Este fin de semana prosigue el Festival de Cine Colombiano en Buenos Aires, el cual está recibiendo elogiosos comentarios.
Este sábado a las 17.00 en el Cultural San Martín, la jornada comienza con el cortometraje 4 Estaciones, de Sergio Nicolás Pulido Velázquez, al cual le seguirá el filme
2017
Chris Gude vuelve a Colombia (específicamente a La Guajira, una península en la frontera con Venezuela) tras los pasos de un marinero y un contrabandista que recorren puertos aislados y tierras desérticas, al margen de las reglas del Estado y el capital. Con un pulso paciente e inmersivo en la narración, la película se abre camino entre los paisajes desolados como lo hacen estos dos hombres en su supervivencia, entre los personajes y las historias que se cruzan a su paso, la quietud de los sitios que atraviesan y la lealtad a una tierra sin fronteras o identidades definidas.
Este sábado a las 17.00 en el Cultural San Martín, la jornada comienza con el cortometraje 4 Estaciones, de Sergio Nicolás Pulido Velázquez, al cual le seguirá el filme
Mariana
2017
Duración 64 min.
País Colombia
Dirección Chris Gude
Más allá del carácter ilegal de sus actividades comerciales, estos hombres y las personas que los rodean habitan y se desplazan por espacios en los que no terminaron de imponerse las sucesivas prácticas y tendencias económicas de cada país, como si se encontraran varios compases por detrás de la historia que vivieron sus patrias, o quizá como si se hubieran quedado sin ella. Al menos eso reflexiona Hugo Chávez a través de la radio, en una escena en la que rememora la última proclama de Simón Bolívar mientras nuestros personajes principales atraviesan nuevamente las trochas.
A las 19.00, el corto La Luz que nos Queda, y luego la película
La mujer del animal
2016
Duración 120 min.
País Colombia
Dirección Víctor Gaviria
Reparto Natalia Polo, Tito Alexander Gomez, Jesus Vasquez
Tras ser descubierta disfrazándose de Virgen, Amparo huye por miedo a su padre del internado de monjas donde la acogían. Llega a un barrio marginado de Medellín a vivir de arrimada donde su hermana. Cuando su cuñado la introduce a la familia el primo Libardo queda enfatuado con ella, la rapta en un rito matrimonial para luego obligarla a vivir bajo su mismo techo; la familia del Animal, testigo de su cautiverio.
La comunidad, amedrentada por Libardo, no intercede en favor de Amparo quien es abandonada a la vigilancia permanente. Forzada a convertirse en la mujer del Animal, Amparo tiene sin poder evitarlo una niña. ¿Podrá, por medio del amor y la templanza, detener la repetición del ciclo que también fue víctima su madre, sobrevivir y salvar a su hija?
Libardo se la lleva a vivir para un rancho robado, donde Amparo encuentra a otra mujer que éste tiene allí encerrada. Ella se descubre ya no como víctima sino como testigo, experiencia que se rehúsa a vivir silenciosamente como los demás. Confrontada con su espejo vence su miedo liberándose del yugo del Animal.
Director
Director
Víctor Gaviria
La violencia del Animal había ocurrido delante de todos, y desde allí, desde cada escenario en donde había acontecido, detrás o delante de la puerta, se había manifestado claramente a los testigos. Y ellos querían negarlo, querían hacernos creer que “todo era normal”, querían normalizarlo para no enfrentarse al remordimiento de su miedo, de su cobardía, de su complicidad.
Cuando conversé, haciendo el casting, con centenares de mujeres de barrios populares que le confaron a la película sus secretos, el Animal apareció multiplicado y acezante, con cuerpo de padrino, de tío, de hermano, de papá y de abuelito, de vecino, de delincuente del barrio, de paraco y guerrillero… Era el mismo personaje… Siempre pisaba, antes que la Virgen María lo hiciera con la serpiente, los pequeños pies de estas mujeres de todas las edades.
Con esta película el Animal está públicamente denunciado. Tuvimos el coraje de no esconderle sus acciones, renunciamos al poder de lo tácito para que nadie tuviera dudas de su esencia letal. El espectador saldrá impactado y golpeado. Pero una pregunta latirá en su cabeza. “¿Por qué no hacemos nada? ¿Por qué yo no hago nada?” Es una confusa vergüenza
Amparo
Natalia Polo
Cuando el Animal la llevó a vivir en un ranchito de perros aislado en la montaña, ella se concentró en sobrevivir. Tomando latas de un basurero hizo un fogón, construyó una cama de ramas y palos. Cuidando de sí misma para no morir, para no ser aniquilada por el Animal, en completa soledad, ella construyó en torno suyo una sutil sábana de amor y protección. La esencia de la vida se ponía de manifesto a tal punto, que de pronto, sin saberlo, ella estaba exaltada y envuelta en la belleza simple
de sobrevivir. Amparo conoció a otra mujer que el Animal tenía cautiva: encerrada con amenazas, para que le tuviera un hijo blanco, rubio y zarco como ella. Y cuando escuchó de boca de la otra que tenía su mismo nombre, “Amparo”, de pronto se vio duplicada en aquel espejo. Ahora, después de cinco años, la víctima era una mujer que se llamaba igual a ella, que el Animal golpeaba y perseguía por sus delirios enfermizos, y ella pasaba a ser una testigo de aquella relación como los demás. Eso la liberó del miedo.
de sobrevivir. Amparo conoció a otra mujer que el Animal tenía cautiva: encerrada con amenazas, para que le tuviera un hijo blanco, rubio y zarco como ella. Y cuando escuchó de boca de la otra que tenía su mismo nombre, “Amparo”, de pronto se vio duplicada en aquel espejo. Ahora, después de cinco años, la víctima era una mujer que se llamaba igual a ella, que el Animal golpeaba y perseguía por sus delirios enfermizos, y ella pasaba a ser una testigo de aquella relación como los demás. Eso la liberó del miedo.
Libardo
Tito Alexánder Gómez
Su psicología era aparentemente sencilla, sin sutilezas ni disfraces, encajaba de una vez en el mito: su rabia, su violencia iban creciendo sin parar, nunca se podía esperar que rebajara su ira, porque arrojarse al pozo sin fondo del odio era su identidad. Como lo describen las mujeres del barrio, que cayeron todas en una misma trampa fatal, pues el Animal y todos aquellos hombres eran simplemente… Infames violadores. Alguna fantasía de familia tenía en el fondo de su ser, porque siempre la nombró a ella, por encima de sus amantes como “su mujer”… Pero tener mujer y familia tenía también una razón pragmática del delincuente, porque la utilizaba para apropiarse de lotes y de ranchos que encontraba abandonados en aquellos barrios de invasión.
Violencia
En esta película Víctor Gaviria indaga sobre las distintas formas en que se manifesta la violencia de género. Las mujeres entrevistadas lo identifcaban de inmediato en sus vidas, y le habían dado en su ámbito secreto los nombres de “bestia”, “demonio”, “monstruo”. Los hombres tienen un pacto de género, un pacto de complicidad, que consiste en que la obligación más profunda como hombres es guardarse la espalda en erigir al “Animal” como la criatura que manda sobre la tierra de acuerdo a sus reglas y principios. El “Animal” es el rey. Lo que signifca que los hombres serán los reyes del planeta, en la medida en que reine el “Animal”
Actores naturales
Un proceso de casting desarrollado por Víctor Gaviria es una gran investigación social que arroja como resultado la radiografía de una sociedad y deja diagnósticos irrefutables sobre las debilidades de un sistema. En La mujer del Animal representó una aproximación al mundo femenino, en particular a la manera cómo sobreviven muchas mujeres colombianas, y corroboró la negra situación de hogares atrapados en la pobreza y la ignorancia.
- Lucía Victoria Torres
La improvisación solamente se alimenta de los hechos vividos, de una historia vivida por contar, puede que no sea vivida en primera persona, puede ser la mamá, historias que son transmitidas por el afecto, porque son personas muy cercanas, que se viven como propias más cuando son muy fuertes, relacionadas con hechos de violencia, de sufrimiento de dolor. En cierto sentido lo que hace el actor natural es narrar. Hay un paso pequeño entre el actor natural y un gran narrador.
- Víctor Gaviria
A las 21.00, tendremos el corto Huevitos al Microondas, de Daniela Castillo Mejía, y luego, como parte de la retrospectiva de Luis Ospina, tendremos
La desazón suprema: Retrato incesante de Fernando Vallejo
2003
Duración 90 min.
País Colombia
Dirección Luis Ospina
El domingo 8 a las 17.00, la tarde comienza con el corto La Madre de las Madres, del realizador Wilson Arango Giraldo, para pasar a continuación a
Jericó, el infinito vuelo de los días
2016
Duración 78 min.
País Colombia
Dirección Catalina Mesa
íntimos de mujeres, en el pueblo de Jericó en Antioquia, Colombia. A través de un itinerario sensible y musical, se tejen los encuentros y las conversaciones entre las mujeres del pueblo, de edades y condiciones sociales diferentes. Una a una se van revelando sus historias de vida, sus espacios interiores, su sentido del humor y su sabiduría. Una faceta intima y auténtica del espíritu femenino de nuestra cultura, para celebrar y preservar el patrimonio inmaterial colombiano.
Esta película es un homenaje a la belleza, intimidad y sabiduría del espíritu femenino colombiano. A través de un itinerario musical se tejen historias profundas de las vidas de ocho mujeres del pueblo de Jericó, Antioquia. En este caleidoscopio de retratos se revela la autenticidad de la cultura antioqueña, el espíritu, los valores y la fuerza del femenino, patrimonio inmaterial y divino de nuestra cultura. Te invito a contemplar, a recorrer, a cantar y a deleitarte con los colores y la belleza natural de Jericó, y a ingresar en la intimidad de estas mujeres, llenas de humor, de valentía y de sabiduría. Bienvenido al
encanto de nuestro espíritu femenino, y el infnito vuelo de sus días.
Catalina Mesa
Jericó, el infnito vuelo de los días se inició en la memoria, el amor y la presencia vasta del espíritu de mi tía abuela Ruth Mesa, hermana del Mayor Mesa, padre de mi padre. Ella es el principio, el espacio donde el vuelo emerge, la inspiración. Su alma sin edad era la aliada de grandes y jóvenes, compañía ecuánime para la vieja experiencia y alcahueta gozosa del joven despertar. Todas las etapas, todos los
estilos cabían en su presencia y todos buscábamos su compañía sin juicios y su narrativa deleitosa. Con ella se hablaba de lo bello, de lo decorativo, de los encuentros mundanos y las delicias pasajeras, pero al mismo tiempo se hablaba de lo profundo, de los encuentros signifcativos, de las penas, las desventuras y los desencantos para, casi siempre, concluir con una carcajada. A través de sus palabras lo tejía todo, y su danza de historias se mezclaba siempre como una receta inédita que terminaba sabiendo delicioso: a vida. A las largas preocupaciones familiares respondía con la frase “déjenlo ser feliz así sea equivocadamente”. Esa era su flosofía. No había juicios, había humanidad, y sus sentidos que pocas veces se perturbaban, se deleitaban con esa humanidad como con un plato exquisito, hecho
de múltiples ingredientes que se cocina a fuego lento. Casi siempre que nos reuníamos Jericó aparecía en el paisaje de su imaginario. Así el pueblo donde vivió su infancia, se convirtió en uno de los personajes principales de tardes y noches de tertulia. A todos nos encantaban las historias de la tía Ruth y su infancia en Jericó. Su presencia y sus historias eran el latido y el ritmo del corazón de
nuestra familia. Creo que el espíritu nunca muere, muta y se trasforma, pero cuando ella murió, se cerró un capítulo en nuestra historia familiar bello, gozoso, amoroso y musical. Luego tome conciencia de que de manera colectiva muchas mujeres encarnan ese espíritu que nos funda, que nos
nutre y que expresa de manera profunda nuestros valores. Quise ir a Jericó a encontrarme con mujeres que como ella viven con tanto carisma y con tanta gracia el espíritu femenino de nuestra cultura antioqueña, como una pequeña expresión del patrimonio inmaterial, cultural y espiritual de nuestro país. Jericó, el infnito vuelo de los días es un itinerario, un tejido de colores, presencias, palabras y musicalidad que rinde tributo, celebra y contempla la belleza de ese espíritu, que en mi familia encarnó mi tía Ruth, y que Chila, Luz, Celina, Fabiola, Licinia, Ana Luisa, Elvira, Manuela y
Laura también lo hacen, como muchas otras mujeres, en las suyas. Por eso este vuelo nos pertenece a todos, es un canto de amor, una celebración y un tributo a la intimidad, autenticidad y belleza de nuestro espíritu femenino.
Catalina Mesa
Biografía de Catalina Mesa
Catalina Mesa nació y creció en Colombia. Paralelamente a sus estudios de Bachillerato recibe una formación en ballet clásico en la Academia de Silvia Rolls en Medellín y luego en la Academia de Claudia Cadena en danza contemporánea. Al terminar su bachillerato viaja a Boston, donde obtiene su diploma de management y comunicaciones en Boston College. Viaja a Nueva York donde trabaja durante unos años en una productora realizando diferentes proyectos transmedia para marcas y revistas Europeas. Decide viajar a Paris donde comienza una nueva búsqueda creativa. Después de una inmersión en la lengua francesa completa una licenciatura en historia del Arte del espectáculo en la Sorbona. Al terminar su primer año decide encausar estos estudios hacia la facultad de letras. La escritura ha sido un constante hábito y gusto en su vida. Al terminar su maestría en literatura comparada en La Sorbona, realiza su tesis, estudiando tres autores muy relevantes en su formación: Levi Strauss, uno de los padres de la etnología, y el estructuralismo, Octavio Paz escritor y poeta mexicano, y Edgar Morin, filósofo y humanista francés. Paralelamente a sus estudios, los primeros años en Paris, serán años de múltiples viajes a Oriente: India, Japón, Bhutan. De este último país
emerge su primera obra literaria llamada “El Elixir del Dragón”, un libro de fotografía y poesía . Estos viajes estuvieron motivados por una gran gozo y curiosidad por la diversidad cultural que le aporta el Oriente y su búsqueda interior. Gracias a esta búsqueda se acercará a lecturas y estudios de psicoanálisis Junguiano, y encuentra personas que la inician en temas como la mitología y el simbolismo. Entre ellos la filósofa y kabalista Annick de Souzenelle, el artista Alejandro Jodorowsky, Marianne Costa y Paulina Doniz, el botanista Jean Marie Pelt, Pierre Rabhi etc… una serie de
encuentros y lecturas que nutren su mirada. Al terminar su etapa en la Sorbona, decide acercarse al arte de las imágenes, con la necesidad de complementar con un medio diferente su deseo de transmisión y de creación. Decide entonces comenzar un ciclo de formación en fotografía, video y edición en la Escuela Gobelins en Paris. Luego sigue una formación en iniciación a la realización en la escuela de cine LA FEMIS, y viaja a UCLA a realizar cursos específicos en cinematografía digital y dirección. Estos ciclos de formación en Paris se complementan con la pasión de descubrir una gran variedad de obras cinematográficas y exhibiciones de arte. De sus artistas y realizadores preferidos destaca el trabajo de Godard, Raymond Depardon, Agnès Varda, Pina Bausch, Kim Ki-Duk, Wong Kar-Wai, Sebastian Salgado etc. Paralelamente a este última etapa de formaciones, crea en Paris su casa productora Miravus, donde durante 6 años realiza diversos proyectos fotográficos y audiovisuales para diferentes marcas, en el mundo de la moda, el arte, la música, la decoración. En su
evolución comienza a realizar retratos de artistas, videos institucionales. A su vez trabaja con una institución en la ciudad de Lille llamada “Design for Change” realizando un documental que narra la evolución de un proyecto de transformación urbana llamado “Farm for change”. Cuando termina este proyecto decide regresar a Colombia durante un tiempo con el fin de celebrar la identidad y preservar la memoria del espíritu femenino de su cultura de origen en el pueblo de Jericó, pueblo de sus ancestros. De esta inmersión cultural y el encuentro con las mujeres de este pueblo nace su primer largometraje llamado “El infinito vuelo de los días”.
El sueño que se convirtió en el vuelo
NOTA DE LA REALIZADORA
emerge su primera obra literaria llamada “El Elixir del Dragón”, un libro de fotografía y poesía . Estos viajes estuvieron motivados por una gran gozo y curiosidad por la diversidad cultural que le aporta el Oriente y su búsqueda interior. Gracias a esta búsqueda se acercará a lecturas y estudios de psicoanálisis Junguiano, y encuentra personas que la inician en temas como la mitología y el simbolismo. Entre ellos la filósofa y kabalista Annick de Souzenelle, el artista Alejandro Jodorowsky, Marianne Costa y Paulina Doniz, el botanista Jean Marie Pelt, Pierre Rabhi etc… una serie de
encuentros y lecturas que nutren su mirada. Al terminar su etapa en la Sorbona, decide acercarse al arte de las imágenes, con la necesidad de complementar con un medio diferente su deseo de transmisión y de creación. Decide entonces comenzar un ciclo de formación en fotografía, video y edición en la Escuela Gobelins en Paris. Luego sigue una formación en iniciación a la realización en la escuela de cine LA FEMIS, y viaja a UCLA a realizar cursos específicos en cinematografía digital y dirección. Estos ciclos de formación en Paris se complementan con la pasión de descubrir una gran variedad de obras cinematográficas y exhibiciones de arte. De sus artistas y realizadores preferidos destaca el trabajo de Godard, Raymond Depardon, Agnès Varda, Pina Bausch, Kim Ki-Duk, Wong Kar-Wai, Sebastian Salgado etc. Paralelamente a este última etapa de formaciones, crea en Paris su casa productora Miravus, donde durante 6 años realiza diversos proyectos fotográficos y audiovisuales para diferentes marcas, en el mundo de la moda, el arte, la música, la decoración. En su
evolución comienza a realizar retratos de artistas, videos institucionales. A su vez trabaja con una institución en la ciudad de Lille llamada “Design for Change” realizando un documental que narra la evolución de un proyecto de transformación urbana llamado “Farm for change”. Cuando termina este proyecto decide regresar a Colombia durante un tiempo con el fin de celebrar la identidad y preservar la memoria del espíritu femenino de su cultura de origen en el pueblo de Jericó, pueblo de sus ancestros. De esta inmersión cultural y el encuentro con las mujeres de este pueblo nace su primer largometraje llamado “El infinito vuelo de los días”.
El sueño que se convirtió en el vuelo
NOTA DE LA REALIZADORA
Cuando mi tía abuela Ruth Mesa murió me prometí que el día que estuviera lista regresaría al pueblo que ella sembró en el imaginario y el corazón de toda nuestra familia, a través de las historias graciosas y coloridas que nos contaba sobre su infancia. Regresaría a buscar y a hacerle un tributo a mujeres que como ella encarnaban con tanto carisma y autenticidad el espíritu femenino de la
cultura antioqueña, como una pequeña expresión del rico y diverso espíritu femenino colombiano.
Mi mantra en este proyecto siempre ha sido: “Nada por perder, nada por ganar, todo para dar”, así quería dejarle a Jericó el regalo de su memoria femenina, esa era mi intención y mi recompensa. Dos películas fueron importantes en el inicio de este proyecto: Profl Paysans, es una serie de tres largometrajes documentales de Raymond Depardon, fotógrafo y realizador francés. Su dispositivo de una cámara muy neutra, su decisión para dejar que la realidad se exprese al interior del encuadre y su intención de ir a captar realidades rurales en Francia, en vía de transformación, fue sin duda alguna una influencia para guiarme en la manera de abordar este proyecto. Tourbillon es un largometraje de fcción brasileño de Helvécio Marins Jr. y Clarissa Campolina en el cual, a través de la fcción, construyen una historia surreal y poética. La magia de la película reposa en la presencia extraordinaria de una mujer mayor, que encarna su propio carácter. Entre estos dos proyectos, fue claro que quería realizar una película dirigida como una fcción, pero donde los personajes encarnaran sus propias vidas, y donde en cocreación y co-escritura con ellas, la narrativa emergiera. Por eso me gusta el término de “cine de lo real” para defnir mi trabajo, me gusta pensar que la línea entre el
documental y la fcción es fna. En literatura debo evocar y agradecer como compañía el libro de Gaston Bachelard, La poética del espacio. Este libro agudizó mi atención para valorar cada detalle del
espacio: los cajones, los armarios, la mesita de noche, la cocina, la casa, etc, todo como expresión y expansión del ser. El psicoanálisis de Jung siempre anuncia de manera esperanzadora un tercer punto creativo y novedoso que emerge de la tensión, unión y combinación de dos puntos opuestos. Qué gran capacidad de estas mujeres para reconciliar los opuestos de sus vidas: el dolor y el humor, la sensibilidad y la fortaleza, la dulzura y la valentía; nunca víctimas a pesar de los retos de
sus vidas. La presencia de estas mujeres me parece encarnar la emergencia de este tercer término: la digna sabiduría que acepta y celebra el instante de vida tal y como es. Nunca me imaginé hacer una película en donde todas las mujeres estuviesen solas, pero al viajar a su intimidad esa fue la realidad que se me presentó. Aunque los hombres son los personajes principales de sus vidas y sus conversaciones, ellos están ausentes por negligencia, por accidentes, por violencia o por enfermedad. Fue muy doloroso para mí constatar esta realidad. Por eso, aunque varias consultoras de edición me aconsejaron terminar el flm en la caminada nocturna y solitaria de Doña Chila, decidí terminarla con dos niños. Él, que para mí representa una joven energía masculina, le dice a ella: “¡Laura, aprovecha el viento!”. Al ayudarle a volar, el fnal de la película augura el comienzo de una nueva generación,
donde hay una nueva oportunidad de equilibrio entre el masculino y el femenino. La película es una invitación a recorrer un itinerario sensible, donde se revela la sabiduría, la autenticidad, la dignidad, el humor, la belleza y los valores del espíritu femenino que todos, tanto hombres como mujeres, compartimos al interior de nosotros, en nuestras familias y en nuestra cultura. Este espíritu que se expresa en el salto de confrontar a transformar, de convencer a conmover, de impresionar a bendecir, ese espíritu que nació para brillar, que nos invita a ponerle a la vida un granito de dulzura y a
vivir con esperanza.
cultura antioqueña, como una pequeña expresión del rico y diverso espíritu femenino colombiano.
Mi mantra en este proyecto siempre ha sido: “Nada por perder, nada por ganar, todo para dar”, así quería dejarle a Jericó el regalo de su memoria femenina, esa era mi intención y mi recompensa. Dos películas fueron importantes en el inicio de este proyecto: Profl Paysans, es una serie de tres largometrajes documentales de Raymond Depardon, fotógrafo y realizador francés. Su dispositivo de una cámara muy neutra, su decisión para dejar que la realidad se exprese al interior del encuadre y su intención de ir a captar realidades rurales en Francia, en vía de transformación, fue sin duda alguna una influencia para guiarme en la manera de abordar este proyecto. Tourbillon es un largometraje de fcción brasileño de Helvécio Marins Jr. y Clarissa Campolina en el cual, a través de la fcción, construyen una historia surreal y poética. La magia de la película reposa en la presencia extraordinaria de una mujer mayor, que encarna su propio carácter. Entre estos dos proyectos, fue claro que quería realizar una película dirigida como una fcción, pero donde los personajes encarnaran sus propias vidas, y donde en cocreación y co-escritura con ellas, la narrativa emergiera. Por eso me gusta el término de “cine de lo real” para defnir mi trabajo, me gusta pensar que la línea entre el
documental y la fcción es fna. En literatura debo evocar y agradecer como compañía el libro de Gaston Bachelard, La poética del espacio. Este libro agudizó mi atención para valorar cada detalle del
espacio: los cajones, los armarios, la mesita de noche, la cocina, la casa, etc, todo como expresión y expansión del ser. El psicoanálisis de Jung siempre anuncia de manera esperanzadora un tercer punto creativo y novedoso que emerge de la tensión, unión y combinación de dos puntos opuestos. Qué gran capacidad de estas mujeres para reconciliar los opuestos de sus vidas: el dolor y el humor, la sensibilidad y la fortaleza, la dulzura y la valentía; nunca víctimas a pesar de los retos de
sus vidas. La presencia de estas mujeres me parece encarnar la emergencia de este tercer término: la digna sabiduría que acepta y celebra el instante de vida tal y como es. Nunca me imaginé hacer una película en donde todas las mujeres estuviesen solas, pero al viajar a su intimidad esa fue la realidad que se me presentó. Aunque los hombres son los personajes principales de sus vidas y sus conversaciones, ellos están ausentes por negligencia, por accidentes, por violencia o por enfermedad. Fue muy doloroso para mí constatar esta realidad. Por eso, aunque varias consultoras de edición me aconsejaron terminar el flm en la caminada nocturna y solitaria de Doña Chila, decidí terminarla con dos niños. Él, que para mí representa una joven energía masculina, le dice a ella: “¡Laura, aprovecha el viento!”. Al ayudarle a volar, el fnal de la película augura el comienzo de una nueva generación,
donde hay una nueva oportunidad de equilibrio entre el masculino y el femenino. La película es una invitación a recorrer un itinerario sensible, donde se revela la sabiduría, la autenticidad, la dignidad, el humor, la belleza y los valores del espíritu femenino que todos, tanto hombres como mujeres, compartimos al interior de nosotros, en nuestras familias y en nuestra cultura. Este espíritu que se expresa en el salto de confrontar a transformar, de convencer a conmover, de impresionar a bendecir, ese espíritu que nació para brillar, que nos invita a ponerle a la vida un granito de dulzura y a
vivir con esperanza.
Catalina Mesa
Jericó, el infnito vuelo de los días exalta y celebra el espíritu femenino, no sólo a través de las mujeres que nos muestran su intimidad sino de las que participan de una u otra manera en la producción. Entre ellas está Teresita Gómez, la pianista más importante de Colombia en la
actualidad, quien con su talento acompaña el flm. La pasión de Teresita por el piano comenzó en su infancia, cuando viviendo en el Palacio de Bellas Artes de Medellín, aprendió a tocar el instrumento por imitación de los sonidos que le llegaban de las clases que allí se ofrecían. A los 3 años ya dominaba el piano y a los 10 dio su primer concierto; después los estudios reforzaron lo que ya había
surgido por amor a la música. Su talento musical la llevó a volar por el mundo entero, aterrizó en Alemania para ser agregada cultural, perteneció al Conjunto Colombiano de Música Contemporánea, el Trío Frank Preuss, el Quinteto de Bogotá, la Ópera Colombia, la Orquesta Sinfónica de Polonia dirigida por Jeleniej Górze; y fue solista de la Orquesta Sinfónica de Colombia. Además, ha sido maestra en el Instituto de Bellas Artes, la Universidad de Antioquia, la Universidad de Los Andes, Eaft y la Universidad de Caldas. Ha recibido la Medalla de Oro de la Alcaldía de Medellín, la Orden de Boyacá en reconocimiento a sus 50 años de vida artística; el Premio Mariscal Jorge Robledo, Orden al Mérito, Asamblea de Antioquia; el Premio Francisco.
La música de los infinitos días
EL PIANO DE TERESITA GOMEZ
EL PIANO DE TERESITA GOMEZ
Antonio Zea, Orden del mérito Universitario, Universidad de Antioquia y fue destacada como Colombiano Ejemplar en 1999. En Jericó, el infnito vuelo de los días, la música tiene un papel esencial al reflejar la identidad y autenticidad de cada personaje, pues las tonadas que acompañan los
relatos e historias de las protagonistas son las mismas que ellas escuchan como acompañamiento de sus días. Las canciones elegidas, clásicos de la tradición colombiana como Espíritu Colombiano de Lucho Bermúdez; Anita de Luis A. Calvo y Nuestra casita de Posada y Calle, en las manos de Teresita, se convierten en un refuerzo de la magia e intimidad de las historias en pantalla. A sus 73 años, la música continúa siendo el transporte con el que Teresita alza el vuelo y ahora podrás disfrutar sus melodías envolviendo este relato.
El lugar donde se abren las alas
JERICO
COLOMBIA
ANTIOQUIA
Jericó es un pueblo de Colombia fundado en 1851 en la cordillera occidental de los Andes, en el suroeste del departamento de Antioquia. Es una región montañosa que culmina a 2.500 metros de altura. En este rinconcito en medio de montañas, se estableció un entorno de gran efervescencia intelectual. Una comunidad sensible a la cultura, especialmente la literatura y la poesía se constituyó bajo la influencia de las comunidades religiosas europeas que se encargaron de su educación, transmitiéndole exigentes valores religiosos y morales. Jericó se ganó entonces el sobrenombre del “Atenas del suroeste antioqueño” y fue cuna de grandes familias pioneras de la cultura y de la industria. Jericó en su intimidad revela una danza de tiempos convergentes: uno que permanece y otro que se adapta y se transforma. Al exterior se observa la vida de un pueblo ordinario, con su mercado de domingo y su alegría coloquial, pero, al entreabrir sus ventanas y sus puertas, al ser convidado en su interior, se penetra en otro tiempo. Uno inmóvil y solemne que vela por vivencias, espacios, decoraciones y objetos. Está lleno de testimonios vivos de la influencia europea y de la estética, de la sensibilidad, y los valores de principios del siglo XX. En el año 2013, la Madre Laura, que nació en este pueblo en 1874, fue canonizada, siendo así la primera santa de Colombia. Tener su propia santa y
patrona es un evento extraordinario y motivo de orgullo para Jericó. Esta distinción espiritual se suma a la magia encantadora de este pueblo de fachadas coloridas, donde los nombres de sus poetas queridos se pueden leer en las esquinas de las calles, que se recorren respirando el aire vivifcador de la cordillera. Y así se vive al ritmo del corazón de sus habitantes.
Una cuna para todas las artes
POETAS DE JERICO
patrona es un evento extraordinario y motivo de orgullo para Jericó. Esta distinción espiritual se suma a la magia encantadora de este pueblo de fachadas coloridas, donde los nombres de sus poetas queridos se pueden leer en las esquinas de las calles, que se recorren respirando el aire vivifcador de la cordillera. Y así se vive al ritmo del corazón de sus habitantes.
Una cuna para todas las artes
POETAS DE JERICO
Todo inspira por las calles de este pueblo antioqueño y como muestra fel, está la enorme multitud
de expresiones y artistas jericoanos a lo largo de la historia. Los poetas resaltan con letras en las que
condensan la belleza de la tierra en la que nacieron y las mujeres que los vieron crecer.
de expresiones y artistas jericoanos a lo largo de la historia. Los poetas resaltan con letras en las que
condensan la belleza de la tierra en la que nacieron y las mujeres que los vieron crecer.
Mi Pueblo
Tierra Quemada
Oliva Sossa de Jaramillo
Este mi noble Jericó es bonito
enclavado en el sol de la montaña,
el monte azul rozando el infnito
y el infnito entrando en la cabaña.
Cuando su nombre con unción repito,
dulce nombre, más dulce que la caña,
donde el humo del lar es como un rito
que cumple el sol, cuando a mi pueblo baña.
Tierra de viejas datas patriarcales,
cuando el viento acaricia los maizales
el corazón dialoga con la calma.
Escondido entre verdes farallones,
reclinado en un haz de corazones,
su aliento puro me acaricia el alma.
El Elogio de la mujer
José María Ospina
Jericó, Antioquia, Colombia. Julio de 1951
“Quiere vibrar, de amor, en este instante
mi lira, aunque tan nueva abandonada;
y quiero — peregrino en esta noche —
de los pies desatadas las sandalias,
penetrar el palacio luminoso,
al templo regio donde ofcia el alma,
para ofrecerle a la mujer mis flores
en el vaso sin luz de mis palabras,
y hacer que ante ella, como un ave alegre,
mi rojo corazón abra sus alas”.
Aviso de Caminantes
De mi lámpara tenue
Carlos Eduardo Mesa
Hay un mirar que todo lo interpreta
aunque veas las cosas un instante,
contémplalas con ojos de poeta.
Festivales y críticas
Selecciones oficiales
- HOTDOCS - Festival Internacional de Cine Documental 2016
- 20 Festival de Cine de Lima, Perú
- Vancouver International Film Festival – VIFF 2016
- 40th Sao Paulo International Film Festival
- 18th DocAviv International Film Festival
- 20 Festival de Cine de Lima, Perú
- Vancouver International Film Festival – VIFF 2016
- 40th Sao Paulo International Film Festival
- 18th DocAviv International Film Festival
Críticas internacionales
“Capturando elocuentemente la vibrante historia del pueblo, la película de Mesa ofrece un examen íntimo y poético del amor, la pérdida, el desamor, la pobreza y la fe”
Courtney Small, Cinema Axis.
Courtney Small, Cinema Axis.
“Jericó, el infnito vuelo de los días es un documental encantador, energético y exquisitamente capturado, que verdaderamente celebra la fuerza del espíritu femenino!”
Laura Anne Harris, Seventh Row.
“Una muestra desgarradora y a la vez increíble, de cómo cada mujer maneja y enfrenta las pruebas de la vida”.
Kate O’Connor, Toronto Film Scene.
“Cargada por los ojos perceptivos de Catalina Mesa, Jericó, el infnito vuelo de los días condensa una vida entera de experiencias en una plataforma profundamente gratifcante para las mujeres de Jericó, Colombia, en la que pueden recontar sus alegrías, tristezas y sabiduría”.
Eli Horwatt, Programador Internacional HOTDOCS
Festival Internacional de Cine Documental.
“En lo profundo de los Andes descansa una pequeña villa colombiana llamada Jericó. Colorida y exuberante, este mágico lugar es el hogar de una rica tradición que es poéticamente capturada a través de los ojos de una generación adulta de mujeres. Con el acompañamiento de una banda sonora extraordinaria, somos invitados al interior de sus espacios auténticos e íntimos mientras que ellas comparten con completa honestidad e intimidad, sus profundos secretos sobre el amor, la pérdida, la lujuria y la maternidad. Con risas, lágrimas y algunas veces dolor, nos aventuramos con estas mujeres a través de sus memorables historias que sirven como una preservación histórica de vida en Jericó”.
Heather Haynes, Programador Internacional Senior
HOTDOCS Festival Internacional de Cine Documental.
A las 19.00, tendremos la oportunidad de ver Pasajes de Isolda, cortometraje de Gloria Isabel Gómez Ceballos, y luego, como parte de la retrospectiva de Luis Ospina, veremos
Todo comenzó por el fin
2015
Duración 208 min.
País Colombia
Dirección Luis Ospina
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