en su casa de Connecticut hace muchos meses, y fue una oportunidad increíble", recordó Egoyan. "Era temprano por la mañana, y él acababa de salir de la ducha, con el pelo húmedo peinado hacia atrás y le dije: esta es la forma en que quiero verte en esta película, porque es muy diferente al Christopher Plummer que he visto antes. Ese fue el comienzo de nuestra colaboración en la creación de Zev".


Egoyan señala que el personaje es mayor que el actor. "Es una interpretación natural, pese a que hay algo antinatural en las circunstancias de esta persona.Y la tensión proporciona una alquimia particular que Chris es capaz de aprovechar de un modo concreto. Chris es una máquina de actuar", añade Egoyan. "No sólo es uno de los actores más veteranos del mundo, también tiene resistencia. Su increíble vitalidad le permite aun hacer El rey Lear o Prospero (que interpretó la última vez en 2010). Estas funciones están todavía dentro de su alcance. No es más que una fuerza extraordinaria de la naturaleza".


"Me pareció que era maravillosa", dice Christopher Plummer, describiendo su reacción inicial al guión que le había enviado Lantos ("Gracias a Dios, Robert consiguió el material", agrega off the record). "Me pareció que era original, impactante e intenso. No parecía un primer borrador. Parecía la trigésima revisión. Era un guion muy inusual y un papel extraordinario, totalmente diferente a lo que he hecho antes. Así que acepté de forma inmediata".


Los actores de la talla de Plummer tienen el privilegio de poder arriesgarse. Lo que le atrajo fue lo siguiente: "El misterio del hombre, su corazón, su porte, que esté un poco desbocado la mayor parte del tiempo a causa de su supuesta demencia, debido a que es demencia precoz, que va y viene en toda la película. Eso era bastante interesante para actuar de primeras y valía la pena el desafío. Además, el suspense de la película es maravilloso. La representación de Zev podría parecer, para algunos, restringida, ya sea por las limitaciones físicas, por su demencia o por el miedo a la confrontación. Pero no para Plummer. "Zev también ofrece una gran oportunidad de hacer lo que quiera. Cuenta con una libertad que no tiene nada que ver con el cómo está escrito. Todo está detrás de las líneas, todas las intenciones y motivos, lo que aconteció con respecto al diálogo. Por lo tanto, es divertido actuar, en cierto modo, contra el diálogo todo el tiempo, es genial".

La película, en la que Plummer es protagonista, se extiende más allá del personaje en sí. No eran sólo los productores los que querían a Egoyan en este proyecto "Pedí a Atom también, porque necesitaba un amigo para sostener mi mano a través de este viaje. Es un trayecto muy difícil. Es maravilloso trabajar con él de nuevo. Tiene una mente muy ágil y es una gran ayuda para mí. Siempre me está recordando que frene, que no corra tanto. Ya ves, soy tan viejo que creo que tengo que ir más rápido que los demás. Eso es lo que se siente cuando envejeces". Por lo tanto, solía decir", No, no, es viejo, así que tendría que moverse más lento por favor. Y, por supuesto, porque el personaje es alemán, su acento en Inglés tiene que ser sutil, pero siempre presente. Así, pequeñas cosas que son de gran ayuda. Adoro a Atom, y sin él no sé lo que habría hecho".




Un desborde de calidad

El cine siempre ofrece una amplia gama de recompensas creativas para el reparto y el equipo implicado, pero en REMEMBER, la convergencia de material de calidad combinado con la oportunidad de trabajar con actores legendarios es digna de mención, sobre todo cuando el director y los productores se sentían halagados desde el principio.


"Es deslumbrante", dice Egoyan. "Tienes un asiento de primera fila para estos extraordinarios momentos en que estos actores excepcionales llegan a encarnar a otras personas. Pero también les ves como a sí mismos y darse cuenta de que tienen su propia mitología. Ellos son, por supuesto, actores consumados, y son historia viva por los papeles que han interpretado. Ellos saben que son su propio instrumento, saben perfectamente lo que pueden hacer con su cuerpo, y lo que son capaces de transmitir, y verlos darse réplicas generaba momentos increíbles".


Los momentos que Martin Landau y Christopher Plummer pasaban juntos intercambiando sus historias del viejo Hollywood, la gente con la que habían trabajado y las intersecciones entre sus vidas y carreras. Añadiendo otros legendarios actores alemanes como Bruno Ganz, Jürgen Prochnow, y Heinz Lieven narrando lo que significaba estar viviendo a la sombra de este trauma en la historia, y la experiencia dentro y fuera de la cámara, fue monumental.




Martin Landau

28 años antes de la filmación de REMEMBER en el rodaje de Alfred Hitchcock presenta, un realizador joven de unos 20 años, Egoyan, dirigía a Martin Landau, que ya se refería a sí mismo como "un viejo en esto". Entablaron una amistad que duró años. "Me gusta la forma en que utiliza su cerebro", dice Landau. "A lo largo de los años, hemos querido trabajar juntos, y tardamos casi tres décadas, pero finalmente lo hemos logrado y hemos pasado un muy buen tiempo juntos".


Landau es Max desde su silla de ruedas. Mientras que la mente de Zev va y viene, Max se mantiene en plenas facultades psíquicas. Dado el hecho de que la historia se centra en gran medida en un personaje, Egoyan quería crear dos estilos visuales. "Quería enmarcar el mundo de Martin. Max, que está tan incapacitado, de manera muy rígida, formal y compuesta, frente a Zev, donde predomina una sensación de que está siendo observado", cuenta Egoyan.


Max y Zev son un equipo cuya misión ha sido pensada con meticuloso detalle, con instrucciones claras para que Zev las siga.


"Me gustan los personajes con arcos y razones de ser", comentó Landau. "Y me gustan los guiones que son inteligentes. REMEMBER tenía todas esas cualidades. Y, a esta edad, es maravilloso obtener papeles que tienen sustancia.Los guiones ya no son tan buenos, y las temáticas tampoco. Por eso, una vez más, estoy feliz de hacer una película que está bien escrita y es inteligente".




Dean Norris

Escoger a Dean Norris para interpretar a John Kurlander fue idea de Egoyan. Para Benjamin August fue una sorpresa esta elección, pero el trabajo de Norris en Breaking Bad hizo que estuviera de acuerdo con él inmediatamente "Es tan suave y dulce. Él es el tipo que ilumina la habitación", observa August. "Pero también tiene algo de demente y que da miedo de él. Y cuando se enfada (el personaje), no quieres ser la persona a la que mira".


Dean Norris era otro actor al que Egoyan conoció previamente en el Festival de cine de Roma (claramente, hay un patrón aquí). Se hicieron amigos y fijaron que trabajarían juntos un día. El papel de John Kurlander, al igual que gran parte del resto de la película, es engañosamente simple, y se desarrolla de una manera impredecible. "La clave es el rendimiento. Norris Kurlander, uno de los varios Kurlander en la historia, ocupa unos 10, 15 minutos de la película", señaló Egoyan. "Entre Zev y John hay una fuerte proyección de lo que piensan que la otra persona significa para ellos. De hecho, es el núcleo dentro de la película, y fue una bendición contar con ellos".


Norris, que es un hombre con un espíritu muy generoso, afirma que él habría hecho esta película solo por la oportunidad de trabajar con Egoyan y Plummer. Pero sus escenas, su"mini-película", como él dice, "solo ponen la guinda del pastel. Mi personaje acaba de perder a su padre y es fácil para él proyectarlo sobre el personaje de Christopher Plummer, de alguna manera, extraña a su padre y quiere hablar con alguien que sea de la misma edad. A partir de ahí, es una gozada estar con Plummer, viendo lo que hace, como está vivo en la escena y reaccionar a lo que aporta en la misma, lo cual es realmente fantástico".




Los Rudy Kurlander

Los actores Bruno Ganz, Jürgen Prochnow y Heinz Lieven interpretan a personajes llamados todos Rudy Kurlander. Cada uno de ellos es más joven que los personajes que interpretan, un punto que todos mencionaron a Egoyan durante las conversaciones iniciales sobre la película. Dos de los actores, Ganz y Prochnow, nacidos en 1941, sólo tienen recuerdos fugaces del último año de la Segunda Guerra Mundial. "Creo que, en cierto modo, la mía es una de las últimas generaciones que realmente tienen derecho a representar a estas personas", comentó Prochnow. "Hemos crecido después de la guerra con todo lo que sucedió, en las ruinas de Berlín y entre los escombros.Y sí, estábamos hambrientos, tuvimos enfermedades y como niños, preguntábamos a nuestros padres, ¿por qué ha ocurrido esto? ¿Cómo pudo ser? Por lo tanto, esto era algo de lo que tenía muchas ganas de formar parte".


"No quedan muchos testigos vivos ya", afirma Bruno Ganz, hablando de la importancia de hacer una película como REMEMBER. "En pocos años no quedará ninguno. Hay una diferencia entre hablar con alguien que estaba allí y lo vivió todo durante el Holocausto, y ver películas o leer libros sobre el tema. Pero creo que si queremos recordarlo, a un nivel emocional incluso, entonces tenemos que hacer películas sobre ello".




Maquillaje - El envejecimiento

El Santo Grial del envejecimiento en maquillaje es asegurarse de que la esencia del actor no queda sumergida bajo capas de cremas, que parezca auténtico, y que se pueda lograr con rapidez cada día. El peligro con el envejecimiento con maquillaje, es que no es crear extraterrestres o seres extraños, sino un aspecto de una persona mayor más familiar. "Un mal maquillaje aplicado puede desconectar a la audiencia, y nadie quieres eso", observa el nominado al Oscar Adrien Morot, jefe de maquillaje en REMEMBER.


Lo primero que sorprendió a Morot al leer el guion fue:"¿Cómo vamos a conseguir que todos estos actores estén en el mismo nivel en términos de edad?" Era una preocupación lógica dado que muchos actores del reparto principal tienen que aparentar 90 años y claramente, ninguno de ellos los tiene.


Las técnicas utilizadas varían de forma curiosa. Para Christopher Plummer, "era una tortura cada mañana, porque teníamos que pintar cientos de arrugas en su cara", cuenta Morot, que utilizaba un cepillo largo superfino y pintaba cada arruga, una por una hasta 80, en cada lado de la cara, profundizando las grietas y acentuando las líneas existentes.


La caravana de maquillaje era un lugar de mucha actividad, el maquillaje de Martin Landau, similar al de Plummer, requiere una mano mucho más constante porque este actor en particular es un narrador. "Martin es un hombre muy hablador y a él le gusta contar sus historias a medida que vas aplicando el maquillaje, sobre todo cuando hay otras personas presentes. Es muy divertido, pero se mueve mucho. Bruno Ganz fue fantástico. Es un poco más joven, así que tuvimos que hacer un esfuerzo adicional y cubrirlo de látex. Y luego estaba Jürgen, que es aún más joven. Él es muy saludable y de aspecto tiene esta enorme cabeza llena de pelo, como Richard Gere. Su pelo y su maquillaje nos llevaban unas 2 horas y media".


Morot cuenta, según su experiencia, que "los hombres son a menudo mucho más fáciles de llevar en términos de envejecimiento de maquillaje que las mujeres. Las mujeres tienden a no disfrutar con el proceso. ¡Suelen quedar horrorizadas! Los actores más jóvenes (de ambos sexos) reaccionan mucho más sorprendidos que los actores mayores. Como actor, uno se acostumbra a verse a sí mismo con su edad. ¡Al final del día de repente (chasquea los dedos), vuelven a ser jóvenes!".




El momento oportuno


Tras la cámara durante el rodaje, los acontecimientos de la vida real en el verano de 2014 estaban cobrando enervantes similitudes con la película. Johann Breyer, de 89 años, sospechoso de crímenes de guerra nazis que vivía en Filadelfia, buscado por las autoridades alemanas por su presunto servicio como guardia de las SS en Auschwitz, murió bajo la custodia del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos mientras su solicitud de extradición era estudiada por el Gobierno de USA.


La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945, hace 70 años. Para contar esta historia en tiempo presente, para ver cómo se desarrolla y como está sucediendo para Zev, debíamos prescindir de flashbacks. Tenía que estar en el presente.


Robert Lantos proporciona detalles de su decisión de hacer REMEMBER tan rápido como pudo después de leer el guion. "Ahora es el último momento en el que podemos contar esta historia. Dentro de diez años ya no sería realista estar contando una historia sobre un hombre que sufrió una pérdida en la década de 1940 por la que ahora reclama venganza. Tampoco sería realista pensar que el asesino de su familia en la década de 1940 todavía estaría vivo en 2025 ", dice Lantos. Si esta película se hubiera retrasado, lo que hubiera tenido que ser es una película de época, que tendrá lugar en el pasado, lo que pone una cierta distancia entre el público y la historia. Leía las noticias sobre el arresto de criminales de guerra que siguen viviendo en los EE.UU y Europa. Los intentos de llevarlos a juicio nunca se lograron debido a que habían muerto antes de que finalizara el proceso judicial. Esa es una de las razones por las que cuando leí el guion, entendí que ese hombre pese a su edad, decide tomar medidas drásticas, porque tomar acciones legales no tendría ninguna consecuencia".




Fausto también


País: Argentina
Año: 2015
Director: Juan Manuel Repetto
Reparto: Fausto Celave, Mercedes Torbidoni, Ezequiel Santillán y Mateo Durante


La decisión de un joven autista de ingresar a la universidad pública plantea grandes desafíos en la comunidad educativa de la Argentina. Fausto realiza el curso de ingreso acompañado por sus terapeutas, mientras su familia y los docentes buscan la mejor manera de integrarlo, en un proceso lleno de tropiezos.




Ellos vienen por tí



País: Australia
Duración: 90 min.
Director: Michael Petroni
Reparto: Adrien Brody, Sam Neill, Robin McLeavy




La vida del psicólogo Peter Bower se vuelve un caos cuando descubre que todos sus pacientes son en realidad los fantasmas de las personas que fallecieron en un accidente veinte años atrás. Poniendo su propia cordura en juego, Peter decide enfrentarse al misterioso pasado para desvelar un terrible secreto que solo él puede resolver.




La niña de tacones amarillos
2015
Duración 74 min.
País Argentina
Director: Luján Loioco
Reparto: Mercedes Burgos, Emiliana Di Pasquo, María Fernanda Domínguez



La construcción de un gran hotel en un pequeño pueblo del noroeste argentino sacude la vida de todos sus habitantes durante un año; sobre todo la de la joven Isabel, a quien el choque cultural que trae ese cambio la movilizará de una manera especial, y le generará nuevos estímulos que la transformarán para siempre. La ópera prima de la directora argentina examina las reacciones inesperadas ante la aparición de lo irreversible y las consecuencias de sentirse invadido por costumbres extrañas.




Lejos de ella
2015
Duración 131 min.
País China
Director: Jia Zhang Ke (AKA Jia Zhangke)
Reparto: Tao Zhao, Zhang Yi, Liang Jingdong, Dong Zijian, Sylvia Chang




China, a finales de 1999. Tao, una joven de Fenyang, es cortejada por sus dos amigos de la infancia, Zang y Lianzi. Zang, propietario de una estación de gasolina, está destinado a un futuro prometedor, mientras que Liang trabaja en una mina de carbón. Su corazón está dividido entre los dos hombres, y debe tomar una decisión que sellará su destino y el de su futuro hijo.





Los inocentes
2015
País Argentina
Director: Mauricio Brunetti
Reparto: Lito Cruz, Beatriz Spelzini, Sabrina Garciarena, Ludovico Di Santo, Maria Nela Sinisterra, María Eugenia Arboleda

Una esclava vuelve de la muerte y se cobra venganza en los albores de la América libre. Cuando tras 15 años de ausencia Rodrigo regresa a la casa donde nació, el maltrato de su abusivo padre, la enfermedad de su madre y los errores del pasado lo persiguen a él y a Bianca, su bella esposa. Eloísa, una joven esclava traída de África, regresa de la tumba y elige a Bianca como instrumento para vengar las muertes de inocentes perpetradas en esa tierra.

 
Los Inocentes TRAILER OFICIAL 2015 from Aleph Media SA on Vimeo.


Mandarinas

2013
Duración 83 min.
País Estonia
Director: Zaza Urushadze
Reparto: Lembit Ulfsak, Giorgi Nakashidze, Misha Meskhi, Elmo Nüganen, Raivo Trass


En 1990, estalla la guerra en una provincia georgiana que busca la independencia. Ivo, un estonio, decide quedarse, a diferencia del resto de sus compatriotas, para ayudar a su amigo Margus con la cosecha de mandarinas. Al comenzar el conflicto, dos soldados resultan heridos delante de su casa, e Ivo se ve obligado a cuidar de ellos.




Volando alto

2016
Duración 105 min.
País Reino Unido
Director: Dexter Fletcher
Reparto: Taron Egerton, Hugh Jackman, Christopher Walken, Matthew Brandon, Ania Sowinski, Mads Sjøgård Pettersen, Tony Paul West, Marc Benjamin, Rune Temte,Tomasz Dabrowski, Austin Burrows


La película detalla las inspiradoras hazañas de Michael Edwards, mejor conocido como “Eddie el Águila”, el más famoso saltador de esquí en la historia británica. El retrato de la película del enfoque hacia el deporte de Edwards de nunca rendirse festeja el espíritu humano y la resiliencia de cara a probabilidades y desafíos extraordinarios. Taron Egerton, que hizo su debut protagónico en cine en Kingsman: El Servicio Secreto, interpreta a Eddie el Águila, y Hugh Jackman interpreta a un experto en salto de esquí que ayuda a Eddie a entrenarse para las Olimpiadas de Calgary.



El águila está en el aire
En realidad, han pasado 30 años. Una noche, hacia finales de 2014, Matthew Vaughn, director de Kingsman: Servicio secreto, X-Men: Primera generación y Crimen organizado, se sentó a ver una película con sus hijos. Se trataba de Elegidos para el triunfo, la comedia sobre el equipo jamaicano de bobsleigh que desafió a todas las adversidades para competir en los Juegos de Invierno de Calgary en 1988.

"A mis hijos les encantó la película", asegura Vaughn, "así que empecé a pensar: '¿Por qué ya no se hacen películas como ésta?' Quería hacer una película que después de verla te sintieras inspirado. Y quería hacer una película que pudieran ver mis hijos".

Quizás espoleado por la increíble coincidencia de que el equipo jamaicano de bobsleigh y Eddie Edwards compitieran en los mismos Juegos, Vaughn se fijó en el Águila. Quince años antes, Vaughn y su socio de dirección, Guy Ritchie, recibieron un guión de Eddie el Águila con la intención de convertirlo en una película. La película no salió adelante, pero algo resonaba dentro de Vaughn. "Me pareció fascinante y pensé que valía la pena. Mucha gente compró el guión desde entonces, pero nunca llegó a materializarse", explica Vaughn. "Al cabo del tiempo, busqué el guión y dije que quería comprarlo. Tres meses después, ya estábamos rodando".



Vaughn reunió rápidamente a su equipo ideal tanto de actores como de realizadores. Además, decidió de inmediato que no quería dirigir la película ("Para mí era una experiencia nueva hacer una película familiar y alegre"), así que acudió a su antiguo amigo Dexter Fletcher. Fletcher actuó en la primera película producida por Vaughn, Lock & Stock. Desde entonces, los dos han estado en contacto y se han convertido en directores. El debut de Fletcher como director, Wild Bill, llamó la atención de Vaughn.

"Me encantó Wild Bill", confiesa Vaughn. "Dexter tiene un gran corazón y es bueno cuidando a la gente".

Al contrario que Vaughn, que estaba muy familiarizado con la hazaña de Eddie en Calgary, Fletcher no tenía muchos recuerdos de esa época. "Yo tenía entonces unos 20 años y Eddie no era guay; cuando eres un veinteañero, sólo te interesa lo guay", afirma Fletcher entre risas. Pero sí que le impresionó cuando Edwards apareció –y ganó– el concurso de televisión de salto de gran altura Splash! "Pensé que Eddie tenía la actitud adecuada. Tenía 45 años, pero poseía un enfoque olímpico, una firmeza real. No tenía miedo".

Así que cuando recibió la llamada de Vaughn, Fletcher estaba más que preparado para hacer volar al Águila. "Era una gran oportunidad para trabajar con Matthew como productor, pero la historia era realmente interesante también. No es sólo lo que creemos que sabemos", explica. "Y Matthew empezó a hablarme como si yo ya hubiese dicho que sí. El tren había salido de la estación. Y yo iba dentro".

Fletcher y Vaughn querían mantener el centro de atención en el deseo de Eddie de conseguir la gloria. "La historia se centra en los momentos que está allí y en lo que consigue", desvela Fletcher.



La hazaña de Edwards fue bastante solitaria. Alejado de la comunidad de saltadores de esquí, siempre estaba entrenando o cambiando de entrenador. Sin embargo, para la película, Vaughn y Fletcher querían crear un personaje que se uniera a Eddie en cada paso de su viaje. "Necesitábamos a alguien con el que sentirnos identificados, un participante en el que nos pudiéramos ver reflejados", explica Fletcher. "Nuestra percepción de Eddie probablemente sea que está loco, pero luego nos gana con su entusiasmo inspirador y su cercanía".

Entonces entra en acción Bronson Peary, un americano ex saltador de esquí, bebedor compulsivo y fumador empedernido que adopta a Eddie –a regañadientes, al principio– bajo su ala. Era un papel creado para una estrella del cine. Y uno de los beneficios de ser tan exitoso como Matthew Vaughn es que tienes estrellas de cine al alcance de tu mano. Hugh Jackman, por ejemplo.



"Llamé a Hugh y le envié el guión", recuerda Vaughn. "Se acordaba de Eddie el Águila. Me dijo que cuando vivía en Australia, solía saltar del tejado de su casa y fingía que era un salto de esquí. A Hugh le encantó la idea. Nunca antes había hecho algo así".

Jackman confiesa que era un gran admirador de Eddie el Águila cuando era pequeño, otra prueba del gran impacto que tuvo la hazaña de Eddie en todo el mundo. "Eddie es una leyenda que alberga ese espíritu puro de intentar las cosas. Y él intentó el deporte más peligroso, casi suicida: el salto de esquí. Yo mismo quería ir a las Olimpiadas cuando era un niño, pero nunca habría ido tan lejos".

A Jackman también le sedujo la idea de interpretar a Peary, un personaje ficticio que tiene un alma cínica y dañada y que fue expulsado del equipo olímpico de EE. UU. Cuando estaba en la cima de su carrera. Su amistad con Eddie posibilita un proceso de curación para él. "La determinación de Eddie intriga a Bronson", añade Jackman. "Siente simpatía por él. Cree que está loco de atar, pero se siente identificado con él. Los dos son forasteros y los dos se han sentido apartados del mundo; y esto supone una historia de redención para los dos. Gracias a esa amistad creciente, Bronson empieza a creer en sí mismo de nuevo".

Una parte clave en la vida de Peary es su relación con su antiguo entrenador, Warren Sharp, que le expulsó del equipo norteamericano hace muchos años. Sharp sigue siendo una figura importante en la vida de Peary, especialmente, en una escena crucial en la que los dos se encuentran después de décadas. Pero ese personaje supuso un gran desafío para Vaughn y Fletcher. "Tenía que ser alguien que estuviera a la altura de Hugh Jackman", explica Fletcher. "Y ese era Christopher Walken. Cuando se unió al equipo, fue algo brillante. Lo que hace es muy "estilo Walken", pero es potente y conmovedor, y eso significa que el personaje de Hugh se convierte en uno más tridimensional también".

A Jackman le encantó trabajar con el legendario actor. "Honestamente, no tenía que actuar", afirma entre risas. "Hay una escena en la que el guión dice: el padrino del deporte entra en la habitación y todo el mundo se queda quieto'. Y eso es básicamente lo que ocurrió. ¡Es Christopher Walken! Y además es el tipo más guay y relajado que existe desde la primera toma hasta la última. Es oro puro".

Vaughn y Fletcher ya tenían a su Peary. Y tenían a su Warren Sharp. Ahora sólo necesitaban la pieza más importante del puzzle: el propio Águila.




A la caza del águila
En realidad, la cacería no duró mucho tiempo, ya que Vaughn se dio cuenta de que tenía al candidato perfecto justo enfrente. Acababa de darle las últimas pinceladas a Kingsman: Servicio secreto, protagonizada por Colin Firth, Samuel L. Jackson, Michael Caine, Mark Strong y, en el papel del héroe Eggsy, Taron Egerton, un joven galés que actuaba por primera vez en una película de cine.

"Sabía que Eggsy era un papel", afirma Vaughn. "Eggsy no es Taron. Yo le dije: 'Es importante que hagas un personaje que sorprenda a la gente'. No tenía ninguna duda de que Taron iba a sacar adelante a Eddie".

Egerton ni siquiera había nacido cuando Edwards volaba por el cielo de Calgary, pero el joven actor no dejó escapar la oportunidad ni un segundo. Después de una rápida prueba con Jackman en Nueva York, Egerton recibió oficialmente la oferta para el personaje antes de las navidades de 2014. Pero lo aceptó con una condición. "No tengo ningún interés en parodiar a Eddie", asegura Egerton. "Puede ser gracioso, puede sufrir contratiempos, pero tiene que tener corazón y sentimientos y tiene que ser real y creíble".

Sus miedos iniciales se desvanecieron. "Yo quería subir las emociones", afirma Vaughn. "Eso es lo que más me emocionaba de la película. Los espectadores ya no iban a pensar en Eddie el payaso, sino en Eddie el héroe".

Para prepararse para el papel, Egerton se reunió con el verdadero Eddie, lo que le ayudó a perfilar su interpretación. "Eddie es un tipo afable, muy razonable y agradable", asegura. "Es muy optimista y está centrado. Hay aspectos de Eddie que son verdaderamente heroicos.

Egerton se transformó a sí mismo para el papel con la ayuda de una peluca, unas características gafas de pasta, un poco de peso extra, un acento de Cheltenham y, para la última parte de la película, el icónico bigote de Eddie. "Pero también tenía que ser realmente inocente", explica. "Hugh ya se encarga de aportar los pectorales de la estrella de cine, y a mí me deja espacio para ser un poco excéntrico".

El joven actor también aprendió a esquiar para el papel, para así poder imitar las posiciones necesarias para el salto de esquí, desde la posición de descenso (la primera posición que adopta el saltador de esquí mientras baja por la rampa) hasta la posición de despegue y la "telemark", que permite al saltador aterrizar con un pie delante del otro. "¡Tuve que entrenar durante 15 horas", afirma entre risas. "Estaba bastante nervioso. Es muy duro. Te das cuenta de lo peligroso que es cuando lo estás haciendo".

No te hagas ilusiones; el salto de esquí es un deporte increíblemente peligroso. "No creo que vaya a hacer el salto de 90 metros", bromea Egerton. "Tienes que hacerlo cada día desde que tienes cuatro años para que sea seguro. Por eso Eddie no paraba de hacerse daño". Jackman, que está bastante acostumbrado a hacer sus propias escenas de peligro, también estaba intimidado por la dificultad de un salto de 90 metros, que requiere una concentración y un dominio total del cuerpo sólo para despegar, por no hablar de aterrizar de manera segura.

"Tuve que hacer una escena en la que me siento en la parte de arriba del trampolín, en la que estaba enganchado a un cable para evitar que me matara si me caía accidentalmente", recuerda Jackman. "Sólo con eso ya estaba aterrorizado. Cuando piensas que Eddie lo hizo en las Olimpiadas después de apenas haber saltado en su vida, entiendes lo valiente que realmente era".

Quizás el que mejor lo resume es Vaughn. "Quienquiera que inventó el salto de esquí estaba loco", apunta. "No hay ninguna razón lógica para hacerlo".

Para representar la rutina de entrenamientos de Edwards y los grandes saltos que llevó a cabo en los Juegos Olímpicos de Calgary, Fletcher y su director de fotografía George Richmond tenían que encontrar la manera de hacerlo de forma segura y repetidamente. "Hay unos trece saltos en la película, y siempre se repite la misma acción: un tipo sube a un sitio muy alto, salta y aterriza", resume Fletcher. "Teníamos que encontrar nuevas maneras de hacer eso. Cuando pones algo en una pantalla, todo se convierte en plano, y la altura de algo se reduce, al menos, en un 50 por ciento".

Otros problemas que encontró la producción mientras se encontraba en Alemania y Austria fue, de manera sorprendente, la falta de nieve. "Rodamos en primavera y a finales de un invierno suave", aclara Fletcher. "Hay una escena en la que Taron se sube al trampolín de 70 metros y mira hacia abajo ¡y no hay nada de nieve! Tuvimos que traer nieve de la parte más alta de la montaña en un camión y extenderla por toda la pista de esquí".

Otras soluciones incluían el uso acertado de imágenes generadas por ordenador, cámaras en los cascos para aumentar la sensación de velocidad cuando el esquiador desciende por la rampa y la construcción de unas complejas plataformas en los trampolines de 70 y 90 metros y sus alrededores. Esto último permitió a Fletcher, Richmond y al director de segunda unidad, el legendario Vic Armstrong, capturar tomas en las que la cámara bajaba en picado y volaba para poder mostrar la auténtica velocidad que alcanza un saltador de esquí cuando salta hacia lo desconocido. "George y yo nos pusimos muy creativos", añade Fletcher. "Encontramos la manera de conseguir ángulos divertidos y el modo de mostrar lo alto y peligroso que es. Se trata de elegir a las personas adecuadas para que te ayuden a llevarlo al siguiente nivel".


El águila ha aterrizado
Tristemente, ahora parece casi imposible para cualquiera repetir los logros de Eddie. Como se cuenta en la película, el Comité Olímpico Internacional incrementó las condiciones requeridas para clasificarse para el salto de esquí casi inmediatamente. Eddie nunca más se volvió a clasificar, aunque fue seleccionado como portador de la antorcha para las Olimpiadas de Vancouver 2010.

Aun así, la película fue concebida por Fletcher y Vaughn como un testimonio de la inquebrantable fe de Edwards. "Es un héroe", asegura Vaughn. "Eddie arriesgaba, literalmente, su vida en cada salto. Fue increíblemente valiente. La palabra "no" no existe en mi vocabulario y, desde luego, en el suyo tampoco. Eso seguro. Siento una gran admiración por Eddie".

La película termina con una famosa cita del Barón Pierre de Coubertine, fundador de las Olimpiadas modernas. "Los más importante en los Juegos Olímpicos no es ganar, sino participar, porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo". Esta frase resume la razón por la que Vaughn y Fletcher querían contar esta historia y el motivo por el que querían celebrar el espíritu combativo de un héroe poco común. Puede que Eddie el Águila Edwards no ganara una medalla olímpica, pero su ejemplo es inspirador. Según afirma Vaughn, "esta película muestra que no importa lo grandes que sean tus problemas, que puedes solucionarlos. Con corazón, determinación y tenacidad todo se soluciona".




Espía por error
2016
Duración 83 min.
País Estados Unidos
Director: Louis Leterrier
Reparto: Mark Strong, Sacha Baron Cohen, Isla Fisher, Penélope Cruz, Rebel Wilson, Ian McShane, Annabelle Wallis, Gabourey Sidibe


El nominado al Óscar y ganador del Globo de Oro Sacha Baron Cohen (creador de Borat, Brüno y Ali G) vuelve a la carga con un nuevo personaje: Nobby Butcher, un parado crónico, fanático del fútbol y amante de la diversión, que se ve obligado a salvar el mundo.

Nobby tiene todo lo que un hombre de Grimsby podría desear: nueve hijos y una novia que lo quiere más que a nada (Rebel Wilson). Únicamente le falta una cosa en su vida: su hermano pequeño, Sebastian (Mark Strong), de quien lo separaron de niño. Después de 28 años de búsqueda, Nobby ha conseguido localizar por fin a su hermano en Londres, sin ser consciente de que se ha convertido en un asesino al servicio del MI6. Tras una desastrosa reunión en la que Nobby le arruina sin querer la vida a Sebastian y los obliga a ambos a darse a la fuga, los hermanos descubren un complot para destruir el mundo. Para salvar a la humanidad, y a su hermano, Nobby tendrá que embarcarse en una misión internacional y realizar una transformación radical, de idiota adorable a sofisticado agente secreto.


Acerca de la película
Sacha Baron Cohen es especialmente conocido por crear personajes divertidísimos y extremadamente originales, y meterlos en las circunstancias más increíbles, desde una personalidad del hip-hop supuestamente de las calles reconvertida en presentador de un programa de entrevistas, a un periodista kazajo en su primera visita a Estados Unidos, o un icono austriaco del mundo de la moda en busca de fama, ha creado personajes que son imposibles de olvidar. En su nueva película, ESPIA POR ERROR, Baron Cohen vuelve a la carga con otra creación completamente original, la historia de un idiota (Baron Cohen) y su hermano, el espía (Mark Strong), con quien retoma el contacto después de 28 años de separación.

Al igual que en sus películas anteriores, Baron Cohen hace especial hincapié en su compromiso por hacer que el personaje resulte lo más real posible. "Al escribir para Ali G, Borat o Brüno, todo tenía que resultar creíble. Ali G o Borat no podían hacer nunca nada que no encajara con el personaje", explica. "Así que, cuando se trata de escribir nuestras películas, todo surge a partir de esa base, de esa simple idea: ¿qué haría el personaje? A veces se nos ocurren chistes graciosísimos, pero no son la clase de cosas que diría ese personaje. Tiene que resultar verosímil y creíble, así que creamos una realidad en torno a los personajes en la que pueda existir la comedia".

En el caso de ESPIA POR ERROR, eso suponía crear un mundo de espías tan real, tan creíble y tan serio como el de cualquier franquicia de acción. En resumidas cuentas, no podía ser una parodia del cine de espías. "Queríamos crear una cinta de acción de verdad, con el riesgo, la acción espectacular y el peligro de una película de verdad de este género, para luego meter a un personaje estúpido en mitad de todo eso, y ver cómo ese personaje cambia el curso de la historia", aporta Baron Cohen.

Teniendo eso presente, el equipo de producción decidió abordar a Louis Leterrier, uno de los directores más solicitados del cine de acción ("Ahora me ves...", "Transporter"), para que tomara las riendas del proyecto. Leterrier asegura que, cuando le ofrecieron dirigir ESPIA POR ERROR, se sintió encantado de tener la oportunidad de trabajar con una estrella a la que admiraba desde hacía tiempo. "Recuerdo, al principio de la era del DVD, que la gente se pasaba cajas con los DVD de ‘The Ali G Show’ y te preguntaban: ‘¿Has visto esto?’", comenta Leterrier. "Recuerdo ir a ver ‘Borat’ el día del estreno, a un pase de las 11 de la mañana, el primero del día, y que se me saltaran las lágrimas de la risa, y volver a verla ese mismo fin de semana con amigos. Eso es lo que me encanta de las películas de Sacha: quieres ser el primero en verla, y luego quieres llevar a tus amigos para ver su reacción. Estaba deslumbrado con Sacha, porque era uno de esos tipos a los que admiraba de verdad".

"Cuando Sacha hace una película, no hay una cuota de extravagancia, pero sí hay una cuota de comedia", aporta Todd Schulman, socio en la producción de Baron Cohen. "Es mérito de la ambición de Sacha y supone un reto enorme para todos los implicados, porque siempre está presionando para hacer la escena más graciosa, llevarla más lejos, hacerla más grande y mejor".

En ESPIA POR ERROR, el personaje original de Baron Cohen es Nobby. Al principio, parece que Nobby es un indeseable, pero tal vez resulte que lo tiene todo mucho más claro de lo que parece. "Se aprovecha de la asistencia social, tiene nueve hijos y se dedica a engañar al sistema para conseguir todas las prestaciones sociales posibles", explica Baron Cohen. "Pero la cuestión es que quiere a sus hijos y a su novia. Es una belleza curvilínea, interpretada por Rebel Wilson, de quien está locamente enamorado. Es un padre estupendo. Haría cualquier cosa por su familia. Toda su vida gira en torno a su familia, y el hueco que le falta por llenar es su hermano".

Tras verse separados hace 28 años, cuando enviaron a Sebastian a un hogar de acogida, uno pensaría que Sebastian –que ha acabado convirtiéndose en espía– lo tiene todo. Pero cuando recupera el contacto con su hermano, Sebastian se da cuenta de lo mucho que se estaba perdiendo.

Se encarga de interpretar a Sebastian el actor británico Mark Strong, que consiguió recientemente un éxito considerable como Merlín en "Kingsman: Servicio secreto"."Queríamos elegir a alguien que nos pareciera que pudiera formar parte de una franquicia de acción real, y ese es Mark Strong", explica Baron Cohen. "Es increíblemente duro. Hace todas sus escenas de acción. Es un luchador excelente. Y es totalmente real, resulta completamente creíble".

"Conocía las películas anteriores de Sacha, pero no sabía todo lo que conllevaría, para ser franco", admite Strong, sobre incorporarse a una comedia de Sacha Baron Cohen. "El proceso es verdaderamente extraordinario. Sacha tiene como meta burlarse de todo lo que pueda y provocar alborotos siempre que le sea posible. Pero, dentro de esa anarquía, el proceso de encontrar las risas la verdad es que es bastante científico. Hay una narración muy estructurada y los guionistas son muy concretos con las líneas que escriben y las palabras que dices. Si me saltaba una palabra aquí o allá, era importante, porque la palabra está ahí para que la comedia fluya y así funcione".

"Mark es perfecto para interpretar al personaje serio de la pareja", opina Leterrier. "Es listo, divertido e inteligente; entiende el chiste, pero no le sigue el juego. Así que, a menudo, la reacción de los espectadores es la reacción del personaje serio, de modo que la reacción de Mark a lo que hace Sacha es lo realmente divertido. No podríamos haber pedido un actor mejor que Mark, y Sacha y él se comportaron como hermanos".

Leterrier es especialmente conocido por haber dirigido las películas de éxito "Transporter" y"Ahora me ves...", y Todd Schulman plantea que la experiencia del director combinada con su personalidad natural lo convertían en la elección perfecta para dirigir el filme. "Para que la película funcionara, tenías que creerte la acción", explica Schulman. "Tiene que parecer que has tomado una cinta de acción y has soltado a un idiota en mitad de la misma. Sabíamos que Louis tenía un talento increíble para rodar la acción en grandes superproducciones, pero nos quedamos todos impresionados con su sentido del humor. Le da un toque muy ligero, que era perfecto para la película".

Aun así, Leterrier reconoce que rodar una comedia fue algo completamente distinto a cualquier otro tipo de cine que hubiera hecho nunca. "Tenía tomas más largas, tomas de 45 minutos. Ponía varias cámaras en una misma escena, cruzaba de un lado a otro. Fue un nuevo tipo de cine para mí", confiesa Leterrier. Pero eso es lo que hay que hacer cuando Sacha Baron Cohen actúa. "En esta película, es como una especie de flujo de conciencia, no para nunca. Tiene una mente surrealista".

Esa mente surrealista, como coautor del guion, ideó muchas formas de torturar a los actores."En un determinado día, Sacha se me caía encima y me rompía una botella en la cabeza una y otra vez", recuerda Strong. "Luego me ahogaban en un coche, me veía atrapado en un minúsculo disfraz tamaño saco de dormir; pasé un día en las llanuras africanas con un viento gélido, y tuve que sufrir tres días en una casita pequeña con toda la familia de Nobby. No era simplemente Sebastian quien tenía que pasar por todo eso, era yo".

"Por mucho que Sacha le exija a los demás actores, él está dispuesto a hacer cosas diez veces peores. Sacha es capaz de lo que sea con tal de hacer reír", afirma Leterrier. Además, explica Leterrier, no iba a permitir que los actores fueran los únicos en pasarlo bien, así que al director le pareció justo que él mismo se sometiera a lo mismo que estaba exigiendo a Baron Cohen y a Strong. "Cuando ellos estaban empapados, yo estaba empapado. Cuando ellos pasaban frío, yo pasaba frío. Cuando ellos estaban desnudos, yo estaba desnudo. Sacha era uno de los guionistas de la película, así que estaba preparado, pero no quería que Mark se sintiera maltratado. Así que yo pasé por lo mismo que él".


La selección del reparto
Con Baron Cohen en el papel principal, y Strong como su hermano, el equipo de producción pudo atraer a un elenco muy variado de compañeros de reparto divertidísimos.

"Ver a Sacha hacer comedia es como ver a Michael Jordan jugar al baloncesto", proclama Isla Fisher, que interpreta a Jodie, el interés romántico de Sebastian en la película. "Resulta muy instructivo en cuanto a cómo resultar divertido y he aprendido mucho. El resto de nosotros, sin embargo, teníamos que ir en serio; el personaje de Sacha es tan exagerado que hacía falta que todo el resto del mundo pareciera muy real".

Fisher se formó en una escuela de payasos, así que la posibilidad de trabajar en ESPIA POR ERROR fue como un auténtico regreso. "Una vez me meto dentro de un personaje gracioso, hay muchas oportunidades de dejar salir a la luz mi idiota interior. Nunca me lo había pasado tan bien", afirma.

Fisher ya había colaborado anteriormente con el director Louis Leterrier en el filme de éxito"Ahora me ves...". "Es genial verlo probar cosas nuevas y hacer una comedia, porque Louis tiene una forma emocionante y fresca de filmar", aduce. "No deja de mover la cámara constantemente; da una sensación animal, volátil. Es capaz de crear este mundo de espías, pero no deja de tener un gran sentido del humor".

Por supuesto, Fisher está casada con Baron Cohen en la vida real, y asegura que Nobby es uno de sus personajes favoritos de cuantos ha adoptado su marido, por sus propios motivos."He tenido mucha suerte con este personaje, porque Sacha llevaba una peluca", explica."Tuve que dormir con alguien con un bigote estilo Dalí mientras hacía de Borat; tuve a un rubio anoréxico con cresta en la cama mientras hacía de Brüno. Nobby fue mi preferido de todos sus alter egos para llevarme a casa, pese al acento del norte que no llegó a quitarse nunca, pero al menos tenía su aspecto".

Aunque Fisher sea la mujer de Baron Cohen en la vida real, en la película, la novia de Nobby, Dawn, está interpretada por Rebel Wilson. "Lo que a todo el mundo le encanta de las comedias de Sacha es que se atreven a ir más lejos", opina Wilson. "Me encanta el material arriesgado –soy famosa por hacer monólogos y sketches muy atrevidos– pero esta película va realmente un paso más allá".

Wilson se incorporó a ESPIA POR ERROR tan solo dos semanas después de terminar su trabajo en "Dando la nota - Aún más alto" y comenta que se puso directamente a"documentarse". "Sacha quería que Dawn fuera una chica del norte auténtica, así que emprendí un enorme viaje de documentación de seis días por el norte de Inglaterra", comenta. "Fui a peluquerías y salones de manicura y pedicura, e incluso trabajé una tarde en un local de pescado rebozado con patatas de Blackpool. Fue intenso, y ahora ya sé todo lo que hay que saber sobre cómo hacer pescado rebozado con patatas... bueno, ¡más o menos!". Después de empaparse del ambiente, Wilson trabajó con un tutor de dicción para perfeccionar el acento del norte. "Tenía a Sacha encima: ‘Sabes, Rebel, me llevó un mes conseguir el acento. Tienes que esforzarte mucho si pretendes conseguirlo y si quieres que quede perfecto’. Me esforcé al máximo, así que espero que mi acento quede realista en la película".

La historia de cómo se incorporó Gabourey Sidibe al reparto es una de esas anécdotas que podría haber escrito un publicista de Hollywood de la vieja guardia. En la exclusiva fiesta posterior a la entrega de los Óscar organizada por Madonna y su representante, Guy Oseary, se encontraban Sidibe y Baron Cohen, un nominado al Óscar charlando con otro (Sidibe nominada por su interpretación en "Precious", Baron Cohen por escribir el guion de "Borat"), sobre un posible papel en una futura película. "Me estaba diciendo lo graciosa que yo le parecía, y yo no me lo creía", recuerda Sidibe. "Pero me preguntó si podía poner acento africano, así que mentí y le respondí que sí, entonces me preguntó quién me representaba, y estaba allí con mi agente, así que se la señalé y hablaron. Dos semanas después, mi agente me escribe por correo electrónico: ‘¿Recuerdas esa película de la que hablaste con Sacha Baron Cohen en la fiesta?’. Bueno, supongo que lo decía en serio y que realmente me encontraba graciosa".

Penélope Cruz completa el reparto principal como Rhonda George, jefa de una organización internacional de la salud. "Estaba entusiasmada por formar parte de esta película porque no hay nadie como Sacha", afirma Cruz. "Es divertido olvidarte de tus inhibiciones".

También forma parte del elenco Annabelle Wallis. "Interpreto a Lina Smit, es un personaje bastante travieso y descarado", comenta. "Es una de los malos, a quien le ordenan que seduzca a Sebastian para sonsacarle cierta información, y todo acaba saliéndole terriblemente mal. Pero es un papel fantástico y llamativo, con mucho glamur".


Acerca de las escenas de acción
La película arranca con una secuencia de acción vertiginosa, vista desde la perspectiva de Sebastian, el principal agente secreto británico. Para el coordinador de especialistas Adam Kirley, esas primeras páginas del guion parecían un reto emocionante, y entonces siguió leyendo el resto. "Las 30 o 40 primeras páginas eran como una película de acción", recuerda.

El director de fotografía del filme era Oliver Wood, que abarca los mundos del cine de acción (entre ellas "El mito de Bourne" y "El ultimátum de Bourne") y de la comedia (con muchas colaboraciones con Adam McKay/Will Ferrell, desde "Pasado de vueltas" a "Los amos de la noticia"). "Quería que filmara los espectaculares choques de coches de las películas de Bourne, pero con Sacha Baron Cohen al volante", aporta Leterrier.

Para la explosiva secuencia inicial del filme, Leterrier y Wood colaboraron con Chad Stahelski, de quien Leterrier dice que es "un director de segunda unidad genial y él mismo es coordinador de especialistas. No lo conocía de antes, pero llegó cargado de ideas, lleno de energía, y volvió con storyboards de la secuencia inicial, todo en vista subjetiva, con drones siguiéndolos, aviones, trenes, automóviles, helicópteros, persecuciones en moto, persecuciones a pie, persecución en coche, bajo un camión, con los ejes girando justo delante de ti".

Así eran las 30 o 40 primeras páginas... "Y entonces llegamos a la secuencia del elefante", prosigue Kirley. "Seguía siendo acción muy real, escenas arriesgadas que podrían hacerse en una película de acción de verdad... pero en un entorno cómico".

Kirley opina que la habilidad para la acción de Leterrier se combinó a la perfección con la sensibilidad cómica de Baron Cohen. "Louis ha hecho muchas películas de acción a lo largo de los años, y aportaba esa clase de realismo a la película, mientras que Sacha y los guionistas aportaban el elemento cómico. La parte más gratificante del proyecto para mí fue conseguir que la acción pareciera real, pero al mismo tiempo funcionara con la comedia que quería Sacha".

Kirley admite que fue un trabajo difícil, no solo porque algunas de las escenas arriesgadas fueran de las más complicadas de ejecutar de forma segura que ha tenido en su carrera, sino porque abordar esas escenas en serio podría hacer que el tono de la película resultara demasiado serio. "Louis, sin embargo, se lo tomó todo con calma", prosigue Kirley. "Hizo un trabajo asombroso con todo, mezclando la acción con la comedia física".

Para Kirley, el proceso de creación de la película fue como ningún otro que hubiera experimentado nunca. Para seguridad de todos, las secuencias arriesgadas tienen que concebirse, sincronizarse y ejecutarse a la perfección, por lo que las películas de acción tienden a estar planificadas al milímetro, con todo el mundo sabiendo exactamente cuándo y en qué circunstancias se va a ejecutar una escena peligrosa. En la mayoría de las comedias, sin embargo, las cosas son más flexibles. Un director puede seguir filmando una escena durante muchos minutos seguidos, para dejar que sus actores encuentren el humor. "Todo va evolucionando día a día, incluso plano a plano, mientras hacen versiones alternativas de las escenas", explica. "Así que también tenemos que adaptarnos como equipo de especialistas porque, muchas veces, sus cambios afectarán a nuestra acción, a medida que se modifican las secuencias, tienes que cambiar cuando ellas cambian".


Acerca del rodaje, diseño y localizaciones
A la hora de abordar la dirección de ESPIA POR ERROR, Louis Leterrier se centró principalmente en no dejar de llevar las situaciones hasta el extremo –forzando el humor, las localizaciones, el diseño, la fotografía– para que los espectadores saquen el máximo partido posible a la experiencia. "En Francia, me llaman ‘Mr. Plus’ porque presiono, presiono y presiono, hasta que consigo la mejor versión de una escena, la más dinámica y extrema", aporta Leterrier. "Nuestros pobres operadores de cámara... Toda la película está rodada en steadicam, o cámara en mano, con grúas o cámaras por cable. Eso supone un movimiento de cámara muy duro. A eso se le añade el humor de Sacha, que puede ir en cualquier momento a cualquier lugar que se le antoje, y te encuentras totalmente fuera de lo que estás acostumbrado. No hay red de seguridad. Pero creo que por eso a Sacha y a mí nos resulta interesante trabajar el uno con el otro, mi forma de abordar la dirección es igual a su forma de abordar la comedia".

En general, la diseñadora de producción Kave Quinn comenta que el diseño de la película trataba principalmente de ofrecer contrastes entre el mundo de Nobby, en la localidad de clase obrera de Grimsby, y el mundo de Sebastian, de espías superelegantes y algo estéril, de modo que esos dos mundos pudieran unirse al final del filme. "Cuando te encuentras con la gente de Grimsby, todo es muy colorido, mientras que ese mundo tan pijo de Sebastian es bonito pero frío. Mi reto fue conseguir que todo pareciera real, y a la vez conseguir el equilibrio adecuado entre ambos".

Quinn también colaboró estrechamente con el diseñador de vestuario Paco Delgado para asegurar que los personajes destacaran en los decorados. Por ejemplo, "Sebastian lleva un uniforme de combate completamente negro en la habitación de hotel del tercer mundo; quería que los colores que hubiera allí le permitieran distinguirse. Del mismo modo, sabía que Nobby llevaría una camiseta blanca de la selección inglesa de fútbol la mayor parte del tiempo, así que intenté que los decorados no fueran demasiado blancos; con algo de color en sus sets, podría destacar".

ESPIA POR ERROR se filmó fundamentalmente en dos lugares: Inglaterra y Sudáfrica. "La idea inicial era rodar tal vez 10 o 15 días en Sudáfrica, la secuencia del elefante y poco más", recuerda el director Louis Leterrier. "Pero nuestra productora ejecutiva, Louise Rosner Meyer, fue muy inteligente, sabía que el final de la película estaba ambientado en Chile, así que empezó a buscar localizaciones que nos pudieran servir. Para cuando fui a visitarlas con ella –yo nunca había estado en Sudáfrica– yendo de localización en localización, cuando terminamos el segundo día, ya habíamos encontrado todas las localizaciones que necesitábamos de una larga lista. Ciudad del Cabo no es una ciudad muy grande, pero puedes desplazarte 10 o 20 minutos en coche y cambia completamente de aspecto. Tiene dos océanos, tienes el viento cálido de las llanuras africanas que baja en verano y los vientos gélidos de la Antártida que suben en invierno. Es una localización fantástica, hasta tal punto que acabamos rodando allí alrededor de la mitad de la película. Nos trataron muy bien y el gobierno nos tendió unos cuantos puentes para que fuéramos allí a filmar, por no hablar del personal y el talento tan absolutamente increíble con que cuentan allí".

En Sudáfrica, en los viñedos de Lourensford, el equipo de producción construyó el lujoso pabellón de safaris en el que se supone que Nobby debe celebrar una reunión de alto nivel."Era una localización estupenda", opina Leterrier. "Y lucía el sol todo el día en la posición que más nos convenía. Teníamos una construcción asombrosa; por las mañanas, me gustaba acercarme paseando hasta ella desde nuestro campamento base para admirarla, mientras el sol se alzaba tras las montañas... Era realmente precioso".

"Al principio, habíamos pensado construir un set en Reino Unido para esa escena", comenta Quinn. "Pero la cuestión es que, si te fijas en todos esos pabellones de safari muy exclusivos, lo que los hace exclusivos es que el entorno forma parte de la localización. Nos dimos cuenta de que nunca podríamos conseguir algo así con un set construido en un estudio en Reino Unido. Así que, cuando supimos que íbamos a pasar más tiempo en Sudáfrica, decidimos que no estaría mal intentar encontrar un lugar increíble en el que construir ese set, y eso hicimos".

Sin embargo, por bonito que fuera el set, cuando le das un lugar así a un director de cine de acción, solo hay una cosa que se le pase por la cabeza: "Pensé, ya que lo tenemos, ¡lo mismo podríamos destruirlo!", bromea. "Y entonces, cuando lo destruimos, pensé, deberíamos construir una miniatura y hacerla saltar por los aires aún más, por diversión".

El supervisor de efectos especiales de la unidad, Cordell McQueen, fue el responsable de muchas de las explosiones de la película. Rodar en los viñedos de Lourensford suponía que había que preparar las explosiones de modo que provocaran la menor destrucción posible en el mundo real. Para McQueen, esas ardientes explosiones significaban una cosa: propano. "En la película, el pabellón es alcanzado por un lanzacohetes", explica McQueen. "Utilizamos propano, muchos cañones lanzadores de escombros, y pusimos a dos especialistas a que saltaran por los aires en el momento de la explosión".

Otras localizaciones sudafricanas podían hacer las veces de Chile, que ejerce de país anfitrión de un mundial de fútbol al final de la película. Por ejemplo, en Ciudad del Cabo hay un estadio que podía servir. Con ayuda de la tecnología digital, unos cuantos cientos de extras reales se convirtieron en 80 000 hinchas eufóricos.

En lo referente al vestuario, como hijo de Catherine Leterrier, una famosa diseñadora de vestuario nominada al Óscar, a Louis Leterrier le interesaba mucho el aspecto de los personajes, al igual que a Baron Cohen. "La imagen de los personajes de Sacha está muy claramente definida; puedes dibujar a esos personajes", señala Leterrier. "Borat tiene ese bigote y el pelo rizado. Ali G tiene la perilla y las gafas. Bruno, la cresta. Así que queríamos una imagen muy clara para Nobby y, entre Paco Delgado, nuestro diseñador de vestuario, y Katy Fray, nuestra diseñadora de peluquería y maquillaje, llegamos hasta su imagen".

Delgado ya había colaborado anteriormente con Baron Cohen en "Los miserables", en la que Baron Cohen interpretaba a Thénardier, el "amo y señor de la casa". En ESPIA POR ERROR, Baron Cohen y Delgado llegaron rápidamente a dos conclusiones. "La primera era que su aspecto tenía que ser congruente a lo largo de toda la película, y la segunda es que debía llevar ropa de fútbol", comenta. "Así es como viste mucha gente en el norte de Inglaterra: se compra la ropa en tiendas de deportes. Decidimos que Nobby tuviera un poco de panza cervecera; la silueta debía resultar un poco caricaturesca, con ese corte de pelo y las patillas".

También se pensaron mucho el diseño del vestuario de Mark Strong. "Lo que creamos es un simple traje con un jersey, siguiendo las líneas de su cuerpo. Es un tipo muy discreto, de clase media alta, que no quiere llamar la atención por muchos motivos".

Rebel Wilson también se encontró con un aspecto muy particular para su papel. "Forzamos un poco su imagen, porque es un personaje cómico", comenta, "pero todavía quieres que resulte genuino y no pasarte de la raya. Tiendo a llevar ropa bastante ajustada, que no es la que más favorece. Y con el diseño de peluquería y maquillaje, hicimos algunas cosas sutiles y otras no tan sutiles; las extensiones de pelo son a propósito más largas y no son del mismo color exacto que mi pelo de verdad, mientras que el maquillaje no hace precisamente resaltar todo mi glamur".




La bruja
2015
Duración 92 min.
País Estados Unidos
Director: Robert Eggers
Reparto: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson,Ellie Grainger, Julian Richings, Bathsheba Garnett, Sarah Stephens, Jeff Smith


Nueva Inglaterra, 1630. William y Katherine son dos cristianos devotos que se han instalado con sus cinco hijos en medio de la naturaleza salvaje. Cuando su hijo recién nacido desaparece y la cosecha se estropea, los miembros de la familia empiezan a desconfiar los unos de los otros.

En su primer largometraje, el director y guionista Robert Eggers recrea minuciosamente la Nueva Inglaterra del siglo XVII, unos cincuenta años antes de los famosos juicios de Salem, evocando el eterno, misterioso y mítico poder de las brujas. Contada a través de la mirada de Thomasin (Anya Taylor-Joy), la hija adolescente, LA BRUJA es la escalofriante historia de una familia que se desmorona por culpa de sus miedos y que no puede hacer frente a una maldad ineludible.


Película inaugural de la 48 edición (año 2015) del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña.

El primer largometraje del guionista y director Robert Eggers, estrenado en el Festival de Sundance 2015, donde ganó el Premio al Mejor Realizador en la Sección de Narrativa Estadounidense, recrea con detallismo la época previa a los juicios de las brujas de Salem en 1692, en la que reinaba el temor de Dios en Nueva Inglaterra llevando las convicciones religiosas a la histeria colectiva. LA BRUJA, contada desde el punto de vista de la adolescente Thomasin, interpretada por la recién llegada Anya Taylor-Joy.


Una entrevista con el director y guionista Robert Eggers

P: ¿Qué le inspiró para escribir LA BRUJA?

R: Crecí en Nueva Inglaterra, y desde mi más tierna infancia, el pasado de la zona ha formado parte de mi conciencia, las brujas han poblado mis pesadillas. Quería crear una historia de terror arquetípica para Nueva Inglaterra, un mal sueño que surge del pasado, una película que trasladara la pesadilla vivida por una familia puritana y, a la vez, llevar al espectador al lugar donde las brujas son reales y aterradoras.


P: ¿Cómo fue el proceso de escritura?

R: Largo y minucioso. Primero llegó la inspiración, pero la compaginé con el proceso de documentación y de escritura. Me documenté acerca de la estructura gramatical y el vocabulario de la época con el fin de conseguir numerosas frases y expresiones que me sirvieron posteriormente para crear los diálogos. En ocasiones leía un pasaje de una novela o de un diario que me aportaba la inspiración para una escena. Muchas de las frases que dicen los niños están sacadas de las descripciones de brujería y posesiones que realizaron Cotton Mather y Samuel Willard antes y durante los juicios de Salem. La mayoría de las plegarias pertenecen a un libro de oración puritano.
Tardé diez meses en escribir la primera versión, y entonces se me unieron los productores Lard Knudsen y Jay Van Hoy. Fue increíble contar con dos productores tan geniales, comprensivos y creativos. Su aportación me ayudó a moldear la película. Más o menos en esa época, la productora Jodi Redmond, que se apasionó con la historia desde el primer momento, se puso en contacto con el museo Plimoth Plantation para que participara en el proyecto. Fui allí en numerosas ocasiones para trabajar en su biblioteca, estudiar el pueblo colonial y hablar con el personal, consiguiendo información crucial para la construcción del guión. Posteriormente, nuestro asesor histórico Jim Baker revisó las últimas versiones en busca de anacronismos, además de ayudarme a encontrar las pruebas históricas en las que están basados ciertos giros del guión. Por fin tuve la enorme fortuna de ser escogido para ser miembro del Cinereach Feature Film del Instituto de Sundance. El apoyo de Sundance me ayudó a profundizar aún más en el proceso de escritura. Hay que tener en cuenta que fueron unos cuatro años de trabajo antes de empezar a rodar el guión.


P: ¿Puede hablarnos del proceso de casting?

R: Los inversores y productores comprendieron que un reparto estelar no ayudaría a la película. La familia debía ser auténtica, no un grupo de actores maquillados para la ocasión. Hacía años que me interesaba Ralph Ineson, y siempre oía su voz cuando escribía las escenas en las que aparecía William. Sirvió de ancla para el resto del casting gracias a una interpretación tan poderosa como conmovedora. Su entrega, inagotable energía y amor por el trabajo arrastraron al resto de actores y miembros del equipo. Debo mencionar a Kharmel Cochrane, el magnífico director de casting en Inglaterra. Empezamos buscando actores jóvenes en Londres, pero pronto vimos que también debíamos probar suerte en el norte de Inglaterra. Era de suma importancia que los actores más jóvenes hablaran con acentos auténticos si queríamos que la historia funcionara. Daniel Beckerman, el productor canadiense, nos recomendó a Kate Dickie, y me quedé totalmente enganchado cuando vi su interpretación en Red Road. La realizadora de esta película, Andrea Arnold, me mandó una carta de recomendación superlativa, nunca había leído una semejante, y Kate se merecía eso y más. Jamás había trabajado con una actriz tan entregada y disponible emocionalmente. El trabajo de Ralph y de Kate con los actores más jóvenes no tiene precio. Por suerte, tuvimos una semana para ensayar antes de empezar a rodar, lo que nos permitió establecer lazos de unión y de confianza dentro de la unidad familiar. En esta historia vemos a una familia en su peor momento, era necesario palpar una corriente de afecto subyacente.


P: ¿Cómo descubrió a Anya Taylor-Joy, que interpreta a la joven Thomasin?

R: Se presentaron muchas actrices jóvenes y talentosas para el papel, pero supe inmediatamente que Anya era la única que podía interpretar a Thomasin. Tiene una presencia eléctrica en la pantalla, expresa los pensamientos con el rostro, y las emociones con la mirada. Es una actriz madura e inteligente que aporta un peso inesperado a la interpretación a pesar de su edad. Incluso durante la prueba leyó los diálogos exactamente como yo había imaginado mientras los escribía. Mi colaboración con Anya fue vital para la película.


P: El reparto está formado por niños en su mayoría, ¿cómo fue dirigirlos?

R: Muy divertido y gratificante. Me encanta trabajar con niños. Su imaginación es asombrosa, sin límites, y se entregan completamente al papel. Muchos dicen que es difícil trabajar con niños, pero no me parece más complicado que trabajar con adultos. Quizá lo más complicado sea que no se les permite trabajar tantas horas seguidas y, por lo tanto, estamos obligados a ser más eficientes.


P: ¿Exactamente dónde se rodó la película?

R: En un pueblo de leñadores abandonado llamado Kiosk, al norte de Ontario, que vuelve a estar completamente rodeado de bosques. Kiosk pertenece a "The Unorganised South Nipissing District" (Distrito sur no-organizado de Nipissing), con una población total de 80 personas. Encontramos un prado rodeado de grandes pinos y abetos, muy parecido a los bosques de Nueva Inglaterra, y supimos inmediatamente que era el decorado perfecto. Pero era una localización complicada por muchas razones: no había cobertura de móvil ni wifi, y estaba a una hora en coche de la encantadora ciudad de Mattawa, donde nos alojábamos.


P: ¿Cómo recrearon el lugar y la época? ¿Ayudó mucho la participación del museo Plimoth Plantation?

R: Como he dicho antes, tardé años en documentarme acerca de la vida cotidiana de los primeros colonos ingleses en Nueva Inglaterra. Mientras escribía el guión, me interesé por las tradiciones agrícolas de la época en Inglaterra y en los cambios que sufrieron al llegar a Norteamérica. Toda esta información me ayudó a entender ese mundo y a crear una casa de muñecas en mi cabeza con la que jugar. Lo conseguí documentándome a fondo y pasando muchas horas en el museo Plimoth Plantation, pero no habría sido posible sin la generosidad del personal del museo.

Cuando conocí a Craig Laithrop, el diseñador de producción, ya se había documentado en profundidad sobre la Nueva Inglaterra del XVII, y vi enseguida que nuestra colaboración sería genial. Craig y yo viajamos a Massachusetts y a otros lugares para documentarnos, aunque no fuimos a Plimoth juntos, y lo mejor es que Craig sabía mucho más de las casas que visitamos que los propios guías. Su empeño en ser fiel a la realidad cuando se construían los decorados bordeaba el fanatismo, por lo que acabaron siendo estructuras reales y no meras fachadas. Todo lo que aparece en la película se construyó con los materiales y las técnicas disponibles para una familia puritana de la época. Obviamente, usamos sierras mecánicas y otras herramientas para ganar tiempo y ser más eficaces, pero lo que se ve, los tablones, los tejados, los clavos, es lo que se hubiera usado entonces.


P: ¿Se documentó desde un punto de vista histórico mientras escribía el guión? ¿Cómo se sirvió de esta información en relación con la mitología y supersticiones en las que se basa la película?

R: Efectivamente, tuve que documentarme mucho. Leí la Biblia de Ginebra, una de las primeras biblias usadas por los protestantes, los panfletos isabelinos contra las brujas, los cuentos de los Hermanos Grimm y, finalmente, di largos paseos por los bosques de Massachusetts. Entendí que para las personas que vivían al principio de la edad moderna, la frontera entre el mundo real y el de las hadas, de la magia, no estaba perfectamente definida. La vida cotidiana también era mágica. Para nosotros, las mujeres acusadas de brujería fueron perseguidas de una forma horrible.

Además de este deleznable aspecto de nuestra historia, también me interesó el arquetipo de la bruja, y su importante papel en la mente moderna como representación mental y física de nuestro lado oscuro. Bastaba que muriera un niño o que una vaca dejara de dar leche para pensar en un hechizo. La bruja era la antimadre, el ogro femenino de los cuentos de hadas que se comía las entrañas de los niños para poder volar por los aires. La bruja de la época moderna es mucho más aterradora de lo que pensamos.
Otro aspecto crucial del proceso de documentación fue entender la mentalidad de los puritanos más devotos. Al principio me costó comprender cómo el calvinismo más extremo y la creencia en la predestinación podían llevar a una vida gratificante. Sin embargo, después de leer más detenidamente diarios y cartas que describían sus actividades, sus luchas, afectos y pérdidas, encontré una conexión. Fue entonces cuando comprendí que el significado sublime del ritual cotidiano les permitía vivir la vida como una auténtica obra de arte. Personalmente nunca escogería un modo de vida tan dogmático, pero a través de la escritura acabé queriendo a esa familia, y creo que el espectador también simpatizará con ellos. Por muy diferente que sea su mundo del nuestro, el público descubrirá aspectos con los que identificarse.


P: ¿Cuánto tiempo duró el rodaje?

R: 26 días.


P: Háblenos de cómo trabajó con Jarin Blaschke, el director de fotografía, para conseguir la estética tan particular de la película.

R: Hace años que Jarin y yo nos conocemos. Siempre ha filmado mis cortometrajes y hemos trabajado en numerosas películas de las que he sido diseñador de producción. He desarrollado mi lenguaje cinematográfico a través de mis colaboraciones con Jarin. Es una de las personas de mayor inspiración y talento que conozco. A los dos nos apasionan las ilustraciones clásicas de cuentos de hadas. Eso no solo nos unió, también nos influenció. Ambos apostamos por el realismo. Las interpretaciones y los objetos deben ser auténticos, pero podemos diseñar mundos oníricos en el momento adecuado.

En cuanto a la iluminación, usamos luz natural siempre que fue posible y nos servimos de la meteorología para componer exteriores sombríos y opresivos. Pasamos muchas horas en el museo Plimoth Plantation con un fotómetro para medir la oscuridad en el interior de las casas y recrearla en la película. Para conseguir la luz adecuada, ampliamos ligeramente las ventanas. En las casas de los primeros colonos había ventanas minúsculas para alejarse de la naturaleza. En los interiores de noche solo usamos luz de velas, excepto en una ocasión para no asustar a un animal. Las velas reproducen las de sebo que se utilizaban en la época, pero las colocamos en candelabros de tres brazos, lo que nos permitió obtener suficiente luz para rodar.

Usamos una Arriraw en el 90% de la película con objetivos remodelados de los años 40. Rodamos en formato 1:66 para que los árboles parecieran más altos e imponentes, al tiempo que aporta intimidad y claustrofobia en interiores. El formato 1:66 también da más resolución que el 1:85 y realza algunas de las extrañas características de los objetivos antiguos que escogimos, debido al índice 4:3 innato a la Alexa Plus.


P: Me interesa el uso del maquillaje en la película, sobre todo en lo que respecta a la creación de la bruja.

R: Con pocas excepciones, solo se usó el maquillaje para simular suciedad o líquidos corporales. Ralph se dejó crecer la barba durante meses para interpretar a William, aprendió a hacer leña y perdió unos cuantos kilos para parecer un padre de familia puritano. En cuanto a la bruja, no usamos efectos; el maquillaje solo sirvió para realzar algunos rasgos de la cara y del pelo. Nos limitamos a buscar una mujer de 90 años cuyo aspecto físico encajara con el de la bruja arquetípica. A pesar de que se usó un mínimo de maquillaje para realzar el realismo, la diseñadora de maquillaje Traci Loader se aseguró de que cualquier detalle fuera perfecto. Pero trabajar a un nivel tan sutil requiere una gran habilidad para no exagerar. Traci tuvo sumo cuidado al aplicar "mugre" debajo de las uñas o al ennegrecer los dientes de los actores. También creó el ungüento que permitía volar a las brujas utilizando arcillas de diversos colores y documentándose sobre las hierbas que se cree que usaban. Sustituyó las entrañas de los recién nacidos con un ingrediente secreto.


P: ¿Quién se encargó del diseño de vestuario y cómo creó la ropa?

R: Linda Muir encabezó el departamento de vestuario. Como ya he dicho en dos ocasiones, me había documentado mucho, y cuando hablé con Linda por primera vez, yo tenía muy claro lo que quería. Pero transformó mi idea en algo mucho mejor gracias a su enorme imaginación, sus conocimientos y su profunda atención al detalle. Se puso en contacto con Stuart Peachey, el gran experto en vestimenta de la época, y se basó en la enorme documentación del investigador. La ropa se realizó con lanas y telas de lino que se asemejaban lo máximo posible a las muestras que nos mandó Stuart. Todas las costuras visibles en la pantalla fueron cosidas a mano.


P: ¿Cómo crearon la partitura? ¿Trabajó con el compositor?

R: Desde luego, colaboré con Mark Korven para crear la partitura. Escuché mucha música del XVII mientras escribía y me documentaba, así como música disonante del siglo XX. Mi idea era fusionarlas en la partitura.

Los conocimientos musicales de Mark Korven son enormes y entiende perfectamente el sonido de esa época, pero también le atrae lo imprevisto, lo raro. Mi idea era usar los salmos que cantaban los puritanos de Nueva Inglaterra en familia y transformarlos hasta obtener una música atonal y disonante que acompañara a la bruja y a los elementos sobrenaturales de la película. También estaba empeñado en usar instrumentos de época junto a voces y percusión.

Al principio pensé que nos limitaríamos a usar violas para todo. Usamos violas, desde luego, pero Mark me habló de otros instrumentos de época, como la nyckelharpa y un violín primitivo que remonta al siglo XI, tocado por Ben Grossman (que también tocó la zanfona). Al final, la nyckelharpa y la zanfona cobraron más importancia en la partitura que la viola. El único instrumento no de época es el waterphone, un tipo de instrumento de cuerda atonal capaz de producir algunos de los sonidos más etéreos y escalofriantes que he oído nunca. Mark también contrató al Element Choir, dirigido por Christine Duncan, un coro experimental muy interesante que da voz al bosque y a la naturaleza en la película.


P: Háblenos de su experiencia previa en el cine.

R: He dirigido y diseñado numerosas obras de teatro y unos cuantos cortometrajes. También me he ocupado del diseño de películas, obras teatrales y libros.


P: ¿Cuál fue la escena más complicada de rodar?

R: Muchas escenas fueron complicadas de rodar. Casi no hubo ninguna escena sencilla. Desde instalar un travelling de 25 metros prácticamente cada día para rodar exteriores, pasando por los animales, el horario reducido de los niños, efectos especiales prácticos muy complicados, hasta un tiempo totalmente impredecible... Tampoco debemos olvidar las complejas emociones requeridas en muchas escenas. Solo diré que fue un rodaje complicado.


P: ¿Qué cineastas le han influido más?

R: Los que más admiro son Ingmar Bergman y F.W. Murnau. Me inspira mucho la articulación de la memoria que realiza Tarkovsky en un entorno, pero su obra está a otro nivel. También me inspiran pintores como Durero, Goya, Hyman Bloom, e ilustradores como Harry Clarke y Arthur Rackham. Posiblemente estos artistas han conformado mis gustos más que cualquier director de cine.


P: ¿Qué películas han influido en este largometraje?

R: Mis principales influencias en este caso fueron el folclore, los cuentos de hadas, mis propias pesadillas y algunos cuadros e ilustraciones, pero debo mucho a El resplandor, tal vez la película que he visto más veces. Y también a Gritos y susurros, de Ingmar Bergman, más aterradora que cualquier película de terror.


P: ¿Cómo fue trabajar con un animal; y más específicamente, cómo fue dirigir a una cabra?

R: Trabajar con una cabra no solo fue difícil, también frustrante. No se lo recomiendo a nadie. Nunca. Jamás. Pero el cuervo y la liebre se comportaron mejor que la mayoría de seres humanos.


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