Terminó la segunda temporada de 'Westworld' con ese épico desenlace que se estuvo cociendo durante los episodios anteriores. Quizá demasiado lenta, confusa y repetitivamente, pero al final dio sus frutos. Y es que sigue siendo un gran entretenimiento, en especial para los fans del género fantástico que, además, amamos el western. Mientras mantengan el nivel, que no paren.
HBO ya anunció que habrá tercera temporada pero antes de hablar sobre lo que nos espera vamos a repasar el final de la segunda, que es muy jugoso. Por supuesto, hay SPOILERS de 'Westworld', si todavía no viste el último episodio no sigas leyendo...
Tras los dos grandes giros del episodio y la promesa de un nuevo tablero, 'El pasajero' se cierra con una escena post-créditos que pone la guinda a la segunda temporada. William, alias "El hombre de negro" (Ed Harris), termina de bajar ese ascensor eterno que, de hecho, funciona como metáfora de su descenso a los infiernos plasmado a lo largo de los últimos episodios.
Totalmente perdido, paranoico, descontrolado, moribundo, William parece que, al menos, ha logrado llegar al final de su viaje. Sin embargo, no hay final feliz para él. Su meta es descubrir que vive atrapado en una pesadilla, un bucle infinito donde está condenado a repetir todo lo que ha hecho en el parque. Un infierno muy similar al que, curiosamente, mostraban en 'Preacher', que comenzó su tercera temporada cuando terminó la segunda de 'Westworld'.
'Westworld' ha estado jugando con nosotros gracias a esa tramposa estructura temporal que uno de sus creadores, Jonathan Nolan, parece haber tomado "prestada" de la obra de su hermano mayor. Y aunque vimos cómo William cargaba su revólver en el ascensor, luego lo encontramos tendido sobre la orilla con el equipo de rescate, sin saber cómo ha llegado allí.
Es después de los títulos de créditos cuando se desvela el misterio sobre el personaje. Ha llegado al final, al último nivel de "La Forja". Pero el lugar tiene un aspecto diferente, parece destruido y abandonado, y en lugar de encontrarse con Dolores (Evan Rachel Wood) o Bernard (Jeffrey Wright), William se reencuentra con su hija, Emily (Katja Herbers), a la que mató en el anterior capítulo.
Así que, claro, no es realmente Emily. O puede que sí, en cierto modo, quién puede saber ya lo que es real y lo que no en esta serie, quién es quién, quién está vivo y quién está muerto, o si realmente existe la muerte con esa tecnología... En cualquier caso, no es la Emily original de carne y hueso. "Lo sabía. Ya estoy dentro, ¿no?", pregunta William, tan desorientado como el espectador.
"No es una simulación. Es tu mundo, o lo que queda de él", le aclara Emily. Aquí la mente de William, y la del público, comienza a explotar... Durante los últimos episodios, el personaje sospechaba que ya no era humano, que era un anfitrión. De hecho, William llegó a sospechar que todos los seres que se encontraba en el parque eran artificiales y formaban parte de un juego de Ford (Anthony Hopkins), un juego en el que no quiere participar y quiso destruir.
Tras llegar a una habitación idéntica a la que vimos en el episodio 2x4, donde realizaban pruebas a las copias de James Delos (Peter Mullan) para comprobar la "fidelidad" al original, Emily interroga a William y le pregunta qué quiso conseguir o demostrar todo el tiempo que estuvo en el parque: "Que ningún sistema puede decirme quién soy. Que tengo la jodida capacidad de decidir".
Y es ahí cuando se revela la información que ya estábamos anticipando desde que vemos una réplica del Hombre de Negro en la secuencia explicativa que protagonizan Dolores, Bernard y el falso Logan Delos (Ben Barnes). William ha estado repitiendo su historia una y otra vez, hasta perfeccionar la copia más parecida al hombre auténtico. Su particular purgatorio. Su propia medicina. La serie, comparada con 'Perdidos' y 'Juego de Tronos', se convierte en 'Black Mirror'.
La escena post-creditos de la temporada 2 de 'Westworld' tiene lugar en un futuro lejano
A pesar de que explicaría por qué parece inmortal (mi mayor problema con esta serie es la resistencia a las balas de William y el caprichoso manejo de la puntería de los personajes, dependiendo de la escena) pero si no hubiera sido humano no tendría sentido su evolución y el "castigo" que recibe al final de la temporada. Ha sido humano toda la serie, sólo ha dejado de serlo en este epílogo. Sus terribles acciones han sido reales.
No es exactamente un anfitrión pero su verdadera naturaleza y origen es, por ahora, un secreto. Lisa Joy, cocreadora de la serie, ha aclarado que la escena post-créditos tiene lugar en un futuro muy lejano. "El mundo es dramáticamente diferente, está bastante destruido", explica Joy, que añade: "Nos está adelantando otro ámbito temporal hacia el que un día estaremos trabajando, y un día veremos un poco más, cómo han llegado a ese sitio y por qué le están haciendo pruebas".
'Westworld 3' presentará un mundo nuevo
"Va a ser un mundo totalmente nuevo", declara Joy. La guionista adelanta que la trama girará en torno a los anfitriones que escaparon del parque (no sólo los tres que hemos visto, Dolores se llevó otras consciencias) aunque eso no significa que no vayamos a regresar a los fantásticos mundos de Westworld. Cuando preguntan a Joy si veremos los otros parques responde: "Absolutamente". En todo caso, aún es pronto para concretar detalles y subraya que la tercera temporada se va a centrar "en el mundo real". Y promete ser apasionante. Es la única forma que tienen de seguir innovando la serie y ampliando sus posibilidades. Mientras juegan a echar vistazos a ese enigmático futuro lejano en el que una copia de William resulta necesaria...
Vía THR
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