La casa junto al mar
2017
Duración 107 min.
País Francia
Dirección Robert Guédiguian
Reparto Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Gérard Meylan, Jacques Boudet,Anaïs Demoustier, Robinson Stévenin, Yann Tregouët, Geneviève Mnich,Fred Ulysse
Más sobre la película
LA CASA JUNTO AL MAR es una película que nos muestra sutilmente que nuestros caminos, o el de cualquier otro ser humano, pueden dar un giro cuando menos lo esperamos
En esta ocasión, el sociólogo y director marsellés Robert Guédiguian, hijo de padre armenio y madre alemana, quien ha dirigido películas como Marius y Janette, Lady Jane, Mi padre es ingeniero y Las Nieves del Kilimanjaro, nos muestra de una manera sublime, delicada e impactante, que no siempre tenemos los mismos objetivos en la vida y que cuando creemos saberlo todo y nos encontramos ya establecidos, podemos tropezarnos con cualquier tipo de acontecimiento que puede cambiar nuestros parámetros; demostrando que hay aspectos más importantes que la gloria, la fortuna, la edad o nuestro aspecto físico, como lo son el amor, la compasión, la empatía y el perdón.
LA CASA JUNTO AL MAR tuvo su estreno internacional en el pasado Festival de cine de Venecia, donde el jurado SIGNIS le otorgó su premio por ser “un tratado contemporáneo sobre el mundo en que vivimos”.
Fragmento de artículo en El cine en la sombra
Desde un principio decidimos rodar toda la película en la "calanque" (cala) Méjean, próxima a Marsella, que siempre me ha recordado a un teatro. Las casitas de colores que ascienden por la colina se asemejan más a un decorado compuesto solo de fachadas que a la realidad... Un viaducto pasa por encima y, desde abajo, los trenes parecen de juguete. La absoluta apertura hacia el mar transforma el horizonte en un telón de fondo, una tela pintada, sobre todo con la luz del invierno, cuando ya no hay nadie. Se convierte en un plató abandonado, maravilloso y melancólico.
En esta "burbuja" al aire libre, un grupo de personas formado por hermanos y hermanas, padre y madres, amigos y amantes habla de amores pasados y amores venideros. Todos ellos, mujeres y hombres, comparten el mismo sentimiento.Han llegado a un punto de su vida en que son plenamente conscientes del paso del tiempo, del mundo cambiante...Los caminos que abrieron antaño se cierran poco a poco. Hace falta un trabajo constante para mantenerlos o, en todo caso, deberán abrirse nuevos. Saben que su mundo desaparecerá con ellos. También saben que el mundo seguirá sin ellos. ¿Será un mundo mejor, peor?¿Gracias a ellos, por ellos?¿Qué quedará de ellos cuando ya no estén?
Y en esta situación, algo ocurre inesperadamente que quizá dé la vuelta a todos estos sentimientos, como una especie de revolución a lo Copérnico: unos niños, supervivientes de una patera naufragada, se esconden en las colinas. Son dos hermanos y una hermana algo mayor, un eco lejano de Joseph, Armand y Angèle. De pronto, la sensación de fraternidad vuelve a invadir la escena y deciden quedarse con los niños. Creo en este encuentro. Hay algo en la "globalización" que enlaza naturalmente con el mañana.
Aunque sea una exageración, me atrevo a decir que hoy en día no podría hacer una película sin hablar de los refugiados: vivimos en un país donde hay gente ahogándose en el mar a diario. Escojo la palabra "refugiados" deliberadamente. Me da igual que sea debido al cambio climático, la guerra o cualquier otra razón. Vienen buscando un refugio, un hogar.
¿Quién sabe si con la llegada de estos tres niños no renacerá la "calanque"? Angèle, Joseph y Armand se quedarán para criar a los niños, intentando que el restaurante, la comunidad de la colina y su mundo sobrevivan. Se esforzarán en preservar la comunicación entre las personas, y así, mantener la paz.
Robert Guédiguian
Entrevista a Robert Guédiguian
De Thibaut Grégoire realizada en Bruselas el 14 de noviembre de 2017 para la revista Le Rayon Vert"
P: En sus películas, los personajes suelen plantearse preguntas políticas. En La casa junto al mar es algo que forma parte de sus identidades. Ha confrontado esta idea, esta reflexión interior, esta nostalgia con un presente más brusco y más duro mediante los emigrantes que aparecen al final de la película. ¿Es una forma de poner a prueba la ideología, las convicciones del momento actual?
R: La idea de LA CASA JUNTO AL MAR era desarrollar a personajes de unos sesenta años a los que les falta material para seguir haciendo política y ser activos, para trabajar en algo más universal que su vida. Se sienten desposeídos de la acción política. Es algo bastante sintomático de mi generación. Antes hacíamos cosas en el seno de una asociación, de un sindicato, pero hoy en día ya no sabemos qué hacer ni dónde. Quería trabajar sobre esto en una especie de teatro, en esa cala que da al mar por un lado y a la colina por el otro. Es comparable a un escenario con mucha más profundidad, pero sigue siendo un espacio cerrado. Rodamos ocho semanas sin poner un pie fuera. Podíamos rodar cuando nos apetecía, con cualquier tipo de luz, a la intemperie o al sol. Pero antes, mientras escribía el guion, pensé que el mundo entero debía entrar en la cala y apareció enseguida el tema de los refugiados. El refugiado, como valor absoluto, como abstracción, demuestra que vivimos en un solo mundo. En este mundo único, la diferencia entre ricos y pobres incrementa, es lo que cuenta esencialmente la figura del refugiado. Mis personajes se preocupan por temas como la emancipación del ser humano, mejorar el mundo, etcétera, y como su padre les enseñó a pensar así desde pequeños, buscan una causa a la que entregarse. Y la causa acaba apareciendo. El hecho de ayudar a estos jóvenes refugiados les pone de nuevo en el buen camino. Por fin vuelven a tener algo por lo que luchar.
P: En una escena, Joseph, al que da vida Jean-Pierre Darroussin, dice: "Era mejor antes". Siempre es una frase ambigua, problemática incluso, pero toma otra dimensión en el contexto de la película, porque la dice este personaje concreto y también porque es un guiño a otra escena en la que nos enseña un extracto de una película que rodó hace más de treinta años, Ki lo sa? (1985), planteando realmente la relación con el pasado y la nostalgia.
R: Sí, desde luego. Pero no es exactamente así. Dice: "Era mejor antes. Desde luego, era mejor para esto". Además, contesta a alguien que le dice: "¿No me dirás ahora que era mejor antes?" Créame si le digo que trabajé mucho estas frases, hubo un sinfín de versiones. Es un diálogo peliagudo. Obviamente, no me parece que era mejor antes, pero tampoco que sea mejor hoy. Más bien creo que no es ni tan malo ni tan bueno como tendemos a creer. Creo que en el mundo, sea como sea, hace falta luchar para que sea mejor. Para mí, lo ideal sería que todos nos preguntásemos permanentemente qué podríamos mejorar. ¿Más justicia? ¿Más igualdad? ¿Más verdad? Siempre queda algo por mejorar. Pero una crítica del presente implica echar una mirada hacia el pasado. Pasolini decía: "El pasado es la única crítica completa del presente". ¿Dónde pueden encontrarse los elementos para criticar el presente si no es en el pasado? Nos vemos obligados a buscar propuestas en el pasado. Por ejemplo, en el Programa del Consejo Nacional de la Resistencia en Francia, porque contenía ideas bellas en torno a la Historia del mundo, o al menos así me lo parece. Puedo volver a ese texto, leerlo de nuevo y sacar lo bueno. Pero no significa que sienta nostalgia por ese periodo histórico, solo es un método válido para criticar el presente. Por eso describiría la nostalgia que habita en los personajes de LA CASA JUNTO AL MAR como una nostalgia combativa. De hecho, la nostalgia siempre es revolucionaria. Los que viven demasiado en el presente, convencidos de que el presente es evidente, los "pragmáticos", son auténticos reaccionarios. Me considero a mí mismo como un nostálgico y un revolucionario.
P: Hay un encadenamiento, en el centro de la película, entre tres escenas muy potentes: el descubrimiento de los cuerpos de los vecinos, cuando los personajes encajan el golpe y, por fin, el extracto de Ki lo sa? Le sirve para cambiar totalmente el ánimo con un surgimiento de lo "sentimental", en el sentido noble de la palabra.
R: Sí, es un momento bisagra en la película. Lo escribí así en el guion, sabía que incorporaría esa secuencia de Ki lo sa? rodada en la misma cala. No surgió durante el montaje. Pienso que había que yuxtaponer el momento en que los dos mayores deciden desaparecer con su mundo y el momento en que los otros tres estaban llenos de esperanza y deseo años antes. Además, los tres personajes principales están exactamente entre esos dos momentos, entre la muerte y el principio de la vida. Pensé que sería sorprendente. El tema de LA CASA JUNTO AL MAR es el paso del tiempo, la huida de la vida, el mundo que cambia. Estas tres secuencias casi son el espejo de la película, su resumen.
P: Hablaba de la cala como de un teatro al aire libre. La teatralidad se cuela en algunos diálogos, en la interpretación y, sobre todo, en las escenas entre Benjamin y Angèle. El juego de seducción de Benjamin parece una escena de teatro, pero a la vez es un reflejo porque hablan de teatro.
R: Sí, quise trabajar la escena en la que él se declara como si fuera una escena de teatro. Y el personaje la interpreta así. Adora a esa mujer desde que era niño, desde la primera vez que la vio en un escenario. Me pareció que no era un error que se declarara de forma teatral. Por lo tanto, debía rodarla con teatralidad. Implicó hacer planos más abiertos, muy encuadrados y concretos, como en el teatro. Aun así, hay bastantes primeros planos; estamos en el cine y apetece ver sus reacciones, seguir sus miradas. Pero la secuencia habría podido funcionar perfectamente solo con planos abiertos.
P: El hecho de que la cala esté desierta le da un aspecto algo fantasmal.
R: En la película hay un flashback de una Navidad en la cala de hace unos años donde se ve la solidaridad y la vida en común. La oposición entre ese momento y el resto de la película es determinante. En el flashback hay muchísima gente, toda la cala está iluminada, pero en el presente todo está desierto, ya casi nadie vive allí fuera de temporada. Era necesario ese ambiente desolado. Un poco como en los westerns, cuando el héroe llega a un pueblo desierto, con hierba seca empujada por el viento y las puertas de la cantina batiendo. Hubo vida, pero se fue, solo quedan rastros. Cuando el personaje de Angèle llega a la cala en taxi, al principio de la historia, el plano general muestra un paisaje desolador, y más aún porque el día que rodamos hacía mal tiempo, lo que nos vino muy bien. Era una ciudad fantasma, con los ecos de lo que había sido, lo que vemos en el flashback.
P: ¿La noción de fantasmagórico, dentro de su dimensión fantástica, ya formaba parte de su idea desde el principio?
R: Menos que la de pueblo abandonado. Pero en cierto modo, a los personajes les persiguen ideas que defendían sus padres y que estaban vigentes cuando la cala aún vivía. No han superado ni la época ni las ideas. No soportan que haya desaparecido la idea de compartir con los demás. No les persiguen espíritus, sino ideas, una ideología.
P: Pero hay una dimensión fantástica en el último plano de la película, cuando unos ecos lejanos hacen "revivir" brevemente al padre inmovilizado en su sillón de ruedas, como si un hechizo le hubiera devuelto la vida.
R: Es un final simbólico, poético, nada realista, desde luego. Los tres hermanos, Angèle, Joseph y Armand, se ven reflejados en los tres hermanos recién llegados. Es el momento de un renacimiento encarnado y simbolizado en el padre que no se ha movido en toda la película y que, de pronto, gira la cabeza como si quisiera oír esas voces a lo lejos. Pero es un final de cine.
P: Y como la película acaba así, es posible dar crédito a esta hipótesis fantástica e interpretar el plano de un modo u otro.
R: Sí. No dudo que algunos espectadores creerán que la salud del padre va a mejorar. Pero eso se debe al increíble optimismo del ser humano.
P: Siempre juega con esa tendencia al optimismo...
R: Desde luego. No concebí un final realista, sino teatral. No creo que el padre pueda mejorar, pero me gusta mucho dejar al espectador la posibilidad de creer otra cosa.
P: El optimismo del espectador solo es posible si la película lo permite.
R: Claro. También creo que la capacidad del espectador a la hora de creer lo que se le cuenta es de suma importancia y totalmente determinante. El espectador debe seguir creyendo en lo que ve para que el cine, el teatro y la literatura puedan seguir viviendo.
P: En esa búsqueda del optimismo, me parece que siempre quiere salvar a los personajes de un modo u otro, sean quienes sean.
R: No siempre ha sido así, pero reconozco que lo hago desde hace un tiempo. En la época actual, aunque se describan cosas algo sombrías, me parece que no enseñar lo poco que no va mal sería inaceptable. Me molesta la complacencia en la desgracia. Personalmente, no voy al cine para que me muestren lo que no funciona si ya soy consciente de ello. Lo sé leyendo la prensa, informándome. No necesito que los cineastas me informen del estado del mundo. No me interesa esa faceta del cine. Voy al cine porque quiero ver un espectáculo con personajes, fricciones, emociones, alguna que otra resistencia al mundo tal como es hoy, aunque sea microscópica. En LA CASA JUNTO AL MAR, los personajes han tenido días mejores. Dos de ellos se suicidan y los tres protagonistas no están en plena forma. Pero quién sabe si, después de conocer a los tres niños, no estarán mejor. Me alegro de que haya esperanza en la película. Como espectador, me alegraría porque si solo contempláramos el malestar de los tres personajes principales, podría ser tedioso. Voy al cine para ver una crítica de los tiempos actuales, desde luego, pero también para ver el inicio de tiempos nuevos, a modo de profecía. Una simple observación naturalista no me interesa.
P: Muestra de forma paralela - o quizá por oposición - la trayectoria de dos parejas compuestas, en ambos casos, por personajes de generaciones muy dispares. Me refiero a Angèle/Benjamin y Joseph/Bérangère. Una pareja se forma y la otra se separa. Si solo hubiese enseñado el declive de una, podría concluirse prematuramente que consideraba una situación así como imposible. Pero al crear otra en la situación inversa, desmiente esa primera idea.
R: Exacto. Del mismo modo que antes he dicho que el pasado no era ni mejor ni peor que ahora, tampoco tengo una idea fija de las parejas de edades diferentes. Sé que hay, y solo deseaba decir que no emito ningún juico de esas situaciones. Ahora bien, desde un punto de vista dramático, me interesaban personajes con trayectorias opuestas e invertir la edad en ambas parejas. La idea del amor transgeneracional me gusta porque evoca profundamente el paso del tiempo. También conlleva historias de cuerpos, de salud, de vitalidad, de cambio de prácticas. Por lo tanto, tratándose de historias de amor de este tipo, se plantea la cuestión del tiempo y del envejecimiento, uno de los temas principales de la película.
P: En LA CASA JUNTO AL MAR vuelven a aparecer sus temas y obsesiones, pero llevados por algo nuevo, como si se dirigiera hacia una especie de apogeo de su cine, como si fuese una recapitulación. ¿Tuvo esa impresión cuando escribió el guion?
R: No, la verdad, no. Pero sí sé que me basé en algo muy personal. Es más, Ariane Ascaride me dijo que la película era como un diario íntimo. Hay mucha ficción, desde luego; no conozco personalmente el tema de los refugiados o del suicidio. Todo está muy disfrazado porque no soporto las películas que carecen de ficción. Siempre trabajo con una construcción inmediata de un relato. No digo que no me interese un cine no narrativo, pero me parece inaccesible para un público amplio. Y como quiero dirigirme a un público amplio, la primera regla para conseguirlo es que la película sea legible de forma inmediata para todos. Creo que incluso alguien que jamás haya ido al cine en toda su vida será capaz de entender esta película. Pero también es verdad que tuve la sensación de hacer una película en la que hablaba directamente, en el sentido de que me reconozco en todo lo que dicen los tres personajes de mi generación. Son cosas que quizá pensé o dije. Cuando hice una película de la historia y la memoria del genocidio armenio, también fue algo muy personal, por mi compromiso y mis recuerdos, pero no era lo mismo. Las bases de LA CASA JUNTO AL MAR son unas pocas palabras que llevaba dentro de mí. Por ejemplo, utilicé una frase que había escrito un año antes para la presentación de un libro de fotografías de Marsella. La película nació a partir de eso, de frases mías que incluí en los diálogos y que puse sobre todo en boca de Jean-Pierre Darroussin. Vista así puede decirse, en cierto modo, que es un compendio de mis pensamientos actuales en forma de ficción.
Sobre el director
Robert Guédiguian
Es el guionista, director y productor de:
2017 – LA CASA JUNTO AL MAR (Venecia, Sección Oficial)
2015 – UNA HISTORIA DE LOCOS (Cannes, Sección Oficial)
2014 – EL CUMPLEAÑOS DE ARIANE
2011 – LAS NIEVES DEL KILIMANJARO (Cannes, Una Cierta Mirada)
2009 – L’ARMÉE DU CRIME (Cannes, Sección Oficial)
2008 – LADY JANE (Berlín, a concurso)
2006 – LE VOYAGE EN ARMÉNIE (Toronto, Sección Oficial)
2005 – PRESIDENTE MITTERRAND (EL PASEANTE DEL CHAMP DE MARS) – (Berlín, a concurso)
2004 – MI PADRE ES INGENIERO (San Sebastián, a concurso)
2002 – MARIE-JO Y SUS DOS AMORES (Cannes, a concurso)
2001 – LA CIUDAD ESTÁ TRANQUILA (Venecia, a concurso – Toronto, Sección Oficial)
2000 – ¡AL ATAQUE! (Toronto, Sección Oficial)
1998 – A LA PLACE DU COEUR (San Sebastián, Premio Especial del Jurado, Mejor Guion, Premio OCIC)
1997 – MARIUS Y JEANNETTE (UN AMOR EN MARSELLA) (Siete nominaciones a los Premios César, Mejor Actriz: Ariane Ascaride)
1995 – A LA VIE À LA MORT! (Toronto, Sección Oficial)
1993 – EL DINERO DA LA FELICIDAD
1990 – DIEU VOMIT LES TIÈDES
1985 – KI LO SA ?
1984 – ROUGE MIDI (Cannes, Quincena de Realizadores)
1981 – DERNIER ÉTÉ (Cannes, Quincena de Realizadores)
2017: Festival de Venecia: Sección oficial largometrajes
2017: Premios César: Nominada a Mejor actriz secundaria (Anaïs Demoustier)
Dijo la crítica
“Cautivadora”
Diario El País
“Un retrato lleno de esperanza”
Variety
“Luminosa, optimista y sentimental”
Diario ABC
“Observadora e inteligente”
The Hollywood Reporter
“Bellísimo equilibrio entre el pesimismo y una voluntariosa esperanza”
Diario El Mundo
Los vagos
2017
Duración 92 min.
País Argentina
Dirección Gustavo Biazzi
Reparto Agustín Ávalos, Ana Clara Lasta, Emanuel Gómez, Juan Pablo Vitale,Marcelo Enríquez, Walter Casco, Bárbara Hobecker
Notas del director
El tema central de la película gira en torno a los vínculos humanos y las consecuencias por la falta de cuidado en una relación de pareja. Como una advertencia que dice: el que no cuida lo que tiene lo pierde. Pero este enunciado no se manifiesta de manera explícita, como si fuera un manual de conducta. Porque de esa manera carecería de interés y sentido poético. Esta idea central atraviesa la película de un modo silencioso.
Ernesto no sabe cuidar a su novia y termina perdiéndola. Pero es necesario observarlo y acompañarlo en toda su imperfección humana para poder comprenderlo.
La película es el retrato de una época y fue ambientada a final de la década del 90 y principio de los años 2000. Del mismo modo que elegimos el vestuario, los objetos, la música, y otros elementos que dan coherencia estética al conjunto, elegimos el tipo de comportamiento de los personajes.
Ese comportamiento es el que genera el conflicto de la película. Así aparece la tensión que impulsa la acción dramática. Y el punto de vista está puesto en tratar de comprender ese comportamiento contradictorio del personaje, propio de una época, y una etapa de la vida, como el paso de la adolescencia a la adultez.
Sobre el director
Gustavo Biazzi es un reconocido y premiado Director de Fotografía. Desde ese rol y también como colorista y camarógrafo ha acompañado el desarrollo del cine independiente argentino de las últimas décadas, dándose espacio para dirigir y producir sus propias obras.
Entre sus trabajos de Director de Fotografía se destacan: La patota/Paulina (Gran Premio Semaine de la Critique – Cannes 2015), de Santiago Mitre. El cielo del Centauro, de Hugo Santiago. Los dueños, de Toscano/ Radusky ( Semaine de la Critique – Cannes 2013). El estudiante, de Santiago Mitre (2011- Locarno,Toronto, NYFF) por la que obtuvo el Premio ADF Mejor Fotografía en BAFICI 2011. Un mundo Misterioso, de Rodrigo Moreno (Berlinale 2011). Castro, de Alejo Moguiyansky, (Premio Kodak Mejor Fotografía en BAFICI 2009). Fue camarógrafo en Carancho, de Pablo Trapero (Un Certan Regard – Cannes 2010).
A fines de 2009 estrenó El remanso, documental que realizó en su Misiones natal y que exhibió de manera independiente en diferentes espacios del país. Ha dirigido tres cortometrajes: Flash, Basura y Mi consentida.
Festivales
Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2017 –
Competencia Argentina
Rotterdam Film Festival 2018 – Bright Future
Dijo la crítica
“Gustavo Biazzi logra que tomas de una gran exigencia técnica se vean fáciles, digno de esperarse de uno de los fotógrafos jóvenes de mayor renombre. Un nuevo autor a considerar en las filas del cine argentino.”
Variety – John Hopewell
El año del León
2018
Duración 83 min.
País Argentina
Dirección Mercedes Laborde
Reparto Lorena Vega, Malena Moirón, Julieta Vallina
Demonio de medianoche
2016
Duración 95 min.
País Estados Unidos
Dirección Travis Zariwny
Reparto Gabrielle Haugh, Lin Shaye, Robert Englund, Logan Creran, Grayson Gabriel,Emily Haine, Summer H. Howell, Callie Lane, Keenan Lehmann, Louise Linton,Abigail Pniowsky, Meredith Rose, Michael Sirow, Kyle Strauts, Luca Villacis
Yanka y el espíritu del volcán
2018
Duración 85 min.
País Argentina
Dirección Ivan Abello
Reparto Ivan Abello, Hugo Arana, Lucia Arroyo, Laura Azcurra, Chela Cardalda, Martín Conti,Leto Dugatkin, Enrique Dumont, Manuel Faillace, Maite Lanata, Juan Palomino,Gastón Pauls, Marcelo Peralta, Florencia Rosemblit, Luciano Rosso,Aymará Rovera, Matías Scarvacchi, Ezequiel Volpe
Teatro de guerra
2018
Duración 82 min.
País Argentina
Dirección Lola Arias
Un año de danza
2018
Duración 83 min.
País Argentina
Dirección Cecilia Miljiker
Todos lo saben
2018
Duración 130 min.
País España
Dirección Asghar Farhadi
Reparto Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín, Eduard Fernández, Inma Cuesta,Bárbara Lennie, Elvira Mínguez, Ramón Barea, Carla Campra, Saadet Aksoy,Sergio Castellanos, Sara Sálamo, Roger Casamajor, Nella Rojas, Jaime Lorente
Sección Oficial del Festival Internacional de Toronto.
Una película del director iraní Asghar Farhadi, de la que también es guionista. Protagonizada por Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín, Eduard Fernández, Bárbara Lennie, Inma Cuesta, Elvira Mínguez, Ramón Barea y Carla Campra.
El rodaje de la nueva cinta del director ganador de dos Oscar a la mejor película extranjera por Nader y Simín y por El viajante se llevó a cabo en diferentes localizaciones de Madrid.
La monja
2018
Duración 96 min.
País Estados Unidos
Dirección Corin Hardy
Reparto Taissa Farmiga, Demian Bichir, Bonnie Aarons, Charlotte Hope, Ingrid Bisu,Jonas Bloquet, Jonny Coyne, Manuela Ciucur, Jared Morgan, Sandra Teles,Boiangiu Alma, Laur Dragan
Cuando una joven monja en una abadía de clausura en Rumanía se suicida, un sacerdote con un pasado poseído y una novicia a punto de tomar sus votos son enviados por el Vaticano para investigar. Juntos descubren el profano secreto de la orden. Arriesgando no sólo sus propias vidas sino su fe y hasta sus almas, se enfrentan a una fuerza maléfica en forma de la misma monja demoníaca que anteriormente ya horrorizó a la audiencia en "El conjuro 2", donde la abadía se convierte en un campo de batalla de horror entre los vivos y los condenados.
El realizador James Wan, director de los éxitos que han batido récords "El conjuro" y "El conjuro 2", explora otro rincón oscuro de ese universo con "THE NUN" de New Line Cinema. Encabezado por el galardonado director Corin Hardy ("The Hollow"). Produce Wan con su productora Atomic Monster, junto con Peter Safran, que ha producido todas las películas de la franquicia "The Conjuring".
"The Nun" está protagonizada por el actor nominado a un Oscar, Demian Bichir ("Una vida mejor") como el Padre Burke, Taissa Farmiga ("American Horror Story" en TV) como la Hermana Irene, Jonas Bloquet ("Elle") como Frenchie, el habitante local del pueblo, Charlotte Hope ("Juego de Tronos" en TV) como la Hermana Victoria en la abadía, Ingrid Bisu ("Toni Erdmann") como la Hermana Oana, y Bonnie Aarons, repitiendo su papel en "El conjuro 2", en el papel que da título a la película.
Gary Dauberman y Todd Williams son los productores ejecutivos, con Michael Clear como coproductor.
Junto con Hardy, tras las cámaras estarán la directora de fotografía Maxime Alexandre ("The Voices," próximamente "Annabelle: Creation"), la diseñadora de producción Jennifer Spence ("Cuando las luces se apagan" las películas de "Insidious"), el director de montaje Michel Aller ("Cuando las luces se apagan" "Paranormal Activity: Dimensión fantasma"), y la diseñadora de vestuario Sharon Gilham ("Black Mirror" en TV).
El último hombre
2018
País Argentina
Dirección Rodrigo H. Vila
Reparto Harvey Keitel, Hayden Christensen, Liz Solari, Rafael Spregelburd, Fernán Mirás,Marco Leonardi, Justin Kelly, Iván Steinhardt
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