Nuestros hijos
2014
Duración 92 min.
País Italia
Director Ivano De Matteo
Reparto Alessandro Gassman, Giovanna Mezzogiorno, Luigi Lo Cascio, Barbora Bobulova,Rosabell Laurenti Sellers, Jacopo Olmo Antinori, Lidia Vitale
NUESTRA CRITICA
Ragazzi de buena familia.
“No va a pasarles nada, son jóvenes de buena familia” sentencia el abogado con una seguridad inmutable.
La rabia, el odio, la furia… sentimientos que todo ser humano tiene dentro de sí y que la vida en sociedad nos obliga a reprimir. Una pelea de tránsito cotidiana en cualquier ciudad del mundo sirve de preludio en I nostri ragazzi, para mostrarnos cómo esos sentimientos se tornan una bomba de tiempo que puede explotar frente a la menor contradicción.
La película es una interpretación libre de The dinner de Herman Koch, libro que vendió millones de ejemplares en Europa y se centra en una cena que sienta una vez por mes a dos hermanos en la exclusiva mesa de un lujoso restaurant, el preferido de uno de los hermanos, un abogado exitoso (Massimo), y a Sofía, su compañera. Enfrente, el otro hermano, un cirujano infantil (Paolo) y su esposa (Clara) no pueden esconder la incomodidad que les representa ese ambiente. Un ritual burgués atravesado por charlas frívolas y resentimientos ocultos que se potenciarán cuando la violencia nuestra de cada día se cuela puertas adentro.
Una golpiza mortal a una indigente, dos jóvenes alcoholizados, una cámara de seguridad grabando, un programa de televisión sensacionalista, las sospechas de Clara sobre la culpabilidad de su hijo y su sobrina son el puntapie de un espiral de tensiones, inversión de roles e intriga que tendrán en el ojo del huracán a dos adolescentes criados más por pantallas que por sus propios padres. Típicos hijos de clase media acomodada que tienen en sus padres la seguridad de impunidad ilimitada.
Una invitación a reflexionar sobre la banalización de la violencia y la crianza de los hijos en una sociedad que no estimula el diálogo sincero entre sus pares. Donde la moral es una camiseta que cambiamos al cruzar la puerta de nuestras casas (al mejor estilo L’educazione sentimentale, en I Mostri de Dino Risi). Por otro lado, explora sobre la relación madre-hijo (“¿qué pasaría si todas las madres desapareciesen?” interpela Paolo a su paciente de 8 años), las frustraciones personales depositadas en los mismos y sobre la represión de sentimientos de debilidad o equívoco por parte de los padres.
“No va a pasarles nada, son jóvenes de buena familia” sentencia el abogado con una seguridad inmutable.
La rabia, el odio, la furia… sentimientos que todo ser humano tiene dentro de sí y que la vida en sociedad nos obliga a reprimir. Una pelea de tránsito cotidiana en cualquier ciudad del mundo sirve de preludio en I nostri ragazzi, para mostrarnos cómo esos sentimientos se tornan una bomba de tiempo que puede explotar frente a la menor contradicción.
La película es una interpretación libre de The dinner de Herman Koch, libro que vendió millones de ejemplares en Europa y se centra en una cena que sienta una vez por mes a dos hermanos en la exclusiva mesa de un lujoso restaurant, el preferido de uno de los hermanos, un abogado exitoso (Massimo), y a Sofía, su compañera. Enfrente, el otro hermano, un cirujano infantil (Paolo) y su esposa (Clara) no pueden esconder la incomodidad que les representa ese ambiente. Un ritual burgués atravesado por charlas frívolas y resentimientos ocultos que se potenciarán cuando la violencia nuestra de cada día se cuela puertas adentro.
Una golpiza mortal a una indigente, dos jóvenes alcoholizados, una cámara de seguridad grabando, un programa de televisión sensacionalista, las sospechas de Clara sobre la culpabilidad de su hijo y su sobrina son el puntapie de un espiral de tensiones, inversión de roles e intriga que tendrán en el ojo del huracán a dos adolescentes criados más por pantallas que por sus propios padres. Típicos hijos de clase media acomodada que tienen en sus padres la seguridad de impunidad ilimitada.
Una invitación a reflexionar sobre la banalización de la violencia y la crianza de los hijos en una sociedad que no estimula el diálogo sincero entre sus pares. Donde la moral es una camiseta que cambiamos al cruzar la puerta de nuestras casas (al mejor estilo L’educazione sentimentale, en I Mostri de Dino Risi). Por otro lado, explora sobre la relación madre-hijo (“¿qué pasaría si todas las madres desapareciesen?” interpela Paolo a su paciente de 8 años), las frustraciones personales depositadas en los mismos y sobre la represión de sentimientos de debilidad o equívoco por parte de los padres.
El final, sorprende y cuestiona: ¿será la perversión el mal de nuestro siglo?
Más allá de cierta falta de profundidad a la hora de explotar el guión y rigideces en el montaje que condicionan el fluir del film, se trata de una nueva muestra de que el nuevo cine italiano (otros ejemplos son Il capitale umano y Le confessioni) posee una gran capacidad para generar gradualmente clímax de conflictos y una asombrosa habilidad para resolver los desenlaces.
PUNTAJE: 7
Por Lautaro Actis y Tulasi Resende
Desde el jueves, esta obra puede ser vista en las siguientes salas:
VILLAGE RECOLETA
Desde el jueves, esta obra puede ser vista en las siguientes salas:
VILLAGE RECOLETA
BAMA
LORCA
ARTEPLEX V. DEL PARQUE
CINEMACITY G. PAZ
CINEMA PARADISO LA PLATA
SHOWCASE NORTE
SHOWCASE CORDOBA
ARTEMULTIPLEX BELGRANO
BELGRANO MULTIPLEX
CINES DEL CENTRO ROSARIO
AMERICA DE STA FE
PATIO BULRICH
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